[Contenidos] Qué se puede aprender de «Criadas y señoras»

Como en otros posts tipo qué se puede aprender de…, se podría comentar «Criadas y señoras» de muchas formas. Pero aquí solo trato personajes que son escritores y en esta película hay un par. Tengo en mi Kindle aún por leer la novela en la que se basa el guión así que me centraré en lo que se ve en pantalla grande. Aviso: hay spoilers así que si no la has visto/leído, quizá quieras dejar de leer este post ahora.

«Criadas y señoras» es una película coral, con muchos personajes interesantes. Como criadas, destacan Aibileen y Minny: la primera escribe mientras que la segunda solo habla así que sirve de (jugosa) documentación para el libro que se escribe en la película. Como señora, destaca Skeeter que es la que quiere ser periodista, escritora y la que tiene la motivación para hacer llegar el libro a la editora. De estas dos escritoras se pueden aprender varias cosas:

  • Si quieres dedicarte a escribir, escribe aunque sea una columna de limpieza como hace Skeeter. ¿No sabes nada sobre el tema? No importa, por algún sitio has de empezar (le pasa lo mismo a Andy de «El diablo viste de Padra«, aunque esa es otra película para analizar).
  • Escribe algo cada día, como hace Aibileen. Ella ya es escritora, aunque no sienta que lo es ni lo reconozca hasta las frases finales. Dice que cada noche al llegar a casa escribe durante un par de horas. Está cansada del trabajo, pero eso no la desmotiva. ¿Cómo no considerarla ya una escritora?
  • Documentarse es clave. En la película, la escritora firma como anónimo y cambia los nombres para que no se  reconozca quién está detrás. Están haciendo algo ilegal y protege sus fuentes porque son como confidentes protegidos. Si lo trasladamos a escribir online, al contrario, mejor cita tus fuentes con los enlaces adecuados… hasta Skeeter comparte al final los beneficios de su obra porque sabe que sin ellas no lo habría podido hacer.
  • El reconocimiento acaba llegando pero es mejor no esperarlo. Seguro lo tendrás de parte de tus fans (la madre y la comunidad de la iglesia) pero no todo el mundo (una pierde a su novio, la otra su trabajo y la antagonista, claro, sigue igual que antes). Escribe porque sientes que tienes que hacerlo.
  • Escribir te hace libre, lo dice Aibileen porque puede contar la verdad de cómo se siente. Antes solo escribía para ella como un desahogo pero, con la novela, lo comparte con otros y eso, realmente, es muy liberador. Por eso quiere seguir escribiendo, aunque al final suene a amenaza, porque le quedan cosas por contar y, quién sabe, puede incluirlas en una segunda parte.

Una última cosa coincidiendo también con la última escena: Aibileen dice que ella será el escritor de la familia. Esta frase me hace sonreír porque no es muy normal pensar que tiene que haber alguien de esta ¿profesión/vocación? en cada familia. O quizá lo haya pero no acaben siendo reconocidos fuera de su entorno más cercano.

[Contenidos] Escribir y hablar son dos habilidades diferentes

Hoy quisiera hablarte de las relaciones entre hablar y escribir porque no siempre es tan fácil como que las dos cosas se le den bien a la misma persona. Dos personas me lo comentaron la semana pasada y también pensé en ello escuchando a los ponentes del ConfabEU: algunos los había seguido por sus blogs y pensé que su charla podría ser igual de interesante. Pero no, escribir y hablar son dos habilidades diferentes.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que para las dos cosas, ya sea publicar un post o hacer una charla, es necesario:

  • Documentarse para ello: ¿quién lo leerá o asistirá? Tenemos que adaptarnos al público, siempre. ¿Hay límite de extensión o tiempo máximo? Pensando que se trata de un guest post es quizá más sencillo de ver que no siempre tenemos libertad total.
  • Tener un guión: he hablado muchas veces de la importancia del índice a la hora de escribir cualquier cosa pero también sirve al hablar en público. Una presentación nos ayuda a no perder el hilo conductor y llegar a tiempo al final de la charla igual que las relaciones entre párrafos nos llevan a la llamada a la acción final.
  • Repasar antes de publicar o de empezar a hablar: editar el texto es imprescindible para mejorar el estilo y practicar en voz alta lo que vamos a explicar en la ponencia también. Leer en voz alta el texto tiene la misma función que un ensayo general frente al espejo o delante de alguien dispuesto a escuchar.

