[Contenidos] Si no enlazas, no eres un buen curator

Si tengo que hacer caso a la idea de que cuando oyes ‘algo’ por varios lugares diferentes es que ese ‘algo’ se está convirtiendo en popular, en tendencia, en moda… te anuncio formalmente que el content curator es ese ‘algo’ y que la formación está involucrada. Y es que cuando los centros de formación se interesan por ‘algo’ es que han detectado que esa moda puede ser rentable.

¿Por qué ahora? La verdad es que me da igual mientras dure lo suficiente para asentar unas cuantas bases y no me refiero a aclarar el nombre o las herramientas que se pueden utilizar. Eso es lo de menos. Lo que importa es que los nuevos llegados utilicen los contenidos de forma ética y no crean que su estrategia de contenidos puede sobrevivir sin crear algo.

Quizá eso de la ética al hablar de contenidos suene extraño pero es necesario para asegurar que se siguen redactando contenidos. Implica que se han de atribuir las fuentes, que no vale hacer un copiar y pegar y poner un nombre al final, pequeñito y sin enlace. Hay muchas formas de dar las gracias a quien ha creado el contenido pero enlazarle es la mínima.

Hay muchos motivos por los que la mezcla de filtrado y creación es la mejor opción. En el blog Original Community Manager daban algunos para no basarse solo en la curación: tu identidad quedará diluida porque no tendrás una voz propia. Sí, filtrando contenidos también se transmiten mensajes corporativos porque se seleccionan con un cierto criterio. Pero no es suficiente.

Un ejemplo fácil de ver es precisamente el de los estudios y encuestas. Hay por ahí muchos datos sobre uso de los contenidos, los voy recopilando porque creo que son una buena forma de convencer a los alumnos (y a clientes) de que confiar en los contenidos tiene su beneficio. Mucha gente cita esos datos en beneficio propio pero, ¿qué pasaría si nadie la contestase? Pues que no se podría sacar conclusiones, no habría ebook resumen y habría un contenido menos al que enlazar por quienes solo hacen curación.

En este caso, sin la participación no hay creación pero en cualquier otro caso también queda claro que sin la creación no hay curación. Si todos nos dedicásemos a aprovechar el contenido de los demás, quizá los creadores dejarían de escribir porque se sentirían explotados. Así que, por favor, recuerda que enlazar es gratis y que tiene beneficios para todos.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 167 (21 de octubre de 2013).

[Contenidos] ¿Content curation en 15 minutos al día?

Hoy quisiera hablarte de filtrar contenidos o de hacer de content curator. Pero no sobre su nombre o sus herramientas, si no de su trabajo diario. Desde que publiqué el ebook Content curation en 10 pasos que no he vuelto a hablar de este perfil y eso que lo he tratado en mi libro, en varios cursos presenciales y en el online.

Precisamente en la clase que di la semana pasada me volvieron a hacer esa pregunta que ronda a muchos y que he puesto en el asunto de esta newsletter: ¿se puede hacer de content curator en solo 15 minutos al día? Yo creo que sí es posible, déjame que te explique hoy por qué es así.

Esta pregunta tiene en realidad muchos orígenes y muchas otras relacionadas. Por ejemplo:

  • ¿Cuántos recursos internos deben dedicarse a la curación de contenido?
  • ¿Qué herramientas son las que me permiten ahorrar tiempo?
  • ¿Cómo puedo compaginar la curación con la creación de contenido?

Una de las funciones del curator es ahorrar tiempo a sus lectores, aunque para eso tenga que invertir el suyo. Es por eso que sus herramientas le han de permitir tener un horario perfectamente organizado para que esos 15 minutos lo sean de verdad y no se complique innecesariamente.

Lo primero, por tanto, es crear, instalar o configurar:

  • Alertas depuradas y concretas, cuanto más específicas mejor para que el contenido que le llegue ya haya sido previamente filtrado por Google o el buscador que sea
  • Lectores de RSS o de información en general configurados para evitar duplicidades
  • Aplicaciones para compartir instaladas en el móvil o en el navegador (bookmarklet) para que tanto el descubrir y como el compartir estén al alcance de un click
  • Canales de publicación entrelazados para que los contenidos lleguen al usuario sin que tenga que suscribirse a todo y sin ser repetitivos entre ellos

Esto puede llevar un día o una semana, no es algo fácil pero luego compensa haber invertido ese tiempo. Cuando la parte técnica funciona como una maquinaria perfectamente engrasada, llegan los 15 minutos al día… que se dedican principalmente a leer. Leer, leer y leer.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 137 (25 de marzo de 2013). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

[Contenidos] Lista de herramientas para el content curator

Hace ya un tiempo que mantengo una lista de Twitter con herramientas que cubren las diferentes etapas del filtrado de contenidos: monitorización, organización y publicación. En este momento suman 72 (las voy actualizando como el resto de mis listas) así que están todas mezcladas. Por eso la opción de List.ly de sincronizar una lista de Twitter con las suyas propias me pareció una buena idea y me dediqué a categorizarlas para que resulte más fácil encontrar la adecuada. El resultado es la lista que verás a continuación: usa el embudo para filtrar según lo que estés buscando.

