Media News S17 A22

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Esta campaña lleva unas semanas guardada en mi lista de interesantes por cuatro motivos. 1/ Curtice Brothers es una marca que me es desconocida, así que no tengo prejuicios. 2/ Se trata de un trabajo en varias etapas, lo que demuestra que las buenas ideas no son fáciles de implementar. 3/ Utiliza una web de reviews y opiniones reales, algo que siempre es bueno, pero a la vez te hace dudar de si son reales de verdad. Y 4/ Me hace pensar en Vincent Vega explicando que a este lado del charco preferimos bañar las patatas fritas en mayonesa. Si quieres saber de qué va el anuncio, te lo cuentan en La Criatura Creativa.

Televisión
Tres aniversarios para poner un poco de perspectiva a las generaciones que nos rodean. 1/ Los 15 años que llevamos viendo la tele en HD me hacen pensar en los televisores de tubo y en los VHS, sobre todo porque hace poco estuve viendo uno y el mensajito de «Ajustando Tracking» casi me hace saltar las lágrimas. 2/ Los 30 años que lleva María José Aguirre de Cárcer traduciendo «Los Simpson» porque hasta yo que habré visto no más de 10 capítulos reconozco algunas de sus expresiones. Y 3/ Los 50 años que cumple «Un, dos, tres» porque no me imagino cómo hoy en día podría hacerse un programa así.

Cine
Dos para comprender cómo se consumen las películas. 1/ Nuevo récord de venta de entradas anticipadas, esta vez para la segunda parte de «Doctor Strange» que supera incluso a «Infinity War». Y aún le queda tiempo para seguir sumando porque se estrena la semana que viene. Y si te digo que esta peli dura 2h y 6min es por el siguiente punto. 2/ Reconozco que solo aguanto el humor de SNL si es en pequeñas dosis, así que este vídeo me viene de maravilla porque, además, me representa (casi todo, al menos). Lo recuperan en SensaCine para explicarnos por qué cada vez preferimos más las pelis cortas y no las largas.

Internet
Mi particular cuenta atrás de esta semana termina con un único tema, más bien una reflexión: hay negocios que están muy lejos de la digitalización, pero sobreviven. Las gestorías son un ejemplo de ello. Me explico. En las últimas tres semanas he tratado de contactar con cuatro empresas diferentes. Dos de ellas aún no me han contestado, ni siquiera una autorespuesta para decirme que me dirán algo. Nada. Las otras dos lo hicieron en un tiempo prudencial: una en un par de horas y otra en un par de días. Solo una tiene presencia en redes sociales, una no actualiza su blog desde hace un lustro y otra ni siquiera tiene web. Un sector sobre el que reflexionar cuando se habla de transformación digital.

[Contenidos] Simplificar es estructurar bien las ideas

La mejor forma de demostrar «qué es simplificar» sería publicar solo el título del post, pero hay veces que es necesario complicar el texto, léase añadir alguna explicación o reflexión. La dejo para el final y empiezo por el principio.

Entonces, ¿qué es simplificar? ¿Es crear un buen titular que resume el contenido de un artículo? ¿Lo es cuando se edita un texto para mejorar su comprensión? ¿O si se deja en blanco el espacio que acompaña una foto porque esta ya lo dice todo? ¿Puede ser todo eso para quien lo lee cuando, en realidad, resulta más complicado para quien escribe? Sí, recuerda la cita: «he hecho esta carta más larga porque no tengo tiempo de hacerla más corta».

En la época de Pascal (autor de la frase anterior), no había algoritmos ni IA que te recomendasen cuántas palabras tenías que escribir ni que midiesen la legibilidad de tus textos indicándote el curso escolar al que lo estabas dirigiendo. Ahora sí, y son buenos criterios para considerar qué es simplificar. No obstante, las maquinitas tienen razón, pero con matices.

Sí, los textos largos están justificados cuando el objetivo lo demanda, pero no siempre hacen falta 2000 palabras para lo que podría contarse con 200 y unos cuantos enlaces. La extensión es un debate que no tiene fin, dejémoslo en un «depende».

Sí, los párrafos cortos hacen que el texto sea más legible: cuantas más líneas tenga, más parece un pegote y peor se lee (si es que se lee). Una solución rápida es simplificar el párrafo haciendo saltos de línea constantemente, pero surge el problema de que el discurso puede entrecortarse y volverlo más complicado de seguir.

