[Contenidos] La personalidad de las marcas también cuenta

En una de las escenas de «Pulp Fiction» se habla de la personalidad. Vale, de los perros y cerdos, pero me sirve para titular el post porque la conclusión es la misma: la personalidad cuenta… también cuando se trata de marcas, decisiones de compra y contenidos. Hablo de cómo encontrar la que tiene tu empresa en el nivel avanzado de «Estrategia de contenidos» pero es el tema central del de Rohit Bhargava titulado «Personality not included«.

Me lo he reencontrado estos días buscando en mi Kindle libros de los inicios de los medios sociales por aquello de comparar dónde estábamos en aquella época (¿lejana?) y, aunque es de 2008, aún me sigue pareciendo que muchas empresas no tienen asumido que la personalidad cuenta. Se creen que es algo tan sencillo como poner un logo en una imagen de Instagram pero para poner cara a una marca hace falta algo más.

Dejo aquí apuntadas algunas ideas clave del libro «Personality not included» (en traducción libre) sobre este tema tan importante para el marketing de contenidos y que seguro sirven de inspiración a mis alumnos.

¿Qué es la personalidad?

  • La personalidad es un elemento clave que define en lo que cree la empresa y la historia que tu producto cuenta a tus clientes.
  • La personalidad es el alma de tu empresa, lo único que puede hacer que la gente se apasione por ella.
  • La personalidad da algo a los clientes para que conecten con la marca.
  • La personalidad inspira confianza y ésta lleva a la lealtad.

En contra de la personalidad

  • No todas las empresas nacen con una personalidad y algunas carecen de ella porque deciden esconderla.
  • Las grandes barreras para no querer desarrollar una personalidad son 4: lo que estamos haciendo ya funciona (success), no sabemos qué pasará (uncertainty), siempre se ha hecho así (tradition) y no hay nadie haciéndolo de esa forma (precedent).
  • El miedo es el motivo detrás de poner barreras al desarrollo de la personalidad.
  • Para vender la idea a tu jefe: demuestra que importa, relaciónalo con sus preocupaciones, destaca las oportunidades perdidas, usa a tu competencia para presionar y empieza poco a poco.

¿Cómo encontrar la personalidad de tu empresa?

  • Ser único, auténtico y con predisposición a conversar. En el libro explica ampliamente lo que llama el filtro UAT (de sus siglas en inglés).
  • Habla como una persona, no escondas que estás haciendo marketing y ten sentido del humor.
  • Utilizar el modelo BArc (backstory arc) y sus 5 elementos muy relacionados con el storytelling (también los explica con ejemplos de empresas para cada arquetipo resultante): personajes, reto, visión, conflicto y triunfo.

Momentos de personalidad

  • Un momento de personalidad es cuando tienes la oportunidad de crear una relación con el cliente o cuando corres el peligro de perderla.
  • Hay momentos de personalidad en todo el ciclo de compra (investigación, compra, interacción y compartir).
  • Conviene aprovechar los momentos en los que ya se tiene la atención del usuario para hacer algo más con ella.
  • El libro contiene muchos ejemplos pero para entender este concepto utiliza los gorritos de Innocent y creo que es muy acertado.

Un último apunte no relacionado directamente con la personalidad: en una parte del libro dice «useful marketing is all about content», haciendo referencia al content marketing aún sin llamarlo así… y era 2008.

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Media News S21 A17

Cine
¿Qué es cine? Pregunta complicada que cada uno responderá a su manera. Si incluye silencio y oscuridad es más bien una sala de cine, algo así como el templo al que se va a adorar al cine. Y si hablamos de distribución, también volvemos a la sala que es donde se consume. ¿Dónde se forma la historia o la capacidad de hacernos soñar? Ya digo: cada uno tendrá una definición, igual que la tendrá de qué es una buena película. Quizá incluirá el género o la originalidad del guión, quien sabe. Eso forma parte también de la magia del cine: es diferente para cada persona porque transmite sensaciones y emociones universales pero que nos afectan de forma individual. Dicho así, ocurre igual que con un buen libro, una canción, incluso una obra de arte lo consigue. Arte sí, eso debería describir el cine.

Internet
No es la primera vez que digo que hay webs para todos los gustos (seguro que alguien haría un librillo con ellas) pero encontrar una como TV Series Finale me parece acorde a los tiempos que vivimos: hay tanto trajín con algunas series que si no te fijas en la fecha de la noticia es imposible saber si sigue siendo verdad lo que estás leyendo. El problema de este tipo de webs es que parecen estar hechas por fans: recopilando información gratis por el bien de la comunidad sobreviven a base de publicidad y de contenidos que o están en permanente actualización o no sirven de nada. ¿Mucho esfuerzo para poca recompensa? Quizá, pero así empezaron muchas otras que sí han acabado siendo rentables porque no perdieron la constancia.

