Carnaval: marca personal – marca profesional

¡Un carnaval! ¡Cuánto tiempo sin oírlo aplicado a la blogosfera! Eso pensé cuando vi el tuit de Monica Moro invitándonos a participar porque hace años que no siento la blogocosa tan unida como cuando empezábamos. Y, casualidades de la vida, el motivo se acerca al tema del carnaval: “marca personal – marca profesional, ¿juntas y revueltas?”.

Fue en diciembre del 2004 cuando empecé este blog, por entonces no había muchos y parecía que todos nos conocíamos: una gran familia feliz que se enlaza (aún hablo con nostalgia de los blogrolls en mis clases y la mitad no saben qué son), comenta (cuando se hacía ampliamente y uno en un tuit o con un botón que indica que nos gusta algo) y se relaciona con memes y carnavales.

Pero los blogs se hicieron grandes, las marcas empezaron a asomarse y la blogosfera se profesionalizó. Las personas seguían hablando de sus cosas pero se mezclaban con las que veían posible sacar un beneficio más allá de la expresión de sus ideas. ¿Por qué no adaptarlas a lo que quería el mercado? Publicidad o venta de servicios, da lo mismo, es evidente que es posible rentabilizar el tiempo que se dedica a un blog y ahí es donde entra en conflicto la parte personal con la profesional porque entraron también las empresas e hicieron hablar a sus empleados por ellas.

Yo tengo una marca y es tan personal como profesional porque soy autónoma y todo lo que hago públicamente acaba repercutiendo en mi trabajo. Para mi no hay diferencia entre estos dos conceptos porque no puedo dejar de ser quien soy. Si no puedo dejar de imaginarme cómo hubiera expresado yo la idea de un post, ¿cómo un profesional de la salud va a dejar de ser doctor o enfermera al escribir en su tiempo libre en sus canales no corporativos?

Somos lo que somos, a todas horas, pero elegimos mostrarlo a todos, a una parte o a nadie. Privacidad, la palabra clave del Internet de hoy en día. Yo elijo qué publicar, yo elijo quién puede verlo. Yo soy mi jefe y puedo decidir porque estoy hablando de lo que hago fuera de mi trabajo (aunque ya se sabe que la jornada laboral del autónomo que además tiene como hobby su propio trabajo es difícil de establecer).

Está claro que cuando me toca escribir para un cliente, puedo decidir menos y me muerdo más la lengua (no se puede morder la mano que nos da de comer, como mucho, solo hacerle pequeños arañazos). Cuando un profesional de la salud, como cualquier otro, publica en canales corporativos, es menos él y más empresa porque debe respetar las normas corporativas. Eso no se puede negar en ningún sector pero casi consigo que me linchen la última vez que intenté debatirlo en clase, otra casualidad, en un máster de salud 2.0.

Allí expliqué, como es habitual en mí, que debemos dar prioridad al mensaje por encima del canal y justamente es lo que nos ayudará a establecer límites en la definición de personal y de profesional. Ya he dicho que personal y profesional para mí son lo mismo pero hay una parte de ambas que es imposible mezclar: la parte íntima (en el límite de lo personal) y la confidencial (en el de lo profesional).

Así que, cuando tengo algo que contar (mensaje), primero decido a quién le puede interesar saberlo (público objetivo) o si merece la pena contarlo (objetivo del mensaje). Esto me indica dónde lo tengo que publicar (canal). Por ejemplo:

  • Que me hayan picado tres mosquitos en una noche (hecho, por cierto, real) es algo que a mis seguidores de Twitter no les debe interesar. Por eso lo cuento a mi círculo más íntimo en Facebook donde tengo a unos pocos amigos (de los que aún se pueden llamar así) y familiares.
  • Que me ocurre algo mientras escribo que puede ayudar o les puede pasar a otras personas, lo cuento en Twitter. Aunque sea algo que puede parecer personal porque es una reflexión, forma parte de mi vida profesional.
  • Que me encuentro con un enlace interesante que merece la pena compartir, elijo en base al tema y lo publico en Twitter o en Facebook. Intento que cada canal tenga su propia línea editorial.
  • Que un cliente se retrasa con una factura o que un alumno está más pendiente del móvil que de lo que explico en clase, eso solo me incumbe a mi así que decido no publicarlo, es decir, no hacerlo público.

Todo lo que explico afecta a la imagen que los otros tienen de mi y es la parte personal la que ayuda a la profesional a ganar puntos. La personalidad hace especial al profesional, cada vez más parecido a los demás, y por eso nos empeñamos en mostrarnos como más humanos en las redes, mezclando ambas partes de manera que resulta imposible separar… para quienes no sepan establecer límites a su privacidad. Por eso todos necesitamos un plan.

[Contenidos] Auditoría o inventario de contenidos: por qué y cómo hacerlo

Actualización: consulta mi guía en 10 pasos.

