Conversaciones sobre contenidos: el caso de Moritz

Mi propósito para este año es incluir más ejemplos en mi newsletter. Por eso he empezado una serie de entrevistas a personas que trabajan en contenidos, para que con sus propias palabras expliquen su día a día. El resultado es un ebook de descarga libre con una aproximación a su estrategia de contenidos.

Son mis suscriptores quienes proponen empresas que les parecen interesantes y la primera seleccionada ha sido Moritz. Gracias a la predisposición y al tiempo de Leticia Rodríguez, puedes leer el resultado en el primer ebook de la serie.

 

[Contenidos] Un contenido extenso se complementa con uno más breve

Hay mucha tinta y bits invertidos en explicar cuál es la extensión adecuada en cada canal. Se puede decir que las necesarias para transmitir una idea, pero quizá suena difuso. Con los extremos algunas veces se entienden mejor las cosas así que voy a hablar de tuits y de libros como sinónimos de lo breve y lo largo:

  • Twitter tiene un límite de caracteres y ofrece estadísticas sobre el alcance y engagement que tienen sus tuits pero, ¿quién asegura que se han leído los 140 caracteres? Nadie. No obstante, dicen desde Twitter que se consiguen mejores resultados si se queda en menos de 100 caracteres.
  • Las editoriales determinan las páginas de los libros por cómo se van a imprimir. El autor lee varias veces el manuscrito antes de entregarlo y hay estadísticas de ventas pero, ¿cómo saber si se lee todo o solo algunos capítulos? Alguna estadística habrá sobre las páginas de los best sellers pero el autor puede escribir lo que quiera que nunca sabrá si todas sus palabras son leídas.

Los dos tipos de contenidos se parecen de alguna manera porque los dos se complementan: los tuits promocionan libros; los libros pueden crearse a partir de tuits. Los títulos de algunos libros pueden ser tan breves como un tuit y han de ser tan sonoros como los tuits para conseguir lectores. Los libros necesitan frases atractivas para iniciar y finalizar capítulos para asegurar que se sigue leyendo. Los tuits necesitan empezar y acabar bien para aprovechar que se capta la atención del lector.

A eso se reduce todo, a lograr la atención de los usuarios, retenerlos y acabar convirtiéndoles a clientes. Y el tamaño, perdón, la extensión influye. Mirando un post y un libro: los dos suelen tener espacio para la introducción, nudo y desenlace pero no siempre en el mimo orden. Si un post debería empezarse por las conclusiones, ¿por qué un libro tiene una introducción eterna que describe todos los capítulos siguientes? Cuando se enseña esa parte como muestra del libro, no resulta muy representativa… algunas veces hasta es aburrida.

¿Y si ahora comparamos un tuit con una newsletter? Pues el asunto es a lo que quedan reducidas las 600 palabras que tiene la de hoy. Sería el típico tuit para promocionar y conseguir nuevos suscriptores. Lo mismo ocurre con un post, todo se resume en el titular: es lo más importante para tratar de ser leído, compartido o la acción que se busque.

Así que parece que sí, al final es verdad eso de que menos es más, que viene a ser la versión corta de lo bueno si breve, dos veces bueno. Pero una compra no se consigue con 140 caracteres, por muy buena que sea la llamada a la atención. Se logra con la suma de muchos mensajes breves que forman uno más extenso. O, en otras palabas, logrando que se lea un contenido largo es cuando aumentan las posibilidades de argumentar y convencer a la audiencia.

¿Gana entonces el formato extenso? No necesariamente. Como he dicho al principio, son formatos complementarios que hay que trabajar en cada momento y canal para conseguir lo que se quiera.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 223 (17 de noviembre de 2014).

Media News S19 A15

Cine
Ya he dicho alguna vez en Twitter que los TT con nombre propio suelen ser por malas noticias. Así que ha sido una sorpresa ver que tanto ayer como hoy ha estado varias veces ahí el de Orson Welles. Claro, en este caso, solo podía ser por algún aniversario (habría cumplido 100 años). Con la excusa, artículos sobre sus películas y citas que siempre son formas más rápidas de recordar. Me gusta la que hace referencia al desconocimiento del límite como forma creativa: «La ignorancia puede ser un gran don». En procesos creativos, es una buena forma de ir más allá, de innovar. Y la innovación en el cine suele asociarse a técnica.

Televisión
Le ha costado 9 años encontrar su lugar. Pero ha ido subiendo décima a décima y laSexta ha logrado ser tercera, la 3ª más vista. No es plan de discutir por enésima vez la credibilidad del sistema de medición de audiencias que tenemos en España pero suelen hacerme gracia porque suelen llevarme la contraria. Curioso, ¿no? Quizá la forma de saber lo que va a ganar el mejor dato es pensar en lo que no vería. Claro que no es que precisamente no vea laSexta, es cada vez veo menos programas y series nacionales. Quizá lo que debería hacer es fijarme más en las audiencias de las series en los canales de origen y no es su importación.

