[Contenidos] Cómo organizar un departamento de contenidos para que funcione

Los departamentos de contenidos no son los más reconocidos de una empresa. No se les suele asignar presupuesto y pasan desapercibidos. A pesar de estas dificultades, los profesionales de este sector han ido abriéndose paso poco a poco y conseguido que ya se reconozca la necesidad de un perfil encargado de las tareas relacionadas con los contenidos.

Organizar un departamento a su alrededor es subir la apuesta y mi reto es que lo consigas con esta guía.

  • Empezaremos eligiendo a las personas que serán responsables de los contenidos (puedes no ser tú).
  • Continuaremos creando los diversos documentos que se necesitarán para gestionarlos, como la estrategia y el plan, pero también los flujos de trabajo o el protocolo de archivo de los contenidos.
  • Y terminaremos con las reuniones de seguimiento, cerrando el círculo de la coordinación interna.

Las empresas con departamentos de contenidos se encuentra en el nivel avanzado de madurez de la estrategia de contenidos y demuestran tener una cultura del contenido.

1. Encuentra al líder y al comité editorial

Alguien ha de tirar del carro del departamento y convencer a los jefes de que es una buena idea dedicar recursos a los contenidos. Esa persona es el líder y su grupo de trabajo es el comité editorial, un grupo interdisciplinar que representa las diferentes áreas de la empresa.

  • Si has de buscar a un líder, intenta que se alguien con la visión de las posibilidades que ofrecen los contenidos y que conozca el funcionamiento interno de todos los departamentos.
  • Si vas a ser tú, empieza identificando qué aliados tienes dentro de la empresa que puedan formar parte del comité editorial para no empezar tus tareas en solitario.

El líder de los contenidos es un puesto que se puede combinar con la dirección de marketing y comunicación, pero demuestra una mayor cultura del contenido tener un perfil dedicado únicamente a representar a los contenidos delante del resto de la empresa.

Por otro lado, ser parte del comité editorial no ha de ser una obligación ni considerar sus tareas una carga de trabajo fuera de la jornada laboral: es un puesto que requiere dedicación y ha de tener recursos dedicados.

2. Prepara la documentación previa

Antes de organizar el departamento, antes incluso de crear la estrategia de contenidos, has de tener a mano unos cuantos documentos.

Empieza por el libro de marca, donde deberían estar todas tus respuestas sobre la marca: misión, visión, valores, historia, identidad, voz y tono, mood board, posicionamiento y territorio de marca. También puede ser que esta información esté dispersa en otros documentos, como el Manual de comunicación corporativa o la Guía de estilo.

Igualmente, es buen momento para recuperar el resto de planes, como el de empresa, RRHH, marketing, medios, manual de ventas… todo aquel que pueda incluir datos de qué se ha hecho, resultados conseguidos o previsión de qué se quiere hacer.

Además, deberás encontrar todo sobre tu audiencia: buyer persona, mapa de la empatía, customer journey y customer experience map, así como tu propuesta de valor y USP para ella.

Si aún no tienes toda esta documentación previa, su creación debería ser la primera asignación del comité editorial (o buscar ayuda externa) porque sin ella es difícil poder crear contenidos.

3. Diseña la estrategia de contenidos

El líder de los contenidos puede ser también el estratega de contenidos o que sea otra persona la que se encargue de crear la estrategia de contenidos.

El documento que contiene la estrategia de contenidos es tan importante como el plan de marketing o el de comunicación. Ha de responder a las cuestiones básicas que permitirán saber el papel de los contenidos en la empresa:

  • ¿Cuál es la misión, visión, valores y roadmap de tus contenidos? Son planteamientos que se basan en decisiones de comunicación.
  • ¿Qué publicarás para cada objetivo y audiencia? Es necesario concretar el tema, formato y frecuencia de cada canal, normalmente muy de acuerdo con marketing.
  • ¿Qué enfoque tendrán los contenidos? Hay que concretar el equilibrio que se dará, por ejemplo, al contenido promocional, marketing de contenidos, content curation, branded content, publicidad nativa o inbound marketing.

Para diseñar la estrategia se ha de tener en cuenta la documentación previa y, aunque la responsabilidad sea del estratega, el documento debe presentarse y consensuarse con el comité editorial para evitar posibles futuras discrepancias con el equipo.