Estoy segura de que a mis alumnos les irá muy bien esta forma de localizar herramientas para el content curator (pronto publicaré también  herramientas para crear contenidos). Además, claro, este post se mantendrá vivo ya se se muestran automáticamente las actualizaciones que haga en la lista.

Y recuerda que en mi centro de recursos tienes más información sobre content curation y sobre herramientas de contenidos.

Actualización: también puedes descargarte un ebook con algunas herramientas comentadas.

[Contenidos] ¿De dónde vienen los contenidos?

La lista de tipos de contenidos ordenados de más a menos aportación a la blogosfera (u otra comunidad) en cuanto a contribución sobre un tema concreto y también a su origen sería:

  • Original: Lo reconocerás porque será el post que te llene de orgullo… aunque luego parezca (y solo parezca) que a nadie le interesa leerlo.
  • Inspirado: Lo reconocerás porque al final o en algún lugar saldrá un ‘vía’ como forma de agradecimiento a esa musa encubierta.
  • Reciclado: Sin los dos previos, es imposible que pueda producirse ya que necesita una mínima materia prima para existir.
  • Filtrado: Entramos en terreno del content curator pero de uno que aporta un punto de vista a los contenidos que elige ya que realiza el filtro manualmente, bajo su criterio personal.
  • Agregado: Cuando el content curator agrega contenido de una manera automática, su aportación de valor a un debate concreto es mínima.
  • Repetido: La aportación es alta para las personas que no han sido impactadas antes por el mensaje pero baja para los que ya lo habían leído. La diferencia con el siguiente tipo de contenido es que aquí lo que se repite o promociona es propio.
  • Duplicado: Lo más bajo en esta escala sería el contenido duplicado que, además de ser malo para el SEO, dice más bien poco de la persona que lo utiliza. Hay algunas herramientas para detectarlo como autores pero, desde el punto de vista de lectores, es difícil de distinguir si solo se consulta una fuente.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 93 (21 de mayo de 2012). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

Carnaval: marketing de contenidos o cómo lo llamamos

Cristina y Carlos han puesto en marcha un nuevo carnaval, esta vez sobre RRPP. Un tema que me toca más de cerca que el de salud, más aún porque han dedicado el primer tema al marketing de contenidos a ver si entre todos conseguimos ponernos de acuerdo. La pregunta que lanzan incita a contestar: ¿el marketing de contenidos es comunicación, marketing o algo nuevo?

Más o menos yo ya contesté en mi libro y en esta pregunta frecuente: no es nuevo (eso es seguro) y tiene algo de marketing y algo de comunicación (ahí es donde está el problema). Mi aportación al debate podría terminar aquí pero reconozco que se pueden llenar páginas y páginas sobre el tema (en mis clases lo evito para no comerme todo el tiempo). Las primeras aportaciones ya lo han demostrado: es muy fácil escribir sobre ello porque todos tenemos una opinión. Y (sigue aumentando la bola del problema) se puede contestar sin haberlo practicado, igual que cualquiera puede hablar de política solo por ser ciudadano que sufre las consecuencias.

Pero la comunicación, el marketing, las RRPP, el periodismo… no son democracias, cada uno hace lo que quiere (y este problema sigue creciendo cada vez que alguien hace lo que quiere). El contenido ha estado siempre presente en todas estas disciplinas, ¡lógico! Entonces, ¿por qué se nos ha ocurrido ahora cambiarle el nombre? Dicho rápido, porque podemos y, además, queremos. Lo explico con dos ejemplos de sectores muy diferentes: detergentes y cine.

  • Cada cierto tiempo, nuevo detergente. Añaden (por decir algo) ingredientes que se sacan de la manga y los añaden también al nombre. Resultado: ¡novedad en el mercado! Sigue siendo detergente pero ahora es concentrado, líquido, con lejía, con suavizante… cualquier cosa que se le quiera poner. Y seguirá evolucionando, de eso se encargan los departamentos de i+d+i.
  • Los inventores en los inicios del cine (una época en la que las patentes eran dudosas) añadían o cambiaban una pieza, le ponían nombre al nuevo aparato y a triunfar. Eran pioneros dignos de admiración por sus innovaciones y nunca se ha parado de añadir más tipos de cine: sonido (mono, estéreo, envolvente, con altavoces hasta en el techo…), color, panorámico, digital, 3D, IMAX… Por no hablar de los soportes domésticos o de las versiones que se comercializan para venta (¿cuál debe ser la diferencia entre ‘edición diamante’ y ‘platinum’?).

