[Contenidos] Un post a la semana es la mejor frecuencia

¿Cada cuánto hay que postear? ¿Cuál es la mejor frecuencia para un blog corporativo? ¿Tendré temas sobre los que escribir para mantener ese ritmo? Cuando se empieza en el blogging, es normal hacerse este tipo de preguntas relacionadas con la estrategia de contenidos. Una ya te la he contestado con el título y las otras son de respuesta rápida: lo que puedas asumir y sí, si te organizas bien.

El blog como fuente de contenidos

Un post a la semana es la mejor frecuencia porque te permite usar el blog como fuente de contenidos para alimentar al resto de canales. Además, si pone mucha presión a quien le toque escribirlo, se puede repartir para que sea menos estresante y convertirlo en un post al mes por cuatro personas del equipo.

La clave está en la organización, sea individual o en grupo. Mi propuesta para hacerlo muy fácil es usar cada semana un enfoque diferente. Si has preparado una estrategia de contenidos, habrás identificado el tema sobre el que vas a generar las piezas y, a partir de ahí, elegido las categorías del blog. No deberían ser muchas (para los detalles ya están las etiquetas), con cuatro o cinco es suficiente y, además, encaja perfectamente en la planificación que te propongo hacer.

Elige cada semana una de esas categorías y uno de los siguientes enfoques de contenido vendedor para ir intercalando los posts en tu plan de contenidos (¿necesitas descargar una plantilla?).

  • Promoción directa: lanzamiento de productos, novedades en la empresa, entrevistas al equipo, casos de éxito… aquí está permitido ser comercial (algo que algunas empresas hacen el 100% de las veces), por lo que podría decirse que es cercano al BOFU.
  • Opinión: comentario sobre alguna noticia, artículo personal de tendencias, reflexión sobre el sector… se trata de marcar claramente el posicionamiento de la empresa para diferenciarse, lo que encaja en el MOFU para los que estén comparando marcas.
  • Marketing de contenidos: un artículo educativo sobre lo que tienes en común con tu audiencia y así atraerla (TOFU). En realidad, todos los posts podrían ser de este tipo, pero eso sigue asustando a la mayoría de empresas, así que dejémoslo en uno a la semana.
  • Entretenimiento: vídeos inspiradores, datos o infografías divertidas, algo con un toque de humor… cualquier pieza que conecte con la audiencia es una forma de hacer marca y de seguir en contacto con los potenciales clientes, no solo en redes sociales.

Por cada categoría de tu blog, piensa en cuatro posts con estos enfoques y así no dejarás ningún tema ni objetivo por cubrir. Con los 16 posibles artículos que has pensado ya tienes para más de un trimestre. Para el primer mes, aún puedes incluir algo de relativa actualidad, pero esta planificación es perfecta para llenarla de contenido atemporal e ir trabajando poco a poco las piezas para llegar a tiempo de publicar también diferentes extensiones y formatos.

Además, te permite cambiar las fechas cuando ocurra algún imprevisto o tema de actualidad. Entonces puedes interrumpir el bucle simplemente moviendo las fechas de publicación o añadir un post a esa semana, lo cual puede dar idea de excepcionalidad si ya tienes a la audiencia acostumbrada a que posteas un día concreto (en mi blog: lunes y miércoles).

Está claro que puedes hacer el doble de trabajo y publicar dos a la semana (otro ejemplo: Andrés publica siempre martes y viernes) o cada día si tienes ánimos para hacerlo. Y también puedes cortar a la mitad o una cuarta parte y publicar cada 15 días o una vez al mes porque no tienes recursos. Sea por más o por menos, la decisión siempre es tuya, también si prefieres enfocar el blog solo a un objetivo y elegir una de las cuatro opciones que te he dado.

Reciclando del blog a otros canales

Al beneficio de que publicando un post a la semana puedes cubrir todos tus temas y cumplir varios objetivos a la vez, suma otro que tiene que ver con el volumen de contenidos: reciclar del blog a tus otros canales corporativos. Por ejemplo:

  • Newsletter: si usas el blog como base, puedes hacer un envío semanal que sirva de notificación de nuevo post o hacer como yo y añadirle otras lecturas recomendadas para crear una newsletter curada. Si prefieres la clásica frecuencia de un envío al mes, puedes usar los cuatro posts o, de nuevo, solo el que más te convenga y algo de curation para complementar el tema.
  • Ebooks: si mantienes el ritmo todo el año, acabarás con unos 50 posts (quitando un par por vacaciones). Si también usas el plan para que tengan un cierto sentido al unirlos, puedes crear un par de ebooks recopilatorios. También puedes hacerlo a la inversa y crear uno desde cero para luego promocionarlo en el blog como lead magnet.
  • Redes sociales: un post a la semana se puede trocear para alimentar las redes durante varios días, por ejemplo con el título y enlace para la promo el mismo día, con una pregunta para generar debate al día siguiente y con otra frase a modo de cita pasados un par. De esta manera, estarías en el 60% creación y 40% curation para rellenar los huecos.

