[Contenidos] ¿Lo mismo desde todas las perspectivas?

Hoy quisiera hablarte de por qué y cómo variar la perspectiva de los contenidos que generas para tu empresa. Podrá serte útil si llevas cierto tiempo dedicándote a ello pero también para empezar a diversificar desde el principio el tipo de contenidos que publicas.

Si te digo que te subas a la mesa para buscar ese nuevo punto de vista, puede que pienses que estoy loca, en cuyo caso te digo que no serías la primera persona en decírmelo. Pero espero que recuerdes esa frase por “El Club de los Poetas Muertos”, una película que puede calificarse de deliciosa y que te invito a ver si aún no has tenido la ocasión de disfrutar.

Resumiendo la escena de la mesa: el profesor de literatura pide a sus alumnos que se suban a su mesa para ver el aula desde otra perspectiva y así enseñarles a leer y a encontrar su propia voz. Cualquier enseñanza de las muchas que hace Robin Williams en esa academia serviría para aplicar a la redacción pero ésta es posiblemente la más evidente.

No es que quiera compararme con el Sr. Keating ni hacer de Capitán (aunque no sería la primera vez que habla mi yo docente). Pero sí que quiero animarte a que pienses en tus contenidos de todas las perspectivas que se te ocurran. A menudo nos dejamos llevar por lo que ya conocemos y llegamos a una conclusión con datos parciales, sin pensar en cómo lo vería otra persona… u otra empresa.

La parábola del elefante y los ciegos te puede ayudar a ver por qué dar un par de pasos atrás y tratar de ver la globalidad de lo que estás analizando: si solo explicamos nuestro punto de vista, puede haber otros que no lo vean igual y crean, como decía hace unos párrafos, que estamos locos. Si eso pasa, los estaremos perdiendo, dejarán de leer y con total probabilidad de comprar.

Pero si nos esforzamos en ver nuestro producto, nuestro servicio o nuestra empresa como nunca la hemos visto, estaremos un par de pasos más cerca de los posibles clientes que antes estaban perdidos. Súbete a tu mesa (ya te habrás dado cuenta que es metafórico, ¿no?) e imagina cómo vería otra persona los contenidos que has publicado recientemente. ¿Se llevaría una imagen real de tu negocio? ¿Qué tendría que cambiar para que le pareciese pensado para ella?

Buscar una perspectiva nueva suele ser sinónimo de buscar nuevos aires para recuperar la inspiración perdida, aunque también puede ser abrir la puerta y dejar que personas de fuera aporten su visión de lo que para los de dentro es algo tan cercano, tan cotidiano que les cuesta mucho encontrar esa perspectiva.

Es algo similar a lo que ocurre cuando intentas editar tu propio texto: hace falta distanciarse lo suficiente como para imaginar que lo lee otra persona que no te conoce de nada. Escribir solo para fans (los que te conocen tanto como para seguir leyendo) no te llevará a conseguir nuevos clientes.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 146 (27 de mayo de 2013). Suscríbete gratuitamente.

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Me gustan los anuncios de Día. Son cercanos, personales, reales. La anterior campaña dejaba claro que el rollo corporativo no importa a las familias. Todo con un simple zoom out, un gran tratamiento audiovisual. La nueva va por esta línea pero hablando de esfuerzos, lo que hacen las familias españolas desde hace unos cuantos años. Todos lo sabemos, no hace falta que nos monten un gran spot para decirlo como han hecho otras marcas para animarnos a la compra. Momentos cotidianos con los que muchos se pueden ver reflejados, tan sencillo como eso. Me parece una gran idea no irse por las ramas y poner algo de realismo en la publicidad que nos rodea porque ver a famosos soltando frases bonitas o haciendo posturitas ya lo puedo hacer en el cine.

Televisión
Esto de que la tele tenga que ser divertida y que tengamos que reírnos cada 5 minutos, ¿dónde está escrito? Programas que intentan ponernos de buen humor, no lo consiguen. Series que nos animan con risas enlatadas, tampoco. ¿Es que estamos perdiendo el sentido del humor televisivo? ¿O igual es que quieren que nos riamos de lo que ya se rieron nuestros padres y por eso ya ha perdido toda la gracia? Si el humor cambia por su geografía, ¿cómo no va a cambiar por su edad? El cine lo intenta constantemente: recupera historias, las actualiza y las vuelve a ofrecer. A veces funciona, aunque la mayoría no. La tele va por ese mismo camino y no siempre les funciona. Pero lo intentan, vaya si lo intentan.

