[Contenidos] ¿Cuándo un curator debería crear contenidos?

Hoy quisiera hablarte de content curation aprovechando un comentario que me hicieron unas alumnas este fin de semana. Recuerda que puedes descargarte en exclusiva para suscriptores la guía de herramientas.

Una parte de los ejercicios que trabajamos en clase consiste en buscar posibles contenidos de otras personas para publicar en las redes propias, es decir, una muestra del tipo de artículos que seleccionarían como curators. Pero, ¿qué pasa cuando no encuentras nada interesante para compartir? Les pasó a unas alumnas y estuvimos comentando las opciones:

  • Seguir buscando hasta identificar al menos una fuente para entonces fijarse en los que éste cita.
  • Ampliar la búsqueda con otros idiomas e incluso con otros territorios quizá antes secundarios.
  • Pasarse a la creación y olvidarse por un tiempo de la curación… pero repetir el ejercicio de tanto en tanto.

Cada vez más empresas hacen sus propios contenidos (quizá otro día me adentre de nuevo en el concepto de calidad) pero yendo directamente a la creación sin haber intentado buscar qué otros contenidos podrían resultar interesantes a su audiencia… aunque no sean artículos propios. Como ya es común oír estos días: no hace falta crear montones de contenidos, como si fuesen churros… ‘solo’ han de ser mejores. Más calidad y menos cantidad es una fórmula ‘sencilla’ pero a tener en cuenta cuando se trabaja en el marketing de contenidos.

Es la mezcla de creación y curación la que da una imagen más completa al usuario de quiénes somos y qué le podemos aportar…  Hace falta cierto equilibrio. Es un error recurrir a la creación directamente sin plantearse una opción válida y perfecta para algunos objetivos: con esa mezcla, es más sencillo ser visto como un líder de opinión (el objetivo que muchas empresas buscan). Y esto no se consigue ni solo con la creación ni solo con la curación.

Pero vuelvo al problema de mis alumnos: ¿romper el equilibrio está justificado cuando no hay curación? Pues sí, qué remedio: después de haberlo comprobado, se puede descartar la curación con parte de la estrategia y que el curator se convierta a creador de contenidos. La curación no es para sectores donde hay poco contenido… básicamente porque hay que tener algo que recopilar.

Una reflexión para acabar: ¿y si nos vamos otro extremo? ¿Por qué nadie se plantea que una empresa no necesite crear contenidos propios? Sería raro, pero quizá puede pasar. Cada caso hay que estudiarlo y no dar por hecho soluciones estándar.

 

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 271, 19-10-2015).

[Contenidos] Plugins de WordPress para redacción y marketing de contenidos

Después de haber hecho la guía sobre herramientas de curation, algunos suscriptores me han preguntado por plugins de WordPress que pueden usar en la redacción de contenidos. Quizá la próxima de la serie vaya por esa vía. Mientras, aquí te apunto algunos que uso y otros que tenía guardados.

El problema de estas listas es que se quedan desactualizadas muy rápido. Con los continuos cambios de WordPress, algunos desarrolladores no se preocupan por mantener sus plugins al día y quedan obsoletos. Además, algo tan bueno como malo, es que hay muchos plugins que cubren funcionalidades similares por lo que no queda otra que probar y ver cuál es el mejor para cada uno.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 271, 19-10-2015).

[Contenidos] Los perfiles indeseables son los más interesantes

Hoy quisiera hablarte de lo que he aprendido de perfiles en mayo gracias a las 320 personas con las que he hablado de contenidos en las 10 sesiones presenciales, online e incompany que he impartido este mes (ya advertí que iba a ser un mes llenito de clases).

Quiero pensar que algunos (impensable imaginar que todos) se llevan buenas ideas para aplicar a sus respectivos negocios. Pero yo también me llevo algunos aprendizajes que quiero poner por escrito para que te sirvan también a ti. Así que no te vayas todavía que no va a ser éste un artículo sobre los alumnos porque ya sabes lo que pienso de ellos. Pero sí voy a separarlos en dos extremos:

  • Los que tienen una idea y vienen únicamente a confirmarla
  • Los que no tienen ninguna idea y las aceptan todas

¿Quizá te identificas más con uno que con otro? Pues que sepas que influyen en los contenidos desde la perspectiva de la creación y la curación de contenidos. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Sigue leyendo y lo entenderás.