Espero que este post también sirva para que cambien de opinión los que creen que no merece la pena abrir un blog teniendo otros canales.

¿Cuál es la mejor frecuencia para publicar en un blog? Una vez a la semana. Compartir en X

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Cine
Los trivia de IMDb (casi) siempre traen alguna información interesante (menos cuando está desactualizada). La pista de «Los silenciadores» es una joya para la historia del cine: es la primera película con una escena post créditos. Lo peor es que el canal que la emitió trabaja a la vieja usanza y quitó los créditos, así que no hubo manera de ver esa escena. Suerte que en Internet se ven las cosas de otra manera y existen webs como What’s after the credits? para darse cuenta de que, en este caso, tampoco pasaba nada si no se veía porque es casi peor que el resto de la película. Muy de la época, eso sí.

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Qué maravilla de hilo el que propone Javier Lobo para recordarnos cómo hemos cambiado, publicitariamente hablando. Hay unos cuantos spots que recuerdo haber visto y coincido en que ahora sería extraño que se emitiese alguno de ellos. Dentro de otros 30 o 40 años, ¿qué pensarán de los anuncios actuales? Habrá marcas que ya ni existirán o quizá productos que hayan dejado de anunciarse. Se podrá ver cómo ha evolucionado la sociedad, seguramente tendrá una piel más fina que antes, pero espero que también la tecnología para elegir mejor a quién se bombardea con un determinado tipo de campaña.

Internet
Si algo se valora en la Red es la velocidad de la información. No solo porque las páginas han de cargar deprisa para que nadie se canse esperando ni porque las redes se nutran de piezas pequeñas de consumo rápido, especialmente porque la fecha de actualización importa. Los medios prefieren poner «información en desarrollo» en una noticia de «última hora» que esperar a tener todos los datos, ya harán luego una «ampliación». En los blogs, se quita la fecha para hacer los posts más atemporales, se añade el momento de actualización y se cambian títulos para añadir la coletilla 2022. ¡Corre, ya vas tarde!

Televisión
Alerta de un pequeño spoiler de «Navy», sigue leyendo bajo tu responsabilidad. Gibbs deja la serie. Vale, sí, se veía venir, pero será en el episodio que se emite aquí esta semana cuando nos despidamos oficialmente de él. No he querido leer demasiado para dejarme llevar por el guión, así que no sé qué se les habrá ocurrido para rematarle. Lo que sí sé es que hace ya varias temporadas que «Navy» no parece «Navy», así que esta puede ser la gota que colme el vaso y deje de verla. ¡Una menos! Después de 19 temporadas, se entiende: ha de dejar el nido.

[Contenidos] Cuatro personas para un departamento más creativo

Se empieza con una persona a ratos y se termina con varias a tiempo completo. En este sentido, los departamentos de contenidos se parecen a otros que no están inicialmente contemplados en la estructura organizativa de la empresa, pero que acaban haciendo un hueco. Seamos optimistas, al menos mientras yo escrito y tú lees, y pensemos en cuántas personas hacen falta en uno.

Un departamento formado por una única persona

Así es cuando se trata de autónomos, claro, pero también en el 22% de los participantes del «Estado de los contenidos 2020» (por cierto, pronto pondré en marcha el de 2021: entérate por mi newsletter).

  • ¿Qué tareas mínimas hay que realizar? Lo básico: crear contenidos. Como seguramente estaría en el nivel bajo de madurez en la estrategia de contenidos, conviene recordar que mejor publicar algo que pensarlo demasiado y no sacar nada.
  • ¿Cuál es el perfil más adecuado? Cuando una persona tiene que hacer las tareas de varias, se espera de ella que sepa hacer de todo un poco. Redactar, publicar, optimizar, diseñar, grabar, medir… Si se puede, lo mejor es externalizar las tareas y convertirla en gestora del proyecto.
  • ¿Cómo organizarse bien? Imprescindible un calendario editorial, sea una agenda en papel o en Google Calendar, para no quemarse la primera semana en el puesto y llegar a publicar algún contenido.

Es evidente que llamar «departamento» a una sola persona suena exagerado, pero no es del todo irreal en algunas empresas. Si es tu caso, te pueden ayudar los consejos de Animalz.

Si la pareja es perfecta, tres son multitud

Cuando una pareja funciona, es mejor no molestarla porque añadir una tercera persona (actuando de vela) puede alterar su ritmo y hacer que se desperdicien recursos. Dos o tres es la opción para el 52% de los participantes.