Y sí, las frases demasiado largas cuestan de entender (¡esa costumbre de escanear el texto!). Pero cuidado también aquí porque si se recorta mucho queda un texto a trompicones. Ambas situaciones son muy propias del copy conversacional y es uno de los motivos por los que recomiendo utilizarlo con moderación.

¿Cuál es la alternativa a todos estos problemas de recortar al intentar simplificar? Estructurar bien las ideas.

  • A la hora de crear la jerarquía del texto, asegúrate de desglosar las ideas principales en secundarias e interconectarlas.
  • Separa las ideas en subtítulos para que tengan mayor integridad y se vea la relación entre ellas.
  • Combina frases de diferentes tamaños y, si no ocupan varias líneas, todavía mejor.
  • Utiliza listas con viñetas: te obligan a concretar y visualmente son más fáciles de leer.
  • Riégalo todo con unos cuantos enlaces. Recuerda que no hace falta que lo cuentes tú todo: ¡viva el hipertexto!

Todo esto simplificará tu mensaje sin que pierda profundidad. Será más directo, aunque también más corto.

Acabo con una reflexión porque creo que la complicación viene por los cambios en la interpretación de «simplificación» que ha hecho en los últimos años. Rebobinemos para poner un poco de contexto a mi pregunta final:

  • Las cuartillas de las primeras imprentas eran sencillas, pero pasaron a ser páginas y páginas de texto de prensa escrita. ¿No se dice que no se lee?
  • Las ilustraciones que acompañaban los artículos eran pequeñas, pero las fotografías demandaron cada vez más espacio. ¿Poner imágenes simplifica si son decorativas?
  • Los gráficos empezaron como simples tablas de datos, pero las mejores infografías son ahora a doble página. ¿Es mejor una de media página o quizá es demasiado sencilla?
  • Las primeras animaciones online no se preocupaban de la resolución, pero el vídeo ha hecho de la calidad una prioridad. ¿Simplificar es solo una cuestión de duración?
  • El contenido se hacía para durar, pero ahora se prefiere consumir lo efímero. ¿El consumo rápido nos hace más simples?

Te dejo con una pregunta, en general: los formatos y los canales, ¿condicionan la simplicidad de lo que publicamos? Por ejemplo: ¿es más simple un hilo de Twitter que un post? Depende, claro, pero, resumiendo (o simplificando), diría que sí, nos condicionan y hacen que tengamos que adaptarnos. Por eso, son oportunidades nuevas para que surjan formas de contar historias. Quizá así, con la mezcla de simplicidades, somos más capaces de ver la profundidad de las buenas ideas.

Los formatos y los canales, ¿condicionan la simplicidad de lo que publicamos? Mi respuesta es… Compartir en X

Media News S16 A22

Me acabo de dar cuenta que este es el post 2501 de mi blog, pero… me esperaré al 3000 para celebrarlo.

Televisión
¿Te acuerdas de la serie (o película) que viste ayer? Parece que hay más como tú (y yo): lo llaman curva del olvido. Bueno, si has sido capaz de recordarla, no te afecta, pero existe. Lo cuentan en Hipertextual y viene a confirmar lo que ya se sabía: hay estudios, datos y nombres para todos los temas que se te ocurran, también los relacionados con lo que para ti es ocio porque para otros es un negocio. Precisamente ayer estaba explorando el menú de series y vi una que no me sonaba de nada… pero al consultar mi SeriesGuide, ¡sorpresa!, la había visto entera. Así que seguí buscando, claro.

Cine
Esta semana, tres: 1/ Scrat consigue su bellota. Después de tantos años, se lo merecía, aunque el trasfondo de la noticia no sea tan alegre. 2/ «La exhibición ha cambiado para siempre» es ¿un titular realista o alarmista? Según cómo lo mires, lo cierto es que los plazos se reducen y los experimentos con fechas tienen otras consecuencias. 3/ Michael Bay, un genio de la acción con muchos amigos y un estilo muy particular, está de promo para su última peli, así que suelta perlitas sobre alguna de las anteriores. Además, sigue estando presente en la tele con «La Roca«, una mezcla de acción y comedia que se disfruta.

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Hoy va de muebles para recordar que el hogar es un reflejo de lo que somos. 1/ Diseñados para que puedan dividirse en dos llegado el momento de la separación. Me parece interesante la publi y el concepto modular, pero no tanto comprar con vistas a que la relación fallará tarde o temprano. 2/ Diseñados para que no deterioren nuestra salud mental. Está claro que el mundo interior es complejo, pero reflejarlo en la elección de muebles puede ser lo contrario, si se tiene espacio para jugar. Me gusta el anuncio porque al final solo pone el precio a un producto y no es un mueble, si no un juego o quizá cosa de magia.

