Media News S27 A14

Internet
El spam en los comentarios de los blogs parece que nunca vaya a desaparecer. De tanto en tanto, reviso lo que ha filtrado Akismet y resulta bastante curioso ver que los humanos todavía compiten con los robots (sí, aún hay quien hace comentarios de spam manuales). El porcentaje más alto es el de frases llenas de enlaces para vender productos que no tienen nada que ver con el post original. También se cuelan algunos que intentan pasar por comentarios naturales y apelan al ego del autor diciendo que es un post genial pero enlazando a productos que tampoco tienen nada que ver. A todos éstos se les ve venir. Por eso los que más rabia me dan son los que intentan aportar una frase relacionada pero luego te sueltan párrafos enteros explicando algo que con suerte tiene que ver remotamente con el post. A todos los bloqueo pero a éstos últimos con más ganas.

Cine
Leer que Discine y Movirecord se han aliado para crear Moviedis me ha traído un poco de nostalgia. He recordado aquellas imágenes fijas con voz en off anunciando locales del barrio del cine. También aquellos minutos interminables en los que parecía que la butaca estaba en la sala de estar de la publicidad que llegaban a poner. Lo mejor es cuando nos ponían un tráiler detrás de otro, sin tiempo a digerir y pensar si queríamos ver o no la película. Y todo ello me lleva a pensar qué pasaría si el cine fuese como la tele y entre peli y peli pusiesen anuncios y avances de estrenos. ¿Entraríamos con la luz apagada? ¿Llegaríamos antes pensando en coger buen sitio cuando no están numeradas? ¿Se acabarían las palomitas viendo publi igual?

Publicidad
Ya me quejé hace casi un año de la manía que estaban cogiendo los creativos de colar tablets en anuncios sin que viniese a cuento. Pasado este tiempo, todavía hay unas cuantas pero el anuncio que me ha hecho reflexionar es el de Astor porque estoy convencida de que refleja totalmente la realidad. No es que sea un spot que destaque por su originalidad: la modelo se mira al móvil y se hace fotos. Ya está. Lo que pasa es que hay gente que hace eso mismo en el transporte público. Hace poco he visto a varias personas retocándose el maquillaje o peinándose aprovechando la cámara del móvil. Así que, esta vez, el vídeo parece que sí está inspirado en la realidad y más de una se verá identificada.

Televisión
Algunas veces el zapping llega a construir frases divertidas, mezclas de programas o hasta anuncios que se han confabulado para despertarnos unas risillas. Pero también puede pasar lo contrario. Por ejemplo, ver el programa «Property wars» seguido de una noticia de desahucio. Entonces te da por comparar y piensas en quién aquí invertiría un cuarto de millón en comprar una casa para reformarla y luego venderla para ganar unos miles de euros. Tampoco me imagino que aquí se subasten almacenes y alguien pueda sacar beneficio de su compra como hacen en otros programas del Discovery. Quizá por eso es tan curioso verlos o a lo mejor sea solo por ver lo que la gente guarda.

[Contenidos] Relevancia y constancia para el marketing de contenidos

La newsletter de hoy está inspirada en un post y una clase que hice la semana pasada, aunque en el fondo ya empezó a fraguarse hace algunos números cuando hablé de la competencia. Y es que nuestros contenidos dependen de lo que publican los demás y de lo que tu audiencia sepa sobre ti. Te explico los ejemplos.

En el post en cuestión, mencionaba el patrocinio de dos marcas en un programa de televisión. Una de ellas la tenía muy clara porque ya la conocía pero la otra no sabía cuál era hasta que leí la noticia. Y eso que como mínimo hacían referencia a ella una vez en cada programa (aunque sin decir el nombre) y los había visto todos. Así que en el último me he esforzado por identificarla y, efectivamente, en algún plano se puede ver su logo.

Lo pongo como ejemplo de lo ciegos que estamos frente a algunos impactos. Yo sabía quién era la primera marca porque ya la conocía, no necesité ver su logo, solo una sutil referencia. Pero la otra, aunque la conocía y después supe identificarla, no me destacaba tanto. Seguramente, si yo fuese usuaria de esta segunda marca, la hubiese reconocido desde el primer momento porque sus rasgos me sonarían como me pasó con la primera. Pero como no lo era, se tuvieron que esforzar un poco más en hacerme notar su patrocinio.

En la clase en cuestión, un alumno me preguntó una duda muy habitual: ¿cuál es la frecuencia idónea para actualizar Twitter? Le dije que había que mantener vivo el canal con al menos una actualización al día para que los posibles seguidores encontrasen un motivo para hacerlo y los que ya eran followers para quedarse. Le pareció mucho y no es la primera vez que alguien se me queja de eso, así que ya tenía una respuesta preparada.