4. Crea el plan de contenidos

El plan de contenidos es la hoja de ruta de la estrategia, es decir, la versión ejecutiva que muestra los pasos a seguir.

Para saber qué tipo de departamento de contenidos conviene más, antes hay que tener clara la estrategia y el plan porque es lo que marca el tipo y el volumen de piezas que se necesitarán y, por tanto, el equipo que hará falta para crear esos contenidos.

El plan es una tabla, no un documento escrito como lo es la estrategia, por lo que resulta muy visual, fácil de entender y, lo más importante, de actualizar. Permite valorar de un vistazo si se cubren todas las etapas del customer journey y del embudo de conversión para llegar a los objetivos planteados e impactar a la audiencia de la forma deseada.

Además, el plan sirve también para empezar a considerar la presión a la que se someterá al equipo de creación de contenidos ya que se indica la combinación de piezas entre canales y su reciclaje. Por ejemplo, mostrar cuánto contenido será atemporal y cuánto seguirá la actualidad sirve para calcular la dedicación diaria de cada departamento implicado.

La tentación de poner en marcha el plan tan pronto se tenga listo es muy alta, pero es un error si antes no se cuenta con un equipo preparado para ello y organizado de forma que el contenido no represente una carga para nadie.

Plantilla de Notion para tu plan de contenidos

5. Organiza el departamento y los flujos de trabajo

Siguiendo la estrategia y el plan, ya se pueden concretar los perfiles que se necesitarán para crear el departamento (buscándolos fuera o formando a los ya existentes).

La estructura de la empresa, sea horizontal o vertical, es la que guía las relaciones entre áreas y personas, por lo que también afecta a los flujos de trabajo que siguen las piezas de contenido. Desde que se detecta la necesidad hasta que se da por entregada, pueden pasar por varios departamentos y perfiles y es tarea del estratega de contenidos concretar este recorrido.

Los modelos de departamento de contenidos más utilizados y que por tanto pueden servir de base para cualquier empresa son:

  • Centralizado, cuando haya un único departamento que controlado todos los contenidos.
  • Descentralizado, cuando cada departamento realiza alguna tarea sin que haya supervisión.
  • Externalizado, cuando dentro de la empresa se realiza la coordinación de lo que hacen profesionales o agencias externas.

Aún hay otros modelos de estructura, aunque cada empresa termina configurando el suyo propio según sus necesidades reales.

6. Crea la documentación para los empleados

El departamento de contenidos puede haber sido creado sobre el papel, pero aun hacen falta algunos documentos internos para que pueda funcionar.

Los empleados son la clave para que esta organización funcione, por eso hay que prepararles tres documentos imprescindibles para que puedan ser parte activa en la creación de contenidos:

  • Manual de acogida: es donde se recoge toda la información que ha de saber un nuevo empleado, incluyendo un resumen del libro de marca o los datos de su departamento.
  • Normativa de redes sociales: es donde se establecen los protocolos de comportamiento de los empleados en redes, tanto perfiles privados como en los propios de la empresa.
  • Guía de estilo: es donde se fijan la voz y el tono de la empresa, información que necesitarán cuando tengan que crear contenidos internos o externos.

Estos documentos deben estar siempre actualizados y compartidos entre todos los empleados. La mayoría son confidenciales, aunque una parte de ellos puede hacerse pública como parte de la estrategia de comunicación.

7. Informa y forma a los empleados

La implicación de los empleados es fundamental para los contenidos, no solo en organizaciones descentralizadas, porque sin su participación ni se llegarían a crear las piezas.

Es obligado concretar una reunión informativa en la que presentar los documentos con los que los empleados tendrán que trabajar en su día a día. Así podrán conocer tanto los contenidos que se preparan para el exterior (plan de contenidos), como los que podrían realizar en sus cuentas personales (normativa de redes sociales).

La colaboración del departamento de RRHH resulta imprescindible en este paso para que los empleados puedan considerar a los contenidos como parte de su plan de carrera. Para ello, se han de identificar sus necesidades formativas y ofrecerles los cursos que más se adecuen a su perfil y a las tareas que van a tener que desarrollar. Por ejemplo: puede hacer falta conocer alguna herramienta concreta o un reciclaje general de algunas áreas para que vean las posibilidades que les pueden ofrecer.

