[Contenidos] Hola, me llamo Eva y soy esclava del contenido

Hoy quisiera hablarte de la dependencia de los contenidos que tenemos algunos profesionales. El concepto de ‘esclavos del contenido’ surgió hablando con Magali Benítez y, pensándolo después de soltar unas risas por llevarlo aún más al extremo y ser una ‘content victim’, razón lo le falta: en el mundo online, dependemos por completo de los contenidos.

No me voy a poner como ejemplo porque es evidente que, si me dedico a escribir y a hacer planes de contenidos, soy una esclava del contenido: sin él, no trabajo y, desde una perspectiva personal, seguramente no podría estar sin escribir. Así que empiezo por el trabajo de Magali y lo amplio a otros perfiles.

Quizá la recuerdes porque escribió el capítulo dedicado a SEO en el ebook “Contenido eres tú”. Magali desde su empresa Polièdric se dedica a conseguir visitas y notoriedad online de manera que aumenten las ventas de sus clientes. Sus herramientas, como dice en su perfil de Twitter, son SEO, SEM, Google AdWords y campañas de publicidad online (por cierto, las utiliza muy bien). Está claro también es una esclava del contenido: ¿qué posicionar, anunciar o promocionar si no es contenido?

Podría hacerlo con contenido mediocre, seguramente sí. Pero: una empresa necesita un buen copy para destacar en los resultados de búsquedas, ya sea orgánica o publicitariamente; un post necesita un texto, simplificando, decente para posicionarse; una web necesita cuidar sus formas para que Google al menos la tenga en consideración.

Así que diseñadores y programadores también son esclavos del contenido porque lo necesitan para trabajar. Dependen del árbol de contenidos de la web, de sus fotos y textos. ¡En teoría! Porque luego vienen los que se niegan a serlo y utilizan texto falso con más o menos gracia para acabar cuanto antes el proyecto.

También deberían considerarse así quienes trabajan en medios sociales, ya lo comentamos hace un tiempo. Al fin y al cabo, ¿no es el community manager quien escribe contenidos sociales? Pues tan importante para este perfil debería ser conocer la mejor aplicación para Facebook como saber qué tipo de contenido espera su comunidad y escribirlo adecuadamente. Claro que ellos prefieren ser esclavos, perdón mejor apasionados, de las redes sociales.

Y es que no todo el mundo quiere (reconocer) ser esclavo del contenido, algunos lo podemos decir con orgullo porque nos preocupa lo que se hace con el contenido. Nos importa, por eso tratamos de prestarle la atención que merece. Solo así, con una buena base desde el principio, podemos decir que nuestros proyectos terminan bien. Porque al ser esclavos del contenido, nos interesa más el contenido que el propio cliente. De hecho, como esclavos, nuestro cliente, amo y señor es el contenido.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 238, 02-03-2015).

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Después del paréntesis de agosto que he aprovechado para avanzar un poco mi próximo libro, vuelvo a la frecuencia habitual de posteo en mi blog. Como siempre los miércoles, un post con ideas sobre medios tradicionales para no olvidar los orígenes.

Internet
El pasado lunes se celebró el BlogDay 2015. Es una lástima haber perdido por completo la costumbre de los blogs de recomendar blogs. Aún es peor que algunos hasta hayan perdido la sanísima costumbre de enlazar que, al fin y al cabo, es una forma de recomendar otras personas de manera indirecta. Deben ser las mismas personas que no son capaces de hacer un retuit en Twitter. No debería haber tal problema, es sencillo: Internet conecta personas, ¿por qué no hacer evidentes los enlaces? La respuesta para no hacerlo es igual de sencilla: no entienden que la ausencia de conexión es un retroceso en la comunicación.

Cine
En agosto pasan cosas curiosas en las salas. Hay cines que parecen infantilizarse al proyectar solo películas típicamente veraniegas para niños. Y otros que trabajan ajenos a esa clarísima fuente de ingresos y siguen haciendo películas que parecen no interesar a nadie. A los primeros, nada que criticar: que aprovechen el tirón y vendan palomitas como si su negocio fuese ese. A las personas que visitan los segundos, un pequeño comentario: bravo porque sóis los únicos que tienen interés en esas películas y hacéis que esa sala siga abierta con vuestra entrada. Verano tras verano, y también algunos fines de semana, me pregunto cómo sobrevive un cine con 10 personas por sesión.