Hoy quisiera hablarte de las auditorías como uno de los pasos importantes dentro de una estrategia de contenidos: qué son, por qué y cómo hacerlas y la forma de aprovechar sus resultados. Si quieres alejarte de las connotaciones fiscales, la palabra inventario tiene un significado similar: recopilar y listar los contenidos de la empresa, aunque la auditoria incluye la parte cualitativa y no solo la cuantitativa.

Entonces, ¿cómo hacer un inventario?

  • La opción mínima es una lista (tipo doc) de enlaces o referencias a lo que consideramos más importante.
  • Lo estándar es una tabla (tipo xls) que incluye formato, descripción y fecha del contenido, pongamos del último año para tener una buena base.
  • A partir de aquí, se puede añadir cuanto más detalle se quiera: tipo de contenido, persona responsable, autor, enlaces entrantes/salientes de una página web concreta… y de todo el contenido, no solo el más nuevo.

Hacer inventario es una manera relativamente fácil de tener contenidos sin invertir demasiado pero, sobre todo, de saber cuál es tu materia prima. Poniendo un poco de orden a todos tus contenidos, tendrás una imagen real de lo que puedes utilizar dentro de tu estrategia de contenidos.

Así, un inventario responde a preguntas relevantes para empezar a esbozar la estrategia de creación de contenidos: ¿Tengo todo lo que necesito para contar mi historia? ¿Qué formatos tienen más peso? ¿Puedo reciclar algo? ¿Todo este contenido es mío o hay algo de terceros que me interesa? ¿Cuánto más contenido necesito?

Una auditoria o inventario, por tanto, es un elemento clave que deberías poner en marcha en tu primer día de trabajo. Pero guarda tiempo también para ir actualizándolo cada cierto tiempo, por ejemplo una vez al mes, si quieres que siga siendo un documento útil.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 86 (2 de abril de 2012). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

[Contenidos] Formas de empezar y acabar un texto

Este verano me descargué el ebook de Martin Li «How to Write Better» y el capítulo que más me ha interesado es el cuarto dedicado a las formas de estructurar un texto. Como muchos de estos materiales que se publican en Kindle están orientados a literatura pero siempre se puede encontrar aplicación corporativa en textos más largos como ebooks o posts.  A modo de resumen, dejo aquí algunos apuntes.

Formas de estructurar un texto (y también de encontrar la inspiración para escribirlo):

  • Por orden cronológico: ‘pasó ésto, luego lo otro y después aquello otro’, adverbios de tiempo repartidos para ordenar párrafos y así el texto
  • Por lo importante: las clásicas 6W reordenadas para enfatizar lo que más te interesa (cuándo para tiempo, cómo para reforzar lo práctico)
  • Por localización: describiendo espacios para dar una imagen general del contexto que rodea la historia (o la información)
  • Por preguntas: planteando de forma ordenada problemas o dudas que despierta un tema y contestar después de una pequeña introducción (se puede usar, en lugar de preguntas, los objetos relacionados con ese tema)
  • Por citas: encontrando las frases o creando aquellas que servirían para resumir (o tuitear)

Formas de enlazar frases y párrafos (y las ideas que se explican en ellos):

  • Repetición: puede usarse para enfatizar palabras, aunque mejor no abusar
  • Sinónimos: para evitar la repetición, usar un vocabulario amplio
  • Pronombres: forma más gramatical de evitar la repetición a evitar en frases largas para evitar problemas de comprensión
  • Transiciones: sirven para continuar (como las anteriores opciones) o para cambiar la orientación del texto (‘por otro lado’)

Formas de acabar un texto:

  • Sacar conclusiones o predecir en base a lo explicado
  • Recuperar algún punto del texto que haya servido de inicio
  • Cita relacionada
  • Remate contundente

Un par de ideas más de otros capítulos del ebook (más o menos adaptadas) que también merecen la pena recordarse:

  • Escribe de la misma que hablas, una recomendación clásica para sonar como una persona.
  • No hagas que los lectores tengan que esforzarse por leerte.
  • Inspira a los lectores explicándoles por qué deberían estar interesados, transmite tu entusiasmo

El autor plantea el ebook con preguntas tipo cómo crear introducciones que llamen la atención de los lectores, textos que se quieran leer y publicar o finales interesantes. Lo recomendaría a quien necesite una guía básica que le anime a ponerse a escribir más que a quien ya tiene en marcha su proyecto editorial.

Media News S37 A13

Publicidad
Leer la letra pequeña tiene sus consecuencias, algunas las he comentado antes como que te des cuenta que los estudios científicos no son tan fiables. La última que he detectado es que te des cuenta que lo que te están vendiendo quizá tenga utilidad y haga su efecto pero que puedes tardar en verlo. ¿20 lavados para recuperar el color de la ropa o 6 meses para un tratamiento anticaída? Estamos más acostumbrados a resultados rápidos, por eso añaden a la voz en off coletillas como ‘efecto inmediato’… otros, en cambio, pueden ‘dramatizarse’ visualmente como nos indica la letra pequeña para acelarar el proceso y aque así nos parezca que vale la pena invertir en ello. Desde luego, es más fácil que nos cansemos antes de ver los efectos.

