Media News S19 A22

Televisión
Atención, pregunta: ¿cuál es la mejor serie made? Añado matices: según IMDb y por países. La respuesta tiene forma de infografía y llego a ella desde Vamos a ver. Parece ser que aquí es «La casa de papel», pero la lista puede filtrarse por género así que igual encuentras algo nuevo para ver este finde. Se podrían añadir más matices a la cuestión inicial: ¿la mejor serie de humor es comparable a una de acción? ¿Hay diferencias entre países y géneros televisivos? ¿Las que tienen más distribución consiguen más votos y se posicionan mejor?

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Lucas nos recuerda tres frasecillas que no voy a repetir para que no te pase como a mí y te pongas a buscar los vídeos en YouTube para recordar otros anuncios de la época. Las escuches o no, lo que me anima a mencionarlas es una cuestión de edad. ¿Cómo reaccionará alguien que no las haya oído en su vida? No digo quien no las haya usado porque no quería (alguien debía quedar en la resistencia), pienso en quien es de otra generación. Las pelis pueden recuperarse y apreciarse pasadas décadas, pero ¿cómo recuperar la cultura que nos da la publicidad (la buena y la mala)?

Cine
Una cosa es hablar de sensaciones, como ya hice la semana pasada, y otra tener datos que lo confirmen. Hoy toca poner los datos sobre la mesa y tienen forma de gráfico: cada año suben las películas que están entre las que más recaudan y que son precuelas/secuelas/spinoffs y demás versiones, es decir, no originales. Dicho así, suena bastante normal, pero concretando el número se percibe diferente: sobre 1994 (el punto más bajo) solo eran alrededor del 5% y ahora (2021) estamos en lo más alto, sobre el 90%. Lo dicho, son rentables y por eso siguen haciéndose.

Internet
Más de una vez he tenido ganas de probar qué pasaría si desconectase por completo de las redes sociales. Sé, al menos por la experiencia de cuando he bajado el ritmo, que nadie se daría cuenta. Pero, ¿y de puertas a dentro? Por mixxio llego al dato que confirma que conviene a la salud mental (benditas vacaciones). Como colofón al post, otro estudio aporta numeritos porque parece ser que la edad influye menos de lo esperado a la hora de creerse las fake news. Total, que ahora te podría decir que en estos dos últimos párrafos te he colado una noticia falsa y hasta te lo creerías.

[Contenidos] No, los contenidos no son un objetivo

Repaso rápido para empezar. Sin objetivos y con contenidos, ¿se puede conseguir algo? Sí, si crees que las casualidades existen (la regla 39 de Gibbs dice que no) o una alineación de los astros que favorecen tu signo (pasa mucho según los horóscopos). Yo te diría que, si se deja la estrategia al azar, se consigue menos que si se dedica un tiempo a tomar decisiones.

Pero, ¿se puede conseguir algo con los objetivos mal definidos y sin contenidos? Claro, lo mismo que antes, pero también puede ser un desastre. La frustración llegará porque parecerá que se hace mucho y no se consigue nada. En cambio, cuando sí están claros y son medibles, se puede controlar la expectativa de dónde se va a llegar al crear nuevos contenidos.

No te voy a contar cómo definir tus objetivos, ya hay mucho escrito sobre ello (en «Estrategia de contenidos«, sin ir más lejos). Pero un objetivo está mal expresado si se confunde con un beneficio o con la manera en que utilizan. Que quede claro: los contenidos son una estrategia o una táctica, según el caso, y eso implica que se usan con un objetivo y que de ellos se obtienen una serie de beneficios. No conviene mezclarlo todo, así que vamos a poner un poco de orden con ejemplos.

«Quiero publicar contenidos sobre mis servicios» suena bien, pero sin decir por qué, no tiene sentido porque no concreta el motivo que hay detrás. Tampoco «mi objetivo es buscar contenidos sobre la temática tal y cual para compartirlos en redes» porque sigue sin responder a para qué se quiere hacer, aunque se especifique mínimamente la línea editorial y el canal. Así que, en ambos casos, solo se puede concluir que se acabará cayendo en el publicar por publicar.

