[WWW] En busca de los comentarios perdidos

En los inicios de la blogosfera, cuando las redes sociales y el microblogging aún no formaban parte del mundo online, los posts se escribían para compartir ideas, para expresar públicamente lo que se opinaba de un tema. Ese era el único y genuino objetivo. Más tarde la marca personal se coló en nuestro vocabulario y vimos que un blog contruibuía a posicionarnos en un sector concreto. Y aún después los motivos económicos aparecieron y con ellos el patrocinio y la publicidad.

Muchos se olvidan, pero lo que estos tres objetivos tienen en común es la necesidad de lectores: no se puede compartir si no hay alguien que lo reciba, tampoco si nadie reconoce nuestra experiencia y mucho menos llamar la atención de las empresas si antes no conseguimos la de los usuarios.

Cuando ya los tenemos, ¿qué queremos de los lectores? Los objetivos se reformulan: ¿que dejen comentarios, que simplemente lean o que hagan click en los banners? Aunque este no es un post sobre cómo conseguir más lectores, ¿también los queremos para que nos ayuden a encontrar más como ellos dispuestos a leer, comentar y clickar?

Entran en juego nuevas métricas. ¿Escribimos para compartir o para que los lectores compartan nuestros posts? ¿Preferimos un comentario o un retweet? ¿Qué tiene más valor? Podemos recuperar para contestar la estrategia que nos marcamos al iniciar el blog, con sus objetivos y sus métricas, pero lo que es evidente es que los comentarios son cada vez más escasos.

Muchos lectores se han movido, del formulario para comentar a otros medios sociales. ¿Para qué gastar tiempo opinando si se puede «interactuar» con un click (de «Me gusta» o de RT)? ¿Podemos aportar algo más que referenciarlo a golpe de click?

Este post tiene deberes: pregúntate cuándo fue la última vez que comentaste un post y con qué frecuencia retuiteas posts de otros bloggers. Y para los que quieren mejorar nota, escribe un comentario en el próximo post que te interese.

Media News S43 A10

Cine
Buenas noticias para la música disco: la historia de los Bee Gees se llevará al cine. Si alguien se pregunta qué interés puede tener que se lo pregunte a Steven Spielberg que parece estará detrás de las cámaras. En honor de los hermanos Gibb, la BSO de este post será su clásico entre los clásicos.

Televisión
Ferran Monegal describió hace unos días en su TeleMonegal el Principio de Arquímedes del periodista televisivo según el cuál en el momento en que un periodista se pone frente a las cámaras crece su parte de artista y baja proporcionalmente la de periodista. Como es habitual en él, da en clavo.

Publicidad
El nuevo spot de Orange me recuerda demasiado al viral de Levis, pero con menos presupuesto. Esto me hace pensar, de nuevo, cómo lo online y lo offline se entremezclan en la publicidad. Para los que estamos en los dos mundos es evidente pero, ¿qué pensarán los que no lo han visto?

Internet
Me contactan desde Seis gratos para hablarme de la Barcardi Freedom Route’10 y me sorprende que hayan cambiado blog por Facebook para contar el viaje. No lo entiendo por dos motivos: diario = blog y seguimiento = microblog. ¿Facebook a qué es igual?

Redacción de contenidos web
Decía hace unos días en Twitter que me da escalofríos (y no era la única) leer ‘haber’ cuando debería ser ‘a ver’. Puedo entender que los medios sociales sean más relajados en cuanto a estilo y formas (‘pq’ o ‘wuapa’) pero errores de ese tipo deberían ser de suspenso en cualquier instituto.

[Contenidos] ¿Publicar una noticia pasada?

Cada cierto tiempo alguien me envía un mail para preguntarme algo. El principio del mensaje suele empezar porque han comprado alguno de mis libros, continúa con la pregunta en cuestión y casi siempre acaba añadiendo que es urgente que le responda. Tristemente, la mayoría de las veces, por mucho empeño que ponga, no me vuelven a escribir para contarme si les ha servido mi respuesta.

No es que quiera abrir una consultoría pero me parece una buena manera de reinvertir aquí el tiempo que gasto contestando. Por eso he decidido aprovechar para este post una de las últimas preguntas que me han hecho: si una noticia no es de actualidad, ¿tiene sentido que la publique?

Mi respuesta es clara: ¡! Y se me ocurren varios motivos:

  • Tus lectores: quizá no conocen la noticia y, si la conocen, quizá esperan saber tu opinión.
  • Enlaces internos: si en el futuro vuelves a hablar sobre el tema podrás enlazar a un post tuyo en lugar de a otros blogs o medios.
  • Los buscadores (léase Google): contenido escrito, contenido indexado y que puede atraer nuevas visitas.

