Hace unos días que en Marketing directo publicaron los resultados de la 4ª ola de Barómetro de Personality Media. Además del Top10 de los más valorados y conocidos (con Matías Prats, Amparo Baró, Antonio Banderas, Pau Gasol, Rafa Nadal como el Top5), hay un par de datos interesantes:
- El 69% de los consumidores consideran más atractivas o mucho más atractivas las campañas con presencia de personajes populares. ¡Y sigue subiendo!
- Entre los años 2006 y lo que llevamos del 2007, el uso de personajes famosos como prescriptores de una marca ha aumentado en un 20%.
Recupero estos números porque en apenas una semana se han publicado dos noticias relacionadas con famosos que representan productos:
- Nicole Kidman denuncia a un diario por decir que no usa el perfume que representa
- Teri Hatcher ha sido demandada por usar un producto de la competencia
Si después de pagar millones porque un famoso represente a una marca, la prensa descubre que en realidad no la utiliza, qué es mejor ¿callarse o denunciarles?
En un mundo ideal, los famosos utilizarían ese perfume o ese pintalabios porque les gusta, no porque les pagan por llevarlo. En un mundo ideal, las marcas buscarían al famoso que ya usa sus productos y se los regalaría para que no dejase de hacerlo. ¿Te acuerdas de Forrest Gump y su raqueta de ping pong?
En mi mundo, no me importa qué perfume usa ella porque ya uso uno que me gusta (y desde luego no es Chanel).
Algunas campañas con famosos: Coco Mademoiselle, Nespresso, Reebok, Ferrero, Dewarism, Magnum…