[Contenidos] Ser escritor: glamour VS realidad

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Hoy quisiera hablarte de la parte menos glamurosa de escribir. La idea fue de Andrés Pérez y sí, hay mucha gente que se deja llevar por lo bien que suena decirle a alguien eso de ‘soy escritor’ sin pensar que, en realidad, esta profesión tiene demasiadas aristas como para ser envidiada.

Empezando precisamente por el nombre, cargo o lo que vendría a ponerse en cualquier formulario en el que pidan ‘profesión’. Yo acabo poniendo autónoma para evitar entrar en detalle porque cuando digo ‘escritora’ creen que soy novelista, si digo ‘redactora’ me confunden con periodista y ya si meto algo de ‘escribir online’ la confusión va hacia blogger o, peor aún, community manager.

En realidad, sí, hago un poco de todo esto pero, como en otras muchas cosas, las mezclas no acaban de tener un nombre que todo el mundo reconozca. Cada persona a la que se lo dices se lleva una impresión aunque la ventaja es que a cada uno le puedes decir una cosa diferente según tus intenciones.

Convendría separar aquí entre los que nos dedicamos profesionalmente a escribir y los que desempeñan otras profesiones, es decir, que solo escriben por hobby y no para pagar facturas. Porque, hablemos de sueldo, ¿se puede vivir de escribir? Pues sí, pero con gran depende.

Escribir una novela no sé (una tarea pendiente que espero solucionar más pronto que tarde) pero después de publicar 7 libros de no ficción tengo claro que, a corto plazo, no hay ingresos y, a largo, has de vender mucho para que tu 7 o 10% de cada libro vendido (sin IVA) llegue a pagarte algunos meses de alquiler. Si consigues un anticipo, la cosa se invierte: tienes a corto plazo pero quizá no llegues a cobrar nunca más. ¡Y no hay muchos best sellers!

Para los que se conformen con escribir 300 palabras aisladas en lugar de invertirlas en un libro, que sepan que hay que publicar muchos posts a 1 o 5€ para cubrir el coste, al menos, de estar dado de alta como autónomo. Aunque, sí, muchas empresas que pagan eso no necesitan ni factura y otras, afortunadamente cada vez más, valoran mejor los contenidos.

Pero los que escribimos por hobby no lo hacemos porque nos vaya a sacar de pobres si no porque tenemos la necesidad de expresar y compartir ideas. Además, nos divierte y hace felices. Y si, el colmo del colmo, se convierte en profesión, nos gusta tanto como para poder escribir sobre cosas que no nos interesan solo por el placer y la satisfacción de crear discursos propios… es otro tipo de recompensa. Si no lo entiendes, no pasa nada: alguien tiene que leernos para equilibrar la balanza.

El día a día tampoco tiene esa áurea romántica que podría esperarse de eso de ‘ser escritor’. Y es que no siempre es divertido. A veces cuesta: no te apetece, no te concentras, no te llega la inspiración, el tiempo pasa sin que aumente el número de palabras y, como profesional, los plazos se han de cumplir aunque sea domingo, de madrugada y hayas dormido poco… ahí empieza la pesadilla del escritor.

No todo es un sueño hecho realidad por mucho que nos guste escribir. Tener a niños gritando en el piso de abajo o una tele muy alta arriba no ayuda. Tampoco interrupciones de carteros, teleoperadores o cualquiera que llame a tu puerta o teléfono. Por eso es importante encontrar tu lugar para escribir y aprender que tu momento más creativo que no tiene por qué coincidir con los horarios de oficina habituales.

Como en todas las profesiones y los hobbies, tienes que valorar qué compensa más, a qué quieres dedicar el tiempo libre y cómo quieres ganarte la vida. Si al final decides que escribiendo, ¡ya somos dos!

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 101 (16 de julio de 2012). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

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La noticia era tan importante que salió en informativos: ¡ha vuelto el calvo de la lotería! Pero no para desearnos que la suerte nos acompañe porque el anunciante que ha aprovechado su imagen (¡y de qué manera!) es Acción contra el hambre. Increíble, es increíble cómo una idea tan sencilla (hackear lo llama J) no la habían sabido utilizar hasta ahora. ¿O es que no habían querido esperando una mala campaña de Loterías? Desde luego este año hemos sido muchos los que hemos recordado spots del calvo con cierta nostalgia. Sí, el momento ha sido todo un acierto… aunque sea el año que más ‘repercusión’ ha tenido gracias a las críticas recibidas.

