Media News S18 A14

Televisión
Después de estar 3 semanas sin televisión, reconozco que echaba de menos hacer zapping entre canales sin encontrar nada interesante que ver. Y es que, cuando no se tiene ese aparatito disponible ni tampoco se quiere recurrir a otra pantalla, todo lo que se hace es interesante. Pero también es curioso escuchar (realmente es cotillear) conversaciones sobre lo que ocurre en televisión, sabiendo que no lo vas a ver. Y eso que cada vez es más raro oír una conversación en el transporte público que merezca la pena ser escuchada. La gente que va sola, cuando usa el móvil para hablar, grita su vida, sus miserias y sus alegrías pero no tienen que ver con la tele; los que van en pareja o grupo, aún más gritos pero poca tele.

Cine
Estos días, la nostalgia cinéfila me ronda. Primero por haberme reencontrado con varias cintas de VHS de esas en las que grababa cosas que daban por la tele, como reportajes de películas que ahora estarán (imagino) en los extras de sus correspondientes DVD. También películas con moscas que ya no existen, copias que no encuentro aún en el mismo formato o idioma en el que estoy acostumbrada a verlas. Además, me he reencontrado con mi colección de revistas de cine, algunas que ya ni existen otras que han pasado por varias épocas. Y, para colmo nostálgico, he pasado por varios locales donde antes había videoclubs.

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Volkswagen ha recuperado la canción «Eye of the tiger» (quién sabe si influenciados por oír esa frase de boca de Kate Perry) para volver a anunciar uno de sus coches. A diferencia de con el Golf, el spot del Polo utiliza la canción para motivar al estilo que recuerda a la película. Los de VW han ido un poquito más allá y han hecho varios fragmentos alternativos que pueden verse utilizando las notas de YouTube. Quizá les ha faltado hacer algo más interactivo a lo Tippex para que quedase más resultón. De todas formas, hay versiones para diferentes gustos con lo que cubren con humor diferentes posibilidades.

Internet
Leer blogs de reciente apertura sigue siendo un ejercicio que merece la pena hacer de tanto en tanto. Leer a los que cierran produce cierta pena pero, muchas veces, responde a una nueva aventura así que no dejan un hueco muy grande. Quizá ésto lo hagan más los que se callan un día y no se despiden. Vamos, que dejan de poder actualizar el blog y, claro, tampoco lo hacen para decir que se van. Simplemente, dejan de escribir. Si el blog está en algún servicio gratuito, posiblemente estará disponible mucho más tiempo que si el alojamiento lo paga el blogger que, cuando le toque renovar, se acordará que tenía un blog y quizá, solo quizá, se anime a volver a escribir.

Media News S45 A13

Televisión
Nuevo intercambio de presentadores a la vista. Lo leo en Telepatético y me sigue resultando curiosa la elección en esta ‘segunda edición’ porque, igual que con Buenafuente y El Gran Wyoming, Sobera y Valls son dos presentadores muy peculiares. Hay algunos más neutros pero otros, como éstos en cuestión, te hacen tomar partido: te gustan o no les soportas. Yo diría que me inclino más hacia lo segundo porque me han ido cansando con el tiempo, lo que antes era diferente o curioso ya no me hace gracia. Quizá sea ésto lo que tienen en común los dos presentadores: un cierto sentido del humor que puede ser compartido por el tipo de espectador de los dos programas.

Internet
Cuando es época de ciertos premios, la blogosfera y la tuitosfera se llenan de peticiones de votos. Ocurre lo mismo en Facebook donde lo que se pide es votos y ‘Me gusta’ para ganar concursos. Lo único que tienen de bueno éste tipo de peticiones es que vienen acompañadas de una explicación detallada de cómo votar, de cómo participar. Sí, a la organización le va bien para ganar visibilidad, al participante por lo mismo pero a todos nos funciona porque así se educa a los usuarios. Poco a poco (espero) no hará falta que se pidan los votos, se darán porque el proceso ya se conocerá. Lo mismo que cuando se pide el click o el compartir socialmente. ¡Por pedir!