No hay que olvidar que, igual que es posible enfocar la búsqueda de candidatos a aquellos que comparten la cultura corporativa, se puede contemplar la del contenido como criterio para la selección.

8. Activa el plan de contenidos

Una vez esté la documentación preparada y los empleados dispuestos a crear los contenidos, el departamento de contenidos puede empezar a funcionar.

Si la empresa es nueva, como tarea previa a la activación del plan, será necesario crear los canales correspondientes siguiendo la normativa y configurar los perfiles en las herramientas que se utilizarán para publicar en ellas, además de asignar los diferentes permisos para que los responsables tengan acceso.

Si la empresa ya tiene estos perfiles abiertos, también ha de realizar una tarea antes: apuntar los datos estadísticos conseguidos hasta el momento. De esta manera se podrá hacer un mejor seguimiento de los resultados.

Es recomendable fijar un día concreto para activar el plan (típicamente el primer día de mes) y, hasta entonces, llevar el plan de contenidos a un nivel aún más ejecutivo creando un calendario editorial.

Este tipo de documento muestra la información básica de las piezas: qué, dónde y cuándo se publicará. Al incluir también quién es su responsable hace que cada uno tenga su propio calendario de tareas, de forma que se pueda seguir la fecha y el estado como en un roadmap.

9. Pon en marcha el protocolo de archivo

Activar el plan no es el último paso porque éste suele mostrar solo hasta la publicación, mientras que el contenido aun tiene otros destinos posibles.

Archivar las piezas que se han presentado o publicado, incluyendo sus versiones aprobadas y descartadas, es un procedimiento necesario para que estén disponibles y sean encontradas por cualquiera que los necesite, interna o externamente.

Para que el archivo de la empresa sea fácilmente manejable, puede utilizarse un gestor de contenido empresarial (ECM). Igual que ocurre con un ERP o un CRM, es un software que hay que implantar considerando el uso que se le va a dar. Además, hay que crear un protocolo de archivo que guíe a los empleados y formarles para que lo utilicen correctamente en su día a día.

Así se consigue que todas las piezas estén etiquetadas, sean trazables y accesibles según los diferentes permisos asignados. Este tipo de gestor de contenidos es muy práctico internamente cuando se manejan muchos documentos, pero no siempre es útil para los usuarios externos porque la mayoría es material confidencial.

En cambio, una biblioteca de contenido centraliza en un único lugar todo lo que puede ser interesante para la audiencia. Aquí se catalogan artículos, vídeos, webinars, infografías, guías… cualquier material que sirva tanto a los objetivos de la empresa (tráfico, leads) como a los del usuario (información, conocimiento).

Plantilla de Notion para tu estrategia de contenidos

10. Haz reuniones de seguimiento

El último paso para que tu departamento de contenidos esté bien organizado es asegurarte de que está coordinado.

Las reuniones de seguimiento de la estrategia de contenidos varían en formato y frecuencia en función de los temas que se tratan en ellas:

  • Cada día, por mensajería instantánea o email para dudas urgentes entre personas implicadas en tareas concretas.
  • Cada semana, por un canal de comunicación interna o email entre los implicados para asegurar el cumplimiento del calendario editorial.
  • Cada mes, telemáticamente o de forma presencial para informar del avance del plan de contenidos entre áreas.
  • Cada año, presencialmente para hacer seguimiento de la estrategia de contenidos.

Los informes de seguimiento deben archivarse correctamente, como cualquier otro documento interno, para poder ver la progresión en los resultados de los contenidos. Para ello deben incluir métricas concretas que cualquiera pueda entender de un vistazo.

Más información sobre el departamento de contenidos

En este blog he publicado bastantes artículos sobre el departamento de contenidos y el papel que juegan en la organización interna de la empresa. Además, te dejo un par de recursos para que los tengas a mano.

Guía en PDF para descargar

¿Te ha parecido interesante esta guía? Puedes conservarla en PDF para leerla con calma cuando la necesites (sí, gratis).

Libro para organizar una empresa alrededor de los contenidos

Para saber más sobre cómo organizar tu departamento de contenidos, te sugiero que le eches un vistazo a mi libro «Cultura del contenido» (en papel o gratis con Kindle Unlimited).

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Llega septiembre y se acaba el descanso de este blog: aquí tienes algunas notis ¿imprescindibles? de agosto.

