[Contenidos] Escribir pensando en quién lo leerá

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes.

Cualquier texto corporativo que escribamos lo leerán dos tipos de personas: por un lado, las de la propia empresa, de cualquier departamento y de cualquier nivel jerárquico; por otro, las ajenas a la empresa que incluyen tanto clientes como potenciales clientes y, no hay que engañarse, también la competencia. A este segundo grupo es a quien debemos dirigir nuestras palabras y en quien debemos estar pensando al escribir.

Tenemos que ponernos en su piel, imaginar que somos ellos y contestar a dos preguntas básicas: ¿qué queremos saber y cómo queremos que nos lo digan? Las dos se complementan ya que aunque la primera es la que fácilmente contestará cualquiera, la segunda es la que nos permite adaptar el mensaje al público objetivo de nuestra web, blog o de cualquier contenido.

Enfoque, lenguaje y tono, en definitiva, el estilo de escritura deberá ser diferente según quién nos vaya a leer. No hay que caer en el error de dar por hecho que los usuarios de nuestra web tienen los mismos conocimientos, por ejemplo, que nuestro inmediato superior: lo que a éste le parecerá obvio, seguramente a los primeros les puede suponer la diferencia entre nosotros y la competencia.

La propia empresa conoce bien (o debería) sus productos o servicios, en qué aspectos destacan o cuáles son sus mejores argumentos de venta. Posiblemente también lo sepa la competencia (o debería) pero quienes no lo saben son los clientes que queremos atraer. Todavía.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 14 (15 de noviembre de 2010). ¿Quieres leer el resto?

Media News S19 A11

Televisión
La semana pasada se estrenó «buenAgente» en laSexta pero mañana no pienso ver el segundo capítulo: ya tuve más que suficiente de eso que llaman éxito. Se me hizo largo, previsible, sin gracia… aburrido, para resumir. Le di una oportunidad porque pensé que tendría algo de humor pero de lo que está lleno es de tópicos sin interés. Siendo un piloto, ¿no tendría que tener más gancho? Y los personajes, ¿no tendrían que tener un poco más de chispa?

Cine
Dos series me han recordado estos días a dos películas: por un lado, el 4º capítulo de «The whole truth» y «Las dos caras de la verdad» y, por otro, «Los misterios de Laura» de este lunes y «Plan de vuelo: Desaparecida» (aunque curiosamente esta peli no la he visto). Así que me pregunto si los guionistas se sintieron inspirados o, magia de la creatividad, surgieron los argumentos sin ningún tipo de influencia previa. El problema es que rompe totalmente el ambiente y se hace previsible el final.

Redacción web
Estos días se ha celebrado allá en los USA la Confab 2011, the content strategy conference. Siguiendo los tuits con envidia, los asistentes han dejado claro que había merecido la pena ir. Independientemente del hecho de que hace tiempo que no tengo esa sensación, me da por pensar si este tipo de jornadas tendrían aquí el mismo éxito. Para empezar, ponentes habría pocos pero también porque no parece que haya mucho interés en este tema.

Internet
Si te lo quieres tomar con humor, puedes con este vídeo que recomienda Benito Castro en su blog: el papel no va a desaparecer. Y tampoco lo harán los blogs, la publicidad o cualquier otra cosa que hayan matado últimamente esas personas que tienen prisa porque la tecnología o simplemente la sociedad evolucione. No hay por qué buscar un final a cosas que son útiles tal y como son pero, sobretodo, también con usos que todavía no hemos descubierto.

Publicidad
Curioso ejercicio de cambio de identidad corporativa el que encuentro en El blog del Marketing: ¿el logo de Coca-cola funcionaría igual si la marca se llamase Pepsi? ¿La tipografía de Twitter sobre el nombre de Facebook? Me recuerda a esos juegos de brain training donde las letras dicen un color pero están en realidad coloreadas de otros. Aquí lo mismo, el mundo al revés no funciona tampoco en publicidad. Son iconos que tenemos tan claros que los interpretamos sin pensar.

[Contenidos] Vencer al aburrimiento

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes.

Que si nuestro producto es incomparable con el de la competencia, que si nuestra empresa es la mejor del sector… escribir siempre sobre lo mismo puede llegar a ser muy aburrido. Llegados a ese punto en el que los mismos tópicos corporativos se repiten sin cesar, adentrarse en los medios sociales puede ser la solución para retener la inspiración del copy y seguir atrayendo usuarios.

