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¿En qué se parecen Shandy Cruzcampo y Banco Santander? Venga, cuento hasta 3 para que pienses en ello… 3, 2, 1… ¡0!  ¿Lo tienes, se te ocurre qué tienen en común? Que les van los números, para crear productos y en sus campañas: el primero se suma al Zero y el segundo a contar del 1 al 3. La cuestión es que cuando ves los dos anuncios uno detrás de otro, te hace gracia ver tanto número suelto. En el de la cuenta 1|2|3 del Santander se lo toman con  la seriedad habitual de un banco y nos ponen escenas emotivas. En el de Shandy Cruzcampo Zero es lógico que se lo tomen a broma y pongan escenas, digamos, graciosas (o patéticas, según el número).

Cine
Una tiene ya una edad pero aún me gustan las pelis de dibujos (si las llamo ‘de animación’, no cuadra con lo de ‘tener una edad’). Hasta que he visto «Del revés». Me gustaba la idea de las cabezas, lo comenté por aquí. Jugar con las emociones es algo que a Pixar se le da muy bien así que parecía una buena idea ir a verla. El patrón se confirma y los primeros minutos podrían ser una película en si misma, curiosa y divertida de ver. Pero el resto es otra historia. No creo que sea un spoiler decir que explica bien el proceso de madurez de las personas y todo lo que eso conlleva. Así que mi conclusión es que los dibus han dejado de interesarme, este tipo de películas donde las payasadas triunfan ya no son para mi.

Televisión
La crónica rosa es un género que domina la parrilla televisiva, en cualquier horario y formato. Ha llovido mucho desde que empezase a ser popular esta cierta manera de enfocar la actualidad del corazón de los ricos y famosos. Se ha llegado a ese punto en el que lo menos importante es a quién se diseccione mientras se llenen unas horas de tele. Y son horas y horas, no son programas cortos los que disfrutan cotilleando y muchas veces la chispa la ha empezado un tuit. Ya no hay suficiente jugo en una boda por todo lo alto, hace falta buscar debajo de las piedras y la Red se presta a ello, a rumores, a frases escritas sin pensar que luego se transforman en declaración al ponerlas en pantalla.

Internet
Los que llevamos cierto tiempo en Internet estamos acostumbrados a leer de tanto en tanto la muerte de algo que en su día revolucionó la historia de las nuevas tecnologías. La respuesta es diferente según quién lea esa noticia pero una buena respuesta es la que proponen desde Copyblogger: «don’t panic». Tiende a cundir, el ser humano puede ser muy alarmista. Más cuando llegan las máquinas y nos quitan el trabajo (de eso va realmente su artículo). Y por aquí hay mucho de automatización últimamente, todo sea hacernos la vida más fácil. Lo que evita que el mundo se colapse por esos cambios es simplemente la esperanza de seguir siendo los más creativos… al fin y al cabo, ¿quién ha creado esas máquinas?

[Contenidos] La estrategia para que tu jefe invierta en marketing de contenidos

Hoy quisiera hablarte de cómo aplicar el marketing de contenidos dentro de tu propia empresa. Otra forma de decirlo es que utilizando el marketing de contenidos puedes convencer a tu jefe para que invierta en contenidos.

¿Por qué convencer a tu jefe de que la inversión merece la pena?

Trabajas en marketing o comunicación, has comprendido que el marketing de contenidos es una pieza fundamental en tu estrategia pero no puedes utilizarlo porque no te asignan los recursos que necesitas… tienes dos opciones: cambiar de empresa o convencer a tu jefe.

Lo primero quizá te suena radical pero es que la actual está anclada en el pasado (allá en el mundo 0.0) así que no le auguro mucho futuro. Lo segundo es simplemente tratar de mantener tu puesto de trabajo demostrando que vales y que puedes hacer prosperar la empresa.

Enfócalo así: has de convencerle porque así demostrarías que el marketing de contenidos funciona.

¿Cómo convencer a tu jefe de invierta en marketing de contenidos?