Cine
El tamaño no importa, en el cine desde luego que no. No hablo de la pantalla sobre la que se proyecto la película, si no del tamaño de los monstruos a los que destruir. No es que este género cinematográfico sea precisamente mi preferido, ni mucho menos. Pero en las pelis siempre hay malos que cargarse… y se hace. Vaya si se hace: no importa si mide 10 veces más, tiene mil millones más de recursos o le hace chantaje emocional. ¡Da igual, no importa el realismo! El héroe siempre gana así que se supone que lo que nos ha de animar a ver la película es el camino o la batalla final. Repito, se supone porque 3h después, salimos de la sala con cara de ‘qué explicación más larga y tonta de que más vale maña que fuerza’.

Internet
Titular y poner nombre no es algo fácil. Hay muchas reflexiones a tener en cuenta. El recuerdo es importante, tanto que sea relativamente fácil de memorizar como que nos evoque algo. Por eso últimamente me sorprenden los nombres de empresa que me voy encontrando. No me dicen nada, pero nada de nada. Y ahí están, alguien las ha registrado y las está comercializando. Será que no conozco el sector, no soy el target… es lo que me digo para comprender a quien lo haya pensado y, además, convencido a sus socios de que era una buena idea. Muchas de ellas van por la vía de siglas convertidas en palabras, sonidos escritos de forma diferente, traducciones a la brava… No digo que todos los nombres se tengan que parecer a lo que venden. Solo pido que la idea de pronunciarlas no me produzca risa o sea un trabalenguas.

[Contenidos] Redacción de llamadas a la acción para landing pages

Hoy quisiera hablarte de llamadas a la acción como primer elemento de una landing page. Hace ya mucho tiempo que no trato el tema y merece la pena prestarle atención a cómo escribir esas páginas tan importantes en el inbound marketing.

Voy a hacerlo resiguiendo los pasos que Brian Massey ha publicado en su libro “Your Customer Creation Equation”. Antes, aclarar que aproveché la oferta de ebook gratuito para leerlo: no todo es interesante y no recomiendo la lectura si no es a quienes gusten de tests a/b. No obstante, ese breve apartado dedicado a las call to action sí merece la pena compartirlo.

Massey empieza a construir una landing page a partir de una lista de CTA típicas según el tipo de página web:

  • Catálogo (buscar contacto): “déjenos sus datos y le llamamos”, “envíenos un email”, “solicite un presupuesto”…
  • Consultorías (generar leads): “regístrate ahora”, “solicita un test”, “descarga nuestro ebook”…
  • Publicación (obtener suscriptores): “suscríbete”, “hazte miembro”, “consigue acceso”…
  • Tienda online (conseguir compras): “añadir al carrito”, “comprar ahora”, “añadir a la wish list”…
  • Servicios online (según el modelo): “prueba gratuita”, “empieza ya a…”, “actualiza”…

Una llamada a la acción es una forma de definir los objetivos (entre paréntesis en cada caso anterior) por eso recomienda incluir el máximo posible de la oferta en el texto o en el botón/banner: ha de quedar claro cómo se avanza hacia la solución de su problema. La prisa (“ahora”, “hoy”…) ayuda a la conversión tanto como los genéricos (“enviar”) la estropean.

Lo siguiente que propone es crear una cabecera y titulares que den respuesta a lo que el usuario espera encontrar en esa página. Lo resume en dejar claro qué hay ahí para quien aterrice y debe coincidir con la promesa hecha en el mail, anuncio, red social o lugar en el que se haya puesto la llamada a la acción.

El tercer paso no deja de ser uno intermedio para conseguir lo que se quiere: dar a los usuarios algo que hacer o, en otras palabras, pedirles que rellenen un formulario con sus datos para contactarles, registrarse, comprar, probar…  En su experiencia, cada campo extra que añadas al form reducirá la conversión, incluyendo algunos que directamente hacen al usuario que se lo piense más de dos veces (o ponga una falsa) como la fecha de nacimiento, el teléfono móvil o la cuenta del banco.

El siguiente paso es vender la oferta, convencerles de que merece la pena rellenar el formulario para conseguir la promesa del titular. Habla de lo que conseguirán, ayúdales a tomar la decisión. La persuasión es clave para reducir los frenos que puedan tener a hacer eso que les estás pidiendo.

El quinto paso es hacerse merecedor de la confianza del usuario. Las formas que sugiere Massey son mediante badges de pago seguro, logos de clientes, testimoniales, estadísticas fiables, iconos sociales…

Para acabar cualquier landing page, hace falta un poco de diseño. Por un lado, enseñar el producto, es decir, incluir fotografías o vídeos de lo que conseguirá el usuario y, por otro, componer los elementos de los pasos anteriores para establecer una jerarquía visual.

Lo que más me ha gustado de su planteamiento es que parte del equivalente al botón de enviar el formulario para construir la página. Es similar a la recomendación de construir frases desde los enlaces. Ah, si buscas ejemplos de landing pages, hay algunos buenos entre los que recopilan en HubSpot.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 145 (21 de mayo de 2013).

