Media News S36 A19

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Durante mis vacaciones de verano, he podido ver un anuncio de Google UK que parecía pensado para turistas que, como yo, hacían zapping en busca de algo interesante que ver. Bueno, era la canción de Icona Pop «I love it» la que me hacía parar cada vez que me encontraba el spot, pero también me divertía con las imágenes. Realmente el tiempo británico es muy cambiante, incluso en pleno agosto cuando aquí lo único que hace es calor y más calor. Allí mirar la previsión no tenía sentido, pero había otras cosas que buscar. Y sobre eso va el spot: «make the most of summer, with a little help of Google». Transmite buen rollito y eso se agradece considerando que no sabes si meter en la mochila gafas de sol o paraguas.

Televisión
Leo sobre la posibilidad de que regrese «Salvados por la campana» y me pregunto qué sentido tiene que los que ahora son actores adultos recuperen sus papeles de la época. Dicen que aún no hay historia y no me extraña: ¿llevarán al cole a sus hijos? ¿Serán profes o estarán relacionados de alguna manera con el instituto? De aquella misma época es «90210. Sensación de vivir» que también está siendo reversionada como «BH90210«. Y también de por entonces es «L’imperdible Parker Lewis«, pero parece que a nadie le interese recuperar sus aventuras. Quizá debería imaginarme si encajaría para los adolescentes actuales, pero más bien diría que serían sus padres a los que no les convencería su posible influencia.

Cine
En agosto he pisado 3 cines, todo un récord considerando mi ritmo el resto del año. La primera fue: «Casino Royale«, sí, la de James Bond. Como todo lo que hacen en Secret Cinema, fue todo un espectáculo con momentos muy interesantes, tanto por la película como por la experiencia previa. Muy diferente fue la segunda, «Once upon a time in Hollywood». Reconozco que la peli es muy Tarantino y quizá por eso tuvo su gracia verla en un cine que proyectaba en 35mm donde el público entraba en la sala con copas de vino. En el otro extremo, «Fast & Furious: Hobbs & Shaw«, con la sala llena de refrescos y palomitas, además de risas que podrían haberse enlatado de lo previsibles que eran.

Internet
Inevitable cerrar el primer Media News post vacacional haciendo referencia a lo bien que se está desconectada, aunque hayan sido solo un par de semanitas. Bueno, vale, lo confieso, no he estado offline del todo porque sí me he conectado, pero por ocio. Y mi conclusión es que, sin prisa ni objetivo profesional, las redes sociales son hasta entretenidas. Mirar actualizaciones de oficinas de turismo, museos o centros comerciales que estaba visitando tenía su gracia y las miraba con interés. ¿El motivo? No esperaba que me vendiesen algo y, si lo hacían, era algo que quería comprar. Hacía tiempo que no veía así las redes y por eso creo que lo disfruté. Por unos días, volvieron a ser para mí algo divertido.

[Contenidos] ¿Es posible ganarse la vida como redactor freelance?

¿Estás buscando un redactor freelance? ¡Aquí me tienes!

Es la pregunta que todos los freelance nos hemos al empezar: ¿podré vivir de esto? Es la misma que muchos alumnos me siguen haciendo: ¿se gana dinero escribiendo para otros? Pero los que deben hacérsela, es decir, los que pagan 1 céntimo la palabra, no creo que se lo planteen muy a menudo. Aún así, la buena noticia, al menos por los resultados de la encuesta a redactores freelance que he hecho este año, es que esta profesión cada vez está mejor pagada.

Por 3r año consecutivo he lanzado una serie de preguntas a colegas que han tenido la bondad de dedicarme unos minutillos a contestar cuestiones como cuánto cobran por pieza o qué otros servicios ofrecen. Tristemente, las respuestas han sido menos que en 2018, pero provecho para agradecerles su sinceridad porque sin su ayuda no hubiese sido posible la infografía resumen.

Detalle de la infografía sobre redactores freelance 2019
Detalle de la infografía sobre redactores freelance 2019

Según las respuestas, sí es posible ganarse la vida como redactor freelance, tanto escribiendo únicamente (lo hacen el 22%) como ofreciendo otros servicios relacionados (el 65% lo hacemos). El resto (13%) tiene otra profesión que complementa con la redacción, aunque extrañamente los datos indican que son los que más escriben y cobran más por ello (42 piezas/mes, de 800 palabras de media y 55€ la pieza de 300 palabras).

