Media News S41 A13

Publicidad
Posiblemente si hace un mes no hubiese estado preparando el material docente para un postgrado, no me hubiese acordado del anuncio de Johnnie Walker al ver el del RACC. O quizá sí porque es una copia tan descarada que hubiese removido mi memoria y sacado a la luz el original, por cierto más largo y mucho mejor explicado. ¿Lo de sucesión de momentos es comparable con lo de seguir caminando? Algo tienen en común, sí, pero lo del RACC es un spot con su mensaje comercial final mientras que lo de Johnine Walker es una historia que no te cansas de ver. Y es que esto de contar historias no es tan fácil como parece. Un trozo de carretera y cuatro cosas no es lo mismo que demostrar qué es keep walking.

Cine
Ir a un matinal siempre me ha resultado extraño, más que cuando había sesiones golfas. Pero para ver «Gravity» hice una excepción. Sin spoilers, no te preocupes. Tantas recomendaciones me animaron a ir… aunque luego no mereciese tanto la pena. Ya he dicho varias veces que el cine 3D no me convence porque me resulta molesto ese continuo recordatorio de que es tridimensional. La mayoría de películas se esfuerzan en ello de forma totalmente injustificada. En «Gravity» no ocurre esto, aunque sí haya algunos momentos en que te hacen parpadear. La historia que explica Cuarón es tan simple que disfrutar del paisaje en pantalla grande es lo mejor que se puede hacer. Eso, o ver un documental en IMAX.

Televisión
Otro estreno de la semana pasada fue «Top chef». Como seguidora de «Pesadilla en la cocina» y «Master chef», tenía que probar a ver qué tal lo habían adaptado. Y la verdad es que se me hizo un poco largo, seguramente lógico porque al principio hay muchos aspirantes, pero lo peor es que me dio la sensación de que cocinaban poco. Repito, lo esperado en un primer programa en el que hay que presentarlos pero espero que en los siguientes se vean más los fogones. Otra cosa que me molestó es que me sentí engañada por el montaje. Por ejemplo, ver un plato montado detrás de quien está enfocando la cámara y luego ver cómo el de atrás lo monta en primer plano. Que sincronicen el montaje o que usen ventanitas a lo «24».

Internet
Cada semana tiene un viernes, ¡sorpresa! Es el día que las empresas, muy educadas ellas en esto de la cortesía social, nos desean buen fin de semana aunque en realidad ya están pensando en animarnos con sus mensajes de lunes para que no nos olvidemos de ellas ningún en momento. ¡Y así cada semana! Lo de que ‘por fin es viernes’ lo venimos oyendo toda la vida (en el cole, en el trabajo, en las redes…), pero he descubierto una forma diferente: ‘al fin es viernes’. Sí, cambia una palabra pero es la que permite crear el nombre de un personaje al que le gustan mucho los gatos.  Alf en Buenos Aires (vía Menéame) es una página que publica fotos de Alf con el hashtag #ALFinViernes. Diversión asegurada y sin que nos quieran vender nada… un momento, ¿dónde se compra el muñeco?

Media News S40 A13

Televisión
Descubro desde Menéame el post de Juan Luis Marín hablando de un talent show para aspirantes a escritores. ¡Vaya idea! Cuenta que es de la Rai3, se llama «Masterpiece» y se estrena en noviembre. Dudo, como él, el interés que puede tener esta profesión mía para seguir ‘una casa’ llena de locos por las palabras las 24h. ¿Qué pruebas podrían hacer? El premio sería escribir un libro, imagino, pero ¿qué más les darían (porque eso ya lo hacen los programas de cocina)? Quizá algo orientado a lo que pretendía ser «El aprendiz» quizá sería hasta instructivo para los que viven ajenos a las diversiones y problemas del redactor.

Cine
El programa «La última sesión» se emitió, según pone en la web de TVE, en mayo de este año. Trata sobre la situación del cine en España, enfocada como es lógico a la desaparición de salas motivada por la enorme pérdida de espectadores. Cines cerrados o en vías de desaparición y solo una pequeña esperanza representada en cines ambulantes donde tampoco es que llenen precisamente la sala. Ayer repitieron el programa, unos 4 meses después. Desde entonces, eso de ‘el peor fin de semana de la historia del cine’ diría que lo he oído más de una vez así que mi sensación es que la situación es aún peor. Aunque aún hay esperanza.