Publicidad
Dos campañas estos días que aprovechan bien el canal: 1/ Netflix ha contratado a un fotógrafo presidencial para la promoción de su serie «House of Cards». Así que ahí tenemos a Frank Underwood como si fuese Obama. Espectaculares imágenes considerando que es un presidente de ficción. Es un buen movimiento que pone en evidencia cierta falsedad en cómo vemos a los presis en los medios. 2/ La marca Tramontina aprovecha los emojis para demostrar su especialidad en productos como cuchillos o hachas. Estoy viendo una oportunidad para comercializar este tema en WhatsApp. Las variantes en el color de piel no están asociadas a una marca pero sí añadir el catálogo de una empresa a un emoji… ¿cuántos lo usarían sin saber que están haciendo promo de un producto comercial?

Televisión
Hubo un tiempo en que leer blogs de tele era un peligro para destripar los resultados de los programas tipo «MasterChef» o «TopChef». Pero ya no interesan, poco se escribe sobre ellos: sobre el primero para criticar el formato (y con razón) y sobre el segundo cuando la noticia es que terminó. Será porque la audiencia también está un poco cansada, será porque las series son más interesantes. La cuestión es que abrir mi Feedly sin preocuparme de ello es una alegría. Pero donde no puedes asomarte si no quieres saber el final antes de verlo en la tele es a los TT de Twitter porque ahora que vienen tan bien explicaditos en un momento te destripan quién es el expulsado o quién se ha caído en una carrera de MotoGP. Está genial cuando lo sigues en directo, como Eurovisión. Pero si lo tienes grabado y lo ves al día siguiente, ¡desconéctalo todo!

Nivel intermedio de madurez de la estrategia de contenidos (infografía)

Después de haber contado algo sobre el nivel básico, continúo con otra infografía de los diferentes niveles de madurez que las empresas tienen en su estrategia de contenidos: es el turno del nivel intermedio de madurez.

Ver la infografía en Pinterest

En el nivel intermedio lo importante es tener claros los objetivos que se quieren lograr con los contenidos para poder planificar y asignar los recursos adecuados porque sí, a diferencia del inferior, en este nivel de madurez se invierte en contenidos.

Próximamente prepararé la del nivel avanzado para completar los 3 que describo en mi libro «Estrategia de contenidos». Mientras, puedes leer las primeras páginas para comprender mejor el alcance de cada uno de ellos y hacer un test de 10 preguntas y averiguar al momento cuál es tu nivel.

Media News S20 A17

Televisión
Lo recomendé y lo hice: vi Eurovisión en televisión y la seguí por los varios hashtags de Twitter. Sobre ésto último, quizá pronto Twitter imite a Google y reconozca (no solo sugiera como hace ahora) los varios hashtags que tratan el mismo tema para no volvernos locos yendo de uno a otro. No voy a entrar a los resultados, lo que me interesa es el espectáculo televisivo. Eso de hacer desfilar a los cantantes como ya empezaron a hacer en 2016 me parece un acierto y no he echado en falta ver más imágenes de la green zone. Normalmente me gusta la escenografía pero este año destaco la realización porque estaba muy bien sincronizada, con efectos digitales incluídos y truquillos que bien podrían estar en un vídeoclip. Al principio se abusó del humo y el fuego pero también las canciones de los violines así que tampoco pasa nada.

Cine
Si comparas películas del siglo pasado con las de esta década siempre te llevas alguna sorpresa. No solo por temática o tratamiento, ni siquiera por los efectos, si no por pequeñas cosas como ya comenté en el caso del ritmo de los títulos de crédito. Esta semana me he dado cuenta de las traducciones de algunos carteles que aparecen en pantalla: la mayoría son innecesarios porque suelen ser lugares o nombres que no aportan nada a la historia. Pero el caso de las traducciones es aún más curioso. Pongamos que en una conversación alguien empieza a hablar en otro idioma. Algunas veces se incluye en el guión alguna referencia pero si no es así, ¿cuándo se decide doblarla o subtitularla? El recurso de acercarse a la boca y entonces mágicamente oírlo traducido es una opción más reciente pero en el siglo pasado se dejaba tal cual, sin remordimientos.

