[Contenidos] Estrategia de contenidos para una crisis de reputación

Hoy quisiera hablarte de cómo los contenidos pueden ayudarnos en la corrección de nuestra reputación. Quizá antes convenga aclarar que la reputación corporativa es una mezcla de lo que nosotros transmitimos y lo que nuestra audiencia percibe. En otras palabras, hay una parte que no podemos controlar del todo, aunque sí influenciar.

¿En qué pasos para hacer un plan de contenidos tendremos que fijarnos para incidir directamente en la reputación de nuestra empresa? Siempre empieza en el primer punto: el uno incide en el dos, sin el dos no se puede saber el tres y sin el tercero no se puede determinar el cuatro, lo mismo que el quinto es consecuencia del cuarto. Todo está ligado:

  1. El objetivo puede ser corregir la imagen que nuestro público tenga de nosotros porque hemos tenido una crisis de reputación.
  2. El público objetivo pueden ser la parte de audiencia que ha dañado nuestra imagen, nuestra audiencia habitual y también personas que nos pueden ayudar escribiendo contenidos sobre nosotros (sobre influencers, repasa el #CarnavalRRPP).
  3. La línea editorial debería enfocarse principalmente a reforzar los mensajes corporativos  dañados pero sin descuidar a sus otros perfiles: los contenidos tienen que seguir siendo relevantes y habrá que generar nuevos para relacionarse con nuevos públicos.
  4. Los canales en los que publicar estos contenidos pueden variar en cada caso pero es necesario incidir en aquellos que tengan más peso en buscadores y en los que puedan haber sido el foco de la crisis.
  5. El calendario editorial se invertirá durante cierto tiempo y se dedicará más esfuerzo a los contenidos corporativos que a los de recomendación, aunque no debe perderse la regularidad establecida previamente para los contenidos a largo plazo.

Éste podría ser el esqueleto básico de una estrategia de contenidos orientada a solventar una crisis online. Se suele recomendar tener siempre preparado un plan de este tipo para poder reaccionar más rápidamente llegado el momento. Yo me conformaría con que todos a los que se preocupen porque les pueda pasar a ellos tuvieran un plan de contenidos.

Y es que, para utilizar estos pasos, no hace falta pasar por un problema online. Puede ser porque estemos empezando o simplemente porque estemos reposicionándonos. Tener una estrategia no se puede improvisar, es algo que tan importante dentro de nuestra empresa que merece la pena dedicarle recursos.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 187 (10 de marzo de 2014).

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El último Media News del año cae en Nochebuena así que ¡buenas fiestas para todos!

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Quizá porque en estas épocas a la gente le da por revalorar su vida, hay varias campañas que nos redefinen cosas, nosotros mismos incluidos. Además de Codorniu que nos habla de la comunidad, Banco Santander nos describe en su último spot como clientes que decidimos y que siempre tenemos razón (genial cuando somos consumidores, no tan claro cuando somos empresarios); y Audi en el spot de su Quatro nos muestra otra forma de definir las cosas que rodean la conducción en malas condiciones como conducir que, según ellos, es trazar curvas. Replantearse las cosas está bien y si así alguien se motiva a hacerlo y a redefinirse, ¡bienvenidas sean estas campañas!

Internet
Por estas fechas, igual que yo intentaré hacer en mi newsletter el lunes, es buen momento de repasar lo que ha pasado en el año… o en las últimas décadas. El gráfico que he encontrado de las webs más populares de los últimos 18 años tiene ese punto de nostalgia que tanto gusta para acabar el año. Principalmente, porque hay nombres como Geocities que te teletransportan a otra época. Claro que también es interesante poner perspectiva y ver la evolución que han hecho portales, buscadores y redes sociales. La competencia se ve clara en algunas categorías, con claros ganadores, pero en otras también se encuentran a faltar nombre propios como podría ser Twitter. Dentro de unos años, veremos quién gana a quién.

Televisión
En breve, Antena 3 celebra sus 25 años de emisiones con actos y programación conmemorativa. Lo que me ha sorprendido es la elección del slogan: «25 años emocionando». Supongo que por el camino hacia esa expresión habrán descartado cosas tipo «informando» o «entreteniendo» y quizá algo como «juntos» o «contigo». Emoción. ¿Una televisión emociona? Personalmente, lo dudo bastante pero debe ser porque no me fijo mucho en la producción propia, más bien nada. Además, esta palabra me parece que encaja demasiado bien en cualquier tipo de empresa, sea o no un canal de televisión.

Cine
Un año más, igual que cuando en unas semanas se acerquen los premios de cine, llegan las listas de mejores y peores películas que intentan resumir los estrenos anuales (no importa quiénes las hagan si son críticos, la taquilla o votos). Igual que me pasará entonces, solo he visto un 10% (parece mucho pero la lista de es 10 así que solo he visto 1). Así que puedo coincidir en que no estuvo mal pero no diría que fue la mejor del año. También empecé a ver la 2ª peor de la lista y ahí sí creo que debería estar en la número 1 porque no aguanté más de 15 minutos. Las listas son así: puedes estar o no de acuerdo en lo que está arriba o abajo pero lo innegable es que siempre provocan debate.