Creación de contenidos

Desde tu página vendes tus productos o tus servicios. ¿A quién? Con suerte, conoces sus perfiles. Pero hay uno menos habitual para el que tendrás que dedicar mucho esfuerzo si quieres que cambien de opinión: son los que no han ido a tu web para buscar alternativas o comparar. Lo que quieren es convencerse de que lo que tienen o hacen es suficiente, que está bien tal cual. Así que tienes dos opciones: tratar de convertirlos o ignorarlos.

¿Cómo afecta esto a la creación de contenidos? Lo fácil sería olvidarlos, es totalmente cierto (y algunas veces más sano para la mente). Centrarse en los otros, los que aceptan todas las ideas, es mucho más gratificante. Pero, aunque parezca que no, es más práctico crear piezas para los difíciles. Convencerles no será fácil porque no creen tener ningún problema pero piensa que si lo logras con ellos, los otros estarán más que convencidos.

Content curation

¿Y cómo afectan estos dos perfiles de alumnos en el filtrado de contenidos? Siguiendo la misma línea, los que solo quieren confirmar sus ideas visitan tus actualizaciones sociales (suponiendo que es ahí donde haces más curation) para encontrar información que les dé la razón.

Pero no quieren que sea la tuya. No lo hacen para ofenderte (bueno, quizá algunos sí) pero lo que quieren es oír la voz de quienes consideran referencias… y no la tuya. Así que tendrás que hacer un filtrado centrado en personas o medios reconocidos que digan lo que tú piensas (y que no creerían si lo dices tú).

Esto es como encontrar un intermediario para convencerles, lo que se complementa muy bien con la creación de contenidos también orientada a ello. Como ves, aunque parezcan indeseables, este perfil que te va a costar convencer puede serte muy útil.

Para acabar, recuerda que hace un par de años también hablé de cómo organizar una web pensando en que era un curso.

 

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 252, 09-06-2015).

[Contenidos] La mejor herramienta para tus contenidos es la que más te ayude

Hoy quisiera hablarte de cuál es la mejor herramienta que puedes elegir para tus contenidos porque es una pregunta recurrente y porque no tiene respuesta. Ala, ya lo he dicho… si no quieres seguir leyendo, eres libre de no hacerlo.

Genial, gracias por el voto de confianza. Ya que te has decidido seguir con la lectura, te diré un secretillo: no tiene respuesta fácil, pero sí que tiene. Lo vamos a ir viendo pero primero empiezo con la recopilación de herramientas relacionadas con los contenidos que ha inspirado esta newsletter y que demostrará mi conclusión:

De hecho, fue sentada escuchando a Aleyda que me acordé de mis alumnos cuando les hablo de herramientas para el content curator. Es habitual que me digan que se van con muchas ideas (lo considero algo bueno aunque algunas veces parece lo digan como una queja) pero al tratar herramientas es más evidente que les dejo con el cerebro como una palomita (literal de un alumno al que no puedo citar porque, lo siento si me estás leyendo, no recuerdo tu  nombre).

Al acabar ese tipo de clases, me preguntan cosas como: ¿cuál usas? Si solo pudieses usar una, ¿cuál sería? ¿Cuál es la mejor? En fin, que buscan el todo en uno. Y, existir existe, pero esa es su única virtud. No está especializada en nada. Ese tipo de herramientas me recuerda un poco al perfil que aún habita en muchas empresas: el becario que sirve para todo. ¿No es mejor tener a alguien que sabe mucho de una cosa?

Así que muchas veces me cuesta contestar a esas preguntar porque entiendo que cada empresa es un mundo y tiene su problemática, pero así lo veo yo: primero elige lo que quieres hacer y después la herramienta que más te ayude. Hay tantas, que seguro alguna hace lo que buscas. Yo uso todas las que explico, por algo las explico. Pero no puedo decir cuál es mejor porque cada una sirve para una cosa y lo que para unos es mala idea para otros es genial.