¿Cuánto cobran los redactores freelance (de media)?

Como siempre, merecen una atención especial los datos medios de piezas, palabras y tarifas. Sorprenden y traen controversia porque suelen ser extremos, pero está claro que así es esta profesión. Por ejemplo:

  • En cuanto a volumen de trabajo, un participante contestó que escribe cada mes 1 pieza de 1000 palabras por 60€ mientras que otro dijo escribir 120 piezas de 600 palabras por las que cobra 20€ cada una.
  • La extensión mínima de las piezas quedó marcada en 150 (aunque hubo una respuesta de 40 que descarto por ser mínima) y la máxima que se apuntó fue de 2500 (por la que ese participante decía cobrar 90€).
  • Duele leer que la tarifa más baja por 300 palabras es 1€, de hecho el 9% cobra menos de 10€ por ellas. Las 2 más altas que se apuntaron fueron 300 y 400€ pero, quitando ambas porque se escapan del resto, la cifra máxima se queda en 125€ de manera que el 11% cobra más de 100€ por 300 palabras.

Además, este año he incluído una pregunta abierta en la que me interesaba por la tarifa más baja y la más alta, por añadir matices a los datos. Las respuestas han sido igual de extremas, por ejemplo: 3€ o 300€ por 500 palabras, 35€ o 100€ por 1000 palabras y 10€ o 150€ por 2000 palabras. Ya ves, hay tarifas para todos los bolsillos y resulta difícil saber cuál es «la mejor». Si quieres, puedes comparar con otro mercado.

Otros datos a tener en cuenta

En la infografía resumo los datos principales, pero hay más que me parecen interesantes:

  • Los posts son el principal tipo de contenido con un 96% de respuestas positivas. En el otro extremo, los guiones para infografías/vídeos se quedan con el porcentaje más bajo, un 17%.
  • El plan de contenidos es el servicio complementario más ofrecido por los redactores, llevándose el porcentaje más alto en los 3 años de encuesta. Al final de la lista se encuentran empatados con un 14% el diseño web y el contacto con medios/influencers.
  • Me interesaba especialmente la respuesta a la especialización temática: los datos están bastante equilibrados así que no son muy concluyentes. Sí varían al compararlos con otras respuestas: los no especializados escriben menos piezas pero de más palabras que los que sí lo están y además cobran más por ellas. ¡Sorpresa!
  • La principal vía para obtener clientes es la recomendación (76%) y la menos utilizada es vender a puerta fría (14%).

En la encuesta, hay una pregunta directa sobre el volumen de trabajo respecto al año pasado. La respuesta media se queda en 3,4 sobre 5 así que podemos decir que es ligeramente mejor que en 2018. De todas formas, comparando los datos con los 2 años anteriores, me da la sensación de que hemos retrocedido a los de 2017 porque las respuestas son más parecidas que a las de 2018. Pero se puede matizar que se escribe más y se cobra más.

Algunas referencias sobre los 55 participantes:

  • Sus años de experiencia rondan los 9 años y medio (mínimo 1, máximo 26).
  • Se concentran en 3 áreas geográficas: Comunidad de Madrid (30%), Catalunya (22%) y Comunitat Valenciana (15%).
  • Su formación es muy diversa: desde quien no tiene estudios universitarios hasta quien ha hecho varios cursos de postgrado; las carreras incluyen mayoritariamente periodismo, comunicación audiovisual, publicidad y RRPP, pero también humanidades, filología, historia, empresariales, telecomunicaciones…; los másteres incluyen posicionamiento web, social media, marketing online, comunicación corporativa… ¡Hay mucha variedad!

Acabo volviendo a agradecer el tiempo de los participantes y deseando que alguno de estos datos sirvan para dar un poco más de visibilidad a esta profesión.

9 años enviando mi newsletter cada lunes

El mes de agosto es el que más gente deja de trabajar para descansar (lo llaman vacaciones), así que en general hay bastante tiempo libre para dedicarlo a lo que se quiera (ocio o negocio). Hace 9 años, tal día como hoy, me pareció un buen momento para empezar una newsletter semanal sobre marketing de contenidos. Y sigo haciéndolo desde entonces, me sigue pareciendo buena idea. Aprovechando el aniversario y comparto algunas ideas, además de animarte a suscribirte.