Correr tras la primicia sí llama la atención del resto pero también las reflexiones después de unos días que se fundamentan no tanto en la actualidad sino en consideraciones posteriores. Por tanto, el enfoque de la noticia no puede ser el mismo si se acaba de dar a conocer o si han pasado varios días.

En el primer caso se quiere ser la referencia y no se suelen utilizar muchas fuentes externas ni tampoco se exponen muchas ideas; en el segundo, con tiempo, se puede contrastar y enlazar diversas referencias para resumir la situación de partida antes de opinar.

Los dos acercamientos a la actualidad son válidos y perfectamente compatibles puesto que el uno depende del otro: quien publica una noticia pasada utiliza las fuentes que lo hacen primero y éstas necesitan a futuros lectores para construir su reputación.

Encuesta: ¿cuánto vale un post patrocinado?

Una de las cosas buenas que tiene Internet es que permite el intercambio de información y conocimiento de la manera más fácil. Por eso, no solo tengo este blog, también de tanto en tanto se me ocurre lanzar preguntas para entre todos clarificar algunas situaciones de las que parece nadie quiere hablar.

La pregunta (y debate si se da el caso) que planteo hoy es la del título: ¿cuánto están dispuestos a pagar las empresas por conseguir un post patrocinado? ¿Cuánto quieren cobrar los bloggers por hacerlos? En resumen, ¿a cuánto va el post patrocinado? Y hablo de dinero, no de regalos de productos, del money que hace el mundo girar. Sí, podría limitarme a visitar Zync pero busco conclusiones con un poco más de fundamento.

En realidad se me ocurren un montón de preguntas más. Hay muchas incognitas alrededor de la relación entre blogs y empresas. Si fuese el AIMC, haría una encuesta sobre el tema y conseguiría resultados significativos. Como no lo soy, me centro en dos preguntas y, si hay más suerte que la vez anterior, me animaré a seguir tratando de conocer a ambas partes.

[WWW] Mesa «Reputación digital» en Porta 22

Ayer tuvo lugar en Porta 22 una mesa redonda (de esas alargadas) sobre reputación digital. Participaron Francesc Grau, Sergio Ibáñez y un Senior Manager que más que moderador fue también ponente.

El tema me interesa y tenía curiosidad por ver cómo otros planteaban el tema. Fui tuiteando lo que pude y anotando el resto, sabiendo igualmente que las presentaciones estarían después disponibles. Mezclo pues a continuación de todo un poco: frases más o menos textuales, impresiones y apuntes sobre lo que dio de sí la charla.

Francesc hizo una presentación bastante teórica aunque con varios ejemplos que curiosamente empezó igual que Sergio: con la definición de reputación que da la RAE. La frase que destacaría de su intervención es que antes las relaciones eran privadas pero ahora el hecho de que sean públicas provoca que se multipliquen. La de que Twitter es cool la dejo para un tuit.

En su turno, Sergio fue bastante al grano con una presentación más práctica. Empezó con un chiste que derivó en una de las frases que perfectamente resumen la gestión de la reputación: «vamos a hacer la aguja (del pajar) más grande«. La otra fue: «es posible aumentar el rastro«. Por supuesto surgió, entre otras cosas, la comparación entre lo que dicen de mi versus lo que deberían decir.

De la intervención de Senior Manager me quedo con que la reputación simboliza la confianza y que nadie sabrá que estás ahí si tú no lo dices. Dedicó tiempo a hablar de la buena reputación pero la pantalla de cómo afrontar una crisis online fue lo que provocó la primera pregunta del público: ¿los comentarios negativos deben borrarse? La mesa respondió sabiamente: intenta convertirlo en positivo y fíjate también en la reputación de quien lo dice, a los anónimos hay que hacerles menos caso.

La siguiente pregunta fue de esas que pueden hacerte replantear tu vida laboral: ¿qué le dices a un cliente que quiere 1500 followers porque su competencia los tiene? Conclusión: hay que hacerle entender que la cantidad no es igual a la calidad.

El público siguió con preguntas personales y así es como descubrí lo que Senior Manager llama la regla de los 25 que consiste, resumida, en buscar perfiles en LinkedIn y solicitar amistad para ir poco a poco acercándote a tu entorno laboral deseado. No comparto con él eso de que se debe aceptar a todo el mundo en esta red, creo más en relaciones personales que en acomular contactos igual que en la respuesta anterior de Twitter.

En resumen, fue una charla no muy diferente a lo que esperaba con lo que salí contenta de constatar que las cosas en este tema no van tan deprisa como en otros.

Actualización: en eclicktic @danicamarero ha colgado un doc con los tuits de los asistentes.

Para ser legal, te aviso de que utilizo cookies en esta web:    leer detalles y configurar preferencias
Privacidad