Para contrarrestar el efecto ‘no tengo tanto que contar’, puse el caso de la televisión: al hacer zapping se saltan ciertos canales. Lo mismo puede pasar en las redes sociales, ¿para qué seguir a una empresa si publica muy poco y cosas poco interesantes? Claro que hay mercado/audiencia para espacios de tarot pero si el canal está en negro (¡ay, la carta de ajuste!) durante todo el día y por la noche solo te da un programa que no te interesa, la próxima vez lo pasarás por alto e irás a los que sí te ofrecen cosas de valor para ti.

Espero que la mezcla de estas dos ideas te haya llevado a concluir, como a mi, que los contenidos tienen que ayudar a mantener viva la huella que dejan las empresas en los usuarios. Si no los vamos impactando regularmente, nuestra marca se diluye: se borra o es substituida por otra.

En el caso de la marca de patrocinio, no les va a servir de nada si yo no reconozco ni la empresa ni sus productos. En el caso de la frecuencia de Twitter, tampoco servirá si es tan baja que no coincide con mi horario o de tan baja calidad que no me interesa. En resumen, tan importante es que seamos regulares como que seamos relevantes y destaquemos convenientemente.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 146 (27 de mayo de 2013). Suscríbete gratuitamente.

Media News S26 A14

Televisión
«Vuelve Bones» y me alegro. Veo los anuncios y no es más que un montaje de frases pero, bueno, pienso que es una manera de no desvelar nada. Pero no, es su forma de avisarnos de que no esperemos nuevos capítulos: están haciendo reposiciones. ¿Es eso un regreso? Si fuese la temporada anterior o el último capítulo, pues sí. Pero no es muy apropiado para los que estamos esperando la nueva temporada. Si no te puedes fiar de los anuncios de la propia cadena, ¿de qué entonces? Tampoco de su web porque sigue mostrando temporadas anteriores, vamos que dejaron de actualizar el microsite de la serie hace bastante tiempo. Demuestra poco interés por ella… y por los que la seguimos.

Cine
Los de Se estrena de Antena3 se han sacado de la manga una lista de 15 motivos para ir al cine este verano que no es más que una lista de 15 películas para ver este verano. Repasándola, confieso que algún motivo me ha convencido y quizá visite alguna sala. Pero quizá el principal argumento sea que se está fresquito. Es lo que pretenden en algunas tiendas cuando pasas por su puerta y te viene un brisa helada que si entras seguro que acabas comprando algo de manga larga para poder seguir mirando la tienda. En el cine ocurre algo parecido, pero el reclamo son los carteles de las películas… y sí, algunas veces también te pueden dejar helado porque no tienen ningún interés.

Internet
«En búsqueda activa de empleo», constantemente me encuentro con algún perfil en LinkedIn pero también en Twitter con esa frase. Internet es un lugar donde los que buscan, ya sea empleador o empleado, pueden encontrar. Todos sabemos que nuestras redes, antes de ser digitales y sociales, eran lo que nos conectaba con un posible empleo. «Conozco a alguien que…», un clásico del sector. Según parece, el 70% de parados busca empleo online y un estudio asegura que se reduciría el número de parados si el porcentaje fuese del 100%. ¡El poder de la Red! No es que la diferencia nos vaya a sacar de la crisis, seguiría siendo un total demasiado alto, pero algo sería algo.

Publicidad
Muchas veces hablar de publicidad es hablar de millones de inversión. Y, con los patrocinios, más. Y, con las pérdidas por patrocinios fallidos, más todavía. Así que a las marcas que compartieron suerte con la selección les ha salido rana la inversión, pues sí. Eso es lo que tiene asociarte con otra marca (la de La Roja) y esperar que sea ésta otra la que lo haga todo. No hay más, eso es el patrocinio: poner dinero y esperar a ver qué pasa. Si sale bien, bien; si no, no. Siempre se le puede dar la vuelta y seguir apoyando porque nunca se sabe qué pasará la próxima vez o porque se llevan los colores en otro sitio que en la chequera… pero eso solo lo hacen los que tienen una gran chequera.

[Contenidos] ¿Lo mismo desde todas las perspectivas?

Hoy quisiera hablarte de por qué y cómo variar la perspectiva de los contenidos que generas para tu empresa. Podrá serte útil si llevas cierto tiempo dedicándote a ello pero también para empezar a diversificar desde el principio el tipo de contenidos que publicas.

Si te digo que te subas a la mesa para buscar ese nuevo punto de vista, puede que pienses que estoy loca, en cuyo caso te digo que no serías la primera persona en decírmelo. Pero espero que recuerdes esa frase por “El Club de los Poetas Muertos”, una película que puede calificarse de deliciosa y que te invito a ver si aún no has tenido la ocasión de disfrutar.

Resumiendo la escena de la mesa: el profesor de literatura pide a sus alumnos que se suban a su mesa para ver el aula desde otra perspectiva y así enseñarles a leer y a encontrar su propia voz. Cualquier enseñanza de las muchas que hace Robin Williams en esa academia serviría para aplicar a la redacción pero ésta es posiblemente la más evidente.