Internet
En el blog de Skolti comentan el estudio «Brands on Twitter» de Brandwatch. Como dice David, no son datos que reflejen la situación es España pero siempre es interesante comparar la evolución de otros mercados más, digamos, activos que el nuestro. Es por esto que el dato que llama especialmente mi atención es el del número de cuentas que tienen las empresas en esta red social: la tendencia es aumentar la presencia y gestionar varias a la vez (7% en 2011, 35% en 2012 y 63% en 2013). Si sigue así, el próximo estudio dirá que casi todas las empresas no solo utilizan Twitter si no que lo hacen con diferentes enfoques. Me parece que aquí aún queda mucho camino para llegar a esos números.

Publicidad
La polémica está servida. Otro anuncio tachado de sexista que piden que se retire. Es el de Shackleton para la Academia de la Publicidad en honor a los 300 años de la RAE. Y aplicar su eslogan tan conocido de ‘limpia, fija y da esplendor’ a detergentes me parece un buen guiño porque también se ríe de la propia publicidad con tantos tópicos como son los productos de limpieza del hogar. Poco sentido del humor veo en esas mujeres que se quejan, es normal que los anuncios retro utilicen tópicos. Entiendo los argumentos que dan pero esa es precisamente la gracia de la campaña así que no tengo reparos en aplaudirla. Reírse de uno mismo es un buen ejercicio, también en publicidad.

Media News S39 A13

Televisión
Se viene otro spin off, esta vez de «NCIS» y basado en Nueva Orleans. Como dicen en Vaya Tele puede ser que la ciudad tenga suficiente atractivo como para llamar la atención aunque ya sea el tercer NCIS que ronda la cadena, después del de Los Ángeles. Efectivamente, pasaría como con «CSI» que ha vivido tres versiones… y como la primera, sinceramente, ninguna. Los casos quizá sí puedan ser aceptables (que lo dudo en el caso de «NCIS Los Ángeles») pero la parte de personajes flaquea y mucho. Lo de «CSI» ha dado juego muchos años, y parece ser que allí Chris O’Donnell también tiene tirada, así que no me extraña que lo intenten una vez más. Solo espero que por hacerlo no dejen de intentarlo con series nuevas.

Publicidad
Dos anuncios para comentar. Primero, me ha gustado este anuncio gráfico de BMW porque usa una cosa tan propia y única como su rejilla frontal, algo que los identifica por encima de otros. Segundo, también me ha gustado este vídeo de Extra Gum porque, al contrario, usa algo que tienen ellos pero también toda la competencia, el papel que cubre sus chicles. Aunque la historia que cuenta me recuerda a la de McDonald’s, ya se sabe que tocar la fibra es un recurso que muchos pueden utilizar. La cuestión es que la idea de ambos anuncios es aprovechar algo único o algo común para expresar por qué son merecedores de la confianza del usuario. Ejemplos para quienes no sepan cómo ser únicos.

Internet
Que un anuncio me traiga algo de nostalgia, puede ser normal. Lo raro es que realmente no lo pretenda. Pero ver timelines falsos de Facebook, lo mismo que de Twitter, me hace pensar en hace unos años… y tampoco es que sean muchos porque no se puede decir que sean páginas antiguas precisamente. Pero me ocurre lo mismo con ciertas páginas de Facebook que han creado personas para unirse a causas (muchas veces perdidas), cosa que teóricamente deberían hacer en grupos. Y, sí, aún encuentro perfiles de empresas cuando deberían ser páginas. Así que esa nostalgia mía no tiene mucho sentido porque, por esos síntomas, parece que en estos años nada ha cambiado en estas redes sociales. Curioso.