Publicidad
Hace años que no me sale ninguno de esos banners engañosos que claramente quieren aprovecharse del click. Ahora que leo un artículo sobre lo que ocurre a los pobres que hacen click y son timados, me parece cosa de los inicios de la Red. Sí, para las nuevas generaciones es algo nuevo pero ¿no se suponía que habían nacido enseñados? Parece que no porque tampoco reconocen como anuncios los resultados de AdWords en Google. Por eso debe ser que Facebook me pregunta de tanto en tanto si reconozco como publicidad alguna de las actualizaciones de mis contactos: ¡seguro que no todos se dan cuenta qué es! Estamos ciegos frente a ella, a pesar de incluir un cartelito de otro color con la palabra «Anuncio» o «Publicidad».

Internet
Los algoritmos de buscadores y redes sociales se supone que son algo útil para mostrar contenidos relacionados, digamos, de valor. Pero últimamente el de Facebook me está recomendando páginas que llevan sin actualizarse desde hace meses (peor era una que aún pagaba por una promo caducada). También en Feedly (una de las herramientas que uso para leer) me ha pasado alguna vez que me sugiriese feeds que no tenían contenido nuevo. En cambio, el de Amazon es de envidiar porque siempre me muestra libros potencialmente interesantes. Y, aunque seguramente podrían tener en cuenta la fecha de publicación, en este caso, no me importa tanto cuándo se han publicado como qué tema trata el libro. Todo lo contrario que en redes y buscadores donde la actualización debería ser un criterio básico.

[Contenidos] Estrategia de contenidos, plan de contenidos y calendario editorial

Las respuestas a «¿Tienes algún documento al que acudir en caso de duda?» en la encuesta para el «Estado de los contenidos en España» han ido subiendo cada año: el 87% contestó que sí en 2016 y eso que en 2013 lo hicieron un 52%. No obstante, la lista de documentos que forman la respuesta sigue trayéndome preguntas, sobre todo en clase cuando hablamos de sus diferencias.

Distinguir entre estrategia de contenidos y plan de contenidos es fácil si se ven como entregables complementarios. Así que inspirada por este post del CMI y animada porque es el tema de mi próximo libro, dejo aquí mi visión de las diferencias entre estos documentos y otros.

Primero, la estrategia de contenidos

Tener una estrategia de contenidos es saber por qué se publican unos contenidos y no otros. Hacer una estrategia de contenidos es decidir temática, formato, canales, públicos… para lograr unos objetivos previamente definidos. La estrategia marca el camino a seguir para llegar allí donde se quiera estar, pero sin entrar en el detalle de las acciones que deberá hacer a diario el departamento de contenidos.

Tampoco hay que confundir estrategia de contenidos con marketing de contenidos porque son cosas diferentes, aunque se puede hacer una mezcla llamada estrategia de marketing de contenidos que es la que la mayoría de personas entienden como estrategia de contenidos, aunque éste concepto es más amplio.

Después, el plan de contenidos

La estrategia suele ser un documento escrito para ser leído con calma, porque contiene los argumentos de las decisiones tomadas. Por el contrario, el plan de contenidos se presenta de forma mucho más directa, en una tabla con columnas que recuerdan al índice de la estrategia porque ahí se plasman las decisiones. De hecho, el contexto para entenderlo es la propia estrategia de marketing de contenidos y lo más habitual es que sirva de resumen táctico y se muestre al final del entregable, es decir, después de la estrategia.

Tampoco hay que confundir el plan de contenidos con un calendario editorial: éste muestra el día a día de las publicaciones detallando la información necesaria para que cada persona implicada sepa qué ha de hacer, no por qué lo hace. Por eso gráficamente el calendario es eso, un calendario con lista de tareas diarias. El plan también incluye fecha pero junto con otras indicaciones como a quién va dirigido ese contenido que se va a publicar, por ejemplo.

¿Hacen falta más?

Estrategia de contenidos, plan de contenidos y calendario editorial: un trío de documentos que pocas empresas tienen. Lo que se suele hacer es incluir de alguna manera a los contenidos en alguna otra estrategia (de comunicación, de medios…) o plan (de marketing, de medios sociales…).

Cuando se está en el nivel básico no hace falta tenerlos todos pero sí hay que saber que no sirve de nada un calendario sin una estrategia detrás. A medida que la empresa va madurando, va viendo la necesidad de ser más específica en cada una de las acciones que hace, más estratégica en sus decisiones. Por eso se van añadiendo planes y estrategias cada vez más concretas pero, obviamente, relacionadas.

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