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Televisión
Hay debates que parece que nunca vaya a acabarse y se hacen pesaditos: ¿el prime time acaba muy tarde? Todo el mundo lo sabe… pero ahí sigue, noche tras noche, alargándose como si no hubiese un mañana en el que madrugar para ir a trabajar. El Parlamento quiere que se adelante, pues a ver quién es el primero que hace caso a su sugerencia. De momento, la televisión pública añadirá un indicativo de que el programa acaba pasada la medianoche. Es un buen principio, aunque a este paso vamos a necesitar un televisor más grande para poder seguir viendo el programa si siguen añadiendo avisos en sus esquinas. Y es que, si esto lo hiciesen otras cadenas, el símbolo en cuestión estaría perpetuamente ahí.

Cine
Ver un tráiler y que te entren ganas de ver una película… ¿cuántas veces se consigue eso? A mí cada vez me pasa menos. Lo último ha sido ver el tráiler de «Intensa-mente» («Inside Out») y que me entrasen ganas de ver… ¡una serie de televisión! ¿Quién se acuerda de «La cabeza de Herman«? Es una sitcom de principios de los 90 y quién sabe si hoy resultaría graciosa, pero el principio es el mismo: voces interiores que dictan nuestros actos. Así que ahora estoy dividida, entre ver la película como si fuese una nueva (e interesante) idea y buscar a ver si encuentro capítulos o fragmentos de la serie. De todas formas, diría que fue una serie minoritaria así que pocos deben estar teniendo este mismo problema.

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Ya estamos en época de perfumes y, entre tanto olor, va BMW y nos habla de aire fresco en la cara para su nuevo spot para la serie 4. Literalmente. Además, no nos pone un coche en lo alto de un acantilado o al copiloto con la ventanilla bajada como ya se ha hecho en tantas ocasiones. Qué va. Nos muestra un plano subjetivo de alguien en una lancha o, quién sabe, de la propia lancha. Y entonces es cuando aplaudo, al oír: «eso es lo que se siente al conducir un BMW». Simplemente, me encanta la idea. Quizá porque a mi me gusta ese golpe de aire en la cara y me han atraído por eso. Quizá porque tengo la nariz tapada de tanto perfume y necesitaba una bocanada de aire fresco.

Internet
Esta semana es una de esas semanas en las que Internet está en boca de todos. Pero por malas noticias, aunque sean nombres propios y reconocidos por todos, es por malas noticias. Hace ya tiempo que la Red se ha convertido en fuente de información para muchos informativos y programas, digamos, de humor. Pero cuando la propia noticia es la Red suele ser para dar malas noticias. Parece que en eso no se avanza mucho, quizá por eso solo vean la parte negativa y no se hable tanto de las cosas buenas que puede dar y que, sin duda, también pueden ser noticia. Verlo como algo más que un medio es el primer paso.

[Contenidos] El famoso al que le gustarán tus contenidos es…

Hoy quisiera hablarte de famosos y me gustaría que hicieras un ejercicio mental mientras lees. No te asustes: mi planteamiento es sencillo y está relacionado con los contenidos, te lo aseguro. Pero no desde la perspectiva de RRPP, blogger relations, influencers, reputación, gurús… nada de eso. No es ese tipo de famoso al que le gustarán tus contenidos, aunque sí lo podrás utilizar para llegar a conocerle. Pero vayamos por partes.

Lo primero, piensa en un famoso. Quien quieras. Ya dije que no se trata de definir la popularidad ni ninguna palabra relacionada. Así que piensa en alguien que tú consideres famoso. Puede ser un político, un actor, una cantante o tu escritora favorita. No importa el motivo por el que consiguió esa fama, solo que tú lo sepas y hayas seguido un poco su trayectoria.

Siguiente paso, imagina que mañana ésta persona llama a la puerta de tu tienda, oficina, casa o donde sea que estés trabajando y te pide que le enseñes tu negocio. Para este ejercicio sirve tanto que le abras tu fábrica de miles de metros cuadrados como tu casa para enseñarle tu despachito de freelance. Supongamos que superas el primer impacto y te comportas como un buen anfitrión. Ahora responde a estas preguntas:

  • ¿Qué le enseñarías y qué ocultarías?
  • ¿Algún lugar concreto donde te pararías para destacar algo?
  • ¿Por dónde empezarías y dónde acabarías?
  • El tour acaba y esa persona ha de irse, ¿qué le dirías como despedida?