Una vez superados los preliminares, hay que subirse al escenario. Lo de no ponerse nervioso quizá resulta más evidente cuando se habla en público. Miedo escénico, se le llama. Pero también se sufre al escribir cuando se relee y relee todo el texto tantas veces porque parece que nunca está perfecto. Cuanto antes te des cuenta que eso es así, antes perderás el miedo a publicar: la perfección no existe, siempre se puede mejorar. Hay que releer, claro que sí, pero también darle al botón de publicar.

El momento de la verdad llega, tarde o temprano. Empezar a hablar es fácil porque sabes que tienes la atención de tu audiencia, al menos durante los primeros minutos… después siempre les queda el móvil para pasar el rato, así que quizá se gana rápido pero se ha de mantener durante las horas que dure la ponencia. En cambio, cuando publicas algo no puedes ver los ojos de las personas que te leen, ni siquiera sabes el contexto en el que lo leerán, ni cómo o cuándo lo harán. Demasiadas cosas que no se pueden controlar, más miedo y más frenos para no hacerlo.

Comparto con Leo Babauta algunas formas de evitar ese miedo escénico aplicable a la redacción:

  • La práctica quita todos los miedos y te hace crecer. Como cuando al ir en bici ya no temes caerte, al cocinar quemarte o al nadar ahogarte. Cuando no tienes miedo, lo haces mejor porque no te limitas y, además, puedes improvisar algo maravilloso para tu audiencia.
  • Empieza por lo pequeño porque no es lo mismo publicar un tuit que un libro de 200 páginas. Tampoco es lo mismo hacer un brindis frente a la familia que hablar delante de 100 personas. Antes de correr, hay que caminar incluso gatear… poco a poco, lo conseguirás.
  • Céntrate en alguien, piensa que escribes para un conocido o que le hablas a esa cara amiga entre el público. Domina el escenario igual que dominas la hoja en blanco: compartiendo conocimiento.

Escribir bien y hablar bien en público son dos caras de la misma moneda: hace falta saber comunicar para hacer ambas cosas bien. Se puede ser un excelente profesional y no saberlo transmitir. Pero se puede trabajar para lograrlo.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 218 (13 de octubre de 2014).

[Contenidos] Fuentes visuales de inspiración

Aviso: este post contiene una lista actualizada desde una plataforma externa por lo que los datos pueden ser más recientes que la fecha del post.

Eso de que una imagen vale más que mil palabras es cierto cuando la imagen sirve para inspirarte mil palabras. Por eso he recopilado en mi Pearltress una serie de páginas que permiten encontrar imágenes inspiradoras. No son bancos de fotografías, más bien herramientas para construir mood boards o los collages de toda la vida a partir de fotos creativas.

Inspiración visual, by evasanagustin

Espero que estas páginas despierten tu imaginación y la inspiración se ponga de tu lado. En mi centro de recursos tienes más formas de encontrar temas sobre los que escribir hoy.

[Contenidos] Los caminos de la inspiración son misteriosos

Hoy quisiera hablarte de los caminos de la inspiración. Ya sabes que es un tema que me apasiona: tienes algunas definiciones en el ebook visual que publiqué el año pasado y recopilo citas de otros escritores para animarte a escribir cada día.

Como se suele decir, lo que te voy a contar hoy está basado en hechos reales. Me sucedió la semana pasada y creo que es una buena historia para demostrar que nuestra amiga la inspiración también tiene caminos misteriosos. Y, además, que una buena idea vale por dos o tres, como en este caso. Espero que sirva de ejemplo para los que me piden que explique cómo trabajo.