Cine
En la charla de ayer en el CMWorld, Jay Baer habló de una aplicación para el móvil que parece pensada para películas que ves por obligación. Run pee es una app que te indica cuándo puedes ir al baño, simplemente, porque como dicen ellos ‘en el cine no puedes poner pausa’. Los creadores se han dedicado a ver películas y marcar momentos en los que ‘no pasa nada importante para la película’. Así que solo has de conectar la aplicación en cuanto empiece la peli y te vibrará en el bolsillo cada vez que puedas ausentarte. Seguro que hay algunas películas en las que hay más de un momento así (Jay puso como ejemplo «Transformers») pero hay otras que te atrapan y te hacen olvidar otra necesidad.

Internet
Es pasar el antivirus y recibir avisos de cookies. Cada vez más páginas cumplen con la normativa que obliga a avisar y pedir consentimiento al usuario de que se instalen esos pequeños archivos de código (Blogpocket explica más sobre su funcionamiento y soluciones para adaptar tu blog). Y, ojo, porque si no lo aceptas, puedes no poder visitar la página. Así que te puede pasar como cuando entras en Facebook y no quieres dar permiso a una aplicación para que acceda a tus datos… no te deja entrar. Me parece buena idea avisar a los usuarios pero lo que no me parece bien es que no se haga una versión alternativa que permita a los que no quieren ser identificados ver, al menos, una pequeña parte.

Televisión
Que se haga promoción de un programa nuevo en los informativos de su cadena, no es lo ideal (reprovable incluso), pero (lamentablemente) ya nos hemos acostumbrado. Lo que ya sorprende más es que la presentadora del programa acabe su explicación de las novedades de la nueva temporada pidiendo a la audiencia que vea el programa porque ‘somos muchos haciéndolo y tenemos hipotecas que pagar’. Que diga eso en mitad de un informativo es más bien patético aunque muy en línea con el programa que estaba promocionando. Ese argumento (lamentablemente) serviría a cualquiera de la cadena y posiblemente a muchos de los mismos espectadores del informativo y de su programa.

[Contenidos] ¿El mismo contenido para diferentes objetivos sociales?

Si eres suscriptor de mi newsletter, cada lunes recibes en tu correo un artículo sobre marketing de contenidos y redacción online. Si no, puedes leer aquí los números antiguos resumidos que voy republicando.

Si pensamos en contenidos para medios sociales, lo primero que viene a la cabeza es un post. Pero voy a usar un pdf (llámale ebook o white paper), un documento de varias páginas descargable para demostrar que se puede usar un mismo contenido para conseguir diferentes objetivos en medios sociales.

Visibilidad
Si hacemos caso a la recomendación de Adam Singer, mejor publica el contenido en tu web y después utilizar los medios sociales para darlo a conocer. Desde esta perspectiva, por tanto, el uso de los medios sociales es simplemente de promoción de ese contenido o, en otras palabras, el consumo del contenido es lo que nos dará visibilidad. Así, puedes añadir en tus tuits o actualizaciones de Facebook un enlace a una landing page perfecta en tu web corporativa que anime a la descarga e iconos de compartir dentro del propio pdf.

Utilizar medios sociales como SlideShare, Issuu o Box.com para permitir la incrustación o visualización del pdf, es una opción complementaria a la descarga porque es útil para que también se localice el contenido en ese medio, pero no debería ser el lugar al que dirigir a los usuarios si queremos conseguir enlaces entrantes. Y la compra social es otra opción a tener en cuenta.

Ventas
Vender en medios sociales es difícil porque los usuarios no están ahí para comprar sino para relacionarse con sus contactos. El entorno no es el más propicio pero sí hay algo que se puede hacer para vender a través del contenido: combinarlo con una promoción. Aunque el marketing de contenidos no está pensado para hacer publicidad directa sino para atraer al usuario, una vez que lo tenemos hemos de tratar de rentabilizarlo de alguna manera.

He dicho que el pdf tendrá varias páginas, ¿y si alguna de ellas o, mejor aún, una parte de alguna de ellas tiene un cupón de descuento exclusivo para los que se lo han descargado? Este es el mismo método que se utiliza en medios sociales para vender, solo que se utilizan concursos en lugar de contenido.

Fidelización
Aunque no lo haya dicho explícitamente, espero que te hayas imaginado que el contenido de ese pdf tiene que estar orientado a tu usuario objetivo ya sea para resolver alguna duda o, si lo orientas a clientes, para ofrecer trucos, recomendaciones o formas de usar el producto que mejoren su experiencia con la marca y le animen a seguir con ella.

La ventaja de generar contenidos desde una perspectiva estratégica es que todos sirven para fidelizar porque aportan valor al usuario, antes y después de haber llegado siquiera a utilizar tu producto o servicio: ese valor es el que propicia la compra y el que ayuda a conseguir visibilidad y también el que retiene al usuario.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 85 (26 de marzo de 2012). Suscríbete gratuitamente para recibir un nuevo artículo exclusivo cada lunes.

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