[AD] Marketing blanco

Me escribe David de Omepet para invitarme a la presentación de SetMeBlue!. Lamentablemente no podré asistir, pero si estás en Zaragoza quizá te apetezca conocer en directo qué es el marketing blanco aplicado a la telefonía.

La definición de SetMeBlue! ya introduce el concepto: «una plataforma de marketing de proximidad no intrusiva y no agresiva, donde la gente pueda elegir que tipo de regalos, promociones y descuentos quiere recibir de las empresas que se anuncian en ella y no al revés.»

En estas últimas palabras está la clave. Los usuarios elegimos, no las empresas. No puedo estar más de acuerdo con Omepet: las reglas han cambiado. Las empresas no deben decidir por nosotros. Somos los que compramos, somos los que decidimos.

Si para el correo tenemos el permission marketing, ¿por qué no tener algo para el móvil? Nada de spam: contenidos que te interesan, cuando los necesitas. En este caso, más directo imposible, vía SMS. Eso es el marketing blanco y así debería siempre: reclama el derecho a decidir qué quieres que te vendan.

[TV] Mi programación o la suya

El otro día me sorprendí a misma dando una respuesta un tanto impropia. Frente a la pregunta «¿Todavía ves la televisión?» mis labios articularon un «Sí, así tengo mi tiempo organizado». Caramba… ¿he dicho yo eso?

Ahora mismo podría ver la temporada completa de «24» desde mi ordenador pero, en lugar de eso, la grabo cada jueves y la veo el fin de semana. ¿Por qué? Pues porque la programación de las cadenas me asegura que veré una serie cada día. Los días que no dan ninguna decente están compensados o por cine o por alguna grabación del día que han dado dos series destacables. Así sé, por ejemplo, que el lunes toca «CSI».

Antes de que me critiques, ya me hago yo la pregunta: ¿No sería mejor poder ver la serie que quisiese cuando quisiese? Pues sí, para qué negarlo porque ¿qué hago si me apetece ver «CSI» el jueves en lugar de «Shark»? En esta televisión que vivimos aún, nada más que someterme a los dictados del programador de turno.

Momento de soñar: en otro modelo de televisión, las cadenas pondrán a disposición de los usuarios todos los capítulos de la serie, como si fuese un videoclub, y la audiencia podrá elegir cuál ver y, sobretodo, cuándo verlos. Incluso, si queremos, verlos todos de golpe… ¿No es esa la televisión del futuro?

 

Viñeta de los Soulter@s publicada el pasado 25 de septiembre en el adn.

Ah, se me olvidaba: también me da pereza leer los subtítulos.

[CINE] 80 años de cine sonoro

Hoy hace 80 años que se estrenó «El cantor de jazz«, la primera película hablada del cine, así que hoy se celebra el 80 aniversario del cine sonoro.

Entonces había en la pantalla carteles con unas pocas palabras que resumían mínimamente historia y aún más el diálogo; y en las mejores salas, una orquestra con música directo para intentar poner en situación al público.

Actualmente es impensable una película sin poder oír a los personajes (ni hablar ni pensar) o sin banda sonora (aunque sea mínima). Ahora tenemos sonido digital con unas cuantas siglas (DD, DTS, SDDS o THX) y números (5.1, 7.1) que nos envuelven con agudos y graves para que nos integremos en la vida de los personajes y lo único que leemos son los subtítulos.

Hace poco que volví a ver «Cantando bajo la lluvia» (ya sabes que es uno de los pocos musicales que soporto). No me canso de ver cómo la maquinaria de Hollywood se adapta a los cambios. Hace 80 años fue con el sonido, después el color, los grandes formatos… y hoy, ¿es el cine digital su reto?

[AD] Protagonista sin saberlo

¿Te acuerdas de aquel anuncio en que un par de personas veían su foto en autobuses y vallas? Era de una compañía de seguros (¿Axa?) y la idea era personalización, cercanía… y la gente que salía eran actores. Pero ¿qué pasa cuando en una valla ves una foto tuya sin tu permiso?

Eso mismo le ha pasado a un chica: Virgin Mobile ha utilizado una fotografía de Alison para un anuncio sin que ella lo supiese. ¿Cómo es posible? Porque el autor de la fotografía la colgó en Flickr y dio su permiso para utilización comercial bajo licencia Creative Commons.

Sí, la foto es suya, su cámara, su encuadre… pero ¿puede hacer con ella lo que quiera si salen otras personas? Y si, en lugar de gente, fuese una foto a un producto de marca comercial, ¿también podría publicar con esa licencia?

Según publica El Periódico, la afectada ha demandado a Virgin y Creative Commons. En mi opinión, la culpa no es de ellos, sino del autor de la fotografía. Él es el responsable por no preguntar a la chica si estaba dispuesta a cederle los derechos de su imagen. ¿Por qué no le han demandado a él?

¿No debería pesar igual la marca personal que la comercial?

Actualización 1 de noviembre: Según El Periódico, el Ayuntamiento también usó una foto sin permiso, aunque no bajo CC.

[AD] La botella de Absolut

Juan me escribe de nuevo para comentarme una campaña y efectivamente me interesa, aunque seguramente no como él esperaba. El anunciante para un «Mundo absoluto» (una traducción flojilla, por cierto, más bien sería un «Mundo absolutamente perfecto») no podía ser otro que Absolut, una de mis marcas favoritas, de las que más tiempo llevo siguiendo y más anuncios conservo.

La publicidad de Absolut lleva años basándose en su botella como centro de toda su publicidad. Me atrevo a decir que es la única que he conocido de esta marca y esa era su auténtica seña de identidad: la botella bajo el foco o la botella insinuada en la vida cotidiana. ¡Hasta sus seguidores creaban falsos anuncios! Entonces, ¿por qué cambiar algo que funciona?

No entiendo por qué Absolut quiere dejar de lado su botella y centrarse en unos valores ¿más globales? Según el explicativo de BuzzParadise, para «unir el producto a la marca» y para «establecer una idea creativa mundial». He entrado en el web de la campaña de visionarios y casi que me alegro de decir que no soy la única que no ha entendido el objetivo. Muchas de las visiones propuestas al concurso siguen estando inspiradas en la botella.

Una de las postales promocionales que me llegó, ofrece una visión de Times Square donde en lugar de tener los carteles hay reconocidas obras de arte. Si considereamos la publicidad un arte, muchos de sus anuncios deberían estar ahí.

Actualización 14 de octubre: en varios lugares se está recogiendo la campaña así que aclaro que a mi no me llegaron botellas de prueba, sólo las postales 🙂

Actualización 16 de octubre: ¡ya tengo las botellitas!

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