Calendario editorial: plantilla para organizar tus contenidos cada semana

Actualización enero 2017: esta plantilla semanal ha sido substituida por una mensual en XLS.

Hace más o menos un año empecé a crear una sección de herramientas automáticas en mi página web. Siempre me ha interesado este tipo de contenidos, creo que son muy útiles tanto para los usuarios como para las empresas. Así que, después de un test para saber por dónde flaquea tu estrategia de contenidos y otro para asegurarte de que los contenidos pueden ayudar a tu empresa, hoy estreno oficialmente la tercera herramienta: una plantilla para hacer tu calendario editorial, incluyendo página web, blog, newsletter y medios sociales.

El funcionamiento es un sencillo: eliges qué tipo de contenido quieres publicar en qué canal y qué día de la semana, introduces tu email y recibes en tu bandeja de entrada (espero que no en la de spam) una plantilla semanal con los contenidos que has elegido.

Ejemplo de calendario editorial
Ejemplo de calendario editorial creado con mi plantilla automática

Uno de los objetivos de un calendario editorial para contenidos corporativos es organizarse el día a día de la creación y publicación de contenidos. También sirve para darte cuenta de qué uso haces de cada canal (promocional en negro, curation en gris o creación propia en blanco) y cuánto tiempo inviertes (la lista de canales/contenidos a mantener diarimente).

Como con todas mis herramientas automáticas, crear una plantilla editorial es gratis y espero que sirva para concienciar de su importancia para planificar la calidad del contenidos ya que la parte complicada del calendario no es ésta si no definir una estrategia que lo sustente.

Más sobre calendarios editoriales en mi centro de recursos: teoría y práctica.

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[Contenidos] Ser redactor web no es ser escritor de ficción

Hoy quisiera hablarte de escribir ficción y no ficción, de redactar un post y publicar una novela. Como siempre, desde una visión personal. Para empezar, yo estudié Comunicación audiovisual. Pero no por ser directora de cine o realizadora de programas de televisión (las salidas profesionales más lógicas). Lo que me interesaba era la parte del guión, eso de escribir historias que luego podrían trasladarse a una pantalla y ser vistas e interpretadas por alguien. Aunque pudiesen estar basadas en hechos reales, eran cuentos, todo ficción.

Te ahorro lo que pasó por el camino hasta aquí, es innecesario para lo que te quiero explicar. Simplemente decir que he acabado escribiendo y publicando varios libros. Entre ellos solo hay una historia corta inventada por mí. El resto están todos basados en la realidad, en mi experiencia (y en la de otros que la han compartido), y se les llama de no ficción al ser considerados manuales técnicos.

Cualquier día, a poco que leamos, estamos rodeados de una mezcla de las dos cosas. Y, como redactores, también mezclamos un poco de ambos mundos al escribir artículos aunque solo sea porque tenemos que escribir sobre conducir una moto cuando no tenemos ni carné.

Pero posiblemente una característica que las diferencia claramente es una idea que se resume en la afirmación de que uno es literatura y el otro no: un post, por muy bien escrito que esté, creativo que sea o mucho que nos impacte, no se puede comparar con una novela de pon-aquí-tu-escritor-favorito.

No es una cuestión de palabras, si no de forma en la que están escritos. Las palabras, la composición de las frases o las imágenes visuales que se pueden utilizar son diferentes. Dejar que la imaginación del lector intervenga para completar un relato no es lo que se espera cuando se lee un post tipo las cinco mejores herramientas para hacer algo.

De tanto en tanto, podemos darnos una licencia (¡y qué buenos posts salen entonces!) pero lo normal es que en la redacción corporativa pensemos más en Google que en el Premio Nobel de Literatura. Y eso que hay empresas a las que les vendría bien una buena mezcla a sus contenidos, algo más de ficción y menos lenguaje corporativo aburrido. Pero no la buscan.