Televisión
La programación de verano permite hacer algo poco sano: maratones de series. Y es que las cadenas se empeñan en hacer 3 y hasta 5 capítulos seguidos. Así es como he aprovechado para recuperar capítulos antiguos que me había perdido en su momento. Con esa excusa, me pregunto por qué aún las cadenas se empeñan en no ofrecer los capítulos abiertamente para ver cuando realmente quiera el telespectador. Y en cambio siguen viendo aceptable saltarse capítulos, desordenar temporadas y cambiar horarios a su gusto y sin justificación aparente. Bueno, en realidad, sí que se puede ver ese tipo de televisión… pagando.

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La sensación veraniega de que nada cambia durante agosto la ha roto Ikea y su catálogo 2015. En su línea de fijarse en los detalles (terrazas, mesas), ahora le ha prestado atención a esos sufridos trabajadores que llevan puerta a puerta lo que ellos llaman ‘inspiración’. Eso es su catálogo dicen así que, ¡bravo por las empresas que quieren inspirar a la gente! Claro que, día a día, esos y otros muchos sufridos trabajadores llevan puerta a puerta spam del de verdad con panfletos que van directos a la basura, algunos ni pasan de la puerta y se quedan en una papelera en la entrada del edificio. A esas empresas les animo a buscar un poco más de inspiración por ahí.

5 años enviando cada lunes mi newsletter sobre contenidos

Mañana lunes a las 10h, enviaré a los suscriptores de mi newsletter el número 262 . Llevo 5 años haciéndolo así que será un número especial de aniversario. Quizá no tenga sentido para algunos esto de celebrar los años de un canal pero a mi me animan esta clase de hitos. Es una forma de motivarme y seguir constante.

Aprovechando la fecha especial, este año he hecho de nuevo una encuesta a suscriptores para poder mejorar la newsletter. La mayoría de respuestas realmente animan a seguir, aunque también hay cosas a mejorar:

  • El 74% dice que es inspiradora, les hace pensar
  • El 63% que es práctica, les ayuda en su trabajo
  • El 57% está de acuerdo en que sea semanal
  • El 47% cree que algunas veces es demasiado larga
  • El 30% afirma que hay demasiado texto

Siempre es interesante saber qué pasa al otro lado después de que le des al botón de publicar, o de enviar en este caso. Por eso valoro también las propuestas para mejorar y no solo los números de arriba. Así que voy a intentar ir adaptando poco a poco los futuros envíos y también mi propia web de recursos sobre contenidos a los comentarios que he recibido.

La semana anterior a enviar la primera newsletter, empecé un grupo en LinkedIn. Mi intención inicial era llevar allí el debate de los temas que enviaba pero la conversación duró poco y ha acabado siendo un lugar en el que se comparten enlaces sobre marketing de contenidos. Para celebrar el aniversario, lo convertí en grupo abierto así que cualquiera pueda seguir los debates.

En ambos casos, creo que la diferencia con otras newsletters corporativas (si es que puede llamarse a la mía así) y con otros grupos de LinkedIn es que están centrados únicamente en los contenidos. Es cierto que, de tanto en tanto, escribo sobre temas quizá un poco más amplios y también puntualmente acepto en el grupo debates sobre SEO, inbound marketing, periodismo… descarto muchos envíos pero, en general, hay muchos miembros compartiendo contenidos.

Todo esto me hace ser optimista respecto a la situación de hace 5 años. El marketing de contenidos ha ido entrando en las empresas, aunque no siempre con este nombre. Poco a poco la situación va cambiando y eso sí es algo que merece la pena celebrar.

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¿En qué se parecen Shandy Cruzcampo y Banco Santander? Venga, cuento hasta 3 para que pienses en ello… 3, 2, 1… ¡0!  ¿Lo tienes, se te ocurre qué tienen en común? Que les van los números, para crear productos y en sus campañas: el primero se suma al Zero y el segundo a contar del 1 al 3. La cuestión es que cuando ves los dos anuncios uno detrás de otro, te hace gracia ver tanto número suelto. En el de la cuenta 1|2|3 del Santander se lo toman con  la seriedad habitual de un banco y nos ponen escenas emotivas. En el de Shandy Cruzcampo Zero es lógico que se lo tomen a broma y pongan escenas, digamos, graciosas (o patéticas, según el número).