Internet
Enlazo con críticas porque las que no se ha cansado de provocar Miley Cyrus son las que la han hecho una de las más buscadas en Yahoo!. Sí, ya llega esa época del año en la que salen listas de ‘los más del año’ en Internet. No siempre coinciden con lo que pasa en la vida real pero me atrevo a decir que este año la chica se lo ha currado muy mucho para estar en boca de programas y medios de todo tipo. Así sí que lo online es un reflejo de lo offline o, más como debería ser, las dos cosas se confunden. En el caso de la Cyrus ya apetece que descanse pero hasta la próxima lista de ‘lo más de enero’ no sabremos si lo ha hecho o no.

Televisión
Aún sin que pueda ver algunos canales por falta de sintonía en la antena, el dial sigue moviéndose: según cuentan en Vaya Tele desaparece MTV España y se viene otro canal deportivo como es RealMadridTV. Sí, más deporte y menos música. Con éste ya sean 4 deportivos mientras que nos quedaremos solo con 1 musical. Vale, la programación de MTV España no es que fuese maravillosa, muchas veces sin nada que ver con la música. Pero, ¿no iría bien un poco más de variedad? ¿No quedan ya temas por cubrir en la TDT que se recurre al futbol como única solución? No dudo de que tiene su audiencia, igual que la tiene Barça TV, lo que dudo es de si otro tema no tendría más.

Cine
Los tráilers que no se entienden, no funcionan. Los tráilers que no consiguen explicar bien la película, no deberían emitirse. ¿O sí? Después de ver el de «Vaya pavos», se me ocurren algunas cosas: qué malo es el tráiler, qué mala debe ser la película si solo han podido lograr montar eso y qué premisa tan interesante pero qué mal explicada. Entonces, ¿lo malo es el tráiler o la peli? ¿El guión del tráiler o el de la peli? No iré a verla para saberlo pero hay otra cosa que me llama la atención como que ya no se diga ‘del productor de…’ si no ‘del aclamado producto de…’. Claro, que sea bien evidente que hay que ir a verla para, después, aclamar al productor.

[Contenidos] Herramientas online para el redactor de contenidos

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En el momento de ponerse a escribir, consultas a diccionarios como el DRAE, la Fundéu o la Enciclopèdia catalana, el de sinónimos de WordReference o el traductor de Google te asegurarán un texto bien escrito, al menos ortográficamente. Y sí, un vistazo a la Wikipedia también puede sacarte de dudas tan rápidamente como buscar en Google y ver cuántos resultados tienen las dos palabras entre las que dudas.

Elegir la herramienta para escribir también es importante. El procesador de textos más completo seguramente sea Word con sus gráficos, referencia y posibilidades de diseño de las páginas. Pero para trabajos colaborativos es mucho más útil Google Drive ya que permite edición en línea de varios autores. O quizá prefieras una escritura más zen y optes por Ommwriter o por escuchar el teclear de Qwertick. En cualquier caso, conocer los atajos de cada uno puede ahorrarte tiempo.

Si escribes directamente en WordPress, hay dos plugins que complementan las funciones de redacción. Por un lado, InboundWriter (a cambio de registro) te permitirá elegir las palabras o expresiones que deberías utilizar en base a búsquedas en tiempo real, mezclando plugin de SEO y de ayuda a la escritura; por otro, con PhotoDropper podrás elegir la foto que acompaña al post sin salir de WordPress.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 99 (2 de julio de 2012). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

[Contenidos] Qué se puede aprender de WW Beauchamp

La película «Sin Perdón» no ha pasado a la historia del cine por la aparición de W. W. Beauchamp. Es un personaje más que secundario, con muy poco protagonismo en la trama. Es un escritor de biografías en pleno Oeste. Quizá, en la percepción de hoy en día, le quede un poco grande eso de biógrafo porque las novelitas de la época que explicaban la vida de los míticos pistoleros posiblemente tengan más de ficción que de realidad.

Sea como fuere, aunque no tengas que escribir una biografía, hay cosas que se pueden aprender de Beauchamp para aplicarlas al oficio de redactor de contenidos:

  • Persigue tu tema: siendo biógrafo, lógicamente, él acompaña a la persona sobre la que está escribiendo. En general, empápate de lo que has de escribir: documéntate, investiga, lee mucho… lo que sea para poder decir que sabes suficiente del tema como para escribir su historia. También se pueden hacer biografías de temas de actualidad… o biopsias.
  • Aprende sobre la marcha: no quiero soltar ningún spoiler pero, digamos, que el personaje sufre un percance con su último libro y tiene que reescribir algunas escenas. En general, la planificación de lo que escribes es lo que te lleva a no desviarte del camino. Dejar margen para la improvisación te puede llevar a cambiar por completo la historia.
  • Ten curiosidad: de la mezcla de las dos recomendaciones anteriores sale ésta tercera. Beauchamp a mitad de la película se pone a entrevistar al ‘contrincante’ de la persona sobre la que está escribiendo. Le hace preguntas (otra forma de documentarse) y modifica su obra en base a sus respuestas. La curiosidad puede cambiar la historia pero seguramente será para mejorarla mientras que la improvisación algunas veces la estropea.
  • Ten memoria: si eres capaz de recordar todas las gestas de tu tema, fantástico. Si no es así, es cuestión de tirar de la recomendación más habitual cuando se habla de escribir: apúntalo todo. Toma notas de las entrevistas, pon contexto a tus explicaciones, cita los datos que utilices… un enlace guardado a tiempo salva mucho tiempo de búsquedas inútiles.
  • Sobrevive para escribir otra historia: hay muchas muertes en «Sin perdón», como en cualquier película del Oeste. Pero este escritorzuelo sobrevive, como muchos hoy en día. Éste es un gran aprendizaje porque trabajar como redactor puede llegar a ser muy duro en los tiempos que corren (aunque no nos disparen). Por ahí fuera hay muchas historias que contar, solo has de encontrar la tuya y ponerte a ello.

«Sin perdón» es una película dramática pero el personaje de Beauchamp participa en algunas escenas que aligeran un poco la trama. Como escritores, también es esa nuestra misión: saber cuándo hace falta dejar respirar al lector con un punto.

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Que un anuncio te guste no significa que recuerdes la marca, a veces hasta la puede ser que la recuerdes como de otra marca que ni es de su sector. Cosas de la memoria. La pregunta es, ¿y cuando no nos gusta? ¿La recordamos igual? No he buscado estudios, seguro que los habrá, pero he hecho la prueba con un anuncio que me dio grima desde el primer día que lo vi (en total, lo habré visto 2 o 3 veces): ¿las botellas volando? ¡Qué idea es esa! Pues de La Mancha viene y reconozco que sí me acordaba. Continúa mi autoexperimento con el Honda que, también, de buenas a primeras recordaba el spot de las ilusiones ópticas (más que nada por la parte visual). Y sí, así se hacen los estudios que no sirven para nada porque no son significativos pero lo seguiré probando.

Cine
Eso de ‘para gustos, los colores’ es una verdad fácil de comprobar cuando se habla de amor, de diseño o de películas. Todo lo subjetivo tiende a levantar polémica. El debate es sinónimo de gente dispuesta a escuchar y aceptar opiniones, ver cosas buenas y malas donde antes solo veíamos lo contrario. Así que leer sobre alguien al que se juzga si podría ser el peor director de cine es tan divertido como las listas de los mejores y peores films de la historia. ¿Quién sabe cómo serán los gustos dentro de algunas décadas? ¿Y si en el próximo milenio (cosas de la evolución) solo queda esa película y es tomada como referencia de lo que era el cine en esta época? Vaya idea, ¿eh? La regalo para los guionistas que quieran aprovecharla.

Internet
De tanto en tanto, este mundillo en que vivimos, léase la Red, se convierte en noticia. Algunas veces es porque alguien ha publicado algo (más veces malo que bueno) y, frase demasiado habitual, Internet se revoluciona. Otra versión también típica es que las redes sociales se vuelcan en algo. Como si normalmente fuésemos a la nuestra y, sin más justificación, nos pusiésemos todos de acuerdo. Pues va a ser que no todos. Pero el daño ya está hecho porque ‘desde fuera’ (sí, aún hay gente que vive feliz sin Facebook ni Twitter ni LinkedIn ni Google+) y nos cortan a todos por el mismo patrón aunque ni siquiera nos hayamos enterado de aquello que ‘nos estaba revolucionando’.

Televisión
Una ya no sabe qué hacer para evitar spoilers. He probado dejar de leer blogs de televisión entre capítulo y capítulo, bloquear hashtags en Twitter y hasta no leer la prensa digital para que no me salga una noticia de lo que ha pasado. Pensaba que estaba ‘a salvo’ por ver solo un programa de ese canal pero, claro, ahora todos se anuncian en los de la misma cadena así que cuando el primer anuncio de otro programa es un avance de lo que se verá en unos días no me da tiempo a cambiar el canal… ¡zas, spoiler! Habrá quien no considere un spoiler que te cuenten la trama de la serie o que expliquen las pruebas del programa. Son los que llaman spoiler solo a explicar el final pero también puede serlo el desarrollo… me da igual si hacen un giro al final o cualquier cosa. ¡No quiero saberlo!

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