El otro día me encontré con una oferta de empleo curiosa (no pongo el enlace porque ya está cubierta la plaza y borrado el anuncio). Todo parecía bastante normal (ya es algo esperado tener nociones de social media y analítica cuando buscan redactores) hasta que pedían que tuviese experiencia en escribir no ficción, repitiendo para que quedase claro que no servía la ficción.

Por un lado, parece lógico que alguien que ‘escribe literatura’ de ficción no esté acostumbrado a redactar un post. Y muchas ofertas de gente que quiere ‘ser escritor’ habrán tenido que recibir para ser tan específicos. Pero, por otro, tendrá unas cualidades de redacción que, bien canalizadas, pueden ser beneficiosas y no una lacra.

Para mí, la ficción y no ficción son dos cosas con las que me mezclo a diario y de cada una se pueden sacar cosas buenas para la otra. Aunque, eso sí, en diferentes momentos del día y según lo que esté escribiendo… Quizá porque estoy pensando la trama de otra historia corta mientras escribo contenidos para webs y blogs.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 173 (2 de diciembre de 2013).

Media News S41 A14

La semana pasada no pude hacer mi Media News como es habitual por problemas con el hosting de la web. Aquí va el de esta semana.

Televisión
El mundo se divide entre los que disfrutan viendo GH y los que no entiendan que exista GH. Quizá alguien empezó siendo del primer grupo, pero parece que el segundo está ganando adeptos porque la audiencia no acompaña como antes. Supongo que ocurre algo similar a cuando miras por la ventana y siempre ves lo mismo: deja de interesarte. Y eso que todos llevamos un reality dentro… pero en algún momento hay que dejar de cotillear y vivir la propia vida. Solo mirar la de los demás considerando que son ‘personas normales’, me parece aburrido. Prefiero series en las que los protagonistas tienen otra vida ‘normal’.

Publicidad
Tan real que da miedo, una frase para vender casi cualquier cosa. Pero, ¿un televisor? Así se hacía antes porque lo que es ahora el miedo no vende mucho. ¿Un televisor curvo? Te sentirás como en mitad de un circo romano y no pasa nada si los gladiadores vienen a por ti, eso no da miedo. Al contrario, eso mola. ¿Un televisor en 3D? Nada, hacemos explotar algo y como si nada, el único miedo sería que la tele se viese doble sin motivo. Eso de ‘las nuevas tecnologías’ aplicadas a la tele, dan miedo… pero a los que programan porque a los que tienen que vender televisores inteligentes lo tienen muy complicado.

Internet
Sigo con la tele, pero ahora la tele online y es que el post de la Chica de la tele es real como la vida misma, más que la mismísima telerealidad de GH. ¿Por qué hacen que sea tan aparentemente fácil ver un programa online si luego lo que pasa realmente es que es muy difícil? Diría que la respuesta es sencilla: creen que la tele online funciona igual que la de sofá. Pues no, porque no se ven igual así que no se nos puede tratar igual si estamos en el portátil con varias pestañas y solo escuchando su canal como si estamos en el sofá viendo el programa de ayer con el portátil conectado a la tele. Hasta que no se den cuenta de que los usos cambian, nos tratarán igual (de mal).

Cine
Si lees «Lista de mejores finales de películas», ¿qué piensas: a ver si es verdad o a ver si me sueltan un spoiler? Yo diría que una mezcla de las dos, aunque quizá en ese mismo orden porque, como suele pasar, las películas de listas que incluyen ‘las mejores’ vienen a decir realmente ‘de la historia del cine’ así que no suelen ser de rigurosa actualidad. De hecho, hay unas cuantas en blanco y negro y no pocas consideradas ‘clásicas’ que es casi otra forma de decir que tienen su hito en la historia del cine. Así que no hay spoilers importantes: puedes pasar un buen rato viendo finales de grandes películas.