Después de oír esas preguntas varios meses, he llegado a la conclusión de que esas personas no aceptan el hecho de que no hay una solución fácil o directa. Eso tan sencillo de 2 y 2 son 4 quedó atrás y sabemos que hay muchas formas de expresar el 2 para demostrar que el resultado de esa suma es correcto. Lo mismo pasa con los contenidos: sabemos que el uso de una herramienta ayuda en la creación/gestión de contenidos (resultado), pero cada uno (empresa o particular) debe elegir la que le convenga (factores de la suma).

Volviendo a la lista de herramientas que te he puesto en las viñetas al inicio, seguramente habrás visitado alguna de la ellas. ¿Te parecían muchas? Seguramente sí. Pero fíjate que cada lista está hecha de manera que puedes elegir cuál parece más idónea y, después, profundizar y quién sabe si probarla. Aunque parecen ejemplos de agregación por el volumen de ítems, tienen un orden, están agrupadas y comentadas. Y seleccionadas. Es trabajo del curator, y del profe, hacerlo así para aportar valor… pero no para dar la respuesta ideal porque, lo avisé al inicio, no existe.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 217 (6 de octubre de 2014).

[Contenidos] «Vender es humano» aplicado al marketing de contenidos

Continúo hablando de planes para el próximo año. En la newsletter de la semana pasada organizaste tus contenidos y en la de hoy veremos algunos consejos para conseguir uno de los deseos más habituales cuando se empieza el año: vender más.

¿Vender? ¿Con contenidos? Sí, sí se puede. Lo que pasa es que no es tan rápido y no funciona igual como en otras vías, por eso muchas veces es más fácil resumirlo con una negación. Daniel H. Pink lo explica claramente en su libro “Vender es humano” hablando de vender y ventas sin vender: todos vendemos algo, aunque no resulte tan evidente como cuando hay una transacción económica detrás.

Los ejemplos que utiliza para los que dudan de ello es la sanidad y la educación, dos sectores dentro de las ventas sin vender porque giran en torno a “la capacidad de influir, de persuadir, de cambiar el comportamiento a la vez que se busca un equilibrio entre lo que quieren los demás y lo que tú puedes ofrecerles”.

Bajo esa premisa, Pink construye su argumentación y explica cómo vender o, usando sus palabras, cómo convencer a la gente para que hagan algo. Utiliza diversos estudios para demostrar la influencia de la nueva forma de entender las ventas. Propone algunos ejercicios para probar nuestra empatía (basta con que dibujes la letra E en tu frente para verlo) o nuestra capacidad de improvisar.

En uno de sus ‘muestrarios’, habla de la curación de contenidos justificándola con que ahora el reto es clasificar la información no el acceso a ella. De hecho, habla largo y tendido de cómo ha cambiado este paradigma dejando atrás la información asimétrica y permitiendo que haya un equilibrio entre lo que saben comprador y vendedor.

Es por eso que Pink recurre al proceso en tres pasos que hace un par de años propuso Beth Kanter:

  1. Buscar: área de interés, fuentes de información y artículos. Atentos alumnos, ¿cuánto tiempo sugiere dedicarle? Sí, 15 minutos… dos veces al día.
  2. Comprender: añadir valor y extraer el sentido a lo recopilado. Sugiere hacerlo mediante una lista o en tu propio blog.
  3. Compartir: después de seleccionar y organizar la información, ya está lista para darla a conocer en redes sociales, dice, para “revelar problemas ocultos que tú puedes resolver”.

El último punto es el relevante. Verás, el capítulo donde lo explica está dedicado a la claridad, centrado en la diferencia entre identificar y resolver problemas. Y este es un tema muy importante porque una de las características del marketing de contenidos es manejar los problemas del público objetivo. ¿De qué forma? Pink sugiere que sea más formulando las preguntas adecuadas que respondiendo a ellas. De esta forma, primero hay que dedicar un tiempo a analizar y conocer el problema, antes si quiera de pensar en la forma de arreglarlo.

De entre las muchas ideas del libro, creo que ésta es perfecta para empezar el año con fuerza: dedica un tiempo a identificar (y después solucionar) esos problemas y estarás más cerca de poder convencer a tu público, en palabras más motivadoras, de aumentar tus ventas para el próximo año.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 177 (30 de diciembre de 2013).

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