Estaba yo necesitada de un tema sobre el que escribir un artículo para el blog de un cliente. Algunas veces tengo ya ideas guardadas pero esta vez, la verdad, no tenía nada de nada. Lo que sí sabía era que en unas horas tenía que entregar el post y que no disponía de más tiempo en mi calendario editorial.

Así que recurrí al buen Google para que me ayudase. Es un buen primer paso para documentarse: una búsqueda de noticias sobre el tema genérico y, cuando no hay novedades significativas respecto a la última vez, puede resultar interesante añadir algún adjetivo, expresión u opción para un acercamiento indirecto. Ajustar las fechas en las herramientas de búsqueda también resulta muy práctico.

Ajusté varias veces, miré 3 o 4 páginas de resultados y visité una docena de sitios antes de ir a parar a un blog interesante. Leí el artículo completo (eso ya fue más de lo que hice con las visitas anteriores) y al acabar me di cuenta que era un blog corporativo. Revisé sus redes sociales y las del autor. Estaban al día, centradas en el tema y bien gestionadas. Parecían fiables, un punto a su favor.

Aún así, no fue ese el tema que elegí. ¿El motivo, teniendo en cuenta que ya llevaba unos 20 minutos de búsqueda? Era un artículo de opinión y yo aún no tenía formada la mía como para expresarla argumentadamente en nombre de mi cliente. Me faltaría documentarme más sobre el tema y, por tanto, invertir un tiempo que no tenía.

Pero, bien por el autor que quiso poner un contexto a su historia, el artículo iba acompañado de un vídeo: una muestra de 7 minutos de un documental que estaba por estrenarse, según ponía en los últimos segundos. Por fechas, ¿quizá estaba ya estrenado? Consulté la página de la productora y, ¡bingo! En un microsite se podía comprar el DVD y ver otro teaser. Le di al play, claro.

Y, allí estaba, en la última frase de esos 2 minutos de vídeo, la idea que estaba buscando para escribir el artículo. No tenía nada que ver con el artículo, pero me parecía más interesante y rápida de escribir porque no requería de tanta documentación. Dos pájaros de un tiro: mejor para el lector, mejor para mi.

Redacté el artículo con los correspondientes enlaces acreditativos, aunque mi experiencia me dice que alguno desaparecerá (como el artículo que me dio realmente la idea). Y apunté en lista de temas para el futuro los que me servirán para cuando no tenga tema pero sí un poco más de tiempo para investigar. Eso ya son 2 ideas tras dedicar una media hora a buscar. Pero son 3 si tenemos en cuenta que estoy escribiendo sobre ello en esta newsletter.

Conclusión: las ideas no siempre vienen solas pero hay que saber esperarlas o, más bien, buscarlas. Hay que tener los ojos bien abiertos e invertir tiempo.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 211 (25 de agosto de 2014).

[Contenidos] Calendario editorial estacional: qué toca publicar hoy

Aviso: este post contiene una lista actualizada desde una plataforma externa por lo que los datos pueden ser más recientes que la fecha del post.

Empiezo a utilizar Pearltrees para recopilar algunos recursos muy específicos como con el que empiezo hoy: un calendario editorial estacional. He hablado ya muchas veces de la importancia de tener un plan de contenidos y así planificar qué contenidos publicar con antelación. Seguir las diferentes épocas del año puede ser útil para organizar un calendario editorial básico. A partir de estas fechas (que no todas tienen por qué encajar en nuestro sector) es más sencillo saber qué publicar cada día del año y de esta forma organizarse para cubrir diferentes canales y que ninguno quede desatendido.

Calendario editorial estacional, by evasanagustin

Poco a poco, iré añadiendo nuevas colecciones de este tipo, breves y específicas, para ampliar mi centro de recursos.

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