Cine
Verano era época de blockbusters, estaba cargadito de estrenos en busca de la recaudación que permitiese poner a alguna el título de «película del verano». ¿Difícil conseguirlo hoy en día? Bueno, también hay récords de taquilla, buenos y malos, incluso los tráilers son noticia. Todo sea para que las salas vuelvan a la vida y no cierren. Los estrenos simultáneos también han estado en boca de todos y algunos ya quieren que desaparezcan. Yo los veo como una opción más que se complementa y da libertad para elegir cómo ver una película, sin etiquetas extras.

Internet
Sí, agosto es buen momento para hacer experimentos, pero el mundo tiembla cuando los hace Google y menudo drama se crea si pilla a los SEO de vacaciones y cuando vuelven se encuentran con los ránkings cambiados. Bueno, esta vez no varían las posiciones directamente, más bien los títulos de las páginas. ¡Menudo impacto debe ser encontrar tu contenido con el texto cambiado! Al parecer no afecta a todos por igual, como suele ocurrir, así que no te rasgues las vestiduras todavía. Lee algunos datos y enlaces recomendados.

Publicidad
Las campañas de la DGT para la operación salida no son como las veraniegas de cervezas: no se las espera, posiblemente ni se quieren ver. Por eso de estas semanas destaco la gráfica de las patatas fritas de McDonald’s porque era el momento oportuno para hacerla. Claro que, más cerca, hay que mencionar lo que KFC hizo con el logo de IKEA. Parece que al imitado no le sentó del todo mal la copia y reaccionó bien, pero no todos lo habrían hecho igual porque la marcas le tienen mucho cariño a sus logos, incluso a sus colores corporativos, y no los ceden fácilmente.

Televisión
La verdad, poca tele este agosto. ¿Hacen falta más titulares con actores, perdón, presentadores/tertulianos «rompiéndose» en directo, saliendo del plató o entrando a directo para no decir nada? Si crees que eso no es tele, piensas como yo, pero poco más ha pasado. Sin estrenos de programas/series, lo único que se ha visto es más de lo mismo. Hubiese sido un buen momento para reflexionar si la tele de pago merece la pena… pero me quedé enganchada con los vídeos de MTV 00’s (antiguo VH1) cuando no encontré peli que ver.

11 años de mi newsletter sobre contenidos

Hoy a las 10h enviaré el número 575 de mi newsletter y justo hoy hace 11 años que envié el primero. Tenía que ser en pleno agosto, claro, es el mejor momento para experimentar. Entonces lo fue, al menos me sirvió para probar una herramienta de email marketing que complementase este blog. Al final del post te daré alguna recomendación para que apliques a tu newsletter, pero antes déjame que te hable un poco sobre la mía.

Por qué has de recibir mi newsletter

En estos años, mi newsletter ha cambiado varias veces. Primero servía para enviar un artículo en primicia, llegando a ser varias semanas antes de que se publicase en este blog; pero ahora el link a mi post de los lunes es uno más del resto, diría que el menos importante. Así que durante un tiempo enviaba solo contenido de creación, después fue una lista de links organizados por madurez de la estrategia y ahora es (al 95%) curación con recomendaciones sobre contenidos, pero ya no solo content marketing como empezó hace 11 años.

Estos cambios de orientación en el formato y temática tienen un motivo bien claro: mi newsletter es personal, igual que este blog, aunque no tenga una introducción en la que explique mis cuitas. Es una newsletter personal curada, así que el filtro varía según lo que leo y me interesa cada semana. Mis libros también han seguido esta misma evolución: del marketing de contenidos a la cultura del contenido.

El sector avanza y con ella mi vida profesional, así que no tiene sentido quedarse en el nivel básico, al contrario, me esfuerzo por seguir mejorando y ayudando a mis clientes (y suscriptores) a madurar hacia el nivel avanzado. Por eso elijo los enlaces pensando en su aportación y no me importa alejarme de fuentes más comunes porque creo que es mi labor como curator descubrir enfoques nuevos (aunque estén en inglés).

Esto es lo que ofrezco con la suscripción: enlaces recomendados para que los contenidos ayuden a tu empresa. No es solo una newsletter de estrategia de contenidos, es una mezcla de branding, marketing, SEO, inbound, UX, periodismo, creator economy… tiene un poco de todo porque así son los contenidos: tienen muchos enfoques y mi newsletter los sigue para contribuir a alejar la falsa idea de que solo sirven para una cosa.