  • ¿Qué tareas mínimas hay que realizar? Un poco más de lo básico: crear mejores contenidos y promocionarlos mejor. Se tendrán en cuenta otros formatos, no solo el texto. Además, hace falta coordinarse lo justo para repartir bien qué hace cada uno.
  • ¿Cuál es el perfil más adecuado? Lo más sencillo sería tener a dos personas que también hiciesen un poco de todo, pero lo mejor es combinarla con una especialidad para asegurarse de que un aspecto de los contenidos es profesional (sea la redacción, la optimización, el diseño…).
  • ¿Cómo organizarse bien? El calendario sigue siendo un buen recurso, pero también conviene pensar más allá de la semana o el mes, así que un plan de contenidos es una buena herramienta.

Parece que dos personas es poco, pero bien organizadas pueden sacar adelante mucho trabajo. En el CMI sugieren trocear las piezas para republicarlas cómodamente en varios canales, entre otras buenas recomendaciones.

El éxito de un cuarteto

Will Burns se inventó el concepto de quadraneural acceleration que viene a sugerir que cuatro es el número perfecto para un equipo creativo porque acelera la cantidad y calidad de las ideas. En su experiencia, los grupos de menos o de más consiguen peores resultados. Aceptaremos pues cuatro como un buen número para el departamento de contenidos, ya que se trata de uno orientado a la creatividad.

  • ¿Qué tareas mínimas hay que realizar? Llega el momento de optimizar los contenidos, no solo crearlos y acercarlos a la audiencia. Hace falta que cumplan con los objetivos que se han marcado para ellos, para lo que se añade también la obligación de medirlos adecuadamente. Ya se está en el nivel avanzado de madurez.
  • ¿Cuál es el perfil más adecuado? No es buena idea tener a cuatro personas que saben hacer de todo, pero sí a un par de ellas para complementarse con otras dos especializadas. Una de estas debería liderar al equipo y una de las otras podría tener una especialidad alejada del sector para añadir un componente diferente a las propuestas.
  • ¿Cómo organizarse bien? Debería añadirse un roadmap para los contenidos y así asegurarse de que se tiene una visión a largo plazo, no solo el reparto equitativo de las tareas diarias.

Las boy bands solían de ser de cinco desde la época de los Jackson Five y, aunque algunos grupos de k-pop hayan elevado el número, cada cual cumple claramente su función. La idea es que todos sepan qué han de hacer y ¡a vender (discos)!

Recomendaciones para empezar un departamento de contenidos

Si estás en una empresa que ha de organizar un departamento de contenidos, te recomiendo:

También podemos buscar formas de colaboración a medida poniéndote en contacto conmigo.

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Internet
¿Una parrafada que nadie lee o un gráfico que entra solo? Lo segundo, ¿no? Pues aquí van dos que muestran visualmente lo que ya sabemos, aunque no lo queramos reconocer: 1/ La cantidad de contenido que se genera y se consume en un minuto versión 2021 sigue creciendo, también las transacciones económicas así que de alguna manera ¿compensa/se justifica? 2/ La cantidad de información personal que compartimos con las plataformas sigue siendo preocupante, pero no parece que vayan a perder suficientes usuarios/clientes por ello como para que se lo piensen mejor y rectifiquen.

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Dospuntocerolandia está tan presente en nuestras vidas que algunos olvidan que hay otros formatos offline (sí, sí, revistas y flyers) que siguen siendo igual de eficaces. Cuenta Thomas McKinlay en su newsletter que, pasada una semana, la gente recuerda más los anuncios en papel que los digitales. Eso no implica que convirtiesen más, pero sirve de recordatorio: los objetivos marcan el formato/canal y no todo está online. ¿Se podrá aplicar esto a que la gente recuerda más lo que lee en papel que en Kindle? Quizá porque también significa desconectar para experimentar la lectura.

Televisión
El año pasado, en retransmisiones deportivas y de grandes eventos, empezaron a verse video walls con las caras felices de los fans. Era una forma de mantenerse cerca de ellos, llenar su vacío y ponerle un poco de humanidad a esos espectáculos que sin público son más difíciles de disfrutar para los que participan. Ahora que ¿la normalidad vuelve?, podrían dejar las pantallas para dar una oportunidad a los que están lejos y siguen sin poder ir a verlos en directo. La tecnología existe, se ha demostrado que funciona, ¿por qué eliminarla como si «no hubiese pasado nada»?