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Dos anuncios que nos traen ‘cosas nuevas’, aunque no en el sentido creativo. 1/ Vodafone nos explica su cambio de móvil nada más y nada menos que con una chica que hace perfumes de cosas nuevas. No consigo recordar dónde pero eso del olor a nuevo ya se había usado en otra marca ¿de coches? 2/ El Corte Inglés nos cuenta que estrena precios, dice, para que cuando vayamos podamos estrenar algo. Así que, en noviembre, toca estrenar algo. Primera noticia. Es una época rara considerando que ya se está haciendo casi campaña de Navidad. Lo nuevo vende, ya se sabe, así que bienvenidas sean estas campañas.

Cine
Por David llego a The Hill Valley Project. Si solo el nombre de ese lugar ya te ha despertado la curiosidad, es que conoces la trilogía «Regreso al futuro». Si no te suena de nada, estás tardando en ver la primera película… en cuanto veas el «To be continued» querrás ver la segunda y lo mismo con la tercera. Lo interesante del proyecto es que tuitean la peli entera, en tiempo real. Han creado cuentas para todos los personajes, incluida la estilosa máquina del tiempo y mediante la lista del proyecto puedes seguir los diálogos, las acciones… y hasta ver los créditos. Me parece genial como narrativa, también para películas nuevas.

Carnaval: marca personal – marca profesional

¡Un carnaval! ¡Cuánto tiempo sin oírlo aplicado a la blogosfera! Eso pensé cuando vi el tuit de Monica Moro invitándonos a participar porque hace años que no siento la blogocosa tan unida como cuando empezábamos. Y, casualidades de la vida, el motivo se acerca al tema del carnaval: “marca personal – marca profesional, ¿juntas y revueltas?”.

Fue en diciembre del 2004 cuando empecé este blog, por entonces no había muchos y parecía que todos nos conocíamos: una gran familia feliz que se enlaza (aún hablo con nostalgia de los blogrolls en mis clases y la mitad no saben qué son), comenta (cuando se hacía ampliamente y uno en un tuit o con un botón que indica que nos gusta algo) y se relaciona con memes y carnavales.

Pero los blogs se hicieron grandes, las marcas empezaron a asomarse y la blogosfera se profesionalizó. Las personas seguían hablando de sus cosas pero se mezclaban con las que veían posible sacar un beneficio más allá de la expresión de sus ideas. ¿Por qué no adaptarlas a lo que quería el mercado? Publicidad o venta de servicios, da lo mismo, es evidente que es posible rentabilizar el tiempo que se dedica a un blog y ahí es donde entra en conflicto la parte personal con la profesional porque entraron también las empresas e hicieron hablar a sus empleados por ellas.

Yo tengo una marca y es tan personal como profesional porque soy autónoma y todo lo que hago públicamente acaba repercutiendo en mi trabajo. Para mi no hay diferencia entre estos dos conceptos porque no puedo dejar de ser quien soy. Si no puedo dejar de imaginarme cómo hubiera expresado yo la idea de un post, ¿cómo un profesional de la salud va a dejar de ser doctor o enfermera al escribir en su tiempo libre en sus canales no corporativos?

Somos lo que somos, a todas horas, pero elegimos mostrarlo a todos, a una parte o a nadie. Privacidad, la palabra clave del Internet de hoy en día. Yo elijo qué publicar, yo elijo quién puede verlo. Yo soy mi jefe y puedo decidir porque estoy hablando de lo que hago fuera de mi trabajo (aunque ya se sabe que la jornada laboral del autónomo que además tiene como hobby su propio trabajo es difícil de establecer).

Está claro que cuando me toca escribir para un cliente, puedo decidir menos y me muerdo más la lengua (no se puede morder la mano que nos da de comer, como mucho, solo hacerle pequeños arañazos). Cuando un profesional de la salud, como cualquier otro, publica en canales corporativos, es menos él y más empresa porque debe respetar las normas corporativas. Eso no se puede negar en ningún sector pero casi consigo que me linchen la última vez que intenté debatirlo en clase, otra casualidad, en un máster de salud 2.0.

