Media News S06 A12

Internet
Diego Coquillat hace un buen resumen de acciones que pueden realizar las empresas para enamorar a sus clientes aprovechando que la semana que viene es San Valentín. Llego a su post vía MktFan pero la verdad es que ya llevo algunos días ‘sufriendo’ de corazoncitis aguda o como sea que se diga a estar rodeada de concursos (algunos de dudosa legalidad) que piden que envies fotos o hagas algo romántico para conseguir otro algo romántico para disfrutar con tu pareja. Lógicamente, el premio es mayor que el esfuerzo que se pide a los participantes pero hay tantos que es difícil elegir y al final sí que hay que tomar una decisión. Aunque otra posibilidad es participar en todos y así, abarcando como en un abrazo enorme, tener más probabilidades de ganar. Estoy hablando de concursos pero también se aplica a la necesidad de estar en todas las redes sociales.

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Lo de Axe ha estado claro desde siempre: desodorante para hombres que atrae mujeres como moscas. Su público estaba clarísimo y los protagonistas de sus campañas lo dejaban bien claro. Pero ahora, inexplicamente, se les ocurre hacer un Axe para mujeres. Se supone que como edición limitada pero, de golpe, adiós al encanto del producto. Por muy curiosas que sean las gráficas o el spot y su efecto en cadena, este test supone un cambio de rumbo que no tiene sentido aunque sea para tratar de ampliar mercado. Repasando los últimos spots de desodorantes que recuerdo, tanto de hombre como de mujer, está claro que ninguno se parece a Axe, lo cual teóricamente es bueno. Pero después de haber visto tantas y tantas veces el prototipo de hombre Axe me cuesta de imaginar un prototipo de mujer Axe al que vaya destinado este producto.

Cine
Podría hablar del tráiler de «Los vengadores» en la Super Bowl o de cualquiera de los otros avances que dieron, de lo raro que sonaría que los Oscars los diesen en el Nokia y no en el Kodak Theatre o de que quieran hacer un musical de «Regreso al futuro». Pero la verdad es que prefiero hablar de que en Blog de cine han hecho una lista de 10 duelos del western. Como este género no es precisamente actual, no suele ser motivo de posts interesantes, por eso me gusta volver a ver esas míticas escenas recopiladas de YouTube. Sin duda me quedo con «La muerte tenía un precio» porque la combinación de Leone-Morricone tampoco tiene precio en esta, una de mis favoritas de la trilogía.

Televisión
Lo de los derechos de la Fórmula 1 este año no lo acabo de pillar: ¿Antena 3 se los queda después de haber dicho laSexta que no? Vale, no quedaban muchas más cadenas dispuestas a comprarla porque ya TeleCinco había dicho que no… pero si éstas dos se habían fusionado, ¿a ellos sí les sale a cuenta? Rozaría lo patético si finalmente la acaba emitiendo laSexta en lugar de Antena 3 aunque la pague la segunda. Y, lo peor, es que el equipo podría ir de un sitio a otro, ya en su tercera cadena. No le veo sentido. De todos modos, yo me quedo con TV3 que, aunque a veces no saben lo que dicen, por lo menos seguirán un par de años sin interrumpir constantemente la emisión.

Media News S05 A12

Sin quererlo, el post de hoy va todo sobre credibilidad…

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Todo ‘el problema’ empezó cuando en los anuncios veíamos a médicos pero imaginábamos que eran actores así que no nos creíamos el mensaje. Contribuyeron a dar confianza a la información que saliesen presentadores o periodistas conocidos pero sabíamos que habían cobrado así que tampoco es que fuesen 100% confiables. Vino entonces la letra pequeña a intentar convencernos de que lo que cuenta la publicidad es verdad (aunque algunos la hicieron tan grande como su slogan para decirnos que era ‘verdad de la buena’) y salieron números de colegiados para los médicos y DNIs o cosas como ‘personas reales, no actores’ que recuerdan a aquella campaña a favor de la ‘belleza real’. Pero ‘el problema’ persiste: no me lo creo. ¿Alguien lo hace?

Televisión
‘El problema’ de la credibilidad televisiva empezó antes de la telerealidad pero por culpa o gracias a ella (según se mire) se ha hecho aún más evidente. Cada vez es más fácil tener cinco minutos de fama en la caja tonta porque cada vez hay más programas que buscan, igual que en publicidad ‘gente de la calle’. Programas que enseñan casas y barrios que no aparecen ni en los informativos y personas que intentan aprovechar su vete-a-saber-qué para participar en un concurso porque ya no basta con el bocata que ‘pagan’ por estar de público. Si tengo que elegir, prefiero una serie o una película que al menos ya sé desde el principio que lo que explican es ficción.

Internet
Se habla de influencia como una manera más de saber si las cosas se están haciendo bien o mal, por ejemplo, en medios sociales pero no siempre influencia es sinónimo de credibilidad. Se supone que necesitas lo segundo para conseguir lo primero, es decir, si posteas algo de una procedencia poco clara es probable que nadie se lo crea y, por tanto, que consigas influir a alguien con ello. En este sentido, añadir los enlaces a las fuentes consultadas ayuda a que algo parece más fiable y, por tanto, compartible. Hay quien se cree tan influyente que no necesita ya no enlazar, ni tan siquiera mencionar la fuente. No se dan cuenta que lo que hacen es perder credibilidad… y, a la larga, esa influencia de la que tanto alardean.

