Hoy es un día raro, así que lo acabo con un post raro compuesto por un par de noticias del mes pasado. Las dos tienen en común un soporte poco habitual, el papel.
Para empezar, te recomiendo la lectura de «Reclamo publicitario en los pañuelos de papel«, la Crónica desde Osaka de Jordi Juste. Así me he enterado de que en Japón regalan pañuelos de papel por la calle. Al final del año se reparten gratuitamente este país cuatro mil millones de paquetes.
En la parte de atrás se insertan mensajes publicitarios de todo tipo y los paquetes se entregan solo a aquellos peatones que encajan en el perfil. A los anunciantes les cuesta menos de 10 céntimos y consiguen que tres de cada cuatro japoneses los lleven en sus bolsillos.
Esta noticia me recordó un pequeño recuadro del Dominical de El Periódico del día de Reyes titulado «Inspiración de papel» que anunciaba la creación de la Napkin Notebook (una foto). Para crearla, en la agencia Euro RSCG han unido unas cuantas servilletas de papel con una espiral y han añadido un boli. Está a la venta en el MoMA pero te saldrá más barato comprar una libreta de las de toda vida.
Pensando en Japón, no me imagino que aquí se hiciese lo mismo: ¿regalar algo útil que no lleve la estampación de la marca? Y también me cuesta que alguien crea que un elemento de rápido consumo como es una servilleta se pueda utilizar para conservar grandes ideas.