Por eso no se puede decir que sea una newsletter de actualidad porque los artículos que enlazo son más bien atemporales, aunque hayan sido publicados la semana o mes anterior. Así que un buen motivo para querer recibirla es que sirve para estar al día tanto como para reflexionar. Si no la lees el lunes a las 10h que es cuando la envío, puedes dejarla para el fin de semana o leer varias cuando tengas tiempo. No hay prisa porque los contenidos no dependen de algoritmos con fecha de caducidad.

Algunos aprendizajes

Miro las estadísticas (cada semana antes de hacer el nuevo envío) y me fijo en qué enlace se lleva más clics. Pero si me obsesionase demasiado acabaría haciendo una newsletter que no me representa y la acabaría dejando de enviar. Este es mi aprendizaje para ti: si ha durado tantos años es porque la he cambiado para adaptarse a mí y no al revés. Está bien pensar en la audiencia, pero no puedes perder de vista el enfoque personal porque eso es lo que hace que la gente se apunte y se quede.

Los suscriptores van y vienen (sí, algunos vuelven), pero me estreso lo justo por ello (cuesta aprenderlo, pero es básico para la salud mental). Esta métrica se mantiene bastante estable gracias a que hago limpieza cada semana de aquellos que no han abierto ni una newsletter en los últimos tres meses. Así que me pasa un poco como en mis redes sociales: ni sumo muchas altas, ni resto muchas. Como te decía, más que las aperturas, me interesan los clicks porque hay unos cuantos (no porque sean afiliados). Aun así, también intento que algunos apartados contengan la información suficiente para ser entendibles.

Sí me preocupan los números de MusaLeaks porque es una newsletter de pago, pero no tanto los de ContentNews porque la sigo viendo como una apuesta personal. Dedico al menos una hora a preparar el envío, pero mucho más a leer y elegir lo que no comparto. Esas horas diarias son tiempo bien invertido que no necesito monetizar directamente porque me sirve para seguir atenta al sector, escribir este blog, mejorar mis clases y documentarme para nuevos libros. Este último aprendizaje quizá no les guste a los que empiezan en su newsletter (o en cualquier canal): hay que tener paciencia. Pero es así y acaba llegando el equilibrio en que te gusta lo que envías y crees que es rentable (de alguna manera, no ha de ser directa). Yo hace tiempo que lo encontré.

Media News S30 A21

Cine
Han pasado ya varias semanas desde el estreno de «La guerra del mañana» y se me ha pasado por completo dejar por aquí mi pequeña crítica. ¿Quizá fue tan mala que la quiero olvidar? Bueno, malísima, no, pero con cada historia de viajes en el tiempo me vuelvo menos crédula, así que mi opinión va empeorando cada vez más. Si le sumo que las invasiones de extraterrestres tampoco son un tema que me interese, la pregunta que debería hacerme es: ¿por qué caigo en verlas? Quizá me autoconteste a mi misma en agosto, mientras aprendo a pronunciar apellidos de estrellas.

Internet
Cuando navegamos, todo ocurre tan rápido que no recordamos cuando nos ponían una animación porque las páginas tardaban en cargarse y querían entretenernos para que no nos fuésemos. Ahora tardamos solo unos segundos en cansarnos e irnos a otra página. Incluso la rapidez es valorada para el posicionamiento en Google, lo cual es lógico porque él mismo se vanagloria de encontrar en menos de un segundo «el mejor resultado» entre millones de posibilidades. Así que, como se supone que no tendrás prisa, te propongo que este mes te fijes en si merecen la pena o no esos segundos «perdidos».

Televisión
Por si no te habías dado cuenta, en la tele tradicional no existe en verano, más bien, en agosto. Otros años, en julio ya escaseaban las novedades, pero es cierto que este 2021 han tardado en ir cerrando programas y acabando series. Se puede aguantar un mes, ¡qué remedio!, pero sería demasiado alargarlo otro más. Toca pensar ya en qué hacer para sobrellevar este mes que vamos a empezar. Invertir poco, léase reposiciones y programas baratitos. Eso ellos, pero quizá la audiencia quiera aprovechar precisamente su dejadez para explorar nuevas ofertas a la carta.

