[Contenidos] Formatos y herramientas para tu Guía de estilo

En el Estado de los contenidos 2019, el 35% afirmaba tener una Guía de estilo, el mismo porcentaje del año anterior. Este pilar del contenido está relacionado con la personalidad de la marca, su voz y tono y resulta muy útil para los que nos dedicamos a escribir (aunque los diseñadores también utilicen este nombre para sus documentos de referencia).

¿Cómo se hace una Guía de estilo? Hay varias opciones, depende de cuántas personas la vayan a utilizar.

Cinco formatos para tu Guía de estilo

La primera de mis recomendaciones para hacer una Guía de estilo es pensar en cómo será el documento. En el informe de Lucidpress «State of brand consistency» (descarga a cambio del correo), los datos apuntan a cinco formatos:

  • El 28% dice tener las directrices en PDF, lo más habitual.
  • El 21% las tienen en papel, es decir, imprimen las guías para consultarlas con todo lo que eso supone.
  • El 21% se conforma con transmitirlas oralmente, lo cual me parece que lleva fácilmente a que se distorsionen.
  • El 17% las consulta desde una web, lo que favorece tener siempre actualizadas las recomendaciones.
  • El 11% lo hace desde un gestor de documentos, diría que un punto intermedio entre PDF y web.

Cada uno tiene sus pros y contras, pero me quedo con la versión web para los que sean un equipo numeroso y la de PDF para los que sean pocas personas quienes la vayan a consultar.

¿Cuál es el formato de tu #guíadeestilo? La mayoría la tienen en PDF. Clic para tuitear

Herramientas para crear tu Guía de estilo

Hay montones de herramientas para contenidos (en mi directorio encontrarás casi 200 doblemente categorizadas), selecciono solo algunas de las que me parece se pueden aprovechar mejor para una Guía de estilo.

Guía de estilo en versión web

Opciones para crear una Guía de estilo web, de más complejas a más sencillas:

  • Un software de edición colaborativo tipo wiki es una buena opción cuando hay modificaciones constantes, aunque implica que todos tienen conocimientos técnicos para actualizarlo. El más conocido es MediaWiki, aunque hay otros en el mercado como DokuWiki.
  • Puede recurrirse a cualquier CMS como puede ser WordPress, aunque la mayoría de funcionalidades son innecesarias.
  • Una herramienta específicamente pensada para documentación de código puede orientarse a Guía de estilo, como puede ser Documentator, o incluso una plantilla de manual de identidad como la de Milanote puede incorporar algo más que la visual.
  • Servicios para crear webs sin saber código son el recurso más fácil para no recurrir a desarrollos específicos. Brandland de Zendesk es un buen ejemplo de libro de marca y de lo que puede hacerse con Webflow, aunque también pueden utilizarse opciones mucho más sencillas como Caard o Typehut.
Herramientas para crear tu #guíadeestilo en versión web. Clic para tuitear

Un punto intermedio entre la opción web (Guía editable) y la siguiente (sin posibilidad de actualizar) es un documento compartido en Drive o similar en donde se gestionen permisos y versiones, además de permitir guardar en PDF e imprimir.

Guía de estilo en versión PDF

Un archivo en PDF no se puede editar, por eso es la forma más fácil de crear y controlar una Guía de estilo. Esto es muy práctico cuando siempre la utilizan las mismas personas porque solo han de preocuparse de guardar en PDF el Word o PowerPoint que utilizan y, por ejemplo, enviarlo a alguien que colabora puntualmente.

Si se quiere ir un poco más allá: para que el PDF sea más visual, sirven las mismas herramientas con las que crear ebooks, como Beacon o Lucidpress, y, para leerlo con más estilo, se puede utilizar cualquiera para convertir el PDF a HTML5, como Flipsnack.

Cómo crear tu Guía de estilo

Todas estas opciones que acabamos son solo un forma de mostrar el contenido de la Guía de estilo, pero primero hay que pensarlo y consensuarlo. Tienes todas las indicaciones y recomendaciones en el tercer capítulo de mi libro «Pilares del contenido«.

[Contenidos] +175 Herramientas para todas las tareas relacionadas con los contenidos

Las personas que trabajan con contenidos necesitan herramientas, de eso no hay duda. Además, es más fácil de lo que parece asignarles recursos. El principal problema es que hay muchas, quizá demasiadas. Más aún si se tienen en cuenta todas las tareas que pueden relacionarse con los contenidos.

