[AD] Retransmisión de eventos por Twitter

Suelo animar a mis alumnos a que inviten a bloggers a eventos igual que lo hacen con periodistas porque podrán conseguir, entre otras cosas, visibilidad antes, durante y después del evento. En realidad en el ‘durante’ entra en juego la vena tuitera del blogger (es más fácil que postear en directo) y este espacio, la tuitesfera, puede ser igual o más interesante para la empresa.

Hay diferentes tipos eventos y una retransmisión en directo por Twitter no encaja en los públicos de todas la marcas, pero sería un error no tenerlo en cuenta dentro de una estrategia de medios sociales en general y de contenidos en particular.

Estadísticas de la Jornada UOC AEDIPE
Estadísticas de la Jornada UOC AEDIPE
  • Medios sociales: los tuits de la organización llegarán a sus followers que con una probabilidad muy alta estarán interesados en saber qué ocurre durante el evento. Incluso mostrar a los presentes los tuits es una buena idea en algunos sectores. Se ven o no, cualquiera de los asistentes puede tuitear en directo convertirse así en antena para transmitir el mensaje de la empresa. De esta manera se multiplica el alcance del evento, se consigue visibilidad y, con toda probabilidad, nuevos seguidores.
  • Contenidos: los tuits de un evento pueden reciclarse en diferentes tipos de contenido. Algo fácil como un post que recoge los propios más destacados (como hice para las charlas sobre bloggers profesionales y los blogs estos últimos cinco años) o un pdf rápido con las intervenciones de todos los presentes (como el generado para la charla sobre reputación en Porta 22 o el que se hizo para la jornada que ilustra e inspira este post). Pero también en algo más trabajado como un vídeo con fotografías y tuits a modo de cita si no se grabó en vídeo (como el que hizo Gregorio para el EBE), una presentación (como hace Francesc con sus historias de Renfe) o un ebook más o menos maquetado.

Todos los motivos que se me ocurren para retransmitir un evento por Twitter son buenos… tan buenos que estoy pensando en ofrecerlo como servicio profesional: razón aquí (perdón por usar ‘aquí’ pero no iba a poner ‘en la portería’).

Anteriormentecobertura de eventos en Barcelona.

[WWW] Citar el Cluetrain es inevitable

La tesis más conocida de las 99 que forman el Cluetrain Manifesto es la primera. En ella se afirma que los mercados son conversaciones y sobre esa base crearon un discurso que aún hoy, más de 10 años después, sigue siendo inspirador.

Hace un par de semanas impartí una sesión para AERCO donde, entre otras cosas, hablé a futuros community managers de los cambios que se han producido en el mercado gracias a los medios sociales. En la presentación incluí las siguientes tesis:

  • 19. Las empresas ahora pueden comunicarse con sus mercados directamente. Esta podría ser su última oportunidad si la desperdician.
  • 25. Las compañías necesitan bajar de su pedestal y hablarle a la gente con quien esperan establecer relaciones.
  • 62. Los mercados no quieren conversar con charlatanes y vendedores ambulantes. Quieren participar en las conversaciones tras la pared de protección corporativa.

Ahora que estoy preparando una sesión sobre marketing de contenidos me he encontrado también incluyendo tesis del Cluetrain. Las anteriores también servirían al propósito de la clase, pero he escogido estas dos:

  • 16. Hoy en día, las compañías que hablan el lenguaje del charlatán, ya no logran captar la atención de nadie.
  • 34. Para hablar en una voz humana, las empresas deben compartir las preocupaciones de sus comunidades.

Mi conclusión es el título de este post: citar el Cluetrain Manifesto es inevitable. Pero propongo que vayamos más allá de la primera tesis y provoquemos la reflexión con alguna otra, igualmente llenas de razón. También podemos inventar otras frases lapidarias pero lo cierto es que aún tenemos tiempo de sacarles jugo a estas: va para largo que se cumplan sus principios.

[WWW] En busca de los comentarios perdidos

En los inicios de la blogosfera, cuando las redes sociales y el microblogging aún no formaban parte del mundo online, los posts se escribían para compartir ideas, para expresar públicamente lo que se opinaba de un tema. Ese era el único y genuino objetivo. Más tarde la marca personal se coló en nuestro vocabulario y vimos que un blog contruibuía a posicionarnos en un sector concreto. Y aún después los motivos económicos aparecieron y con ellos el patrocinio y la publicidad.

Muchos se olvidan, pero lo que estos tres objetivos tienen en común es la necesidad de lectores: no se puede compartir si no hay alguien que lo reciba, tampoco si nadie reconoce nuestra experiencia y mucho menos llamar la atención de las empresas si antes no conseguimos la de los usuarios.

