[AD] Protagonista sin saberlo

¿Te acuerdas de aquel anuncio en que un par de personas veían su foto en autobuses y vallas? Era de una compañía de seguros (¿Axa?) y la idea era personalización, cercanía… y la gente que salía eran actores. Pero ¿qué pasa cuando en una valla ves una foto tuya sin tu permiso?

Eso mismo le ha pasado a un chica: Virgin Mobile ha utilizado una fotografía de Alison para un anuncio sin que ella lo supiese. ¿Cómo es posible? Porque el autor de la fotografía la colgó en Flickr y dio su permiso para utilización comercial bajo licencia Creative Commons.

Sí, la foto es suya, su cámara, su encuadre… pero ¿puede hacer con ella lo que quiera si salen otras personas? Y si, en lugar de gente, fuese una foto a un producto de marca comercial, ¿también podría publicar con esa licencia?

Según publica El Periódico, la afectada ha demandado a Virgin y Creative Commons. En mi opinión, la culpa no es de ellos, sino del autor de la fotografía. Él es el responsable por no preguntar a la chica si estaba dispuesta a cederle los derechos de su imagen. ¿Por qué no le han demandado a él?

¿No debería pesar igual la marca personal que la comercial?

Actualización 1 de noviembre: Según El Periódico, el Ayuntamiento también usó una foto sin permiso, aunque no bajo CC.

(No) me han entrevistado

Si hoy has leído la sección Televisión de alguno de los diarios del Grupo Vocento, como el Ideal, La voz de Cádiz o El Correo, incluso si visitas su canal Hoy Tecnología, habrás podido leer ‘mis declaraciones’ en un reportaje (inicialmente) dedicado a Zattoo titulado «Del zapeo clásico al virtual».

Pero en realidad, nadie me ha preguntado mi opinión ni ha contactado conmigo para decirme que iban a usar mis palabras para inspirar, documentar y completar el artículo.

¿De dónde han sacado pues mis ideas? Pues del capítulo «Internet, el canal del telespectador» que escribí para el libro «La televisión no lo filma» (editado por el Colectivo Zemos98 en 2006), al que ni siquera nombran.

Al menos sí escriben bien mi apellido y me llaman ‘especialista’ (¡menudo subidón de ego!), aunque previamente me hayan convertido en ‘portavoz de la cadena’ al citar una frase del libro como declaración. No sé qué opinará de eso TeleCinco, pero a Orange tampoco le hará gracia que sigan llamándola Amena porque cuando lo escribí aún se llamaba así.

Desde que se publicó el libro, ha habido mucho movimiento en lo relativo a la televisión online (quizá lo más importante sea la utilización de YouTube por las cadenas). Demasiado como para usar como fuente un artículo de hace un año. Internet no se detiene y mucho menos si tiene tanto terreno por recorrer como en el caso de la televisión.

Por cierto, me he enterado gracias a las alertas de Google (igual que descubrí que Berta Collado conoce y utiliza TeleWiki según el 20 minutos).

[WWW] Perfiles y falsas identidades

Hará unos 10 años que tengo la misma cuenta de correo en Hotmail. Por el camino he abierto y cerrado unas cuantas, pero la primera la conservo como la más usada. Elegí el nombre porque me pareció fácil de recordar (mi nombre y mis iniciales, por si quieres escribirme) y sinceramente no pensé en que habría tropecientas personas que pensarían igual (la inocencia de mis inicios en Internet).

Pero en la última semana he vivido lo que dramáticamente podríamos llamar ‘usurpación de la identidad‘ o más racionalmente ‘un error casual‘. Curiosamente, en los dos casos ‘están implicados’ perfiles en redes sociales.

Leer más

[WWW] Identidades y vida

Después de tanto leer sobre Second life, no sé por qué me sorprendo al leer hoy en el Diario Metro que «Un internauta subasta su vida en la Red por 4.400 euros«. Todo tiene un precio, así que todo es subastable. Y el único lugar sin la ¿moral? suficiente como para no aceptar ese encargo es Internet.

Aunque aquí lo que se compraba es una ‘identidad’ y no una ‘vida’. Identidades hay muchas, vidas sólo una. El chico seguirá viviendo, pero con otro nombre, otra casa, otro número de teléfono…

Lo mismo ocurre en Second life. Vives con otra identidad, pero en el fondo es una falsa realidad que acaba al desconectarte: al apagar el ordenador, sigues siendo tú (pero con más frustración). Lo que atrae (imagino) es que durante unos minutos/unas horas, puedes ser otra persona. O, peor, puedes ser tú mismo.

Internet permite ser quien quieras (tú u otro), el anonimato, cambiar el nombre, la edad, incluso el sexo. En la vida real hace falta ser actor para actuar como otra persona.

Yo siempre soy yo y (casi siempre) quiero ser yo.

PD. Me acabo de acordar del programa de laSexta «Anónimos«: famosos que quieren pasar por personas desconocidas.

Para ser legal, te aviso de que utilizo cookies en esta web:    leer detalles y configurar preferencias
Privacidad