Media News S28 A15

Cine
El cine pasa por su peor momento, lo dice Dustin Hoffman pero es algo evidente cuando miras la cartelera del cine que tienes delante y no se te ocurre ninguna otra excusa para entrar que disfrutar del aire acondicionado. Basado en hecho reales, lamentablemente. Claro que Hoffman lo decía por los papeles para actores de cierta edad, pero para este debate es lo mismo: querer ver una película y no encontrar ninguna es como entrar en una librería y salir sin comprar un libro: ¿es culpa de los autores, de las editoriales o de las librerías? ¿Es culpa de la industria del cine, de los guionistas, de las salas…?

Televisión
Quien pasa por un buen momento es la televisión a la carta o al menos lo parece. Poder elegir qué ver, cuándo y dónde era imposible hace años. Durante mis años de carrera, medio claustro hubiese enloquecido de haberlo propuesto. Pero casi parece ya inevitable y por eso me gustaría asomarme y pasar por alguna de las asignaturas que teníamos para ver si se han actualizado. ¿Cómo explicarán la historia de la televisión? ¿Llegarán a los líos provocados por las fusiones y por las concesiones? Me imagino también los temas de los trabajos de los alumnos y, bueno, prefiero cambiar de tema.

Internet
Hace unos años, decíamos que La Red Social, con mayúsculas, era Facebook. Como si el resto no existiese. Ha pasado el tiempo y, en algunos aspectos, quizá otras le han pasado por delante. Pero sigue estando ahí, a la cabeza. Tanto es así que la frase ha mutado a algo aún peor: Facebook es la Red. Toda, no solo la social, to-da. Me cuesta verla así pero en algunos países es lo que cree la mayoría. Aún hay una parte de la población que no quiere tener perfil y que ‘se está quitando’… pero no de toda la Red, solo de la parte pública de sus perfiles.

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No sé si es por la voz del jingle o por las imágenes, pero el anuncio de Borges me parece de otra época… concretamente, de la misma de donde salen las campañas de Casa Tarradellas. Igual son imaginaciones mías pero me parecería creíble que, en lugar de aceite y vinagre, los dos protagonistas del spot acabasen comiéndose pizza y fuet. No es que sea una mala noticia para las respectivas marcas, sin duda han sabido transmitir una sensación. El problema quizá es que las dos compartan esa sensación.

[Contenidos] Sin canal propio, ¿se puede hacer marketing de contenidos?

Hoy quisiera hablarte de los canales, medios o plataformas que necesitas para hacer marketing de contenidos. Esta pregunta me la formuló una suscriptora y suelo tener comentarios parecidos cuando vemos en clase que herramientas como MailChimp piden que pongas una web corporativa durante el registro.

Las preguntas son parecidas a: ¿no puedo enviar una newsletter si no tengo web? ¿Necesito un blog para hacer marketing de contenidos? O una que ya se ha convertido también en clásica: no me gusta Twitter/Facebook, ¿por qué tengo que utilizarla?

Si volvemos a la base de toda comunicación, todo mensaje necesita un canal para llegar al receptor. Ahora bien, ese medio de comunicación puede ser propio o de terceros, gratuito o de pago, online u offline. Hay de todo tipo y para todos los gustos.

Visto así, se puede enviar una newsletter para llevar visitas a una tienda física que no tenga web, sí. Se puede hacer una revista en papel para llevar tráfico a una web, también. Se puede hacer marketing de contenidos sin tener blog, pues claro que sí.

Pero, la cuestión no es si se puede o no porque en el mundo online todo es posible. Lo que de verdad deberían plantearse las personas con estas dudas es si llegarían a distribuir el contenido generado de forma que llegase a alcanzar al perfil deseado. Tan sencillo como hacerse la pregunta realmente importante: sin web/blog/newsletter/redes sociales, ¿mi cliente potencial me llegará a conocer y valorar como opción de compra?

Algunos contestarán que sí, otros que no. No todos los negocios son iguales. Pongamos un ejemplo: de quién te fías más, ¿de una gestoría (por decir algo) que tiene una página web o de una que no tiene y que ha puesto una cuenta de GMail en el cartel de la ventana de su oficina? Depende porque tampoco todos los usuarios son iguales.

