[Contenidos] Estrategia de contenidos fuera de los medios sociales

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Hoy quisiera hablarte de la necesidad de utilizar una estrategia de contenidos más que simplemente mantener un blog corporativo así que empezaré quejándome, por qué no, de los prácticamente nulos ejemplos de empresas que tomen a los contenidos como algo más que algo que publicar en medios sociales.

Retrocedamos a los inicios del marketing de contenidos, cuando no había blogs y los fans no se contabilizaban en Facebook. Lo que se publicaba para acercarse al público eran guías o material en papel que tenían (o no) algo que ver con lo que la empresa vendía.

Uno de los pocos ejemplos que han sobrevivido a la llegada de otros canales de distribución son las revistas que las aerolíneas dejan en el bolsillo del asiento delantero para que nos entretengamos un rato en el avión leyendo información general o sobre los destinos a los que vuelan y sí, también, algo de publicidad. Algunas revistas de supermercados o gimnasios llegan aún a buzones de socios pero la gran mayoría es marketing directo no deseado.

Los medios tradicionales, aunque sean locales, parecen ahora inalcanzables para las pequeñas empresas por sus precios si se comparan con otros en los que la inversión roza el cero. Lo que pasa cuando se escuchan esas voces que dicen que hay que estar en Internet es que las páginas web crecen rápidamente como escaparates hechos con bytes.

Aunque, como en la vida real, las vitrinas solo se miran cuando se pasa por delante y, con suerte, se está buscando algo o llama la atención lo suficiente.  Así que ponen carteles bien grandes que digan que la tienda existe en busca del click fácil. Pero para eso hace falta cierta inversión así que la alternativa a pagar por publicidad es encontrar otro punto de contacto con los usuarios, un lugar donde no se hable de comprar porque (en aquel entonces) no se vende: los medios sociales.

Los que oyeron las voces agoreras de la burbuja de las punto com ahora se enteran que lo que necesitan es un página en Facebook. Así que se cambia el concepto de medio social por red social, más aún, de ‘red’ a ‘la red’ y se dejan de lado blogs, presentaciones, revistas digitales y cualquier cosa que no esté orientado a conseguir fans igual que se construyeron tiendas online para vender sin argumentos detrás.

Como si con esas actualizaciones o los 140 caracteres de Twitter pudiesen conseguir lo mismo que con una estrategia de contenidos más global que utilizase otros formatos. Un blog no es solo una herramienta para posicionarse en buscadores, pensar que solo sirve para obtener enlaces entrantes es quedarse en las puertas de lo que se puede conseguir realmente.

¿Cuántas empresas ven el contenido así? Veamos. Piensa la última vez que te encontraste con algún contenido en algún medio tradicional que no fuese publicitario pero que tuviese a una empresa detrás: ¿quizá alguna  telepromoción? Ahora piensa en cuando estabas navegando, ¿vídeos corporativos que no fuesen publicitarios? ¿Alguna web o blog con un punto de vista menos egocentrista y orientado a darte los consejos que buscabas? ¿Te fijaste quién había detrás? ¿Era un blog personal, uno comercial o uno corporativo?

Obviaré la pregunta de si alguna de esas empresas tenía Facebook o Twitter pero sí que te pido que pienses no en empresas grandes si no en los comercios locales de tu barrio,  de tu ciudad, ¿tienen presencia en medios sociales? ¿Los conoces por alguna recomendación o por pasar por ahí cada día?

Ampliemos el abanico, ¿recuerdas alguna infografía, ilustración, fotografía de empresa que te haya interesado? Es posible que algunos nombres hayan venido a tu memoria, siendo optimista alguna incluso por diferentes preguntas. Ahora llega el momento en el que te quedas en blanco: ¿cuál fue el último documento en pdf de una empresa que te descargaste? ¿A qué webinar te has apuntado recientemente que no fuese para venderte algo? Y me dejo muchos otros formatos.

El mercado de contenidos español avanza despacio porque aún está más preocupado por el SEO que por aprovechar formatos y canales que aporten valor al usuario. Si no conectamos con el usuario en el momento que nos necesita, estamos perdiendo oportunidades de que nos recuerde cuando nos necesite.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 96 (11 de junio de 2012). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

[Contenidos] Promoción vía medios sociales y correo electrónico

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Las formas de promoción de contenidos más directas son las otras vertientes del inbound marketing aunque, según el presupuesto que manejes y la capacidad de animar a los usuarios a colaborar, podrás, además de utilizar canales propios y los que ganes de otras personas, pagar por publicidad.