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Televisión
Volver a ver el piloto de una serie después de haber visto capítulos de la 7ª temporada es resulta curioso por aquello de comparar. Es curioso ver cómo se comportan la primera vez que se conocen, cómo era su relación antes de que apareciese algún otro actor, hasta el cambio físico de los actores. Claro que los pilotos no necesariamente representan lo que después será la serie. Y, más claro todavía, nosotros mismos tampoco somos los mismos así que tampoco tiene por qué gustarnos la serie igual cuando empezó que cuando acabó. Mientras lo estás viendo, capítulo a capítulo, quizá no se notan tanto las diferencias. Pero con un salto de varios años de diferencia, ¡vaya si lo hay!

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He visto varias veces el spot de Estrella. También escuchado varias veces la canción en la radio, sin las imágenes. Y no, no me gusta. No el uno ni la otra. El primero porque destroza la idea de una calita tranquila, algo creo que que es más mediterráneo que los festivales que por mucho que parezca sea ‘entre amigos’. La segunda porque se me hace tan repetitiva como para tener la sensación de que es el estribillo una y otra vez. Así que ya estoy esperando a que salga otra canción del verano… si no es que ya ha resultado ser la del Mundial. Otra cosa repetitiva que ha inundado las campañas de las últimas semanas. Menos mal que es cada 4 años porque es peor que la época navideña de juguetes y perfumes.

Cine
Hay muchas cosas que vuelven a ponerse de moda. Pero parece que hacer películas de 90 o 100 minutos no es algo que vaya a volver. Y eso que retomar esa tendencia mejoraría muchas de las que últimamente he visto. Este pasado fin de semana vi «X men: días del futuro pasado» y le sobran unos 20 o 30 minutos. Quizá entonces la historia tendría mejor forma. El tema de los viajes en el tiempo siempre me ha gustado, encuentro que encaja en el mundo del cine. Pero aquí no aporta mucho a la historia, podría tener lugar todo en el pasado y tan ricamente. Sin spoilear, sobra todo lo del futuro.

Internet
Haciendo la lista de acciones para dar a conocer el ebook «Contenido eres tú», he tomado plena consciencia de la de redes sociales en las que tengo presencia y la de cosas que se pueden hacer en cada una de ellas para impulsar un contenido (o una web). La lista en about.me es un principio pero, después, en cada una se pueden hacer varias cosas, claro. Todo sin invertir más que el tiempo de ir una a una ajustando el mensaje. Me resulta divertido porque, hace un par de semanas, alguien me decía que para lanzar su producto quería publicar una nota de prensa. Con la de cosas que se pueden hacer, ¡solo quería hacer eso!

«Contenido eres tú», ebook colaborativo para entender al Contenido

Hoy es el día, después de varios meses de trabajo, de presentar oficialmente el ebook colaborativo «Contenido eres tú». Descárgalo ya si tienes ganas de leerlo, pero me gustaría contarte un poco sus interioridades.

Portada de mi ebook colaborativo «Contenido eres tú»

Lo primero, como es lógico, agradecer a todos los que han participado desinteresadamente en el proyecto: los autores de los capítulos Cristina Aced, Magali Benítez, Fabrizio Ferri-Benedetti, Aleix Gabarre, Montecarlo, Andrés Pérez, Fernando de la Rosa, Eva Snijders, David Soler, Pau Valdés y Javier Velilla y también a Noemí Medina por el diseño de la portada que puedes ver aquí a la derecha.

Lo siguiente es contarte las conclusiones a las que he llegado después de leer y comentar cada capítulo con su respectivo autor pero, sobre todo, de tener una visión global de todo el ebook: en resumen, ¡todo es contenido y todos lo incorporan a sus acciones! Se presuponía, vale. Pero ahora estoy más convencida de que una empresa que no utiliza los contenidos de alguna forma es un negocio que acabará cerrando.

Lo dije en la introducción: el contenido se utiliza de muchas formas, algunas se parecen y otras no. Cada empresa es diferente y puede elegir entre las diferentes opciones cuál le conviene más. Hay varias disciplinas y usos, no puede ser que ninguna se adapte a las necesidades de una empresa.

Como coordinadora del ebook, estoy contenta con el resultado final y creo que explica bien las formas de ponerse en marcha. Maquetado como está, «Contenido eres tú» se puede leer en 136 páginas. Seguro que alguna idea interesante te llevas de sus capítulos para aplicarla ya mismo. Me gustaría saber cuál es (seguro que el autor correspondiente también): utiliza los comentarios, las redes sociales o envíame un mail, como prefieras. Tener feedback de los lectores es la mejor forma de preparar mi siguiente aventura editorial.

Para acabar, es lógico explicarte el título del ebook así que te recomiendo leer su última página en la que te expreso mi deseo de que te pongas manos a la obra con los contenidos. Puedes elegir cualquiera de las disciplinas que forman el ebook, mezclarlas a tu antojo o incluso utilizarlas todas.

Contenido es todo, contenido eres tú.

 

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