Siempre que se haga con una estrategia meditada, escribir en un blog o en Twitter permite romper con el rutinario discurso empresarial, haciéndolo más cotidiano y alejado de las notas de prensa tradicionales. Esto motiva no solo a quien escribe los textos, también a los lectores que encuentran más alicientes a seguir las actualizaciones de la empresa.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 14 (15 de noviembre de 2010). ¿Quieres leer el resto?

Encuesta: ¿por qué vas a eventos presenciales?

Ya van dos veces que me encuentro en mis sesiones de blogmarketing a profesionales que trabajan en agencias dedicadas, precisamente, a blogmarketing. He reconocido a dos pero habiendo ya hecho clase a unas 500 personas, ¡a saber cuántas más se han camuflado sin yo saberlo! Me pregunto qué esperan aprender que no hagan en su día a día. De hecho, así se lo dije a uno de ellos y su respuesta inspira este post: siempre hay cosas que aprender.

Soy de la misma opinión y es el motivo principal por el que voy a charlas que creo que me pueden aportar algo interesante. Algunos eventos se centran en un tema y cada mes le añaden un apellido: corren el peligro de volverse muy especializados y perder foco en ‘el tema’ pero cuando ‘ese apellido’ no lo conoces mucho, aprendes algo seguro… y si no lo puedes aplicar a tu vida profesional quizá te haga ganar un quesito del Trivial.

El segundo motivo por el que voy a según qué eventos es escuchar a ponentes a los que conozco o sigo de una manera u otra. Es mi manera de ver si aquello que leo se corresponde con la realidad: si esa persona sabe improvisar o se ciñe a la presentación, si repite el mismo discurso o lo adapta de alguna manera al público y tema de la charla. Eso me ayuda a ponerle en su justo lugar… y saber si merece la pena seguir escuchándole.

El tercer motivo, o quizá el que resume los dos anteriores, es que no hay una verdad absoluta. Nos movemos en un terreno demasiado nuevo como para que haya procesos que acepte todo el mundo, bases tan asentadas que no admitan discusión. Cada uno hace lo que puede desde su punto de vista, su experiencia previa. Pero siempre queda la duda de cómo lo harán los otros… y a eso vamos a los eventos, a cotillear. Hay dos posibles resultados: nos reafirmamos o tratamos de mejorar aprendiendo de ponentes que, supuestamente, están más cerca de la verdad. No suele darse la tercera posibilidad que es ver más allá.

Y ese es el problema: cuando los temas se repiten, los ponentes también y nos quedamos todos estancados en la misma verdad (sí, esa que no existe, ¿absurdo, no?). Nos volvemos endogámicos y no buscamos nuevas perspectivas, nos olvidamos de que siguen habiendo gurús de paisano (no confundir con héroes)… y, lo grave, es que quizá somos nosotros esas personas que tienen algo diferente que decir pero estamos cegados por esta terapia tranquilizadora que supone oír siempre lo mismo.

Esta es mi respuesta a la encuesta que planteo: ¿por qué vas a eventos presenciales? Me imagino algunas: habrá quien dirá que por el networking y otros lo harán por tomarse la copa de cava gratis. Y tus motivos, ¿cuáles son?

[Contenidos] El abecedario del copywriting

Cuando alguien te quita o se adelanta a la hora de escribir un post, tienes varias opciones. Yo, tras rasgarme las vestiduras, me decanto con la idea de hacer un ‘de la A a la Z del contenido’ por traducir el de Copyblogger considerando, claro está, que la traducción no siempre mantendrá la inicial.

A de ccción (call to action)
B de brevedad
C de contenido
D de draft (borrador) aunque yo lo cambio por Dinero (ver M de money) o documentación
E de email (newsletters o boletines electrónicos)
F de free (gratis)
G de gramática (ver P)
H de headlines (en el sentido de titulares, no de títulos)
I de interés (parte de la conocida técnica AIDA)
J de jobs (trabajo)
K de keywords (palabras clave)
L de links (enlaces internos o externos)
M de money (dinero) aunque lo cambio por Marketing
N de notebook (libreta para apuntarlo todo)
O de openings (aperturas tipo sandwich como decíamos en la última newsletter)
P de punctuation (puntuación como la gramática, no se pueden descuidar)
Q de questions (preguntas o dudas que debemos resolver en nuestro texto)
R de RSS (ya no podemos vivir sin él)
S de scarcity (escasez)
T de testimoniales (el poder de la recomendación)
U de urgencia
V de voz
W de writing (escribir)
X de xxx (o los huecos que dejas en el texto en el primer borrador, yo uso ***)
Y de you (tú, quien lee tu copy)
Z de zing (o ese algo que le da chispa al texto)

Hay otras muchas palabras clave que se quedan fuera de este abecedario como creatividad o reputación. ¿Cuál crees que falta?

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