Un último esfuerzo para tu imaginación: imagina que alguien te para por la calle y te dice que quiere conocer tu negocio. No es alguien famoso, es un desconocido. Pregúntate una sencilla cuestión: ¿le tratarías igual que al famoso?

Varias opciones en las respuestas posibles: sí, si tienes tiempo; no, si no te fías; quizá, según cómo te pille el día. La correcta sería que según si ves en ese desconocido un cliente potencial, ¿no te parece? Míralo desde ésta otra perspectiva: ¿viste un cliente potencial en tu famoso o solo el hiciste el tour porque era famoso? O, si cada día un famoso te hiciese la misma petición, ¿siempre reaccionarías con la misma predisposición?

Por último ya sí, aplícalo a los contenidos de tu web: cada persona que entra a tu web, igual que la que entra a tu tienda, es un cliente potencial. No importa si es famoso o no, tú eres quien lo ha de convertir en alguien importante al darle todo lo que necesita para estar a gusto en tu web. Cualquier visitante puede ser un famoso, trátale como tal. A la hora de crear contenidos, hazlo como si fuesen para alguien popular, influyente, gurú…

Si conoces tan bien a esa persona desconocida como a un famoso, sabrás qué contenidos quiere conocer, qué destacar, qué camino seguirinvestiga para saber mejor quién es y cómo es el público objetivo de tu web, de tus contenidos. Así y solo así, estarás creando contenidos para alguien a quien dedicarás tanta atención como a un famoso.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 185 (24 de febrero de 2014).

10 años escribiendo en blogs, 5 de forma profesional

Hoy este blog cumple 10 años, toda una década descargando ideas al principio más sobre medios y ya más recientemente sobre mi profesión donde también escribo para blogs de empresas. Sigo viendo que algunos empiezan su blog y explican los milagros de tenerlo, entonces recuerdo cuando éramos unos pocos viviendo algo similar pero más como una comunidad y no tanto por el negocio. Sí, d+m empezó como un blog personal y ha acabado pareciéndose a un blog corporativo solo porque hace 5 años me hice autónoma y docente. Caramba, hasta podría celebrar 7 de escritora, 7 de mi Tumblr y 7 de mi Twitter. ¡Muchas fechas importantes estos días!

¿Cómo quiero celebrarlo? Si pienso en la parte corporativa, lo más habitual es montar una fiesta de esas de despacho con pica-pica y quizá hasta networking entre los invitados… pero no tengo oficina, trabajo feliz en un habitación de mi casa. Si solo se tratase de un blogversario, lo habitual es alguna de estas cosas:

  • la blogosfera ha cambiado, mi vida también, eso da para mucha reflexión… pero no quiero ponerme nostálgica.
  • he escrito casi 1900 artículos (1893 concretamente), unos 15 al mes o 3 a la semana… pero tampoco quiero ponerme estadística.
  • este año no he cambiado el diseño como hice el año pasado… así que no iré por la vía de las novedades, aunque las habrá en mi newsletter a partir de 2015.

Me quedan pocas cosas para celebrarlo, ¿no? Claro, falta la vía de regalar algo. El año pasado lo hice y di unas cuantas alegrías. Este año, con un número tan redondo como es el 10, algo más tenía que dar. Así que voy a regalar mi tiempo mediante un sorteo: 1h de consultoría gratis.

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Ya tenemos aquí el spot de Codorniu, otro clásico navideño. Su «No somos champagne, somos Codorniu» es toda una declaración de intenciones, más teniendo en cuenta los tiempos que corren para el cava (que es lo que son, vaya) después de cierta polémica después del spot de Freixenet. La cuestión es que, como digo muchas veces en mis clases, si quitas el nombre de la marca y sirve para otra es que algo en la estrategia falla. ¿Crees que todo eso que dice que ‘somos’ en el anuncio serviría para otra empresa? ¿Freixenet, una cerveza, un refresco? Pues yo diría que algunas cosas (no todas) sí les encajaría a otras marcas. Lo que sí hay que elogiar es la combinación de imágenes y voz en off (una que me suena mucho, por cierto).

Cine
No se puede decir que sea fan de Woody Allen, aunque sí he visto unas cuantas de sus películas. Pero, aún así, he leído una entrevista teóricamente para promocionar su última película y he acabado sonriendo con alguna de las perlas que suelta casi sin darse cuenta. En general, sobre la vida, pero también sobre cine. Por ejemplo que las películas actuales no le interesan por los efectos especiales. O que tienes que mantenerte activo aunque no haya papeles para ti para  no pensar en la muerte. O que no hace series porque no conoce suficiente el género. ¡Ojalá otros reflexionasen tanto como él antes de meterse en algunos proyectos!