Tan sencillo como aplicar los puntos estratégicos, en lugar de a venderle algo a tu cliente, a convencer a tu jefe:

  • Objetivos: lograr inversión, llámale tiempo o presupuesto para contratar a alguien, es decir, recursos para dedicar a los contenidos.
  • Perfil: espero que conozcas bien a tu jefe, esto muy importante porque no todos son iguales. Algunos prefieren la parte económica, otros la de resultados y hay quien simplemente busca un informe y que no le obliguen a tomar decisiones.
  • Línea editorial: según cómo sea tu jefe, elige el argumento que necesite.
  • Canales y calendario: encontrar el lugar y momento preciso puede ser sinónimo de una reunión, aunque también puedes provocar un poco vía mail o dejando algún enlace en la intranet. Esto ya depende de la estructura de empresa en la que trabajes.

Como ves, se parece mucho a lo que sería hacer una estrategia de marketing de contenidos porque así lo veo yo: si no puedes convencer a tu jefe de que invierta en marketing de contenidos, no sabes qué es el marketing de contenidos. Tan ‘sencillo’ como saber ‘dónde le duele’ y tratar de generar contenido para ayudarle: un mail, una presentación o lo que creas que tu jefe necesita. Por eso, como en el marketing de contenidos para vender, es importante conocer a tu público objetivo.

Acabo sugiriéndote que releas esta newsletter cambiando ‘jefe’ por ‘cliente’ y verás que tiene sentido en muchos aspectos. Al fin y al cabo, cuando se trabaja en una empresa, el cliente principal es muchas veces el propio jefe.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 237, 23-02-2015).

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Televisión
La serie «Black mirror» nos lleva a futuros más o menos posibles en los que la tecnología nos ha cambiado. Algunas historias parecen exageradas, otras (aparentemente) deseables. Leer sobre que se obligue a alguien a ver la tele me suena a ese futuro no muy lejano en el que la adición a las diferentes pantallas supone un peligro. Claro que, en el mundo actual, ver algunos programas es un castigo así que tampoco me extrañaría que en ese futuro que quizá alcancemos pronto haya cárceles donde te hagan ver ciertos canales de televisión… de hecho, en la prisión de Erewhon de «Face off» les ponen documentales.

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Es una mala noticia que un anuncio me recuerde al producto de otra marca. Me ha pasado con el spot de Ybarra, lástima. Su «Juntémonos» me parece una genial idea para diferenciarse del resto de mahonesas. Pero una de las escenas me ha recordado a un antiguo anuncio de Calvé. Lo mismo me pasa más de una vez con los anuncios de coches que están grabados en la misma localización. Y es que hay sectores que están un poco quemados. Piensa en las veces al día que ves anuncios de coches o alguna receta de alguna marca. Son de creatividad difícil, por decirlo de alguna manera.

Internet
El zapping es una gran herramienta de desconexión, permite pensar en muchas cosas. El otro día, confieso que de madrugada, me dio la oportunidad de reflexionar sobre cuántos de los programas que vi deberían emitirse online. Sí, directamente online, sin canal de televisión que los apoyase en la emisión tradicional. De hecho, gracias a la TDT, ciertos canales enteros parecen sacados de Internet. Quizá fuese por el calor de la noche pero me pareció bastante absurdo tener tantos canales y que ninguno diese nada interesante… en cambio acudiendo a la Red siempre acabas encontrando lo que quieres.

Cine
Ya he hablado alguna vez sobre escenarios de películas, tours y mapas. Pero la verdad es que siempre pensando en películas en el extranjero. Viendo que en Navarra están montando La Ruta del cine, me parece una gran idea utilizar la realidad aumentada para poder ver fragmentos de las películas que se grabaron en escenarios reales. No es que sea precisamente fan del cine español pero sí que podría ser interesante mapear series o hasta anuncios. Es todo un hobby tratar de identificar los lugares pero algunas veces nos sorprendemos con que se ha grabado algo en la esquina de casa y ni nos habíamos enterado.

[Contenidos] El departamento de contenidos no existe en España

Hoy quisiera hablarte del trabajo sobre contenidos que se hace en las empresas españolas. Algunos alumnos me han preguntado por ello últimamente así que me basaré en la infografía sobre el perfil de los participantes del Estado de los contenidos 2014 en España para contestar aquí también y así quizá ayudar a más gente.

Conocer las características de estos “departamentos de contenidos” (en un momento entenderás las comillas) puede ayudar a encontrar empleo y, además, para los autónomos como yo o las agencias, también es una referencia para conocer a nuestro interlocutor dentro de la empresa.