Momento «abuela Cebolleta»: el interés por el correo electrónico de entonces no se puede comparar con el de ahora (los ciclos, ya se sabe). Pero el año pasado, RGPD mediante, desheché el objetivo de aumentar mi base de datos y no me arrepiento, aunque parece que voy contracorriente, una vez más. Me quedo con la calidad, con los que quieren algo más que un ebook. Adiós a la gente que hace bulto.

Momento «estadísticas»: los datos varían con los diferentes tipos de envíos que hago. Las newsletters especiales con algún ebook son las que tienen más aperturas y clicks, pero en general la media ronda el 24% y más o menos el mismo porcentaje para los clicks de los que han abierto. Aunque el dato que me interesa es dónde hacen click, para ver qué tipo de contenidos y niveles de madurez prefieren.

Momento «habla el suscriptor»: tengo una pequeña encuesta para que los suscriptores puedan opinar sobre las secciones de mi newsletter y otros temas. La media que le dan es de 8,3, aunque a la mitad les gustaría que cambiase el diseño y una tercera parte me piden elegir la sección a recibir. También me dicen que los 9 enlaces que recomiendo suponen mucha información para digerirla un lunes a primera hora. ¡Qué le vamos a hacer!

Momento «lo mejor que me ha pasado en la vida»: la mayoría de las veces que oigo esta frase tiendo a pensar que es una exageración. Así que no la diré en referencia a mi newsletter porque lo mejor es mi blog, lo tengo claro. Dejémoslo en tercera posición, es decir, es importante pero no determinante en mi vida profesional porque tengo clientes suscriptores, pero también alumnos y usuarios que buscan aprender. Un poco de todo, aunque quizá cambie en el futuro.

Momento «bola de cristal»: confieso que ya estoy pensando en darle un nuevo rumbo a la newsletter. Pero un cambio tan grande como el del 300 se merece otro número redondo y seguramente se producirá en el 500, en marzo del año que viene. Así tengo tiempo de ir preparándolo todo bien porque también afectará a otras secciones de mi web. Como se suele decir, ¡permanece a la escucha (que te apuntes, vamos) y te enterarás!

Después de 9 años dedicándole un par de horas semanales, está claro que le tengo cariño a mi newsletter.  Forma parte de mi estrategia de contenidos y no voy a abandonar a mis suscriptores. Pero se avecinan cambios… ¡y hasta aquí puedo leer!

[Contenidos] Agosto: publicar o no publicar, ésa es la cuestión

Después de 14 veranos, mi blog ha pasado por todo tipo de agostos: meses normales en los que he seguido el mismo ritmo de actualizaciones que el resto del año, meses en los que he publicado menos, incluso meses en los que he publicado más. Mi blog es profesional y sigue mi ritmo así que es normal que haya un poco de todo.

Decidir si publicar o no en agosto forma parte de la estrategia de contenidos y depende básicamente de la actividad de la empresa: si el negocio está en temporada alta, los contenidos también. Si no, pueden quedarse en pausa o en mantenimiento mínimo. Por ejemplo, en mi barrio empiezan ya a verse los carteles de «cerrado por vacaciones» así que sería absurdo que esas tiendas siguiesen actualizando sus redes sociales si la tienda cierra.

Pero, ¿qué pasa con los negocios que no tienen ventanilla que cerrar? Pienso en tiendas online, instituciones o empresas de servicios en los que los empleados se turnan para cubrirse. ¿Merece la pena seguir publicando en agosto? Yo diría que sí, exactamente al mismo ritmo que está funcionando el resto de la empresa. Si hay una cuarta parte de la plantilla, pues un cuarto de publicaciones. Hay varias opciones para conseguirlo y demostraría que los contenidos no son unos accesorios sin importancia.

Precisamente porque conviene pensar en el contenido antes de irse de vacaciones, existe la posibilidad de que nadie se entere de que la empresa está a medio gas por vacaciones. Mezclando automatización y programación se puede conseguir. Esta es la solución a la que solemos recurrir los autónomos porque estamos acostumbrados a tener siempre un ojo mirando a nuestros proyectos, aunque alguno se pierda por el camino.

La duda sería si merece la pena o no publicar en agosto, es decir, si no va a haber nadie escuchando. Qué opinas: ¿desconectamos menos en verano o nos enganchamos más? Cada sector funciona de forma diferente, pero la buyer persona debería tener la respuesta. Si no, recurrir a las estadísticas es lo mejor para saber si tus contenidos reciben la misma, menos o más atención.