Cine
Interesante la semana de los tráilers que han dedicado en el blog El emperador de los helados, dos posts en concreto: historia de los trailers y lo que han llamado caja de herramientas. El primero resulta curioso por aquello de ver la evolución e implicación de nuevos canales, implicación de los personajes y distribuidores. El segundo más que curioso es divertido porque, bajo ese nombre algo genérico, trata de frases que tan acostumbrados estamos a oír en tráilers… ¡y sonidos! Así que si has de preparar algún tipo de tráiler próximamente, puedes seguir o, mejor aún, evitar unos cuantos clichés que suena a jerga de inmobiliaria.

Media News S38 A13

Televisión
El consumo televisivo siempre ha sido un tema que me ha interesado. Más si se trata del tiempo que dedican los niños a estar sentados frente a la televisión. Parece que la tele sigue estando considerada como un buen lugar al que dejar asomarse a los peques de la casa para… que se entretengan, imagino, porque aprender no creo que lo hagan no mucho. La lista de dibujos que prefieren incluyen los clásicos modernos como Bob Esponja pero me ha llamado la atención que en otros países europeos sean los clásicos de toda la vida como Tom y Jerry los que encabecen esta lista. Evidentemente no encajo en el target estudiado pero confieso que haciendo zapping me he parado alguna vez frente a las aventuras del gato y el ratón pero no consigo que me atrapen las aventuras del esponjoso de Bob.

Cine
Si quieres héroes, lee cómics… o espera a que la fábrica de sueños los transforme en película. Ver que la Warner planea hacer hasta 14 películas más del universo DC Comics dice mucho de la productora… pero también de los que vamos (quizá debería decir ‘van’ por lo poco que piso una sala últimamente) porque si ellos se lo plantean es porque son una inversión casi segura (no están para tirar millones). Quizá es que estamos en una época en la que buscamos a alguien que se encargue de los problemas del mundo de una forma contundente, que sepa lo que hay que hacer y lo haga aunque se ponga en peligro. Claro que para eso hay que tener superpoderes porque viendo los informativos está claro que los humanos no hacen nada.

Internet
Que las redes sociales captan el pulso de lo que pasa en tiempo real está claro. De las muchas formas de utilizar esto, he ido a parar a un análisis que se fija en si una ciudad está triste o feliz en función de los tuits que sus habitantes publican. Lo que me resulta llamativo es que alguien invierta tiempo en preocuparse por la felicidad de los demás. Bueno, solo en saberlo, la solución para convertir a los tristes en alegres no está clara. No le veo utilidad tampoco para el feliz. Por otro lado, recibir un tuit avisándote que tienes algo entre los dientes sí que tiene cierta utilidad… aunque por educación deberías tener el móvil en silencio o, al menos, no mirarlo mientras estás hablando con la persona que ‘se queja’. Claro que ella tampoco tiene mucha si se ha conectado para decírtelo.

Publicidad
Por un momento, he entrado en crisis. Veo un artículo que explica cómo vender a los millennials y, zas, me recuerdan por enésima vez que yo acabo de encajar en ningún rango de fecha, que no acabo de tener una tribu con la que identificarme tan claramente como para decir que soy tal cosa. Pero, ya digo, ha sido solo un momento. Luego me he dado cuenta que es algo bueno porque así nadie querrá venderme nada. Cuando veo la tele o escucho la radio, los anuncios no me interesan desde una perspectiva de consumidora. Cuando me asaltan los banner tampoco, ni cuando son anuncios sociales. Así que no, no voy a entrar en crisis porque me gusta ver las campañas analizándolas en lugar de pensando que me quieren vender algo.

Carnaval: marca personal – marca profesional

¡Un carnaval! ¡Cuánto tiempo sin oírlo aplicado a la blogosfera! Eso pensé cuando vi el tuit de Monica Moro invitándonos a participar porque hace años que no siento la blogocosa tan unida como cuando empezábamos. Y, casualidades de la vida, el motivo se acerca al tema del carnaval: “marca personal – marca profesional, ¿juntas y revueltas?”.

Fue en diciembre del 2004 cuando empecé este blog, por entonces no había muchos y parecía que todos nos conocíamos: una gran familia feliz que se enlaza (aún hablo con nostalgia de los blogrolls en mis clases y la mitad no saben qué son), comenta (cuando se hacía ampliamente y uno en un tuit o con un botón que indica que nos gusta algo) y se relaciona con memes y carnavales.