Internet
El sábado se celebra Sant Jordi y ya sabes lo especial que es para mí, pero no es un párrafo de promo: es una queja. Las redes empiezan a llenarse de post recopilando de novedades, clásicos y cualquier otra excusa para recomendar libros. Esta es la parte buena, la mala es que las etiquetas pueden ser difíciles de asignar y te acabas encontrando con una mezcla que solo tiene sentido en una estantería de librería, no en una bibliografía coherente. Además, ocurre algo muy propio de una mala curación y es que hay auténticos agregadores que no añaden contexto: solo son listas infinitas con enlaces afiliados.

Mi opinión del sector editorial tras 6 años autopublicándome

Mi calendario editorial parece estar diciéndome: «Pero, Eva, ¿otro post sobre libros en Sant Jordi? ¿Qué te queda por contar?». Muy listo. Sí, he escrito unos cuantos porque es una fecha especial para quienes escribimos (más si firmamos) y sí, algo me queda por contar para complementar el que ya publiqué con mis aprendizajes del primer año de autoedición.

Hace cinco años, «Diario de un libro» y «Estrategia de contenidos» eran mis únicas autopublicaciones, pero he sumado algunas más: la segunda edición de «Marketing de contenidos», «Pilares del contenido»y «Cultura del contenido». También he probado con algo más cortito como «Manual de Notion», así que en total son 6 títulos que he publicado por mi cuenta en Amazon.

¿Qué ha cambiado en estos 6 años? Todo y nada a la vez. Me explico mirando a los tres actores implicados en el proceso.

Las editoriales

Siempre se han considerado un filtro para elegir a los que la sociedad llama escritores. Ahora las editoriales intentan afinar más en sus elecciones, haciendo un poco más endogámicas sus temáticas, sobre todo las de empresa. Ir a lo seguro no siempre es sinónimo de éxito. Yo tuve un contrato editorial y lo perdí por la pandemia. Lo asumí y publiqué por mi cuenta porque podía.

Plataformas como Amazon (y otras) permiten a cualquiera publicar lo que quiera. Es gratis, así que parece muy democrático, pero ¡cómo no! tienen un algoritmo que se encarga de elegir quién va más arriba en los resultados. Además, también hay publicidad y fórmulas para ganar posiciones. Así que es una mezcla de las editoriales y tener un blog: no se vive solo de Google.

Amazon ha añadido unas cuantas funcionalidades en estos años, dando un poco más de margen a los autores para configurar su obra (¡cuánto han tardado en ofrecer tapa dura!) y autopromocionarse. Aunque, en realidad, son herencias de lo que se puede hacer con cualquier producto en su tienda. Solo se salva Kindle Flash y un par más de opciones específicas para libros.

Los autores

Sigo con el símil porque, cuando publiqué mi primer libro (en 2009), no éramos muchos los que teníamos blog. Así que no había tanto autor en potencia, es decir, alguien que quisiera contar su punto de vista y la capacidad para transmitirlo. Pero aparecieron nuevos canales, con menos texto y más velocidad. Algunos desaparecieron con la misma rapidez con la que llegaron, pero sí me quedó la sensación de que se valora menos el tiempo que implica crear y leer 50 o 100.000 palabras.

Quien sí le otorga valor es el creador: la creator economy busca rentabilizar el esfuerzo que supone dejar de hacer cualquier otra cosa para crear contenidos. En este sentido, un libro no parece encajar porque implica mucho más trabajo previo que las pequeñas dosis que quieren rentabilizar de forma recurrente (un blog, un podcast, una newsletter). Pero sí si se considera un proyecto paralelo a la jornada de un profesional que quiere conseguir ingresos pasivos cada mes (y no cada año).

Si la autopublicación nos pone etiqueta de segunda a los autores, la rentabilidad lo hace con los creadores. Están los que crean sin pensar en sacarse uno dinerito, los que empiezan ya pensando en el retorno y los que, con el tiempo, pasan del primer grupo al segundo. Así que todo gira alrededor del dinero porque la cultura es una industria, no lo olvides cuando la consumas.