[Contenidos] Un CMS te ayuda a publicar contenidos, elígelo bien

Hoy quisiera hablarte de los gestores de contenidos (CMS) que se pueden utilizar para publicar en páginas web y blogs. La verdad es que es un tema más cercano al diseño y a la programación pero son preguntas recurrentes cuando se habla de contenidos en sentido general: ¿qué características debo tener en cuenta al elegir el canal en el que se van a publicar mis contenidos? ¿Cómo puedo personalizarlo? ¿Qué puedo hacer para que mi contenido parezca profesional aunque yo no tenga conocimientos técnicos?

La forma más práctica de responder a estas preguntas es ser lo más sincero posible y contestar a las que de verdad importan sobre ti:

  • ¿Qué conocimientos tienes de diseño/programación? ‘Ninguno’ es una posibilidad pero quizá entonces deberías plantearte una mínima formación o buscarte un socio que sí los tenga.
  • ¿Cuánto tiempo quieres invertir en ello en lugar de dedicarte a tu propio negocio? Si de nuevo la respuesta es ‘cero’, entonces seguro que en lugar de leer esta newsletter deberías correr a contratar a un profesional.

Frente a esas respuestas, empecemos por el eje central de la estrategia y plantéate lo que realmente necesita la web de tu empresa: ¿qué requisitos de contenidos tiene tu negocio? Desde un ecommerce a una tienda de barrio pasando por una web de servicios, cada uno es diferente y no tiene las mismas necesidades en cuanto a frecuencia de publicación o de integración con otras plataformas, como puede ser el pago online o con medios sociales. Cuando más compleja sea tu web, más posibilidades habrá que necesites un desarrollo específico.

No importa que la agencia te hable de requisitos técnicos del servidor donde se alojará la web, debes llevar la conversación hacia lo que necesitarán tus contenidos para crecer sin problemas: añadir/modificar secciones en el menú, texto en una página, fotos en la galería… para eso sirven los CMS, para no tener que saber ningún lenguaje de programación para actualizar los contenidos. Y también para poder cambiar el diseño sin tener que modificar el código de cada página individualmente porque el contenido va separado de la forma en la que se muestra.

Se pueden desarrollar CMS a medida pero el presupuesto para eso se escapa de la mayoría de empresas. En el otro extremo, las pymes sin presupuesto de ningún tipo pueden utilizar las páginas prefabricadas que ofrecen los proveedores de hosting. Por el camino, WordPress se está consolidando como la forma más fácil de hacer una página web y blog corporativos, todo en uno único gestor.

Hubo un tiempo y un tipo de empresas para Joomla y Drupal, igual que PrestaShop y Magento siguen siendo soluciones para tiendas online. Pero entran en juego también los recursos y conocimientos que se tengan y WordPress se ha ganado el corazón de muchas empresas por su sencillez de uso y facilidad de personalización.

No hay que dejarse engañar, como el software es gratuito la inversión no se hará en compra de licencias si no en la personalización (¿una plantilla que nadie tenga?). Si lo haces tú, serán en dedicación de horas y, si es de una agencia, tendrás que pagar aunque menos que si la diseñan de la nada. Como siempre, los recursos a invertir dependerán de ti: hay plantillas por menos de 50 euros pero también las hay de más de 2.000 si quieres adaptarlas a tu diseño existente.

Empezar una web no es tarea fácil para quien no ha hecho nunca ninguna, lo mismo que pensar en qué estructura de contenidos ha de tener o ponerse a escribir alguno de sus textos. Pero sí, ya lo sé, jugar con plantillas y plugins es más divertido que pensar en lo que de verdad necesita un negocio que está empezando: una estrategia de contenidos, editorial, de comunicación… como quieras llamarlo.

Quizá esperabas que en esta newsletter te diese trucos de WordPress. Pues no, quería que vieses que por mucho que sea importante elegir un CMS primero necesitas un plan para los contenidos que te permitirá gestionar. ¡Espero haberlo logrado sin molestar a los diseñadores y programadores que sé que me siguen!

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 172 (25 de noviembre de 2013).