Empiezo por las comillas: ¿cuántas personas ha de tener un departamento para que se le considere “departamento”? Si la respuesta es más de 1, está claro que no hay este tipo de departamentos en la mayoría de empresas. El 42% solo tiene 1 persona. Si a esto le sumamos que el 80% no externaliza ninguna tarea, nos da un perfil bastante solitario, no un “departamento de contenidos”.

Escribir tiene mucho de soledad, es cierto. Pero resulta más fácil cuando tienes una guía que te orienta hacia qué publicar o cómo hacerlo. El 75% tiene un documento de referencia, casi todos son planes de marketing o de comunicación. Aún así, el 43% no sabe qué contenido gustará a su audiencia. Con una estrategia de marketing de contenidos, este porcentaje se reduciría ya que todo lo que se produce está orientado a la persona.

También resulta más fácil sobrellevar la soledad del departamento cuando en realidad tu trabajo es otro. Vamos, que los contenidos cayeron en tu mesa pero como algo añadido a las tareas que ya hacías antes. Así quizá tiene sentido que la dedicación sea de media jornada en la mayoría de los casos. Puede parecer mucho si lo vemos como un complemento al resto de tareas, pero poco si pensamos en todas las cosas que implica utilizar contenidos dentro de la empresa.

Quizá por eso, cuando nos adentramos en el perfil, nos damos cuenta de que el departamento que se encarga de los contenidos realmente es el de comunicación en un 32% de las veces. Entonces, ¿el de contenidos forma parte del de comunicación? Parece ser así (el segundo en el ranking es marketing).

Por último, es curioso que la satisfacción por los resultados conseguidos sea bastante positiva aunque se tenga la sensación de que, en general, la confianza por los contenidos sea mucho más baja. Afortunadamente cuando se trata de la convicción propia es una amplia mayoría.



Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 236 (16 de febrero de 2015).

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Un escenario que no puede faltar en una sitcom es el bar de la esquina donde el grupo se reúne. En la ronda de anuncios, tarde o temprano sale algún bar. ¡Pero si hasta hay anuncios de coches que tienen como escenario un bar! Vale, es lo normal cuando se venden productos que se consumen en esos locales: por eso tenemos ahí el anuncio de Cruzcampo y su #somosdebarra que inevitablemente me recuerda al #benditosbares de Coca-Cola que tantos éxitos les ha dado. Menos mal que lo de McDonald’s son restaurantes y no bares porque si no habría otro anunciante elogiando sin parar a esos locales tan presentes en la vida social española.

Televisión
Estudié Comunicación audiovisual pero la gente sigue pensando que soy periodista. Es algo que va ‘con el cargo’, supongo. Por eso me hace gracia cuando ese mismo tipo de gente piensa que para trabajar en la tele hay que tener ese título. Me da risa. ¿Periodismo para leer un guión? Como mucho, será para crearlo pero ¿hace falta para improvisar un debate sin sentido? Son actores haciendo un papel, leyéndolo más bien. Lo que estudiasen no importa. Esas gentes deberían preocuparse más de quién les escribe lo que leen… pero como los créditos pasan tan rápido es difícil que alguien les preste atención.

Cine
Para algunos, una sala de cine es como un santuario. Su lugar oscuro para olvidarse de todo y vivir otra historia durante un par de horas (antes el tiempo se contaba en minutos, ya no). Van convencidos de lo que van a ver y se concentran en ello hasta el punto de no necesitar ni palomitas para disfrutar de la película. Otros no tienen claro este beneficio del cine y se llevan los nervios del día a día. Solo así se explica que alguien pueda confundir los tráilers con la película que han ido a ver. Quizá entraron mirando el móvil apurando los segundos antes de apagarlo, sujetando a los niños que se colaban en otra sala o simplemente no sabían leer el gran número que suele identificar la sala.

Internet
Me está pasando una cosa curiosa en mi Facebook. Como ya expliqué hace un tiempo, separo la parte personal de la profesional: para lo primero utilizo mi perfil, para lo segundo mi página. En la parte privada hay una mezcla de contactos que no se conocen ni comparten intereses. O eso pensaba yo. Vale que tengan en común los virales típicos que inundan irremediablemente las redes sociales. Pero me estoy encontrando que empiezan a interesarse por lo que rodea los medios sociales, es decir, que comparten enlaces sobre ciertos peligros de las redes que no esperaba que interesasen a ninguno de ellos. Quizá es que, después de tanto tiempo, se van dando cuenta de la red en la que se encuentran.

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