Yo hace años que voy recopilando herramientas de formas diversas, como posts, ebooks, enlaces guardados en Pocket, Wakelet, Pearltrees, listas en Twitter y hasta en List.ly o Trello. Pero la mejor forma ha sido crear una base de datos en Notion. El año pasado empecé a poner orden y el resultado es un directorio muy completo que he decidido hacer público y, además, rentabilizarlo.

La verdad es que no tenía claro si merecía la pena hacerlo hasta que Jaime compartió sus datos: su proyecto empezó igual que el mío y él estaba sacándole rendimiento, ¿por qué no probar con mi lista de herramientas? Ya sabes que me gusta experimentar, así que revisé cómo lo había hecho él y alguien más y me puse manos a la obra.

Como ya llevaba un año llenando la base de datos, fue fácil para montar el resto del proyecto y en un par de días lo tuve listo. Aún así, aproveché para revisar toda la base de datos, más de 175 herramientas, y la semana pasado lo compartí con mis suscriptores. Confieso que sirvieron de conejillos de indias, pero el resultado ha sido sorprendente y por eso ahora lo lanzo oficialmente.

Tienes todas las respuestas a qué es el directorio, qué tipo de herramientas hay y cómo acceder a la lista en mi centro de recursos.

[Contenidos] Hacer content curation sirve para crear una marca personal

Cada content curator es diferente: todos sienten curiosidad pero tienen su propio criterio y en base a él construyen su comunidad. Lo personal se convierte en corporativo cuando se crea la estrategia de content curation para las redes sociales de una empresa, pero siempre hay una persona detrás. Y las mismas tareas que se hacen para el trabajo (con o sin programa de embajadores) se pueden aplicar a un hobby o a la marca personal. Más aún si hablamos de hacer content curation en LinkedIn.

Viendo lo que se publica en esta red social profesional, acaba siendo evidente que se usa para contar los méritos propios, sean personas o empresas. Supongo que las segundas creen que así «entran ganas» de trabajar con ellos y que las primeras buscan «despertar el interés» en reclutadores y clientes potenciales. Pues no hace falta caer en el egocentrismo para crear una marca personal, de hecho, hacer content curation demuestra ciertas habilidades que pueden ser más interesantes que hablar de uno mismo.

Destaco las que me parecen más relevantes para cualquier tipo de empleo:

  • Estar al día: un curator lee mucho, mucho más de lo que comparte. Así que sabe bien qué se cuece en su entorno y cuáles son las fuentes más fiables de su sector.
  • Sentido crítico: después de tanto leer, un curator puede valorar la calidad de una pieza, encontrar sus puntos débiles y fuertes.
  • Capacidad de análisis: gracias a su interpretación de la información y la visión de diferentes ángulos, un curator llega a sus propias conclusiones (esto es bueno, sí, lo es).

La curación de contenidos también permite escribir mejores artículos, pero no todos los puestos lo requieren mientras que los tres puntos anteriores deberían ser obligatorios sin importar el puesto o el sector.

Hacer #contentcuration es beneficioso para la marca personal: no hables solo de ti, enlaza a contenido de otros. Clic para tuitear

Opciones de LinkedIn para hacer content curation

En España hay unos 12 millones de usuarios en LinkedIn: alguno estará ahí para encontrar y no solo buscar. Por mucho que Facebook haya incluido un apartado para ofertar empleos en las páginas de empresa, LinkedIn no ha perdido esa posición: es el lugar en el que (se supone) resulta más fácil encontrar candidatos y clientes. Así que es un buen lugar para hacer content curation y demostrar de forma práctica que valemos más de lo que pone en el CV.

Si quieres otro incentivo, el Social Selling Index de LinkedIn valora «descubrir y compartir actualizaciones que incitan a la conversación para crear y fortalecer relaciones», ¿no te suena a que premia hacer content curation? Así se demuestra que es verdad esa etiqueta de «experto/especialista» que tan fácil resulta ponerse en los perfiles sociales.