Internet
Ha sido pensar en la muerte y recordar que el Clip Art está camino de desaparecer. Decir que ha muerto me parece imposible porque en la Red hay miles de versiones de esos muñequitos tan usados en millones de presentaciones, los screen beans. Claro que también se usaba el clip art para pequeñas imágenes, de colores limitados pero muy efectivas para acompañar, de nuevo, millones de presentaciones. Es verdad que es algo del siglo pasado utilizarlas, ahora se prefieren otro tipo de presentaciones, de imágenes: más grandes, más coloridas, más inspiradoras. ¿De verdad es ‘ahora’? Cada vez veo más presentaciones con solo una frase así que me pregunto si ese es el futuro, ¿qué será de las imágenes? Tiempo al tiempo.

Televisión
Que las series, igual que las películas, se inventan ciertas cosas, todos los sabemos. ¡Es ficción! Vale, algunas parecen más documentadas que otras pero siguen siendo ficción donde el porcentaje de realidad puede variar de todo a nada. Por eso me hace gracia leer que la CIA se dedica a desmentir lo que pasa en las series de televisión. La verdad es que empecé a ver la serie «State of Affairs» precisamente para ver cómo trataban el tema de ese resumen diario del Presidente (PDB). Pero ahora solo puedo imaginarme que aquí en lugar de desmentir el formato lo que tendrían que hacer es confirmar que existe algo similar. Claro que, en este país, una serie sobre los interiores del Gobierno sería toda, 100% ficción.

 

[Contenidos] Algunos argumentos para convencerte de que inviertas en contenidos

Un motivo para no confiar en los contenidos puede ser no querer probar algo nuevo. ¿Por qué? Pues porque eso de “arriesgar” no se hace en época de crisis o eso dicen los que tampoco lo hacen aunque estén en el mejor momento de la empresa. ¿Cuándo entonces?

Por poner un ejemplo que sirve de base de la mayoría de estrategias de contenidos, cualquier momento es bueno para abrir un blog corporativo. Si todavía crees que un blog es algo ‘nuevo’, revisa tu calendario: se te ha quedado atascado con el efecto 2000. Los primeros blogs sí arriesgaron pero fue hace más de una década. Ahora ya no, no hay peligro. ¿A qué esperas?

Ah, claro, que crees que hace falta tener un gran presupuesto. Es cierto que crear una estrategia de contenidos puede suponer una inversión pero solo de tiempo: si tienes ya una página web, tiene un coste igual a cero en cuanto a tecnología ya que WordPress es gratuito; si no tienes web, tampoco has de gastar nada porque Blogger tampoco cuesta un euro.

¿Te frena el típico miedo por el tamaño? Por los contenidos no te has de preocupar porque este factor no importa para nada. Sí, las empresas grandes tienen más presupuesto, más personal, más tiempo, más de todo. Pero quizá no tienen tanta necesidad como tú de usar los contenidos para mejorar su situación.

Piénsalo: ¿cómo han llegado dónde están? Quizá porque han arriesgado y sí, algunos golpes se habrán llevado pero mejor para ti: ahora ya sabes qué funciona y qué no. Aprovecha su experiencia, aprende de ellos y aplícalo a tu empresa sin perder tiempo.

Y si has leído ‘tiempo’ y has pensado que es lo que no tienes. Tampoco es una buena excusa: comparte la responsabilidad o céntrate en lo tuyo y deja que otros lo hagan por ti. Busca a algún empleado y fórmale (mejor que dejarle el marrón sobre la mesa y salir corriendo). O externaliza alguna tarea, muchos lo hacen y está claro que tiene sus beneficios.

Quizá ya nos estamos acercando a tu verdadero miedo: no sabes si servirá para algo. ¿Es eso? Supongo que ya imaginas que voy a decirte que tampoco en este punto llevas razón. Precisamente una de las misiones de una estrategia de contenidos es asegurarse de que los contenidos que se publican sirven para algo. Si no, no es una estrategia.

Y, si no tienes ni idea de por qué publicas algo, coincido contigo en que mejor no lo hagas. Dedícate a planificar antes de querer construir algo que necesita unos buenos cimientos. Y la reputación, la confianza o las ventas que se derivan de ellas necesitan una buena base para crecer, es decir, unos buenos contenidos.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 183 (10 de febrero de 2014).

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