No es que quiera compararme con el Sr. Keating ni hacer de Capitán (aunque no sería la primera vez que habla mi yo docente). Pero sí que quiero animarte a que pienses en tus contenidos de todas las perspectivas que se te ocurran. A menudo nos dejamos llevar por lo que ya conocemos y llegamos a una conclusión con datos parciales, sin pensar en cómo lo vería otra persona… u otra empresa.

La parábola del elefante y los ciegos te puede ayudar a ver por qué dar un par de pasos atrás y tratar de ver la globalidad de lo que estás analizando: si solo explicamos nuestro punto de vista, puede haber otros que no lo vean igual y crean, como decía hace unos párrafos, que estamos locos. Si eso pasa, los estaremos perdiendo, dejarán de leer y con total probabilidad de comprar.

Pero si nos esforzamos en ver nuestro producto, nuestro servicio o nuestra empresa como nunca la hemos visto, estaremos un par de pasos más cerca de los posibles clientes que antes estaban perdidos. Súbete a tu mesa (ya te habrás dado cuenta que es metafórico, ¿no?) e imagina cómo vería otra persona los contenidos que has publicado recientemente. ¿Se llevaría una imagen real de tu negocio? ¿Qué tendría que cambiar para que le pareciese pensado para ella?

Buscar una perspectiva nueva suele ser sinónimo de buscar nuevos aires para recuperar la inspiración perdida, aunque también puede ser abrir la puerta y dejar que personas de fuera aporten su visión de lo que para los de dentro es algo tan cercano, tan cotidiano que les cuesta mucho encontrar esa perspectiva.

Es algo similar a lo que ocurre cuando intentas editar tu propio texto: hace falta distanciarse lo suficiente como para imaginar que lo lee otra persona que no te conoce de nada. Escribir solo para fans (los que te conocen tanto como para seguir leyendo) no te llevará a conseguir nuevos clientes.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 146 (27 de mayo de 2013). Suscríbete gratuitamente.

Media News S25 A14

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Me gustan los anuncios de Día. Son cercanos, personales, reales. La anterior campaña dejaba claro que el rollo corporativo no importa a las familias. Todo con un simple zoom out, un gran tratamiento audiovisual. La nueva va por esta línea pero hablando de esfuerzos, lo que hacen las familias españolas desde hace unos cuantos años. Todos lo sabemos, no hace falta que nos monten un gran spot para decirlo como han hecho otras marcas para animarnos a la compra. Momentos cotidianos con los que muchos se pueden ver reflejados, tan sencillo como eso. Me parece una gran idea no irse por las ramas y poner algo de realismo en la publicidad que nos rodea porque ver a famosos soltando frases bonitas o haciendo posturitas ya lo puedo hacer en el cine.

Televisión
Esto de que la tele tenga que ser divertida y que tengamos que reírnos cada 5 minutos, ¿dónde está escrito? Programas que intentan ponernos de buen humor, no lo consiguen. Series que nos animan con risas enlatadas, tampoco. ¿Es que estamos perdiendo el sentido del humor televisivo? ¿O igual es que quieren que nos riamos de lo que ya se rieron nuestros padres y por eso ya ha perdido toda la gracia? Si el humor cambia por su geografía, ¿cómo no va a cambiar por su edad? El cine lo intenta constantemente: recupera historias, las actualiza y las vuelve a ofrecer. A veces funciona, aunque la mayoría no. La tele va por ese mismo camino y no siempre les funciona. Pero lo intentan, vaya si lo intentan.

Cine
El tamaño no importa, en el cine desde luego que no. No hablo de la pantalla sobre la que se proyecto la película, si no del tamaño de los monstruos a los que destruir. No es que este género cinematográfico sea precisamente mi preferido, ni mucho menos. Pero en las pelis siempre hay malos que cargarse… y se hace. Vaya si se hace: no importa si mide 10 veces más, tiene mil millones más de recursos o le hace chantaje emocional. ¡Da igual, no importa el realismo! El héroe siempre gana así que se supone que lo que nos ha de animar a ver la película es el camino o la batalla final. Repito, se supone porque 3h después, salimos de la sala con cara de ‘qué explicación más larga y tonta de que más vale maña que fuerza’.

Internet
Titular y poner nombre no es algo fácil. Hay muchas reflexiones a tener en cuenta. El recuerdo es importante, tanto que sea relativamente fácil de memorizar como que nos evoque algo. Por eso últimamente me sorprenden los nombres de empresa que me voy encontrando. No me dicen nada, pero nada de nada. Y ahí están, alguien las ha registrado y las está comercializando. Será que no conozco el sector, no soy el target… es lo que me digo para comprender a quien lo haya pensado y, además, convencido a sus socios de que era una buena idea. Muchas de ellas van por la vía de siglas convertidas en palabras, sonidos escritos de forma diferente, traducciones a la brava… No digo que todos los nombres se tengan que parecer a lo que venden. Solo pido que la idea de pronunciarlas no me produzca risa o sea un trabalenguas.

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