Piensa un poco más y pregúntate para qué quieres que te ayuden a conseguir los contenidos. Verás que no puedes responder con un «porque quiero llenar mis redes» si detrás no hay un «y así aumentar mi base de leads», un «para fidelizar a mis clientes» o cualquier otro motivo que puedas convertir en objetivo para tu plan de contenidos.

La lista de qué se puede conseguir con los contenidos es larga, sobre todo si entramos al detalle de los diferentes tipos que hay. Tienes unas cuantas opciones en mi ebook «Vademécum de contenidos: objetivos«, pero voy a usar un par de ejemplos de objetivos de content curation para recalcar que cualquier pieza que se publique, hasta la de otra persona, ha servir para algo.

  • De «encontrar temas sobre los que escribir» al «documentar mejor mis contenidos para mejorar mi reputación», hay solo un paso: concretar el por qué. Es coletilla final sin la que no tienes nada: añade «para…» o «porque así…».
  • «Estar al día de un tema» es un beneficio interno que se puede convertir en objetivo externo al describirlo como «quiero demostrar mi experiencia para que me contraten» o «saber las opiniones de mis clientes para afinar mi comunicación».
  • «Ser más eficiente en la búsqueda de información» también es un beneficio que te permitirá «ahorrar tiempo» (objetivo más personal) y «mantener a mis clientes mejor informados porque así compran más» (más corporativo).

Faltaría hacer los objetivos inteligentes (SMART), pero creo que ya se entiende que el de una estrategia de content curation no puede ser «recomendar artículos de fuentes fiables» como el de una de marketing de contenidos tampoco puede ser «publicar contenido de valor». Un objetivo es lo que te llevará a alcanzar tus metas, la estrategia (de contenidos) va después y es lo que te llevará a lograr tus objetivos. Pero no cambies el orden o no conseguirás nada, solo complicarlo todo innecesariamente.

Media News S18 A22

Cine
El titular de EspinOf viene a ser una sensación compartida: «Sony seguirá haciendo lo mismo mientras el público responda en taquilla». Se refiere a un par de secuelas, pero podría aplicarse a otros géneros y estudios. La taquilla manda, como los audímetros en televisión. Y hasta que no sea evidente que falla la millonésima versión de la misma historia, no se cambiará. Es algo bueno para ti si te gustan, malo si ya te has cansado de ver a los mismos hacer lo mismo o demasiado parecido. El riesgo está en las productoras que apuestan por traer lo que gusta a una minoría con la esperanza de que llegue a ser mayoría.

Televisión
Teles en los bares, ¡qué gran tema! Fíjate cómo ha cambiado. Antes de que estos aparatos reuniesen a los fans de los deportes dominicales, estaba la radio. También había prensa en el mostrador y se podía ver a alguien leyéndola en las mesas. Mucho después, se compraron suscripciones a partidos para que el pueblo tuviese su opio y consumiese entre grito de gol, «uys» y quejas del arbitraje. El resto del tiempo, informativos o videoclips como si fuese hilo musical. Ahora, sí, algunos todavía se congregan en las grandes finales, pero es más fácil ver a varios niños pegados a los móviles porque son su tele portátil.

Internet
A poco que busques, seguro que encuentras algún estudio con datos que te da respuesta a cualquier pregunta. Entonces, tienes dos opciones: 1/ Quedarte con la primera como si fuese la verdad única o 2/ seguir buscando hasta que des con la que confirma lo que ya sabías antes siquiera de plantearte preguntarle a Google. La primera es para quien no quiere complicarse la vida y confía en los demás; la segunda para quien necesita reafirmar sus creencias. La diversión está en, a la hora de leer lo que escriben estos dos tipos de personas, llegar a entrever quién ha pasado de la primera página y quien ni ha buscado.