Cuando ya los tenemos, ¿qué queremos de los lectores? Los objetivos se reformulan: ¿que dejen comentarios, que simplemente lean o que hagan click en los banners? Aunque este no es un post sobre cómo conseguir más lectores, ¿también los queremos para que nos ayuden a encontrar más como ellos dispuestos a leer, comentar y clickar?

Entran en juego nuevas métricas. ¿Escribimos para compartir o para que los lectores compartan nuestros posts? ¿Preferimos un comentario o un retweet? ¿Qué tiene más valor? Podemos recuperar para contestar la estrategia que nos marcamos al iniciar el blog, con sus objetivos y sus métricas, pero lo que es evidente es que los comentarios son cada vez más escasos.

Muchos lectores se han movido, del formulario para comentar a otros medios sociales. ¿Para qué gastar tiempo opinando si se puede «interactuar» con un click (de «Me gusta» o de RT)? ¿Podemos aportar algo más que referenciarlo a golpe de click?

Este post tiene deberes: pregúntate cuándo fue la última vez que comentaste un post y con qué frecuencia retuiteas posts de otros bloggers. Y para los que quieren mejorar nota, escribe un comentario en el próximo post que te interese.

[Contenidos] ¿Publicar una noticia pasada?

Cada cierto tiempo alguien me envía un mail para preguntarme algo. El principio del mensaje suele empezar porque han comprado alguno de mis libros, continúa con la pregunta en cuestión y casi siempre acaba añadiendo que es urgente que le responda. Tristemente, la mayoría de las veces, por mucho empeño que ponga, no me vuelven a escribir para contarme si les ha servido mi respuesta.

No es que quiera abrir una consultoría pero me parece una buena manera de reinvertir aquí el tiempo que gasto contestando. Por eso he decidido aprovechar para este post una de las últimas preguntas que me han hecho: si una noticia no es de actualidad, ¿tiene sentido que la publique?

Mi respuesta es clara: ¡! Y se me ocurren varios motivos:

  • Tus lectores: quizá no conocen la noticia y, si la conocen, quizá esperan saber tu opinión.
  • Enlaces internos: si en el futuro vuelves a hablar sobre el tema podrás enlazar a un post tuyo en lugar de a otros blogs o medios.
  • Los buscadores (léase Google): contenido escrito, contenido indexado y que puede atraer nuevas visitas.

Correr tras la primicia sí llama la atención del resto pero también las reflexiones después de unos días que se fundamentan no tanto en la actualidad sino en consideraciones posteriores. Por tanto, el enfoque de la noticia no puede ser el mismo si se acaba de dar a conocer o si han pasado varios días.

En el primer caso se quiere ser la referencia y no se suelen utilizar muchas fuentes externas ni tampoco se exponen muchas ideas; en el segundo, con tiempo, se puede contrastar y enlazar diversas referencias para resumir la situación de partida antes de opinar.

Los dos acercamientos a la actualidad son válidos y perfectamente compatibles puesto que el uno depende del otro: quien publica una noticia pasada utiliza las fuentes que lo hacen primero y éstas necesitan a futuros lectores para construir su reputación.

[Contenidos] Técnica AIDA resumida

El método más recurrido para llamar la atención (A) en el mundo online es muy similar al de las flores (web): los colores llamativos atraen a los insectos (usuarios). Las luces de neón de antaño son ahora banners y las noticias en lugar de ser anunciadas a gritos de ‘Extra, extra’ llegan a nuestros lectores de feeds o a la bandeja de entrada.

Cientos de tiendas se pelean en la calle (Internet) por despertar el interés (I) del peatón. Pero no de todos en general, la calle también está segmentada y cada escaparate (web) atrae a un tipo de peatón (usuario). Éste puede tener una necesidad real o no, en cuyo caso habrá que crearla. Entra en juego entonces el texto.

El peatón (usuario) entra en la tienda (web) y el dependiente (copy de la web) saca sus mejores argumentos de venta para provocar el deseo (D). Que si es lo último que le ha entrado en el almacén, que si qué bien te sienta, que si sale bien de precio, que si da buen resultado… de la experiencia del vendedor dependerá encontrar la USP que quiere oir el futuro comprador.

Con esa base, le será fácil conseguir la acción (A), es decir, a la compra. Si el dependiente hace bien su trabajo, al final del día el peatón estará feliz sin importarle realmente si al salir de casa esa mañana esperaba gastar algo o no.

Del acrónimo de atención (A), interés (I), deseo (D) y acción (A), surge la técnica AIDA según la cual el usuario pasa por estas tres etapas antes de decidirse a actuar.  Visto desde una perspectiva de contenidos digitales, el texto de una página web es el que consigue que el usuario se decida, lo que provoca el deseo. Éste parece ilógico y caprichoso pero puede despertarse desde la racionalidad de un copy bien trabajado. La atención y el interés pueden quedar en manos de los diseñadores.

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