Media News S46 A20

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Hace unos días llegaba otoño y en unos días será Black Friday, pero ya está aquí la Navidad. Ya sabes que es ese momento del año en que la publicidad se pone tierna y está llena de buenas intenciones. Llevo un tiempo preguntándome: ¿queda alguna que no se haya explorado durante el resto el año? Pues el pistoletazo de salida lo ha dado Suchard (o al menos ha sido el primer spot que he visto) y el resultado seguro que no deja indiferente: ¿el optimismo de pensar que podremos reunirnos con la familia o la falta de realismo porque será imposible? Hay opiniones para todos los gustos, como siempre en estos casos. Pero puede marcar un camino para los siguientes que (pronto) vendrán.

Televisión
También hace unos días comentaba cómo un informativo online puede competir con los tradicionales y resulta que los de Amazon Prime Video España lo aprovechan para colaborar (léase pagar) para que Ángel Martín les haga un especial. Están llegando a las 840.000 reproducciones así que me atrevo a decir que les ha salido a cuenta. Los comentarios, en general, son positivos y lo consideran una buena propuesta para combinar el alcance de un influencer con una empresa. Coincido, aunque me da reparos pensar en cómo sería si fuese siempre así, es decir, presentadores de tele que abandonasen/combinasen sus canales para decir la suya en otros lugares propios para ganarse un dinerito por su cuenta.

Cine
Hace ya casi un año, en la última semana del 2019, comenté las tres películas que esperaba en 2020. Pero la industria del cine (como casi todas) se vio obligada a parar y quién sabe si será en 2021 cuando puedan estrenarse. Aunque triste, que «Muerte en el Nilo» se posponga indefinidamente (como muchas otras) es casi mejor que ir leyendo cada cierto tiempo nuevas fechas que no podrán cumplirse. Aquí los cines siguen cerrados y no tiene mucho sentido crear falsas expectativas. Aún así, los estudios no se paran y son capaces de poner la mirada mucho más lejos, como en quién hará la siguiente película de 007 cuando el último James Bond aún no se ha despedido.

Internet
¿Puede una introducción ser completa? ¿Qué se hace después de una «mega guía definitiva»? ¿Cuántos títulos para llamar la atención se pueden soportar leer hasta cansarse de tanta exaltación? Yo pensaba que lo había superado y ya no tenía altas expectativas cuando los veía, pero no: me siguen irritando los titulares llamativos que (se supone) destacan en Google pero que acaban siendo iguales a cualquier otro de mi Feedly. Si todos usan las mismas técnicas para destacar, lo siento por el ¿esfuerzo?, pero nadie lo consigue. Sí, ya, todo tiene matices y siempre se pueden mostrar diferentes puntos de vista en las pregunta básicas de qué es algo, por qué hacerlo y cómo hacerlo, pero cansa y es aún más repetitivo cuando los títulos son tan parecidos.

[Contenidos] El entusiasmo que provoca una hoja en blanco

Aviso: este post contiene enlaces afiliados a Amazon. No te cuesta nada, pero a mi me dan calderilla si compras mis recomendaciones.

Hay un montón de libros sobre cómo escribir, pero solo algunos son de autores que han publicado un montón de bestsellers. En otro momento te hablaré de Stephen King y su «Mientras escribo» (2000) porque seguramente es el más conocido. Hoy me siento inspirada por una frase de Patricia Highsmith en «Cómo se escribe una novela de misterio» (1966).

«Cuando se copia no hay entusiasmo».

Patricia Highsmith

El entusiasmo es algo que se suele asociar a los más jóvenes porque es cuando se vive la mayoría de primeras veces. Llámalo entusiasmo o ilusión, pasión, expectativa por el descubrimiento, sentimiento, emoción… pero, según el resultado conseguido, las próximas veces el grado de entusiasmo bajará o subirá. Sin ese ánimo, no hay pruebas ni intentos (fallidos o no) y sin eso no se mejoran las habilidades ni se gana en experiencia.

Para los escritores, la llegada de cada idea se vive con entusiasmo; también cuando se define la estructura o se llena con palabras y otras ideas; puede dar un bajón publicar porque parece que ha terminado la relación con ella, pero se contrarresta con un subidón muy grande cuando se descubre qué ha provocado en otra persona. Todos esos momentos pueden ser de alegría como la primera vez que se llena la hoja en blanco, pero también tristeza si no se encuentran palabras para convencer a los lectores.

