[Contenidos] Content curator: tareas, tipos y objetivos

Hemos hablado alguna vez ya de cómo se puede definir, incluso traducir, el puesto de content curator. Para tratar de clarificar aún más este perfil profesional, digamos que emergente, en una presentación de Wits zen blog listan 10 cosas qué ha de hacer (adaptadas y en traducción libre):

  • Localizar y evaluar contenido valioso
  • Organizar y publicar contenido para hacerlo accesible
  • Crear y proponer contenido cuando añade valor a lo anterior
  • Desarrollar un punto de vista sobre su tema
  • Investigar para validar su punto de vista
  • Resumir la investigación y publicar sus conclusiones
  • Escribir y publicar la pieza de contenido resultante
  • Añadir valor y relevancia más allá del contenido original
  • Capitalizar los medios sociales para crear conexiones y contexto
  • Construir relaciones de confianza con otros curators

Hay diversos niveles dentro de la creación de contenidos y si en una escala tuviésemos el ‘desde cero y sin nada’ en el otro tendríamos al content curator que ha automatizado el proceso y republica sin añadir ni una línea propia, solo aportando su criterio de selección. Igual que hay diferentes maneras de crear texto, también hay diferentes maneras de filtrar los contenidos.

Hay quien añade alguna descripción para tuitear un enlace que quiere destacar, quien añade un pie de foto a una infografía para acabar de explicarla y quien construye pequeños párrafos alrededor de esos contenidos para añadir sus conclusiones. Pero cuando el resultado final es más propio que de la fuente original, ya nos acercamos a la creación y no a la intermediación, aunque la línea no siempre es tan evidente cuando se mezclan las dos cosas.

En la misma presentación republican los datos de la encuesta que apunta los objetivos de usar en nuestra estrategia de contenido a un content curator. Conviene recordarlos:

  • Establecerse como líder de opinión (78,9%)
  • Dar mayor visibilidad a su marca (76,1%)
  • Generar leads (60,6%)
  • Potenciar el SEO (47,9%)

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 62 (17 de octubre de 2011).

[Contenidos] Índice de una estrategia de marketing de contenidos

Igual que hace un año publiqué una muestra del índice de un Plan de medios sociales, esta vez es el índice de una estrategia de marketing de contenidos como ejemplo para los que la quieran hacer por su cuenta. Sobre eso precisamente van las clases que hago sobre estrategias de contenidos y es una forma fácil para los alumnos de entregar el ejercicio final que comentamos.

Así, el índice de un documento que recoge la estrategia de marketing de contenidos debería tener los siguientes puntos (a desarrollar tan ampliamente como se quiera):

  1. Objetivos: qué quiero conseguir con los contenidos
    Definir estrategia, tácticas y metas concretas para cada fase
  2. Público objetivo: a quién me quiero dirigir
    Describir perfiles básicos de visitantes y clientes
  3. Línea editorial: qué quiero decir y cómo
    Identificar historia, mensajes claves y posicionamiento
  4. Creación y filtrado de contenidos: qué canales
    Detallar uso de cada canal seleccionado dentro de la estrategia general
  5. Recomendaciones de promoción de los contenidos
    Complementar otras acciones de marketing o crear nuevas
  6. Recomendaciones para valorar los resultados obtenidos
    Especificar métricas generales y por canal y plazos de medición

Lógicamente, se complementa con el pdf «Marketing de contenidos en 10 pasos» y sus correspondientes preguntas para profundizar más en la estrategia. La intención del índice es servir de ejemplo, plantilla o guía rápida para rellenar ordenadamente de manera que no se olvide nada relevante y poder presentarlo a quien lo aprobará, ya sea superior en el trabajo o cliente si es una agencia.

[Contenidos] Entregables en una estrategia de contenidos

«¿Qué voy a conseguir por mi inversión en contenidos?» Esta debe ser la pregunta que ronda la cabeza de algunos suscriptores… y de otros tantos empresarios del mundo. La respuesta es fácil: «lo que te hayas propuesto a la hora de definir sus objetivos». Pero, sin caer en el chiste fácil, si responde un consultor es otra cosa: «un entregable».

Shelly Bowen ha publicado una lista de los entregables relacionados con los contenidos y un PDF para descargar y utilizar de check list (seas consultor o no). Destaco los 10 que me parecen más útiles (sin ningún orden en particular):

En su post, Shelly incluye una imagen curiosa de cómo se crean estos entregables. El flujo sería el siguiente: Datos > Content strategist > Magia > Entregables > Guardianes de la estrategia.

Eso de ‘magia’ es lo que más llama la atención y es lo más difícil de definir: básicamente que cada experto aporta su propia perspectiva e interpretación de los datos con lo que los entregables no siempre serán iguales.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 42 (30 de mayo de 2011).

Entre benchmarking y DAFO anda la competencia

Durante 6 jueves estoy republicando los posts que escribí para el blog de Secuoyas Marketing y que ya no están disponibles. Éste es el 6º y último.

Si hace unas semanas hablaba del usuario como acicate para que la empresa entrase en la web 2.0, hoy me gustaría dedicar mi post al tercero en discordia en este mercado: la competencia.

Fijándonos en lo que hacen otras empresas de nuestro  sector, es decir, practicando el benchmarking, la nuestra también puede sacar enseñanzas que guíen su evolución. Se puede:

  • Aprender del líder: dicho de otra manera, copiar o repetir su fórmula y quizá arreglarla de alguna manera para tratar de adelantar posiciones en una carrera que parecía perdida desde el inicio; seguir unas buenas prácticas que han acabado como casos de éxito.
  • Aprender de los que todavía no lo son: dicho de otra manera, evitar los errores de los otros para no caer en los mismos; tratar de aumentar la distancia entre ellos y acercarse más al grupo destacado.

Parece evidente que una combinación de estos dos aprendizajes nos llevaría a mejores conclusiones pero como acarrea más trabajo la investigación se suele decantar por lo que parece más fácil: imitar el reflejo del campeón.  Aunque, ¿desde cuándo ‘fácil’ es sinónimo de ‘éxito’?

Volvámonos padrinos por un momento y pongamos en práctica eso de “ten cerca a tus amigos, pero ten aún más cerca a tus enemigos”. Y es que para recabar datos de todas las fuentes tenemos que: suscribirnos a sus blogs y newsletters; seguirlos en Twitter, Facebook y allí donde estén; y hasta crearnos las mismas alertas que hemos configurado para nuestra marca con las suyas para descubrir qué se dice de ellos y se debería estar diciendo de nosotros o, al contrario, qué no queremos que se asocie con nosotros.

Antes de tomar cualquier decisión hace falta pues darse un paseo por el mercado para ver las oportunidades y las amenazas que tenemos frente a nuestra competencia porque tan importante es conocerlos a ellos como las fortalezas y debilidades de uno mismo.  Estos cuatro conceptos conforman el conocido como análisis DAFO (o SWOT en inglés) y debería ser un paso obligado para cualquier decisión de empresa.

Muchas estrategias empiezan por una escucha previa a la definición de objetivos pero súbele el volumen al audífono y que llegue hasta tu competencia.

Originalmente publicado en el blog de Secuoyas Marketing (23 de febrero de 2011). ¿Quieres que escriba en tu blog? ¡Hablemos!

Para ser legal, te aviso de que utilizo cookies en esta web:    leer detalles y configurar preferencias
Privacidad