[Contenidos] No disfraces tu estrategia de contenidos

Hoy quisiera hablarte del Carnaval y de los disfraces con los que podemos (o no) enmascarar los contenidos que la empresa genera. Y es que estaba yo este sábado contemplando una rúa de Carnaval y, entre carroza y carroza, me dio por pensar en algunas cosas que, ahora tranquilamente, puedo ver que tienen relación con los contenidos y la forma en la que muchas empresas los tratan.

Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos llevado puesto un disfraz (si es que no lo llevamos aún en nuestro día a día). Sin querer psicoanalizar a nadie, puede decirse que pasamos por unas fases similares a las que pasa un autónomo/empresa y sus contenidos.

Fase infantil
Cuando somos pequeños, nuestros padres o profesores deciden por nosotros. Vamos muy graciosos con disfraces de peluche y pasamos desapercibidos entre nuestros compañeros con los clásicos hechos en clase (y en serie) con bolsas de basura.

Es cuando nos sentimos marionetas porque otros mueven nuestros hilos. Nos dejamos llevar por lo que el jefe quiere o las tendencias indican que tenemos que hacer. Nuestros contenidos no destacan, pasamos desapercibidos porque, aunque sonreímos, no entendemos bien qué hacemos vestidos de esa guisa/publicando eso.

Fase de niño
Crecemos y nos planteamos qué querríamos ser y, al menos por unas horas o días, lo logramos. Vamos de héroes, de princesas o de lo que nos haya impactado más durante el año.

Nuestros contenidos empiezan a tomar forma… pero no la que queremos, si no la que alguien nos dice que tenemos que tener. Seguimos sin darnos cuenta que otros deciden por nosotros y que nuestros contenidos no llegan a todo lo que podrían ser porque nos disfrazamos de lo que no somos. Aunque, sí es cierto, algo más de atención logramos y, desde luego, nos sentimos mejor con nosotros mismos.

Fase de adolescente
En plena adolescencia, algunos se dejan llevar por las hormonas o el alcohol para decidir cómo destacar más entre el resto de disfraces. Y lo que (parece) les vende más, es lo que se ponen. Seguro que algún jovenzuelo habéis visto así este fin de semana… se pasa vergüenza ajena, ¿verdad?

Pues con los contenidos ocurre un poco lo mismo cuando tratan de enmascarar lo que son, por ejemplo, agencias que venden lo que no saben hacer o empresas que generan contenidos que no son lo que dicen ser. También se pasa vergüenza ajena por el desprecio a la comunidad profesional. Esta edad del pavo a algunos les dura toda la vida, a otros lo justo para darse cuenta de que no es la mejor forma de utilizar los contenidos.

Fase de adulto
Ya más mayores, otras preocupaciones llenan nuestra cabeza como para tratar de ser quienes no somos realmente. Así que, por lo general, no nos disfrazamos. Vale, sí, algunas veces acabamos con antifaz o quizá los pequeños de la familia o los amigos nos empujen a, digamos, una pérdida momentánea de concentración.

Cuando la empresa lleva un tiempo generando contenidos, publicar algo que no encaja en la estrategia no tiene sentido. Tenemos ya un objetivo marcado, un camino a seguir. Y no lo vamos a desviar con contenidos fuera de lugar. Una empresa madura, distribuye contenidos de manera estratégica, pensando en su negocio.

¿En qué momento te encuentras?
Quizá estás pensando que ninguna de estas ‘fases’ tiene que ver contigo. Puedes probar mi autodiagnóstico para averiguar de qué manera tratas a los contenidos y quizá compruebes que no lo tienes tan controlado como pensabas.

Si quieres dirigir los contenidos de tu empresa hacia la fase adulta, ves pensando en hacer una estrategia antes de que sigas disfrazando tus publicaciones de lo que no eres.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 186 (3 de marzo de 2014).

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Televisión
Hay debates que parece que nunca vaya a acabarse y se hacen pesaditos: ¿el prime time acaba muy tarde? Todo el mundo lo sabe… pero ahí sigue, noche tras noche, alargándose como si no hubiese un mañana en el que madrugar para ir a trabajar. El Parlamento quiere que se adelante, pues a ver quién es el primero que hace caso a su sugerencia. De momento, la televisión pública añadirá un indicativo de que el programa acaba pasada la medianoche. Es un buen principio, aunque a este paso vamos a necesitar un televisor más grande para poder seguir viendo el programa si siguen añadiendo avisos en sus esquinas. Y es que, si esto lo hiciesen otras cadenas, el símbolo en cuestión estaría perpetuamente ahí.