Pero los blogs se hicieron grandes, las marcas empezaron a asomarse y la blogosfera se profesionalizó. Las personas seguían hablando de sus cosas pero se mezclaban con las que veían posible sacar un beneficio más allá de la expresión de sus ideas. ¿Por qué no adaptarlas a lo que quería el mercado? Publicidad o venta de servicios, da lo mismo, es evidente que es posible rentabilizar el tiempo que se dedica a un blog y ahí es donde entra en conflicto la parte personal con la profesional porque entraron también las empresas e hicieron hablar a sus empleados por ellas.

Yo tengo una marca y es tan personal como profesional porque soy autónoma y todo lo que hago públicamente acaba repercutiendo en mi trabajo. Para mi no hay diferencia entre estos dos conceptos porque no puedo dejar de ser quien soy. Si no puedo dejar de imaginarme cómo hubiera expresado yo la idea de un post, ¿cómo un profesional de la salud va a dejar de ser doctor o enfermera al escribir en su tiempo libre en sus canales no corporativos?

Somos lo que somos, a todas horas, pero elegimos mostrarlo a todos, a una parte o a nadie. Privacidad, la palabra clave del Internet de hoy en día. Yo elijo qué publicar, yo elijo quién puede verlo. Yo soy mi jefe y puedo decidir porque estoy hablando de lo que hago fuera de mi trabajo (aunque ya se sabe que la jornada laboral del autónomo que además tiene como hobby su propio trabajo es difícil de establecer).

Está claro que cuando me toca escribir para un cliente, puedo decidir menos y me muerdo más la lengua (no se puede morder la mano que nos da de comer, como mucho, solo hacerle pequeños arañazos). Cuando un profesional de la salud, como cualquier otro, publica en canales corporativos, es menos él y más empresa porque debe respetar las normas corporativas. Eso no se puede negar en ningún sector pero casi consigo que me linchen la última vez que intenté debatirlo en clase, otra casualidad, en un máster de salud 2.0.

Allí expliqué, como es habitual en mí, que debemos dar prioridad al mensaje por encima del canal y justamente es lo que nos ayudará a establecer límites en la definición de personal y de profesional. Ya he dicho que personal y profesional para mí son lo mismo pero hay una parte de ambas que es imposible mezclar: la parte íntima (en el límite de lo personal) y la confidencial (en el de lo profesional).

Así que, cuando tengo algo que contar (mensaje), primero decido a quién le puede interesar saberlo (público objetivo) o si merece la pena contarlo (objetivo del mensaje). Esto me indica dónde lo tengo que publicar (canal). Por ejemplo:

  • Que me hayan picado tres mosquitos en una noche (hecho, por cierto, real) es algo que a mis seguidores de Twitter no les debe interesar. Por eso lo cuento a mi círculo más íntimo en Facebook donde tengo a unos pocos amigos (de los que aún se pueden llamar así) y familiares.
  • Que me ocurre algo mientras escribo que puede ayudar o les puede pasar a otras personas, lo cuento en Twitter. Aunque sea algo que puede parecer personal porque es una reflexión, forma parte de mi vida profesional.
  • Que me encuentro con un enlace interesante que merece la pena compartir, elijo en base al tema y lo publico en Twitter o en Facebook. Intento que cada canal tenga su propia línea editorial.
  • Que un cliente se retrasa con una factura o que un alumno está más pendiente del móvil que de lo que explico en clase, eso solo me incumbe a mi así que decido no publicarlo, es decir, no hacerlo público.

Todo lo que explico afecta a la imagen que los otros tienen de mi y es la parte personal la que ayuda a la profesional a ganar puntos. La personalidad hace especial al profesional, cada vez más parecido a los demás, y por eso nos empeñamos en mostrarnos como más humanos en las redes, mezclando ambas partes de manera que resulta imposible separar… para quienes no sepan establecer límites a su privacidad. Por eso todos necesitamos un plan.

Para ser legal, te aviso de que utilizo cookies en esta web:    leer detalles y configurar preferencias
Privacidad