Cine
Una tiene ya una edad pero aún me gustan las pelis de dibujos (si las llamo ‘de animación’, no cuadra con lo de ‘tener una edad’). Hasta que he visto «Del revés». Me gustaba la idea de las cabezas, lo comenté por aquí. Jugar con las emociones es algo que a Pixar se le da muy bien así que parecía una buena idea ir a verla. El patrón se confirma y los primeros minutos podrían ser una película en si misma, curiosa y divertida de ver. Pero el resto es otra historia. No creo que sea un spoiler decir que explica bien el proceso de madurez de las personas y todo lo que eso conlleva. Así que mi conclusión es que los dibus han dejado de interesarme, este tipo de películas donde las payasadas triunfan ya no son para mi.

Televisión
La crónica rosa es un género que domina la parrilla televisiva, en cualquier horario y formato. Ha llovido mucho desde que empezase a ser popular esta cierta manera de enfocar la actualidad del corazón de los ricos y famosos. Se ha llegado a ese punto en el que lo menos importante es a quién se diseccione mientras se llenen unas horas de tele. Y son horas y horas, no son programas cortos los que disfrutan cotilleando y muchas veces la chispa la ha empezado un tuit. Ya no hay suficiente jugo en una boda por todo lo alto, hace falta buscar debajo de las piedras y la Red se presta a ello, a rumores, a frases escritas sin pensar que luego se transforman en declaración al ponerlas en pantalla.

Internet
Los que llevamos cierto tiempo en Internet estamos acostumbrados a leer de tanto en tanto la muerte de algo que en su día revolucionó la historia de las nuevas tecnologías. La respuesta es diferente según quién lea esa noticia pero una buena respuesta es la que proponen desde Copyblogger: «don’t panic». Tiende a cundir, el ser humano puede ser muy alarmista. Más cuando llegan las máquinas y nos quitan el trabajo (de eso va realmente su artículo). Y por aquí hay mucho de automatización últimamente, todo sea hacernos la vida más fácil. Lo que evita que el mundo se colapse por esos cambios es simplemente la esperanza de seguir siendo los más creativos… al fin y al cabo, ¿quién ha creado esas máquinas?

[Contenidos] La estrategia para que tu jefe invierta en marketing de contenidos

Hoy quisiera hablarte de cómo aplicar el marketing de contenidos dentro de tu propia empresa. Otra forma de decirlo es que utilizando el marketing de contenidos puedes convencer a tu jefe para que invierta en contenidos.

¿Por qué convencer a tu jefe de que la inversión merece la pena?

Trabajas en marketing o comunicación, has comprendido que el marketing de contenidos es una pieza fundamental en tu estrategia pero no puedes utilizarlo porque no te asignan los recursos que necesitas… tienes dos opciones: cambiar de empresa o convencer a tu jefe.

Lo primero quizá te suena radical pero es que la actual está anclada en el pasado (allá en el mundo 0.0) así que no le auguro mucho futuro. Lo segundo es simplemente tratar de mantener tu puesto de trabajo demostrando que vales y que puedes hacer prosperar la empresa.

Enfócalo así: has de convencerle porque así demostrarías que el marketing de contenidos funciona.

¿Cómo convencer a tu jefe de invierta en marketing de contenidos?

Tan sencillo como aplicar los puntos estratégicos, en lugar de a venderle algo a tu cliente, a convencer a tu jefe:

  • Objetivos: lograr inversión, llámale tiempo o presupuesto para contratar a alguien, es decir, recursos para dedicar a los contenidos.
  • Perfil: espero que conozcas bien a tu jefe, esto muy importante porque no todos son iguales. Algunos prefieren la parte económica, otros la de resultados y hay quien simplemente busca un informe y que no le obliguen a tomar decisiones.
  • Línea editorial: según cómo sea tu jefe, elige el argumento que necesite.
  • Canales y calendario: encontrar el lugar y momento preciso puede ser sinónimo de una reunión, aunque también puedes provocar un poco vía mail o dejando algún enlace en la intranet. Esto ya depende de la estructura de empresa en la que trabajes.

Como ves, se parece mucho a lo que sería hacer una estrategia de marketing de contenidos porque así lo veo yo: si no puedes convencer a tu jefe de que invierta en marketing de contenidos, no sabes qué es el marketing de contenidos. Tan ‘sencillo’ como saber ‘dónde le duele’ y tratar de generar contenido para ayudarle: un mail, una presentación o lo que creas que tu jefe necesita. Por eso, como en el marketing de contenidos para vender, es importante conocer a tu público objetivo.

Acabo sugiriéndote que releas esta newsletter cambiando ‘jefe’ por ‘cliente’ y verás que tiene sentido en muchos aspectos. Al fin y al cabo, cuando se trabaja en una empresa, el cliente principal es muchas veces el propio jefe.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 237, 23-02-2015).

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