Por ejemplo, te cuento un dato de mi web del año pasado: en agosto tuve casi un 2% más de visitas que en julio (lo cual hace suponer que mi audiencia no desconectó), pero en septiembre tuve un 5% menos de visitas (supongo que la vuelta al cole es peor de lo que parece). Entonces, ¿quizá debería publicar más en agosto y menos en septiembre?

Es posible, pero al fin y al cabo mi blog es también personal y puedo hacer lo que quiera con él. Así que, como me estoy centrando en acabar mi nuevo libro (¡el 15!) y además desconectaré por vacaciones (sí, también las hago y tan feliz), desde hoy dejo el blog en pausa hasta septiembre. Pero no te abandono del todo: por un lado, modificaré el contenido de mi newsletter para, en lugar de hacer una nueva guía en 10 pasos, revisar las que ya tengo y que se hayan quedado algo desactualizadas. Y, por otro lado, seguiré en redes sociales un poco como hasta ahora: publicando lo que pueda y me apetezca.

Así que la cuestión del título, de si publicar o no en agosto, tiene muchas respuestas posibles. Te he contado la mía, pero no significa que deba ser la tuya. Si tu carga de trabajo te lo permite, puedes seguir con el mismo ritmo que hasta ahora o relajarte y aprovechar para revisar la calidad de tus contenidos, actualizar tu plan de contenidos o incluso cambiar el diseño de tu web, es decir, cualquier otra tarea para la que «no tenías tiempo».

Es tu decisión.

Media News S30 A19

Televisión
¿Quién no ha visto algún minuto de «Bricomanía»? Yo más de uno y eso que no se puede decir que me guste el bricolaje precisamente. Pero les reconozco el mérito: cumplen 25 años en antena y no me extraña porque están acostumbrados a hacer que lo difícil parezca fácil. En este cuarto de siglo han cambiado de cadena y de escenario, aunque mantienen el mismo espíritu. Eso sí, con más de todo porque la última vez que los vi sacaban cacharritos de lo más modernos, todos ellos con el nombre y modelo bien claro por si el espectador los quiere comprar. ¿Pierde eso la esencia de cómo empezaron? No lo creo, como todos se han ido profesionalizando, igual que hace la audiencia.

Internet
Estos días Twitter ha hecho su anunciado cambio de diseño. Es cuestión de acostumbrarse porque le veo más pegas que ventajas. Pero, más que de las funcionalidades, lo que me llama la atención es el camino que han seguido. Primero lo actualizaron en la app y después en la web. Se podría pensar que querían testearlo antes, pero diría que no es así porque el resultado es que ahora la web parece sencillamente una versión móvil. Así se unifica la experiencia, eso seguro. La pregunta es si hace falta que todo se simplifique tanto. Esta tendencia de diseño (no son los primeros) me hace volver a preescolar, cuando todo era fácil. ¿La experiencia no debería hacernos más hábiles?

Cine
Podría hablar del éxito de taquilla de «El Rey león» o del nuevo récord de «Avengers: endgame», pero la verdad es que me ha llamado más la atención el reboot de «Blade». Cuando se utiliza esa palabra, se ha de abrir la mente a todo tipo de posibilidades. Es obligado hacerlo porque si no se puede llegar a no entender nada y dudar de todo. Quedan unos cuantos años para verla, de hecho incluso para que alguien proyecte cómo encaja en el universo Marvel. Así que tenemos tiempo de empezar a imaginarnos cómo afectará el cambio de actor, de Wesley Snipes a Mahershala Ali. Será un poco más joven y quizá represente mejor su lucha interna por su suero, pero no me creo que se deshaga mejor de los chupasangres.

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Hay dos temas que resuenan mucho estos días y la publicidad los ha aprovechado como buena descubridora que es de lo que la gente está hablando. 1/ La llegada del Hombre la Luna. La tele va llena de programas especiales, algo has tenido que ver, seguro. Si no tenías ni idea del aniversario, el spot de Volkswagen te parecerá exagerado. Yo diría que lo han clavado, una misión muy acertada. 2/ Cierta app haciendo envejecer a propios y extraños. Aunque parezca extraño, los dos temas están relacionados porque Potigás aprovechó para recordarnos que algunos residuos duran más que nosotros mismos. Mejor por más extremo que el aficionado que se inventó una gráfica en nombre de Nivea.

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