LinkedIn se centra en la búsqueda de empleo y por eso ayuda a que los candidatos brillen compartiendo contenido. Hay varias funcionalidades que sirven para facilitar el trabajo del curator, por ejemplo: el buscador no está nada mal y los hashtags son una buena ayuda para identificar personas y contenidos relevantes.

En mi guía «Content curation en LinkedIn» puedes encontrar una lista con todas las opciones.

Recuerda que lo básico para una buena curación es la selección de fuentes, así que los contactos y los hashtags que se siguen en LinkedIn así como los grupos de los que seamos miembros serán lo que determinará la calidad de lo que tendremos que seleccionar y decidir si compartir o no.

Para saber más sobre marca personal, pásate por la selección de Guillem en Flipboard o hazte con alguno de los libros de Andrés.

[Contenidos] Cinco preguntas que confirman que vives en la década pasada

¿Te apetece hacer un viaje en el tiempo? No será muy lejos, solo a la década pasada. Vayamos a principios de 2010. Sí, había redes sociales, aunque no eran como ahora. Es fácil imaginarse una Red sin Google+, pero ¿y sin Pinterest, Instagram o SnapChat? Estaba Facebook y Twitter, como cuando estaba la primera y la segunda cadena. Sí, también había blogs, pero vivíamos en la blogosfera. Quedémonos ahí por un momento.

¿Por qué te llevo a aquella época? Para que recuerdes las dudas que tenías entonces y consigas superarlas de una vez por todas y así hagas que tus contenidos sean mejores hoy, ahora, no la década que viene.

En estos años me han hecho muchas preguntas, las más típicas:

¿Qué extensión ha de tener un post?

No puedes medir un contenido por el número de palabras que tiene, tampoco una novela ni una película por su metraje. Escribe lo que sientas que tienes que escribir y listo. Sí, los redactores profesionales cobramos por palabra, pero porque hemos de cuantificar de alguna manera nuestro tiempo.

Existe una variante a esta pregunta: ¿cuánto hay que publicar? Lo que puedas y seas capaz de gestionar para conseguir tus objetivos.

Si pongo enlaces, ¿se irán y no volverán?

La respuesta fácil es que no, seguro que volverán. Pero puedes usar la opción de abrir en una ventana nueva para prevenir. La respuesta ¿mal educada? es contestar con otra pregunta: «¿lo haces tú?» Si dice que sí, no hay debate posible, no cambiará de opinión (el ladrón cree que todos son de su condición); si dice que no, aún hay esperanza aunque puede ser complicado ajustar la confianza que tiene en el usuario porque ya empieza dudando.

Los content curators sabemos cuánto se gana enlazando, por eso quienes se plantean esas cuestiones nunca lo podrán ser.

¿Cuál es el mejor momento para publicar?

Con las estadísticas hemos topado: publica, revisa tus datos y decide cuál es el mejor momento para publicar en tus canales. Repito: tus datos y tus canales porque se trata de tu audiencia. No todas las comunidades son iguales, afortunadamente, así que no hay un momento ideal para todo el mundo. ¡Qué saturación de contenidos supondría que todos siguiésemos las mismas recomendaciones!

¿Necesito un perfil en todas las redes sociales?

No. Experimenta si quieres y tienes tiempo, pero no, no has de estar en todas las redes sociales que van a apareciendo. Más que nada porque las dejarás de lado en cuanto te des cuenta del tiempo que se necesita para tener una presencia real y no solo testimonial.

¿Penaliza utilizar herramientas de gestión de perfiles sociales?

No está del todo demostrado es la respuesta más directa, pero da pie a que los seguidores de la teoría de la conspiración se vengan arriba y nunca estarán contentos: un «sí» les hará desconfiar de herramientas que claramente son útiles y un «no» les hará desconfiar de ti por no estar tan al día como ellos.

El problema de los algoritmos, sean de Google o de cualquier red social, es que cambian constantemente así que lo que antes era válido puede no serlo ahora.

No existe la respuesta perfecta

Preguntar es muy fácil, quizá demasiado en esta era tan social. Algunas preguntas se hacen porque no se sabe la respuesta, pero otras es porque se busca confirmar la que ya se tiene. Para los dos tipos de preguntones sirve la misma respuesta: deja de cuestionarlo todo, acepta una opción y ponte en marcha porque no existe la respuesta perfecta. Hay que conocer bien la situación de quién pregunta, no hay una solución mágica que responda a todos.