¿Un cliente potencial de tu negocio busca información en Internet para decidir su compra y tú no tienes una web o algún canal propio donde explicarle qué haces? Mala idea porque, aunque no seas una tienda online, una plataforma propia te ayuda a decir la tuya, con tus palabras. Pero si ese usuario se documenta en prensa, quizá te conviene invertir más en unas buenas RRPP.

La elección del canal de distribución depende de dónde se encuentre tu cliente potencial. Tampoco importa mucho si a ti te gusta más Facebook o Twitter: importa qué le gusta a tu usuario. Tendrás que hacer un esfuerzo por al menos intentar que entre en tu rutina y planificación.

Una opción fácil para empezar es utilizar los canales personales para investigar, tomar confianza y después abrir los corporativos. No es obligatorio, vale, pero ayuda a acercarnos a ellos y de eso se trata cuando hablamos de marketing de contenidos: de ganar la confianza de nuestra audiencia.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 234 (2 de febrero de 2015).

Media News S27 A15

Televisión
Hay capítulos que se hacen cortos y otros largos, aunque duren los habituales 40-45 minutos. De los ‘cortos’ no digo nada porque acaban siendo pequeñas joyas. Pero de los ‘largos’ empiezo a cansarme. Cada guionista tiene sus trucos para alargar la trama y cubrir el tiempo mínimo del capítulo. La sensación desde el otro lado del sofá es que el guión no avanza, no engancha. Un ejemplo clarísimo son los finales de escena: después de un intercambio de miradas que en el guión deben describir como ‘pensando’, ‘dudando’ o hasta ‘dando pena’, ponen varios planos recurso de la ciudad en la que tiene lugar la serie. Con tanta transición y miradas me sobra tiempo para pensar si merece la pena seguir viendo la serie.

Internet
Siguiendo un poco la línea tratada la semana pasada, hoy este apartado trata de las marcas que hacían girar la economía de la WWW hace 20 años comparadas con las de hoy en día. Con la manzanita hemos topado pero también con la venta online y las redes sociales, claro. Ver que el último del top15 actual es superior a la suma de todo el top15 de 1995 da para reflexionar hasta qué punto la tecnología se ha metido en nuestros mercados. También podría pensarse en los motivos por los que algunos han desaparecido de la lista o la ubicación de estas empresas. Y es que, sin un contexto claro, es difícil que estos datos tengan todo el sentido que merecen. Una tabla aislada no es suficiente.

Cine
Sueños, deseos y emociones van de la mano en el cine. Y los sentimientos son una pieza más dentro del engranaje de esa fábrica. Todas las películas incluyen de forma más o menos evidente uno de esos ingredientes. La ‘imagen’ que publican en Blog de Cine trata de eso precisamente: cómo todas las películas de Pixar girar alrededor de los sentimientos hasta llegar a la última que se pregunta qué pasaría si los sentimientos tuviesen sentimientos. ¿Metasentimientos? ¿Por qué no? Todo es posible en el género de la animación (y en la ficción en general), ahí está la magia. No es como cuando veíamos «Érase una vez el cuerpo humano» y así comprendimos mejor cómo funcionamos por dentro: explicar los sentimientos no es una ciencia, es un arte (en este caso, cinematográfico).

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Hace unos días leí en La criatura creativa sobre una proyecciones en la mesa para entretener a los comensales mientras esperan la comida. Y justo ayer en «MasterChef» aparece el restaurante más caro del mundo que, no solo utiliza la mesa, llena las paredes y el techo de imágenes para una experiencia culinaria. La palabra clave aquí es ‘experiencia’ y, ésta en concreto, tiene ese punto futurista que tanto gusta. ¿Y la parte publicitaria? Puede existir, hasta cierto punto. No digo poner en esa mesa, por ejemplo, un bote de alguna marca. ¡Eso sería vulgar! Pienso en las posibilidades narrativas a explotar en una mesa llena de ingredientes y marcas interactuando con los comensales.

[Contenidos] Educa a tus clientes potenciales utilizando el marketing de contenidos

Hoy quisiera hablarte de la parte educativa del marketing. De hecho, hay quien llama así, marketing educativo, al marketing de contenidos. Se puede entender si lo vemos como una manera de explicar metodologías y procesos que, en otra época, se mantenían en secreto.

Formas de educar

Mostrar cómo trabajamos o cómo entendemos el sector en el que operamos es una forma de educar. Por eso sugiero tomar lo de ‘educar’ en el sentido amplio:

Estas son algunas formas de educar a nuestros usuarios, solo hay pensar en los posibles formatos: texto, infografías, vídeos, presentaciones, ebooks… cualquiera sirve.