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A quienes nos gusta la publi, nos gustan tanto los anuncios complicados como los sencillos. Entre los primeros están las grandes producciones que alimentan a un montón de profesionales y los segundos suelen estar hechos con menos recursos y un estudio más modesto. Ambos pueden ser efectivos y presentarse a premios o ser un desastre y ganar el despido del equipo, según la idea que haya detrás. Un ejemplo de campañas que dicen mucho con poco es la de Bristar porque se basa en una imagen (lo reconozco, es mejor que el texto); uno de las que necesitan más de la cuenta sería casi cualquiera de la Super Bowl.

[Contenidos] Hacen falta nutricionistas del contenido

No lo digo yo, aunque coincido plenamente con Lucas Aisa. El concepto surgió en una conversación en LinkedIn a raíz de su post sobre comunidades pasivas. Empecé quejándome sobre la costumbre de pedir «comparte, comenta, guarda» y acabó con la identificación de este perfil: nutricionista del contenido. Me animo a dejar mi opinión en mi blog también para recuperar la veterana costumbre de crear posts a partir de otros. Bienvenido sea (otra vez) el debate.

El contenido original escasea. Ya hay demasiado refrito creado a partir de refrito, haciendo que la calidad de las publicaciones baje demasiado. Te animo a hacer la prueba: entra en Google, busca algo y fíjate en todos los resultados de la primera página. Yo he tenido que leer muchos de esos «bien posicionados» sobre temas diversos y no deja muy bien a la profesión.

Muchos títulos y argumentos sospechosamente similares, poca diferenciación y escasa aportación de valor. La competencia es feroz, dirían los SEO; la calidad de bajísima, dirían los del contenido. A los que crean esa «basurilla» Lucas los llama «rellena huecos» y yo añado que son los culpables de conseguir que la mala dieta se extienda a las masas ávidas de pasar el rato, a lo fast food del entretenimiento, preocupándose solo por el ahora.

Los refritos son malos a largo plazo: son igual que los fritos y la telebasura porque también pueden afectar a tu salud y te atontan. Todos lo sabemos, aunque no es algo que (todavía) quite el sueño a la mayoría si hacemos caso a las ventas y los audímetros. De hecho, es posible que hasta sean los que consiguen más «compartidos, comentarios, guardados» y similares. ¿Por qué, si solo publican refritos? ¿Por qué se les premia? Pues porque hay quien se conforma con eso. Bendita ignorancia.

Pero, como si fuésemos irreductibles galos, también hay quienes nos preocupamos de producir contenidos que sean buenos, cuidamos nuestra dieta y tratamos de convencer a los demás de sus bondades para que rechacen lo que puede dañarlos. ¿Somos creadores, curadores? Mejor, ¡somos nutricionistas! Preferimos la calidad a la cantidad (a pesar de que a algunos les funciona e inspiran a otros) y simplificamos aunque no se reconozca nuestra tarea con métricas de vanidad.

Hay demasiada información ahí fuera como para consumir solo refritos, ¿no te parece? Espero, porque por aquí hay pocos.

Ya, los «rellena huecos» saben llenarlos muy bien y no dejan mucho espacio al resto de sufridores. Se hace lo que se puede para ocuparlos y despertar a la comunidad, pero no siempre se consigue. Es difícil competir y hacer refritos es fácil, demasiado fácil, pero consumirlos aún más. Solo hay que sentarse frente a la pantalla a glotonear moviendo el pulgar.

Esta pasividad, junto con «el eco al otro lado cuando toca sacar la tarjeta» como apuntaba Marina Febles en su newsletter Atípicaletter 236, acaba siendo frustrante para quien se pasa horas creando y no ve recompensado su esfuerzo de alguna forma. Llámalo monetización, interacción o una sencilla reacción para recordar que hay alguien al otro lado. ¿Sigues ahí o ya habrás dejado de leer porque este post te está obligando a pensar? ¡Qué incómodo, eh!