Contagiar el entusiasmo no es instantáneo y aumenta de dificultad a medida que se separan escritor y lector: habrá menos opciones de que el texto provoque lo mismo en quien lo escribe y en quien lo lee si hay mucha distancia entre ambos. Esta puede ser de muchos tipos, no solo física o ideológica, porque es una actitud o predisposición para querer acercarse por curiosidad o deseos de alejarse más.

El entusiasmo es algo subjetivo y por eso no tiene sentido copiar las acciones, palabras o personalidad de otros para intentar provocar lo mismo. Es una alegría fingida. Dejando de lado la parte legal, distribuir sin más las ideas de otros no es comparable a la gratificación que se siente al poder transmitir las propias y que lleguen a quien está dispuesto a captarlas.

Un profesional de la redacción que pretenda llamarse así vive con entusiasmo cada letra que escribe y, cuando pierde esa vitalidad, llámalo bloqueo o falta de inspiración, deja de escribir.


Hace unos años, entre libro y libro, se me ocurrió contar cómo se escribe un libro contando en primera persona la historia de ese libro. Aquí puedes empezar a leerlo: seguro que le haría mucha ilusión.

Media News S45 A20

Televisión
Va de premios: los nominados a los Iris de la Academia de Televisión y los ganadores de los Ondas. Por cierto que estos últimos tienen un premio a los podcast y, por lo que leo, su consumo se disparó durante el confinamiento (y seguro que muchos también empezaron uno por aquel entonces). Pero no, la noticia de la semana no es una estatuilla, es ¡el regreso del teletexto! El titular llama la atención: «Presos de A Lama recibían mensajes de la calle camuflados entre las páginas de Teletexto«. Una idea rudimentaria, pero muy creativa. Utilizar un servicio en desuso y que quizá algunos ya ni saben qué es tiene su mérito. Los motivos para hacerlo ya no tanto.

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Un par campañas están llenando mi feed estos días y ambas miran a los británicos como referencia. 1/ Lo que ha hecho Burger King UK animando a la gente a pedir comida online a su competencia (directa e indirecta) es uno de esos momentos que dicen mucho de una marca, como cuando Adidas y Nike se retuiteron. Sigue siendo extraño, pero es más agradecido que nunca. 2/ Más marcas apoyando a la hostelería, esta vez Schweppes ha montado una lona con un mensaje más o menos acertado sobre esa (¿extraña?) costumbre de cenar prontito. Toque de queda mediante, es lo que piden bares y restaurantes.

Internet
¿Quién no ha oído alguna vez la canción de la familia de tiburones? Imposible no hacerlo, ha estado por todas partes y ya es el vídeo más visto en YouTube, adelantando a un vídeo para usuarios más adultos. Por cierto, ¿sabes cuánto gasta tal cantidad de reproducciones? Mucho. Pero ver un vídeo online es una forma sencilla de entretenerse, sin importar la edad porque hay los para todos los gustos. Canciones, tutoriales, películas… todos encontramos algo que ver y, últimamente, con menos anuncios que de costumbre. Quizá sea porque los anunciantes no están por la labor, pero es como volver al antiguo YouTube: contenidos sin publi.

Cine
Las salas de cine pocas veces son protagonistas de las noticias: lo son las estrellas que las visitan para un promocionar estrenos o la recaudación que consiguen con una película. Pero estos días hay varias las noticias que se acuerdan que los exhibidores son parte del engranaje del cine. Algunas tienen en cuenta la reducción publicitaria que han sufrido y que les lleva a buscarse la vida para sobrevivir con las continuas adaptaciones horarias, aunque aseguran ser zonas seguras. Está por ver cuántas salas lo conseguirán, espero que sean muchas y que así pueda ampliarse el catálogo de cines centenarios, aunque algunas ya han cerrado y otras seguramente lo acabarán haciendo.

9ª Encuesta sobre el uso corporativo de los contenidos

¡Ya está en marcha mi tradicional encuesta sobre el uso de los contenidos en España! Estará activa hasta el 22 de noviembre y publicaré las conclusiones en formato ebook de libre descarga en diciembre.