¿Por qué educar a los usuarios?

Podría darte una respuesta rápida tipo “porque si no alguien lo hará por ti”. Pero voy a responderte con otra pregunta: “¿cuál fue tu profesor favorito?”. Hay muchos motivos detrás de ese buen recuerdo pero seguramente lo guardamos en la memoria por ayudarnos a crecer como personas (desde diferentes perspectivas).

Con el marketing de contenidos enfocando la estrategia a la parte educativa, podremos conseguir algo similar porque también ayudamos en su día a día a las personas a desarrollarse, aunque sea en su vertiente profesional. Lograremos su reconocimiento, su confianza y así nos recordarán como una fuente útil, un lugar/una persona a la que acudir en caso de duda y de necesidad de compra.

De la educación a la inspiración hay un paso, pero tienes que ayudar a tus lectores a darlo.

¿Cómo educar o inspirar a nuestra audiencia?

Empezando por el principio: educar sobre nuestro propio producto y negocio. Para explicar qué hacemos, muchas veces se recurre a una frase orientada a ventas pero no suele ser muy educativa.

La forma más fácil es imaginarse que se le está explicado a nuestro cliente ideal pero también hay que probar con lo difícil y tratar de explicarlo a un niño que no nos hace caso porque le interesa más otra cosa o a una amable viejecita que nos presta toda su atención pero vive en otro siglo.

Y acabando por el final, claro: educando para ampliar mentes y que comprendan el sector, no solo nuestra empresa. Hay quien esta parte no la tiene clara porque incluye a la competencia pero no mencionarla no implica que el usuario no la conozca.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 232 (19 de enero de 2015).

Media News S26 A15

Televisión
Poder elegir la cámara desde la que seguir un evento es una opción interesante para ciertos deportes (y ciertos telespectadores). Pero eso es ‘solo’ cambiar la imagen, ¿no sería igual de interesante que pudiésemos cambiar también la pista de audio? Podría ser una forma de ‘sintonizar’ con otros canales que estuviésen emitiendo el mismo partido o carrera, por ejemplo. Si la señal es internacional, ¿por qué no se puede oír a cualquier otro comentarista? Por un lado, oírlos en otro idioma seguro que aportaría tanto como verlos desde otro ángulo. Por otro, oírlos con voces menos estridentes también sería una arreglo interesante para dejar de escuchar a comentaristas histéricos.

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Hacer un maratón de buenos anuncios es algo que cada vez cuesta más. Cuando se recopilan premios, entonces sí. Pero en el día a día, durante los cortes publicitarios, es más fácil que nos encontremos con anuncios de dudosa creatividad. Si aún así quieres ver unos cuantos seguidos, mírate los Premios Sombra de este año que son como los Razzies para el cine: premian los peores anuncios. He visto algunos que (afortunadamente) desconocía, pero otros que llegué incluso a comentar por esta sección semanal. Como en cualquier premio, quizá los anunciantes tengan la suerte de ser premiados en otros certámenes o, lo que realmente importa, en los resultados.

Cine
No es la primera (y seguramente no será la última) vez que me quejo de la manía de traer de vuelta películas clásicas para tratar de adaptarlas a las nuevas generaciones (por expresarlo de alguna forma). Lo mismo pasa con las segundas partes que son totalmente innecesarias pero que se rescatan como si hiciese falta para reanimar la ilusión de unos buenos personajes. Vivir de viejas glorias parece rentable pero se acabarán agotando o se llegará al absurdo de hacer quintas partes de terceros reboots. Al leer mis feeds de cine, algunas veces tengo esa sensación y sigo pensando que es lamentable que no se busquen nuevas historias para nuevos personajes.

Internet
Curiosa lista de programas que hacen el mundo girar y que si fallasen provocarían más de un problema grave. Algunos sí sabemos que existen y los usamos a diario pero otros la mayoría de los mortales ni sabemos qué hacen. Con la saga «Terminator» o hasta la serie «Person of interest» en mente, esta situación debe preocupar a más de uno. ¿La dependencia que tenemos es una ayuda o un peligro? Hay argumentos para las dos opciones, no es un debate que se pueda ganar fácilmente. Pero sí que deberíamos tenerlo de tanto en tanto y plantearnos hacia dónde vamos y qué sacrificamos en cada situación.

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