En Internet hay espacio para todos, pero lo que no hay es tiempo de pararse a pensar si lo que se está leyendo, viendo o escuchando es lo mejor, más completo o incluso original. Nadie pasa de la primera página de resultados. ¿Quién invierte un rato en comparar fuentes, en contrastar? Si todos lo hiciésemos, sería más difícil que los refritos triunfasen.

Quizá confiamos demasiado en que Google (y cualquier otro algoritmo) sea nuestro nutricionista personal, ofreciéndonos lo que necesitamos consumir. Pero, ¿no lo hacen buscando su propio beneficio? Me temo que son en parte responsables de que proliferen los «rellena huecos», sobre todo si los consideramos enfocados solo a subir posiciones.

Mejor dejar esta responsabilidad a una persona con buen criterio. Puedes ser tú o confiar en alguien, lo que importa es que seas consciente de que has de mantenerte lejos del contenido de baja calidad si quieres que el tuyo tenga valor.

Quiero ser nutricionista del contenido, ¿y tú? Compartir en X

Media News S17 A22

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Esta campaña lleva unas semanas guardada en mi lista de interesantes por cuatro motivos. 1/ Curtice Brothers es una marca que me es desconocida, así que no tengo prejuicios. 2/ Se trata de un trabajo en varias etapas, lo que demuestra que las buenas ideas no son fáciles de implementar. 3/ Utiliza una web de reviews y opiniones reales, algo que siempre es bueno, pero a la vez te hace dudar de si son reales de verdad. Y 4/ Me hace pensar en Vincent Vega explicando que a este lado del charco preferimos bañar las patatas fritas en mayonesa. Si quieres saber de qué va el anuncio, te lo cuentan en La Criatura Creativa.

Televisión
Tres aniversarios para poner un poco de perspectiva a las generaciones que nos rodean. 1/ Los 15 años que llevamos viendo la tele en HD me hacen pensar en los televisores de tubo y en los VHS, sobre todo porque hace poco estuve viendo uno y el mensajito de «Ajustando Tracking» casi me hace saltar las lágrimas. 2/ Los 30 años que lleva María José Aguirre de Cárcer traduciendo «Los Simpson» porque hasta yo que habré visto no más de 10 capítulos reconozco algunas de sus expresiones. Y 3/ Los 50 años que cumple «Un, dos, tres» porque no me imagino cómo hoy en día podría hacerse un programa así.

Cine
Dos para comprender cómo se consumen las películas. 1/ Nuevo récord de venta de entradas anticipadas, esta vez para la segunda parte de «Doctor Strange» que supera incluso a «Infinity War». Y aún le queda tiempo para seguir sumando porque se estrena la semana que viene. Y si te digo que esta peli dura 2h y 6min es por el siguiente punto. 2/ Reconozco que solo aguanto el humor de SNL si es en pequeñas dosis, así que este vídeo me viene de maravilla porque, además, me representa (casi todo, al menos). Lo recuperan en SensaCine para explicarnos por qué cada vez preferimos más las pelis cortas y no las largas.

Internet
Mi particular cuenta atrás de esta semana termina con un único tema, más bien una reflexión: hay negocios que están muy lejos de la digitalización, pero sobreviven. Las gestorías son un ejemplo de ello. Me explico. En las últimas tres semanas he tratado de contactar con cuatro empresas diferentes. Dos de ellas aún no me han contestado, ni siquiera una autorespuesta para decirme que me dirán algo. Nada. Las otras dos lo hicieron en un tiempo prudencial: una en un par de horas y otra en un par de días. Solo una tiene presencia en redes sociales, una no actualiza su blog desde hace un lustro y otra ni siquiera tiene web. Un sector sobre el que reflexionar cuando se habla de transformación digital.

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