Cine
Hablar de credibilidad en el mundo del celuloide puede enfocarse, por ejemplo, considerando si los actores transmiten bien el personaje que interpretan o se limitan a recitar el guión o si los efectos especiales o la parte digital de la película parecen falsos. Nombres de actores o directores influyentes suelen ser, como hablando de medios, también sinónimos de credibilidad o de calidad en su trabajo. Por eso sus nombres llenan carteles con frases típicas tipo ‘de los creadores de…’, porque deben transmitirnos la confianza suficiente como para repetir la compra. También pasa con los críticos, si sus comentarios sobre una película que hemos visto se parecen a los nuestros también diremos que es creíble.

Actualización 9 de febrero: J hace un post sobre la fiabilidad de la publicidad que merece la pena leer.

Media News S04 A12

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Hacía tiempo que H no me traía nuevas campañas pero este lunes Telecinco estaba algo descontrolado porque en 2h que dura la sesión semanal de «CSI» puso el nuevo spot de Lancia cuatro veces: la primera me quedé pegada, la segunda me fijé en los detalles, la tercera me pareció un chiste y la cuarta cambié de canal. Ojalá me encuestasen de Lancia para saber su notoriedad, les podría decir que son unos pesados. Pero más allá de la planificación, el anuncio me llama la atención por la palabra ‘historia’ mezclada con las características que quieren transmitir de sus diferentes modelos. Así que mientras van diciendo palabras como ‘elegancia’ o ‘innovación’, ponen el nombre e imágenes de sus coches. ¡Qué anuncio más desaprovechado para contar su historia! Si ésta es igual a un ojo que parpadea, unas hojas que se caen y una chica dando vueltas… qué historia más pobre.

Televisión
Hay programas que parecen de otra época. Por sus decorados, sus presentadores que siguen aferrados al atril o simplemente por el formato que increíblemente nadie actualiza. Poner la tele y acordarme de esos horribles programas en los que se hacía bailar al público (un trabajo nada bien pagado por ese suplicio) a ritmo de politono (o similares) me da escalofríos. ¿Todavía se hacen? Sí, pero menos mal que parece que ya queda menos para que desaparezcan del todo. ¿Y aún hay gente que se atreve a decir públicamente que su sueño es salir en la tele? Pues eso es lo que ha dicho una de las participantes del último «12+1» según el corte promocional que también vi con horror el lunes. ¿Qué clase de telespectadores se están creando? ¿Unos que aplauden cuando se les dice aunque no estén en plató, que quieren sus momentos de fama?

Cine
La muerte de Theo Angelópoulos me lleva inevitablemente a pensar en las cosas que se dejan inacabadas al morir. Y no digo un blog o una cuenta en una red social, sino algo creativo que solo está en la mente, en este caso, del director pero que también podría ser la del guionista. Lo siento por los actores pero se ha demostrado demasiadas veces que, por muy desafortunado que haya sido el motivo, su trabajo puede clonarse digitalmente para salir del paso. En cambio, cuando se cambia el director o al guionista, la historia muta, ya no es la misma. Algo se pierde cuando uno de ellos cambia o abandona por cualquier causa un proyecto. Es ese algo que ponen de su parte. Llámale visión, creatividad, pasión… pero es algo que otros no tienen o desde luego no tienen del mismo tipo.

Internet
Los medios sociales son jóvenes comparados con otros medios pero han tenido tiempo de vivir muchas fases. Ayer hablábamos de ese momento de euforia mezclado con la inocencia del descubrimiento por los que ya han pasado y extralimitado ‘los grandes’ como Facebook o Twitter pero que, según María, todavía está viviendo Google+. Y, felicitando a Antonio por su 11 blogversario, me da por pensar en los blogs y en sus fases y, mezclado con el tema anterior del cine, reafirmo mis ganas de que no mueran, de que alguien siga teniendo ganas de dar su visión de la realidad en algo más que 140 caracteres. Porque todavía hay mucho que contar, muchas historias reales que explicar, leer y enlazar. Porque aunque ya hay blogs con publicidad o con empresas detrás, se siguen abriendo personales. ¡Menos mal que aún hay opinión!

Media News S03 A12

Cine
Dedicándome a lo que me dedico, es lógico que para mí lo más importante de una película sea el guión. Ahora bien, la segunda cosa es la forma de contar esa historia, sobre todo con tanta revisitación que hay hoy en día. La mezcla de esos dos puntos de vista, el del guionista y el del director, es lo que da como resultado una buena película. Justo lo que no le pasa a la segunda parte de «Sherlock Holmes» porque eso que llaman «Juego de sombras» es un claro ejemplo de que, por mucho que Guy Ritchie cumpla con la parte visual (aunque quizá en exceso en algunos momentos), el guión es  soporífero. Pasados 20 minutos ya quería que se acabase y solo en algunos momentos conseguió despertarme. Una lástima porque justo ahora que la serie de la BBC ha emitido su segunda temporada, la película queda en mal lugar.