Internet
Twitter ha eliminado su pestaña ‘Descubrir’. Una lástima. Me era muy útil, ejem, para descubrir contenidos interesantes. Por eso estoy explorando más los temas de Flipboard, curiosamente, también con hashtags sacados de Twitter. No es lo mismo porque antes podía saber a quién seguían mis contactos o qué marcaban como favoritos. Ahora simplemente sigo hashtags. También descubro enlaces interesantes, pero se perdió la recomendación humana de personas a las que seguía. Y, mientras, Google+ se lía y crea Collections. No sé hacia dónde va la curato, pero movimientos está claro que hay.

Publicidad
Explotar la tontería humana, gran tema para un anuncio. También para un programa de televisión, un libro y hasta una exposición. Es otro ejemplo de que la publi se inspira en la realidad. También es una manera de traer un poco de humor a la vida publicitaria. No nos engañemos, los cortes de 7 minutos dan para muchos tipos de spots. No todos pueden ser grandes copys, por eso se agradecen los que tienen alguna música interesante o nos despiertan una sonrisa. Quizá los últimos más en cuanto más se alargan los cortes publicitarios. Así que acabo con un ¿anuncio? que es un chiste.

[Contenidos] Las tendencias aplicadas a los contenidos… o quizá no porque no se puede

La relación entre contenidos y tendencias se puede ver desde varias perspectivas. Algunos sacarán su bola de cristal para predecir qué pasará pero yo voy a reseguir los pasos para hacer una estrategia de contenidos y así ver que resulta arriesgado saber cómo serán los contenidos en unos años.

Objetivos: ¿siempre vendemos lo mismo y de la misma forma?

Cuando explico en clase este punto de la estrategia, suelo decir que la mayoría de la gente lo tiene claro y que, al final, todos queremos vender algo. Según el negocio, tendremos diferentes productos o servicios a comercializar, claro.

Parece que hay poca variación si no nos fijamos en que podemos vender de diferentes maneras: creando marca, mejorando la reputación o fidelizando, por ejemplo. A lo largo del tiempo podemos intentar focalizarnos en una forma diferente para conseguir lo mismo.

Perfil de la audiencia: ¿los usuarios no cambian?

Seguramente en este punto es donde más variaciones puede haber si hacemos caso a las tendencias: los usuarios son/somos muy volubles. Hay muchas estadísticas que intentan describir los diferentes perfiles de usuario para, precisamente, afinar en las comunicaciones con ellos. Y es que este punto de la estrategia es muy importante para lo que vendrá después: si el usuario cambia significativamente, la táctica también ha de variar.

Aunque no siempre el cambio es tan radical como para que influya decisivamente en las decisiones tomadas. Además, cuando se tienen varios perfiles de usuario, la evolución global es menos perceptible.

Línea editorial: ¿nuestros mensajes varían en el tiempo?

Si nosotros no cambiamos y nuestros productos tampoco, ¿por qué deberían hacerlo nuestros mensajes? Principalmente por el punto anterior: porque nuestra audiencia puede variar, aprender y ser más sensible a otras comunicaciones. Siguiendo esta línea, los productos también deberían adaptarse.

Después de cierto tiempo, podemos tener la sensación de que lo hemos dicho todo, que ya no tenemos nada que contar o que nos repetimos más que el ajo. Una solución es ampliar nuestro círculo temático para no quedarnos estancados y sentir que seguimos más las tendencias. Y aprovechar la actualidad para adaptarnos a lo que están buscando y ganar así también mayor visibilidad.

Canales: ¿aparecen nuevas vías de distribución que sean útiles?

Mirando hacia atrás también se puede aprender sobre el futuro: las redes sociales que ‘ahora’ triunfan, hace 5 años no existían. Pinterest, por ejemplo. O estaban aún en pañales y han evolucionado mucho. ¿Cómo vamos a predecir cuál habrá dentro de otro lustro o cómo habrán cambiado? Si solo pensamos en canales, es imposible saber qué pasará.

Tenemos que ir adaptándonos poco a poco. Probarlos y conocerlos suficiente como para juzgarlos y decidir si nos son útiles para lo que queremos, para nuestro día a día. Así es más fácil elegir herramientas para el content curator, por ejemplo, porque varían constantemente.

Calendario editorial: ¿nos acostumbramos fácilmente?

Definir la frecuencia de publicación es algo que nos ayuda a ser constantes, a establecer una rutina, a lograr lo que queremos a base de repetir. Fijar un calendario es una de las cosas que más cuesta a mis alumnos, en cambio, es la que más valoran mis clientes. Quizá es una cuestión de práctica pero es básico para repartir bien los mensajes y alimentar los canales correctamente para que lleguen a la audiencia como queremos.

Arriesgarnos como nos recomienda Coca-Cola en su visión 2020, es una forma de incorporar las tendencias en nuestro calendario. Pero para ello tendremos que reservar tiempo para la improvisación.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 223 (17 de noviembre de 2014).

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