Los lectores

Hablemos de ti porque, si he hilado bien los párrafos, estarás leyendo esto preguntándote si has cambiado o no en estos años. Ya te digo yo que sí. Los primeros años quizá no lo notaste tanto, pero está claro que los dos últimos todos hemos sufrido algún tipo de modificación en nuestro comportamiento. Te dejo unas cuantas preguntas para que reflexiones sobre tus hábitos.

¿Tienes más o menos tiempo para leer? ¿Cuántas veces vas a una librería y cuántas compras libros autoeditados? ¿Es comparable la suscripción a Amazon Prime con la de Amazon Kindle Unlimited? ¿Series y películas VS libros y revistas? ¿Eliges ambas si por el precio de la segunda tienes otra de la primera? ¿Kindle o Netflix? ¿Kindle o podcast/newsletter de pago?

Te animo a que hagas una lista de libros leídos, aunque sea en lo que llevamos de año para fijarte en la repetición de editoriales y autores. Seguramente lo que no haya cambiado sea la librería donde los compraste. Sí, ellas también juegan un papel en este mundillo, igual que las distribuidoras, pero quienes nos autopublicamos no solemos tener acceso a ellas.

Lo bueno es que esto ha cambiado un poco porque antes no ocurría, pero ahora puedes lograrlo si pagas un extra. Quizá tengamos que esperar unos cuantos años más para tener un acceso más directo a los lectores. Ayudaría que ellos se quejasen, es decir, fuesen a preguntar por libros autoeditados a librerías. Pero no me parece que pase muy a menudo.

Mi visión para los próximos años

Viendo el detalle, quizá sí han cambiado algunas cosas, pero la sensación general que tengo es que todo sigue igual. Así que los próximos libros que me gustaría publicar seguramente acaben en Amazon con el resto de mi colección. No niego que, en el fondo, me da pena salir del circuito editorial, pero prefiero sacarlos por mi cuenta que guardar las ideas en un cajón: se merecen llegar a quien las pueda aprovechar. A ti, si las quieres.

Media News S15 A22

Internet
Llevo muy bien las bajas de mi newsletter, pero fatal que me marquen como spam. Si alguien no es capaz de encontrar el enlace para darse de baja (perfectamente visible en el pie de cada envío), ¿cómo va a entender algo de los enlaces que comparto? Lo de saber que afecta a mi reputación de remitente, ya no lo contemplo entre sus conocimientos, pero ¿en serio, después de recibir varias docenas de mis newsletters, alguien puede considerarlas spam? Solo puedo decir que me alegro mucho de perder a este tipo de suscriptores porque creo que no debieron apuntarse en primer lugar.

Televisión
Repasa mentalmente: ¿cuánta gente conoces que tenga una suscripción de pago a alguna televisión? Si tu cálculo sale a «mucha» o «la mayoría», has acertado: el 83% la tiene y pagan de media 40€/mes porque, en realidad, ven 3 plataformas (2,9 para ser exactos). A la cabeza está Netflix y en la cola Movistar+, por si te lo preguntabas. Con este panorama, hace falta poner orden a las audiencias y Think Data ha salido al rescate. Parece ser que está en el camino de unificar las mediciones de cada canal de pago y así quizá a la larga tengamos datos comparables de todos los formatos televisivos.

Cine
La risa es sinónimo de entretenimiento, lo dicen sobre las películas Marvel y también lo sabía bien Frank Capra, según cuentan en el documental «Érase una vez en Hollywood«. Ambos, aunque separados por unas cuantas décadas, escuchan a la gente en pases de prueba (¡cómo me gustaría que me llamasen para ir a alguno!) y lo tienen en cuenta en los guiones posteriores y para arreglar el montaje actual. Conclusión: si se ríen con un gag, hay que dejar unos segundos de silencio después para que puedan escuchar la siguiente réplica o frase, como si se tratase de la grabación en directo de una sitcom. Pero en pantalla grande.

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Hacía tiempo que no veía ninguna campaña de la DGT, pero la de esta Semana Santa bien merece un comentario. Coincido con Javier en que se sale de lo habitual y es muy cinematográfica. El uso de los datos me parece ideal para la época en la que estamos, donde los algoritmos deciden parte de nuestra vida. «Hagamos que el big data se equivoque», qué bien traído. Me recuerda a aquella otra campaña que te avisaba que, aunque el número de muertos en carretera fuese bajo, podía ser alguien de tu entorno. Ahora solo falta que se haga realidad y no se quede solo en una idea creativa.

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