[Contenidos] ConfabEU 2014, evento en Barcelona sobre estrategia de contenidos

Acreditada para el ConfabEU 2014 Barcelona
ConfabEU 2014 Barcelona

Esta semana ha tenido lugar en Barcelona el evento de referencia en lo que a estrategia de contenidos se refiere: el Confab, edición Europa. El año pasado se celebró por primera vez en Londres, pero no puede ir (aunque estuve atenta a lo que se tuiteaba y hasta hice resumen). Así que cuando supe que el MeetUp de Content Strategists de Barcelona hacía campaña para lograr que fuésemos sede del congreso, voté y animé a votar. ¡Y lo logramos!

Cuadré la agenda y allí que me fui con el portátil y móvil cargados a tope para aprender lo máximo posible y tomar apuntes o, en otras palabras, tuitear como si no hubiese mañana. Tanto es así que, según Eventifier, he sido la que más a tuiteado de todo el evento (y habría más de 300 personas) y, lo más curioso, he sido la única que lo hacía en castellano (lo que significa que he tuiteado el 8% de todos los tuits del evento, según Hashtagify).

Este dato me lleva a mi primera conclusión: esto de la estrategia de contenidos no se lleva mucho por estos lares. Así de sencillo. No sé si es por el idioma (todas las conferencias eran en inglés) o por falta de conocimiento/interés en el tema, pero éramos muy pocos los representantes del país anfitrión.

Es una lástima porque se trataron temas que ayudarían mucho a las empresas a utilizar una buena estrategia de contenidos: hubo un total de 26 sesiones sobre cómo vender la necesidad de hacer una estrategia de contenidos a diferentes tipos de empresas (grandes, pequeñas y nacionales), software y CMS, guías de estilo, usabilidad, web semántica, SEO… se habló de todo lo relacionado con el concepto de content strategy. He recopilado en mi Storify mi Wakelet los resúmenes de las charlas.

Voy a la segunda conclusión, algo relacionado con esto porque tiene que ver con lo que rodea este tipo de congresos: se hace mucha terapia en grupo. Me refiero a que los ponentes cuentan cómo ellos hacen las cosas y los asistentes asentimos constantemente porque también lo vivimos así. Hay una maravillosa complicidad entre todos que nos reafirma en nuestro trabajo y, a la vez, nos descubre aspectos para mejorar. Además, se comentan casos reales con humor (¡qué remedio!) con los que nos sentimos identificados o de los que podemos aprender a reaccionar con/para nuestros clientes. Lo bueno que tiene estar rodeada de colegas de profesión es que sientes que no estás sola rompiendo lanzas a favor de los contenidos. Sí, es posible que aquí no haya mucha gente preocupada por estos temas, pero saber que fuera se avanza positivamente anima a seguir evangelizando (y eso que yo soy más del content marketing).

Mi tercera conclusión está relacionada con el paréntesis anterior y con algunas ideas que se fueron repitiendo, al menos en las sesiones a las que yo asistí. Y es que a base de oír repetir que debemos preguntar mucho «por qué»  a los clientes y que debemos conocer «quién» es su audiencia, me reafirmé en que vamos todos en el mismo barco: content marketing y content strategy no pueden ir separados. Aunque son cosas claramente diferentes que no tienen porqué coincidir en el tiempo, sí que beben de las mismas preguntas y tienen puntos de contacto que desarrollar conjuntamente. No obstante, aún está arrancando el marketing de contenidos… así que le queda lo suyo a la estrategia de contenidos para llegar a ser conocida por todos. Quizá porque, como también se dijo, lleva mucho trabajo y esfuerzo y el cliente no siempre lo ve como algo asumible ni por tiempo ni por recursos.

Congresos así deberían servir para extender la voz pero ni organizándolo la gurú del tema ni trayendo a uno de los grandes ha habido suficiente repercusión por aquí… aunque sí el suficiente por las comunidades relacionadas con este tema como para poder calificarlo de éxito. No sé dónde se celebrará en el 2015 pero me alegra haber asistido al ConfabEU 2014 en Barcelona y haber contribuido algo.

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