Cine
Ver un tráiler y que te entren ganas de ver una película… ¿cuántas veces se consigue eso? A mí cada vez me pasa menos. Lo último ha sido ver el tráiler de «Intensa-mente» («Inside Out») y que me entrasen ganas de ver… ¡una serie de televisión! ¿Quién se acuerda de «La cabeza de Herman«? Es una sitcom de principios de los 90 y quién sabe si hoy resultaría graciosa, pero el principio es el mismo: voces interiores que dictan nuestros actos. Así que ahora estoy dividida, entre ver la película como si fuese una nueva (e interesante) idea y buscar a ver si encuentro capítulos o fragmentos de la serie. De todas formas, diría que fue una serie minoritaria así que pocos deben estar teniendo este mismo problema.

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Ya estamos en época de perfumes y, entre tanto olor, va BMW y nos habla de aire fresco en la cara para su nuevo spot para la serie 4. Literalmente. Además, no nos pone un coche en lo alto de un acantilado o al copiloto con la ventanilla bajada como ya se ha hecho en tantas ocasiones. Qué va. Nos muestra un plano subjetivo de alguien en una lancha o, quién sabe, de la propia lancha. Y entonces es cuando aplaudo, al oír: «eso es lo que se siente al conducir un BMW». Simplemente, me encanta la idea. Quizá porque a mi me gusta ese golpe de aire en la cara y me han atraído por eso. Quizá porque tengo la nariz tapada de tanto perfume y necesitaba una bocanada de aire fresco.

Internet
Esta semana es una de esas semanas en las que Internet está en boca de todos. Pero por malas noticias, aunque sean nombres propios y reconocidos por todos, es por malas noticias. Hace ya tiempo que la Red se ha convertido en fuente de información para muchos informativos y programas, digamos, de humor. Pero cuando la propia noticia es la Red suele ser para dar malas noticias. Parece que en eso no se avanza mucho, quizá por eso solo vean la parte negativa y no se hable tanto de las cosas buenas que puede dar y que, sin duda, también pueden ser noticia. Verlo como algo más que un medio es el primer paso.

[Contenidos] El famoso al que le gustarán tus contenidos es…

Hoy quisiera hablarte de famosos y me gustaría que hicieras un ejercicio mental mientras lees. No te asustes: mi planteamiento es sencillo y está relacionado con los contenidos, te lo aseguro. Pero no desde la perspectiva de RRPP, blogger relations, influencers, reputación, gurús… nada de eso. No es ese tipo de famoso al que le gustarán tus contenidos, aunque sí lo podrás utilizar para llegar a conocerle. Pero vayamos por partes.

Lo primero, piensa en un famoso. Quien quieras. Ya dije que no se trata de definir la popularidad ni ninguna palabra relacionada. Así que piensa en alguien que tú consideres famoso. Puede ser un político, un actor, una cantante o tu escritora favorita. No importa el motivo por el que consiguió esa fama, solo que tú lo sepas y hayas seguido un poco su trayectoria.

Siguiente paso, imagina que mañana ésta persona llama a la puerta de tu tienda, oficina, casa o donde sea que estés trabajando y te pide que le enseñes tu negocio. Para este ejercicio sirve tanto que le abras tu fábrica de miles de metros cuadrados como tu casa para enseñarle tu despachito de freelance. Supongamos que superas el primer impacto y te comportas como un buen anfitrión. Ahora responde a estas preguntas:

  • ¿Qué le enseñarías y qué ocultarías?
  • ¿Algún lugar concreto donde te pararías para destacar algo?
  • ¿Por dónde empezarías y dónde acabarías?
  • El tour acaba y esa persona ha de irse, ¿qué le dirías como despedida?

Un último esfuerzo para tu imaginación: imagina que alguien te para por la calle y te dice que quiere conocer tu negocio. No es alguien famoso, es un desconocido. Pregúntate una sencilla cuestión: ¿le tratarías igual que al famoso?

Varias opciones en las respuestas posibles: sí, si tienes tiempo; no, si no te fías; quizá, según cómo te pille el día. La correcta sería que según si ves en ese desconocido un cliente potencial, ¿no te parece? Míralo desde ésta otra perspectiva: ¿viste un cliente potencial en tu famoso o solo el hiciste el tour porque era famoso? O, si cada día un famoso te hiciese la misma petición, ¿siempre reaccionarías con la misma predisposición?

Por último ya sí, aplícalo a los contenidos de tu web: cada persona que entra a tu web, igual que la que entra a tu tienda, es un cliente potencial. No importa si es famoso o no, tú eres quien lo ha de convertir en alguien importante al darle todo lo que necesita para estar a gusto en tu web. Cualquier visitante puede ser un famoso, trátale como tal. A la hora de crear contenidos, hazlo como si fuesen para alguien popular, influyente, gurú…

Si conoces tan bien a esa persona desconocida como a un famoso, sabrás qué contenidos quiere conocer, qué destacar, qué camino seguirinvestiga para saber mejor quién es y cómo es el público objetivo de tu web, de tus contenidos. Así y solo así, estarás creando contenidos para alguien a quien dedicarás tanta atención como a un famoso.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 185 (24 de febrero de 2014).

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