El objetivo siempre ha sido el mismo para cualquier empresa, utilice la disciplina que utilice: diferenciarse para vender. Unas más indirectamente que otras, con más prisa que otras, a más gente o menos, pero siempre vender a alguien. Y ése alguien es quien tiene el poder de elegir (¡con el usuario hemos topado, menudo problema porque cada uno quiere una cosa!). La evolución del mercado la dicta día a día el ser humano dejando fuera lo que no le gusta, lo que no cumple sus expectativas. Solo hay que dejar que el tiempo pase y analizar las consecuencias de ésas elecciones para seguir evolucionando. La Historia está llena de cosas que han dejado de usarse, es algo normal, pero cuesta dar el brazo a torcer.

Por eso, mientras, debatimos y nos dan rabietas cuando alguien no utiliza bien el nombre que creemos es el correcto porque es el que usamos nosotros. ¡Y hay tantos ejemplos! Porque, para vender más, hay que seguir la moda (¿o no?) y si ahora toca hablar de marketing de contenidos, estrategia de contenidos, storytelling, transmedia, branded content, periodismo de marca… pues se habla desde la perspectiva que sea para incluir esas palabras clave y salir bien parados en buscadores. Y no importa mucho el resultado de la mezcla porque se habrá conseguido lo que quiere, en este caso, no el cliente si no la empresa. Vender, siempre vender.

Está claro que poner un nombre ayuda a estandarizar, define tareas y eso es importante también desde el punto de RRHH. Y ahora sí, implicando a toda la empresa, vamos a acabar de petar el problema que no ha parado de crecer en todo el post (y en los ya casi 4 años que llevo hablando de marketing de contenidos): ¿a quién contratamos para hacer estas tareas si no somos capaces de distinguir cuáles son?

  • Si contenidos es igual a escribir, ¿busco periodista, blogger, copy, redactor? Pero ellos no me harán un plan de comunicación, de marketing, de medios social o de contenidos, ¿o sí? Es más, ¿necesito uno de cada? ¿Se llama estrategia de marketing de contenidos, plan de contenidos, estrategia editorial…? Mejor busco consultorías pero de marketing online, de RRPP, de SEO, de inbound marketing… Espera, ¿consultorías o agencias?
  • Vamos a más porque dentro de la estrategia de contenidos también está la curación de contenidos y entonces, para decir que no hace falta una etiqueta nueva para hacer lo que ellos ya hacen, saltan documentalistas, periodistas y hasta community managers (y éstos ya tienen sus propios problemas porque los social media strategists aún buscan su hueco).
  • Soluciones al problema: ¿nos dejamos de rollos y contratamos a quien lleva años haciéndolo (nombres reconocidos como marketing, comunicación, periodismo) o a quien se ha especializado en una cosa concreta aunque tenga un nombre que no nos suena de nada?

Dudar y debatir es sano para el corazón, menos mal… pero solo para algunos porque los que tratan de aprender para ponerlo en práctica en su negocio o empresa no tienen la culpa de que no nos pongamos de acuerdo. Y, como en política, son ellos los que pagan las consecuencias: se apuntan a cursos que dicen que son de una cosa pero acaban siendo de otra; se ponen a ello y acaban haciendo algo que no es ni una cosa ni la otra; se desengañan porque no consiguen lo que querían (vender, ¿recuerdas?) a pesar de que ya hayan comprado algo (un curso o una consultoría, porque alguien sí ha vendido algo).

La evolución no se detiene así que las personas que se sienten engañadas se quejarán de esa palabreja nueva que no les ha servido (como con el detergente) y buscarán algo similar con otro nombre que otros les venderán (como el cine busca nuevas experiencias) aunque los que inicialmente lo habían hecho seguirán buscando clientes… ¿de quién es la culpa? ¿Del cliente que se deja asesorar sin informarse antes, del vendedor sin escrúpulos que se aprovecha del momento o del que tiene buena fe pero no consigue llegar al cliente? El tiempo, tan sabio como siempre, ya se encargará de dejar a cada uno en su lugar y se deshará de los culpables (si es que hay que culpar a alguien de todo este embrollo o burbuja).

Debates de este tipo hay en todos los sectores y no lo vamos a solucionar a corto plazo. Solo espero que este carnaval sirva para quitar algunas máscaras. Será el lector de todos los posts que se están generando quien decida si las quita a los conceptos de debate o a las personas que los utilizan en su beneficio. Y, ya que has llegado hasta aquí, 1.150 palabras después, no te vayas sin dejar un comentario o participar en el #carnavalRRPP.

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