Allí expliqué, como es habitual en mí, que debemos dar prioridad al mensaje por encima del canal y justamente es lo que nos ayudará a establecer límites en la definición de personal y de profesional. Ya he dicho que personal y profesional para mí son lo mismo pero hay una parte de ambas que es imposible mezclar: la parte íntima (en el límite de lo personal) y la confidencial (en el de lo profesional).

Así que, cuando tengo algo que contar (mensaje), primero decido a quién le puede interesar saberlo (público objetivo) o si merece la pena contarlo (objetivo del mensaje). Esto me indica dónde lo tengo que publicar (canal). Por ejemplo:

  • Que me hayan picado tres mosquitos en una noche (hecho, por cierto, real) es algo que a mis seguidores de Twitter no les debe interesar. Por eso lo cuento a mi círculo más íntimo en Facebook donde tengo a unos pocos amigos (de los que aún se pueden llamar así) y familiares.
  • Que me ocurre algo mientras escribo que puede ayudar o les puede pasar a otras personas, lo cuento en Twitter. Aunque sea algo que puede parecer personal porque es una reflexión, forma parte de mi vida profesional.
  • Que me encuentro con un enlace interesante que merece la pena compartir, elijo en base al tema y lo publico en Twitter o en Facebook. Intento que cada canal tenga su propia línea editorial.
  • Que un cliente se retrasa con una factura o que un alumno está más pendiente del móvil que de lo que explico en clase, eso solo me incumbe a mi así que decido no publicarlo, es decir, no hacerlo público.

Todo lo que explico afecta a la imagen que los otros tienen de mi y es la parte personal la que ayuda a la profesional a ganar puntos. La personalidad hace especial al profesional, cada vez más parecido a los demás, y por eso nos empeñamos en mostrarnos como más humanos en las redes, mezclando ambas partes de manera que resulta imposible separar… para quienes no sepan establecer límites a su privacidad. Por eso todos necesitamos un plan.

Media News S36 A13

Internet
El 31 de agosto se celebró el Blog day. Es una oportunidad para recomendar 5 blogs, una idea muy bonita en inicio igual que lo era también el #FF. Pero quizá debería poner comillas a eso de ‘celebrar’ porque mucha actividad no hubo, o al menos yo no la noté. Sí que algo de vidilla encontré en redes sociales (felicitar, se felicita pero recomentar, poco). Así que pregunté en Twitter y en Facebook a ver qué bloggers podía conocer. Dos personas me contestaron así que, en lugar de 5, van a ser 7 y, en lugar de mías, van a ser suyas: Tristán Elósegui, Latexos de Turismo, Isra García, Pedro Vicente, Mª Ángeles Gutiérrez, Andreas Schou y Dolores Vela. Por mi parte, las recomiendo a ellas por haberme dedicado un ratito a contestar: Creativasiempre y Loly Cortizas.

Cine
Creo que alguna vez he hablado ya de lo pesadas que se ponen algunas distribuidoras con la promoción de una película (meses, años antes ya están dando información). Lo curiso es cuando me da la sensación de que están repitiendo promo. Sí, que dan los mismos tráilers. Como si volviésemos atrás en el tiempo y estuviesen anunciando otra vez la misma película. Pero no, en realidad lo que pasa es que se trata de una nueva parte. Me ha pasado con Riddick y he tenido que recurrir a una explicación de la saga para darme cuenta que es la tercera. Vamos, que no he viajado en el tiempo simplemente es que o para el tráiler han usado imágenes similares o los guionistas no han puesto mucha variación en las escenas. Sea como sea, está claro, no la voy a ver.

Televisión
Cuando hablo de dónde encontrar inspiración, siempre cito Menéame porque es un lugar con muchos tipos de contenidos. Yo solo sigo la categoría de tele pero es algunas veces navego por otras y puedes encontrar de todo. Hoy, leer sobre los 20 años de «Power Rangers» o sobre un fan que ha construído su propio coche fantástico, me anima a hablar de varias cosas. La nostalgia sería el tema común porque ambas series han rondado de alguna forma mi infancia. Pero también la inverosimilitud que provocan si las miras ahora o la evolución de los coches. Aunque también el fenómeno fan y lo que éstos están dispuestos a hacer por conseguir lo que tienen los personajes de sus series favoritas. Y no solo el coche, seguro que más de algún furioso querría alguno de esos guerreros para saciar su ira.