Es el 9º año que me pongo con ello y siempre hay alguna pregunta que reviso o respuesta que me sorprende. Así que, de nuevo, necesito tu ayuda para que participes y compartas: entre todos podemos llegar a más gente y así a mejores conclusiones.

He intentado simplificar la encuesta para hacerla más fácil de contestar y que más se animen a hacerlo. La única pregunta nueva tiene que ver con los cambios que la pandemia ha provocado en la estrategia de contenidos: ¿han variado los objetivos, el tono o la dedicación? El resto de cuestiones son las habituales para poder ver la evolución en los últimos años, aunque también he eliminado unas cuantas que no aportaban gran cosa.

El resultado es una encuesta anónima con 15 preguntas que, mientras te las planteas, te ayudará a ver las opciones que tienes para tus contenidos y, cuando leas sus conclusiones, te servirán para valorar tu situación en el mercado. Por ejemplo: ¿para qué se usan los contenidos? ¿Cada cuánto se publica? ¿Qué se mide de los contenidos? ¿Se externaliza alguna tarea? ¿Cómo son los departamentos?

Si averiguar todo esto (y más) no es suficiente para ti, al final de la encuesta encontrarás un cupón para que te ahorres un par de euros en el acceso a mi directorio de herramientas.

¿Ya lo tienes claro? Adelante: puedes contestar directamente en el formulario de esta página o, si lo prefieres, en una ventana nueva. Te agradezco la ayuda y, si compartes esta página para llegar a más gente, aún más.

¿Cómo se usan los contenidos en España? Participa en la 9ª encuesta y entre todos lo averiguaremos. #estadocontenidos20 Compartir en X

Recuerda que la encuesta está abierta a empresas y freelance de todos los sectores y tamaños, siempre que publiquen contenidos en España.

Media News S44 A20

Televisión
Día de aniversario: Televisión Española cumple 64 años. Se acerca peligrosamente a ese número redondo así que sirve para plantearnos su jubilación. La tele ya no es como era: hace 19 años llegaba OT y hoy un vídeo de 2 minutos y 20 segundos grabado en casa compite en audiencia con sus informativos. Cambiar la década de «Cine de barrio» es un paso que demuestra cómo se adapta y envejece con la audiencia. Otros canales se actualizan, pero para quedarse con las mismas franjas. Me recuerda a los blogs de televisión: siempre han traído algo de cotilleo porque la programación lo incluía, pero ahora solo hay de eso… ¿quizá porque es lo que quieren los lectores/telespectadores?

Cine
Coixet hace una comparación interesante entre un restaurante y una sala de cine: se pueden consumir sus productos en casa, pero no parecen tan buenos como allí. No se trata tanto de la calidad de la proyección/de la pantalla, más bien del entorno y las distracciones que provoca el móvil, el vecino, la llamada de la nevera desde la cocina… No puedo más que coincidir y añadir la noticia de que Quibi baja la persiana. Los vídeos cortos no van a desaparecer con su cierre, pero hay otras muchas reflexiones posibles, incluyendo la del formato: ¿era esa la mejor manera de consumir series? ¿Había catálogo para convencer a los usuarios de que merecía la pena suscribirse?

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Comprar cualquier URL relacionada con una marca, productos o campañas es tan habitual que hay empresas que dedican una buena parte de sus presupuestos a ello. No es tan común comprar una para trolear a la competencia, pero en política todo vale porque en el fondo es una guerra. Así que bravo por el candidato que crea una página que quizá estarían buscando los votantes de su oponente y la llena con información para convencerles de que no merece su voto. Me parece una forma inteligente de aprovechar el viaje del votante y atrapar a las personas que pueden estar buscando al otro candidato. Es casi como poner a Google a tu servicio.

Internet
La Red está llena de extremos, seguramente porque imita la realidad y, además, saca lo mejor y peor de las personas. Así que hay páginas que se actualizan cada día y otras que llevan años sin haberse tocado; hay newsletters que machacan cada día y otras que ya ni recuerdas cuándo o por qué te suscribiste (la mía es semanal); hay blogs que publican 22 posts a la semana y otros que, con suerte, hacen esos en un par de años; hay redes sociales que sacan humo (y no siempre del bueno) y hay otras que su última actualización es de la década pasada. Es cuestión de niveles de madurez y cada uno está en el suyo, el problema viene cuando no se quiere avanzar porque mientras tú te paras, los otros se mueven.

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