Lo que también es seguro es que las preguntas necesitan un contexto temporal porque caducan y parecen taaan del siglo pasado (o de hace un mes).

¿Aún sigues preguntándote por la extensión de un post o cuál es el mejor momento para publicarlo? Déjalo ya, no existe la respuesta perfecta. Clic para tuitear

[Contenidos] Usar herramientas de content curation es obligatorio

Estamos rodeados de herramientas. Si repasas tu día, seguro que has interactuado con unas cuantas, aunque quizá las llamas de otra manera (máquina, electrodoméstico, vehículo, dispositivo, cacharrito…). En contenidos, se puede distinguir entre las que nos ayudan en el trabajo artesanal o manual y las que nos evitan el trabajo mecánico o automático.

Un repaso rápido a las herramientas de creación de contenidos: WordPress y sus plugins, el servicio de emailing como es MailChimp en mi caso y los cientos de opciones para las redes sociales, por ejemplo para automatizarlas. Además, las de creación de imágenes o vídeos, de optimización o de organización para calendario editorial. Los que nos dedicamos de alguna manera a los contenidos estamos acostumbrados a manejar unas cuantas herramientas.

El content curator y las herramientas de content curation

Un curator que no conoce alguna herramienta de content curation no está haciendo bien su trabajo. El principal motivo para saber cuáles existen en el mercado y para utilizarlas es el mismo que para cualquier tipo de herramienta: simplifica las tareas cotidianas. Y al curator esto le conviene porque tiene poco tiempo y mucho que hacer:

  • Descubrir contenidos: lo más automático, la agregación en esta etapa de la curación funciona muy bien para evitar redundancias y elegir lo más destacado. Quizá es donde más sentido tiene utilizar herramientas.
  • Organizarse: lo más personal, pero también las herramientas ayudan al curator a no desbordarse con lo que ha encontrado.
  • Seleccionar las piezas: lo más manual, aunque también hay herramientas que utilizan sus propios criterios de selección.
  • Compartir contenidos: también se puede automatizar después de seleccionar, igual que se haría con una pieza de creación. Precisamente para combinar ambas fuentes, lo mejor es usar herramientas para programar los contenidos.

¿Cuál es la mejor herramienta de content curation? Clásica pregunta sin respuesta: la que más te ayude.

Un buen content curator utiliza alguna herramienta, por ejemplo para automatizar procesos rutinarios. Clic para tuitear

Excusas para no utilizar herramientas de content curation

Me sé todas las excusas, son muchos años dando clase sobre este tema:

  • No tengo tiempo de identificarlas: buscar herramientas en Google, es encontrar posts de listas, por ejemplo el mío.
  • Hay demasiadas herramientas: pues sí, porque las hay para cada etapa, pero también hay posts que las seleccionan, por ejemplo por funcionalidad.
  • No tengo tiempo de probarlas: esto es inevitable, pero puedes centrarte en las que más se suelen recomendar.
  • Son de pago y no tengo presupuesto: mala excusa porque hay muchas gratuitas, de hecho hay quien combina varias gratis para no pagar ninguna.
  • No tengo tiempo en mi día a día: cada uno sabe cómo se organiza, pero incluso con poco tiempo se puede hacer curation.

Son excusas que demuestran que no se valora la curación dentro de la estrategia de contenidos.

Soluciones a las típicas excusas para no utilizar herramientas de #contentcuration. Clic para tuitear

¿Es obligado o se puede hacer curation sin herramientas?

Yo creo que sí, es obligado conocer y usar alguna de las muchas que hay. Pero si consideras las propias redes sociales como única fuente, reconozco que es posible hacer curation sin herramientas. Lo malo es que no todas las redes tienen funcionalidades enfocadas a las diferentes fases de la curación de contenidos (Twitter más que Facebook) así que puede aumentar la dedicación y convertirse en una pérdida de tiempo que derivar en abandonar esta estrategia de contenidos.

Mi recomendación es probar con las herramientas gratuitas y, a partir de ahí, invertir para añadir las funcionalidades según se vayan necesitando porque, insisto, no hay una que sirva para todos por igual.

¿Se puede hacer #contentcuration sin utilizar una sola herramienta? Clic para tuitear
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