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Snacks y chocolate. Piénsalo bien, snacks y chocolate, ¿los has visto en promoción últimamente? Parece ser que son los productos más promocionados en España. Y el tipo de promo más utilizado es el descuento en precio. ¿Lo recuerdas ahora? Yo tampoco. Sí recuerdo, en cambio, algunas promociones de segundas unidades a precio reducido, en algún hiper. Pero los productos no eran snacks ni chocolate. Supongo que ahí está el problema: ¿cómo anunciar que tienes miles de productos con descuento, cuáles eliges para dar a conocer? Yo me decantaría por los que más aceptación pudiesen tener y, ya en tienda, el usuario podría ahorrarse también en el resto. Pero, ¿quién se desplaza al super para comprar una oferta de snacks? ¿Quizá cuando hay partido?

Media News S23 A13

Internet
Hacer zapping siempre te regala alguna sorpresa en algún canal que no sueles visitar mucho, por eso es un buen lugar para buscar ideas. Así es como encontré una serie titulada «Mi perro tiene un blog«. Menuda sorpresa porque aquello de que un perro hable estaba ya muy visto pero ¿cómo hemos pasado a que una mascota mantenga un blog? ¿Será porque es la que más desapercibida pasa en una casa y por eso está al tanto de todos los cotilleos y enredos de familia (clásica serie, por cierto)? Hace unos días precisamente recordaba con nostalgia aquella época en la que los bloggers no tenían otra preocupación que la de explicar lo que pasaba a su alrededor. Pero ahora algunos son medios y, como tales, muchos tienen más intereses de los que un perro pueda llegar a entender. Eso sí, si un perro puede, ¡cualquiera puede bloggear!

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Llevo un tiempo queriendo hablar de la campaña de Ono Móvil porque por mucho que la vea, y mira que la repiten de veces, siempre encuentro la misma pega. El spot empieza con un aviso a sus clientes y, aunque debería ser a las personas, en realidad se dirige a los móviles. Sí, sí a los aparativos que se pagan con puntos para hacernos sentir que gastar tiene su recompensa. La voz en off dice que ‘os usarán para chorradas’ mientras salen móviles con cara y cuerpo escondiéndose de los malos, de sus dueños. Yo que tengo la gran parte del tiempo el móvil apagado me pregunto si ese spot es para mi o para el trasto que tengo durmiendo sobre la mesa. Es lo que no me gusta, que no se dirijan a mi que soy la que paga las facturas porque, en este caso, el aparatito no toma decisiones.

Cine
Por un lado, ver películas en DVD en kioskos junto a revistas y diarios es algo habitual. La vinculación entre estos canales de distribución de contenidos es muy estrecha, seguramente debido a que se necesitan para su mútua supervivencia. Por otro, los medios digitales y los sociales parecen ir cada vez más de la mano, quizá también para agarrarse a lo que puede conllevar el éxito. Solo con la mezcla de estas dos ideas se me ocurre que pueda tener sentido la primera línea de la noticia del nacimiento de Cine Orbyt. Léela y vuelve, te espero. ¿Qué tiene que ver una cosa? ¿Si no los llega a conseguir, no lanzan la oferta? ¿Qué clase de número de celebración es 175.000?

Televisión
De tanto en tanto, la realidad supera la ficción y aquello que creemos falso y preparado es algo que sucede sin que nadie lo haya guionizado. Soltamos un ‘¡no puede ser!’ al que tendríamos que añadir varias exclamaciones para reflejar nuestra sorpresa y nos quedamos con cara de ‘me han timado’. Me pasa en ciertos programas, algunas veces porque se ve el pinganillo del presentador e inevitablemente pienso que alguien le chiva las cosas ‘graciosas’. Pero al ver el vídeo de «Lo sabe no lo sabe», estoy con los de Vaya Tele que se parece mucho a «Señoras que»… tanto que también tengo la sensación de que la realidad supera la ficción para no pensar que me están timando.

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