Publicidad
Estamos en año olímpico, aunque sea con retraso, y es inevitable ver alguna competición, sea en informativos, redes o porque se sigue ese deporte. Además, claro, está las ceremonias de inauguración y clausura. Hay millones de ojos pendientes, pero las marcas pasan a un segundo plano. Importa más la bandera del país que quién pone dinero para patrocinarlo y que de alguna u otra forma que sea posible su participación. Lo pienso en cada plano y no lo veo como una oportunidad perdida, más bien como un alivio a la vista porque hay otros momentos que el exceso de logos enturbia el juego.

Como viene siendo habitual, en agosto cierro el blog (aunque en mis newsletters y en redes). Mientras, si buscas lecturas para pasar el verano, tienes unas cuantas en mi lista de deseos de Amazon.

[Contenidos] Piensa a lo grande (si puedes permitírtelo)

Hay diferentes formas de definir y priorizar los objetivos, pero diría que la que sigue las siglas SMART es la más utilizada en el mundillo marketiniano, al menos es la que suelo usar y explicar porque me parece muy clara para cualquier nivel. Una de sus letras es la que inspira este post: la R, de realista o relevante, según en qué prefieras fijarte. Ambas sirven para la pregunta que quiero plantearte hoy: ¿has pensado a lo grande al hacer tu estrategia de contenidos?

Quizá lo primero sería definir qué es «a lo grande», aunque es posible que ya lo intuyas: sí, es cuando quieres dominar el mundo, en este caso, con tus contenidos. Seguramente fue un día, de repente tras leer algún artículo relacionado, que se te ocurrió que puedes conseguir enormes números en tu cuenta de resultados gracias a cantidades ingentes de piezas en las que invertirás una millonada porque sabes que la calidad se paga.

¿Te suena realista? No, a mí no. Más bien improbable, especialmente la parte del presupuesto porque está más que demostrado que los contenidos no gozan de una partida que demuestre que se confía en ellos. Pero, ¿podría ocurrir? Reduciendo el tono entusiasta, sí, porque dejaría de ser imposible y pasaría a ser un reto. Entonces tendría sentido considerarlo un objetivo para la estrategia de contenidos.

Eso sí, no te quedes en «lo mínimo» porque tampoco sería realista creer que el contenido te va a ayudar tan poquito que no se merece ni una línea en tu estrategia. Puede hacer mucho por tu empresa, pero es un intercambio, también has de poner de tu parte.

Así que, entre dominar el mundo gracias a los contenidos y no confiar nada en ellos, estaría dominar tu sector. Eso sí es relevante porque afecta directamente a tus ingresos y es bastante realista si le los asignas recursos necesarios. Sería su visión (hablo de ello en «Cultura del contenido«).

¿Cómo conseguir el reto de la dominación de tu sector?

Con una estrategia de contenidos, claro. Lleva trabajo, así que calma tus ansias de dominación y plantéate estas preguntas:

  • ¿Quién hay en tu sector creando contenidos y en qué posición quedan los tuyos?
  • ¿Qué conclusiones sacas de su análisis competitivo y de tu propia auditoría?
  • ¿Cómo es el punto deseado de dominación que quieres alcanzar?
  • ¿Cuánto tiempo crees que necesitarás para ir escalando posiciones?
  • ¿A qué tipo de audiencia te irás encontrando en cada posición?
  • ¿Qué tendrás que hacer para adelantar a tu competencia?
  • ¿Qué contenidos necesitas crear para que sirvan de base para tu ascenso?
  • ¿Cómo puedes repartirlos para que no te retrasen ni dejes de subir?
  • ¿Qué te ayudaría a ir más deprisa en tu ascensión?
  • ¿Cómo sabrás que has llegado a dominar los contenidos de tu sector?

Ahora sí, ya puedes crear tu estrategia de contenidos: repasa los puntos claves del índice y ponla por escrito en un documento (llámalo como quieras) que te guíe hasta la dominación del mundo, perdón, de tu sector.

10 preguntas que llevarán a tus contenidos a la dominación de tu sector (léase con voz de persona que, en realidad, quiere dominar el mundo). Compartir en X

Este va a ser el último post de los lunes antes del parón de agosto, así que te dejo con deberes suficientes para todo el mes y, si te sobra tiempo, siempre puedes leer un poco.

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