Televisión
Ya he dicho por aquí alguna vez que no soy precisamente seguidora de «Los Simpson» pero viendo el reto de ver sus 500 capítulos seguidos creo que tampoco lo aguantaría un superfan. Así que la pregunta que me hago es si yo lo haría (o al menos me lo plantearía) por alguna de las series que sigo actualmente… y la respuesta sigue siendo no. Mi máximo (creo recordar) es de 4 capítulos seguidos pero la verdad es que se disfrutan más si se deja pasar un tiempo entre episodio y episodio. Eso de los maratones me parece más llevadero con películas pero en las series, aunque sean cortas como las de animación,  pasan muchas más cosas y los guiones tienen más peso.

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Interesantes datos los del impacto de los spots navideños. Llego a ellos por Javier Valera y me hago la misma pregunta que deben estar haciéndose los de Freixenet: ¿qué ha pasado este año que no hemos tenido la notoriedad de otros años? Y la que deben hacerse los de Loterías: ¿qué haremos el año que viene para mantener esta notoriedad? No tengo respuesta para ninguna de las dos, para qué engañarse, eso es algo que solo saben los que tienen más información que un número en un gráfico. Pero algo sí sé y es la diferencia entre uno y otro: una cuenta una historia y otro no, al menos este año.

Internet
Interesante ejercicio el que proponen en Ingresos al cuadrado: ¿qué cambiaría de este blog si fuese a trabajar en él todo el día? En otras palabras, ¿cómo tendría que ser mi blog para reflejarme como blogger profesional? Esta pregunta me la he hecho muchas veces desde que soy autónoma y la he intentado ir solucionando poco a poco manteniéndome fiel a lo que d+m significa para mi: un lugar donde ir contando lo que me pasa por la cabeza. La diferencia creo que está en que ahora explico más de mi vida profesional que antes pero no porque diga para quién trabajo sino porque cuento lo que de ello aprendo. Creo que esta es la diferencia entre un blog personal y uno profesional más que poner publicidad o vender servicios desde aquí.

Media News S02 A12

Televisión
Hay teasers que engañan: una imagen y una voz leyendo un texto con el nombre, día y hora. Nada más. Así no se sabe si es un programa o una serie, si es de aquí o es de allí. Nada. Es lo que me pasó con «La fuga» y su teaser. Después de en el primer corte dejarme con las ganas de saber de qué iba eso (aún sin saber si era programa o serie), en el segundo dieron más pistas. ¿Una una plataforma petrolífera reconvertida en cárcel de máxima seguridad? ¿Dónde he visto yo eso? Se me ocurre que en «Cara a cara» pero aún hay que añadir otra cosa a la españolización porque la (supongo) protagonista suelta eso de que entra para ayudar a escapar a su marido. Ya está, «La fuga» es ahora «Prision break».  Considerando que esta serie se estrenó en 2007, vamos con 5 años de retraso a la hora de crear guiones.

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Podría hablar del spot de Opel Zafira y su slogan «Lo difícil es hacerlo fácil» o de la publicidad que insertó Cuatro para Afflelou en «Mentes criminales». Pero al ver lo que ha hecho la empresa Manikako con su campaña «Gift of life», el resto es menos interesante. Me he acordado de aquellos spots que eran cortos en sí mismos, auténticos guiones que merecerían el Oscar más que algunas películas. Porque sí, hay muchos tipos de publicidad pero la que más me gusta, la que para mi es buena de verdad, es la que cuenta historias. El único problema que le veo a la que explica Manikako es la colaboración de Energizer porque, seguramente al no conocer al anunciante, le quita protagonismo.

Cine
Dos noticias. 1/ Hablando de Oscars, ya falta poco para que se celebren y ya se están calentando motores con el vídeo de presentación del que llaman «host»: Bill Crystal. Un clásico que volverá a hacernos reír con su toque. 2/Se cumplen 50 años desde que se oyó por primera vez en pantalla eso de «Bond, James Bond» y para celebrarlo han sacado un enorme pack con las 22 películas en blu-ray. El precio, lógicamente, es caro para los no-coleccionistas de DVD pero seguro que los 007maníacos no le harán un feo a 130h de material adicional. Con el tráiler que han hecho, además, entran ganas de ver «Skyfall», la próxima entrega con Daniel Craig.

Internet
Una de las cosas que me gusta de Internet es que se pueden hacer muchas cosas sin saber obligatoriamente de programación. La parte técnica, esa que obligaba a saber lenguajes con nombres que tenían + sin ser G+, ha ido pasando a segundo o tercer plano y por delante suyo se ha quedado lo importante: la idea. Eso es lo único que hace falta, tener algo que otros no tienen o, en su defecto, ofrecerlo de manera que los otros no sepan. Ideas hay muchas y cada día vemos nuevos negocios online que aparecen como setas. Hace tiempo, bastante, que no veo uno abrirse en mi barrio, al contrario, se cierran. En cambio, en Internet no paran de abrirse.

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