[Contenidos] Ser redactor web no es ser escritor de ficción

Hoy quisiera hablarte de escribir ficción y no ficción, de redactar un post y publicar una novela. Como siempre, desde una visión personal. Para empezar, yo estudié Comunicación audiovisual. Pero no por ser directora de cine o realizadora de programas de televisión (las salidas profesionales más lógicas). Lo que me interesaba era la parte del guión, eso de escribir historias que luego podrían trasladarse a una pantalla y ser vistas e interpretadas por alguien. Aunque pudiesen estar basadas en hechos reales, eran cuentos, todo ficción.

Te ahorro lo que pasó por el camino hasta aquí, es innecesario para lo que te quiero explicar. Simplemente decir que he acabado escribiendo y publicando varios libros. Entre ellos solo hay una historia corta inventada por mí. El resto están todos basados en la realidad, en mi experiencia (y en la de otros que la han compartido), y se les llama de no ficción al ser considerados manuales técnicos.

Cualquier día, a poco que leamos, estamos rodeados de una mezcla de las dos cosas. Y, como redactores, también mezclamos un poco de ambos mundos al escribir artículos aunque solo sea porque tenemos que escribir sobre conducir una moto cuando no tenemos ni carné.

Pero posiblemente una característica que las diferencia claramente es una idea que se resume en la afirmación de que uno es literatura y el otro no: un post, por muy bien escrito que esté, creativo que sea o mucho que nos impacte, no se puede comparar con una novela de pon-aquí-tu-escritor-favorito.

No es una cuestión de palabras, si no de forma en la que están escritos. Las palabras, la composición de las frases o las imágenes visuales que se pueden utilizar son diferentes. Dejar que la imaginación del lector intervenga para completar un relato no es lo que se espera cuando se lee un post tipo las cinco mejores herramientas para hacer algo.

De tanto en tanto, podemos darnos una licencia (¡y qué buenos posts salen entonces!) pero lo normal es que en la redacción corporativa pensemos más en Google que en el Premio Nobel de Literatura. Y eso que hay empresas a las que les vendría bien una buena mezcla a sus contenidos, algo más de ficción y menos lenguaje corporativo aburrido. Pero no la buscan.

El otro día me encontré con una oferta de empleo curiosa (no pongo el enlace porque ya está cubierta la plaza y borrado el anuncio). Todo parecía bastante normal (ya es algo esperado tener nociones de social media y analítica cuando buscan redactores) hasta que pedían que tuviese experiencia en escribir no ficción, repitiendo para que quedase claro que no servía la ficción.

Por un lado, parece lógico que alguien que ‘escribe literatura’ de ficción no esté acostumbrado a redactar un post. Y muchas ofertas de gente que quiere ‘ser escritor’ habrán tenido que recibir para ser tan específicos. Pero, por otro, tendrá unas cualidades de redacción que, bien canalizadas, pueden ser beneficiosas y no una lacra.

Para mí, la ficción y no ficción son dos cosas con las que me mezclo a diario y de cada una se pueden sacar cosas buenas para la otra. Aunque, eso sí, en diferentes momentos del día y según lo que esté escribiendo… Quizá porque estoy pensando la trama de otra historia corta mientras escribo contenidos para webs y blogs.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 173 (2 de diciembre de 2013).

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