Cine
Se impone hablar de «Sin tiempo para morir» y he dejado para el final la parrafada para que puedas dejar de leer si aún no la has visto porque, imposible evitarlo, te destriparé el final. ¡Y qué final! No queda títere con cabeza: se cargan a todo Spectre y a su jefe (en dos tiempos para darle emoción), al simpaticote de la CIA que no sabía jugar a cartas y hasta rematan a Vesper, además, claro, de al propio 007. Quizá por eso le ha ido bien la recaudación: es la última que «hace falta» ver. En otras circunstancias, pensaríamos que le ha dado tiempo de huir porque ese malo tan desaprovechado no es que se lo ponga difícil precisamente. Pero, sabiendo que es la última de Daniel Craig, va a ser que no. Y diría que me alegro, una saga (si es que se puede llamar así a 25 películas en casi 60 años) menos que seguir. Como después de ver «Vengadores: end game». Se cierra algo más que la etapa del actor y no solo por haberse cargado a todos los malos, también la sensación de que lo que hace (salvar al mundo) lo puede hacer cualquiera: mezcla a Toretto para las persecuciones en coche, a John Wick para disparar sin recargar, a Jack Ryan para la visión de inteligencia, a Ethan Hunt para la parte «imposible» y, si quieres, a Batman para los cacharritos como diría el mejor Joker… y ¿qué más necesitas? (si es viajar, mira este libro). Además, ha ido renovándose con los años así que no es tan grave pensar que la siguiente, si es que la hay, sea una aventura que no necesite a Bond, James Bond.

[Contenidos] Dos formas de repartir tus recursos en el plan

Sirva este avisto para aclarar que empiezo el post con una referencia cinematográfica, pero no va de escritores en el cine porque la película «60 segundos» está protagonizada por ladrones de coches.

Te refresco la memoria: Nicolas Cage es el hermano mayor que ha de robar 50 bugas para salvar a su hermano pequeño, Giovanni Ribisi. La estrategia de ambos para llevar a cabo tamaña hazaña es totalmente opuesta: el pequeño propone dosificar y hacerlo en los tres días que tienen de plazo, mientras que el mayor prefiere estudiar la situación y darlo todo en un único día. Se acaba haciendo lo que dice Cage porque, argumenta, así evitan poner en alerta a toda la pasma (y porque algún interés ha de tener la película).

Ahora que ya te han entrado ganas de (volver a) verla, te cuento qué tiene que ver con el plan de contenidos: cambia días por canales, coches por contenidos y son dos formas de repartir los recursos en tu plan de contenidos. Nótese que no cambia el volumen (50 piezas en la peli), solo la distribución de piezas y de esfuerzo.

Quien mucho abarca poco aprieta

La propuesta del hermano mayor pone todos los huevos en el mismo cesto:

  • Se dedica más tiempo a la preparación que a la ejecución propiamente dicha.
  • Se hace un gran esfuerzo en el último momento, lo que aumenta el estrés del equipo y las posibilidades de error.
  • Si una de las piezas falla, las otras pueden verse afectadas o no, según la relación que se establezca entre ellas.
  • Concentrando los contenidos en un único canal, se consigue un impacto más alto en su audiencia.
  • Resulta útil para proyectos que se puedan planificar con tiempo, como lanzamientos o eventos de corta duración.

No pongas todos los huevos en el mismo cesto

La propuesta del hermano pequeño abarca mucho más:

  • Se dedica menos tiempo a organizarse que a la producción de los contenidos.
  • Supone menos esfuerzo, por lo que es práctico para una sola persona o un equipo pequeño.
  • Se reparten las piezas entre todos los canales posibles, así que no hay uno principal, todos son importantes.
  • Es menos probable que el plan se vea afectado cuando una de las piezas falla porque su impacto es menor.
  • Resulta útil para conseguir varios objetivos o cubrir las necesidades de contenidos de varias personas.

Errando se aprende a herrar

Las dos estrategias son válidas si se eligen para la situación correcta, así que no hay una mejor que la otra. Para decidir, pregúntate (y apunta A o B):

  • ¿Mis objetivos son a corto (A) o a medio plazo (B)?
  • ¿Hay un punto de contacto principal con mi audiencia (A) o son varios (B)?
  • ¿Tengo suficientes recursos disponibles, léase tiempo del equipo o dinero para externalizar (A) o más bien pocos (B)?

Si te han salido más A, sigue al hermano mayor; si tienes más B, tu estrategia es la del hermano menor. En cualquier caso, después de haber decidido entre darlo todo durante un corto periodo de tiempo (A) o dosificar los esfuerzos (B), prepárate a aprender con los resultados para poder aplicarlos la próxima vez (quizá no hagan una secuela u otro remake de la peli, pero seguro que tú volverás a preguntarte cómo sacar más rendimiento a tus contenidos).

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