Promoción en medios sociales
Si bien el contenido es la gasolina de los medios sociales (posts y actualizaciones en redes sociales), también éstos pueden ayudar a dar a conocer otros tipos de contenidos (vídeos y ebooks). Por ejemplo:

  • Un post puede ser contenido para sugerir usos diferentes del producto estrella de la empresa y otro post servir para promocionar un vídeo que esté alojado en YouTube.
  • Un tuit puede ser contenido para transmitir los mensajes clave de la empresa y otro para enlazar con un post.
  • Una actualización de Facebook puede ser contenido para motivar la participación y otra para llevar a la descarga de un ebook en una pestaña solo para fans.

Por otro lado, las relaciones con bloggers y la optimización social (SMO) también te pueden conseguir menciones de tus contenidos en sus canales. Y, aún más allá, puedes anunciarte en Facebook promocionando tu último vídeo (muy habitual en spots) o ebook que requerirá de suscripción por correo para descargarse.

Promoción por correo electrónico
Hay dos formas de utilizar el correo electrónico para promocionar contenidos si lo mezclamos con lo que acabamos de ver. Y es que una newsletter es, al igual que un post, un contenido con objetivos concretos dentro de la estrategia por lo que puedes incluir botones para compartir el contenido en medios sociales (lo mismo que harías con cualquier otro contenido corporativo) y subir una versión de la newsletter al servidor para que se indexe (si está optimizada, mejor).

Además, puedes enviar los últimos posts o actualizaciones de la web corporativa con lo que, además del contenido propio de la newsletter, también estarías promocionando el de canales externos de forma secundaria.

Para centrar toda la atención de los suscriptores en el contenido nuevo, toda la newsletter debería ir sobre el vídeo, el ebook o cualquiera que sea lo que quieres promocionar. Para evitar que sea demasiado publicitario, puedes incluirlo en el calendario habitual.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 95 (6 de junio de 2012). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

[Contenidos] Los valores de una empresa y su valor percibido

¿Puedes aportar valor a tus lectores, pero no diferenciarte en nada de lo que ya hablan otras empresas o personas? ¿Puedes diferenciarte tanto que no aportes valor porque no le interesa a nadie? Afirmativo en ambos casos pero, de ser así, no esperes beneficios cualitativos de tus contenidos, solo cuantitativos.

Debe haber un equilibrio entre valor y diferenciación para que la estrategia funcione y los usuarios consigan una imagen clara de quién eres y por qué deberían contratarte. Ampliando el campo de visión a la empresa en general, los contenidos transmiten el posicionamiento de tu empresa explicando tus valores corporativos y mostrando la diferencia con tu competencia.

Para descubrir qué valor puedes aportar, has de parar por un momento, alejarte mentalmente de tu día a día y hacer una introspección para:

  • Recordar por qué creaste tu empresa: ¿qué te impulsó a hacerlo? ¿Qué esperabas que viesen en ti tus futuros clientes? Compáralo si hace falta con lo que pueden estar viendo ahora.
  • Pensar en percepciones, en intangibles. Construye frases más o menos largas que reflejen quién eres y qué es tu empresa, no palabras sueltas. Hazlo con los pies en el suelo, no recurras a la sección ‘valores’ de tu web.
  • Encontrar tu hueco en el sector: ¿qué tienes de diferente respecto a otra empresa de tu sector? ¿Alguna de ellas podría tener tus mismos valores?

Una segunda forma de entender la palabra ‘valor’: lo que perciben los usuarios. Éste último tiene un componente importante desde la perspectiva del marketing de contenidos que no tienen los valores corporativos: ha de ser útil. En este sentido, puede decirse que cuando se utilizan palabras realistas para los valores de las empresas, se acercan al usuario.

Repasa la lista que has hecho antes de intangibles y ponlos a la altura del usuario que estás buscando para encontrar los valores que deben comunicar tus contenidos.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 94 (29 de mayo de 2012). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

[Contenidos] ¿De dónde vienen los contenidos?

La lista de tipos de contenidos ordenados de más a menos aportación a la blogosfera (u otra comunidad) en cuanto a contribución sobre un tema concreto y también a su origen sería:

  • Original: Lo reconocerás porque será el post que te llene de orgullo… aunque luego parezca (y solo parezca) que a nadie le interesa leerlo.
  • Inspirado: Lo reconocerás porque al final o en algún lugar saldrá un ‘vía’ como forma de agradecimiento a esa musa encubierta.
  • Reciclado: Sin los dos previos, es imposible que pueda producirse ya que necesita una mínima materia prima para existir.
  • Filtrado: Entramos en terreno del content curator pero de uno que aporta un punto de vista a los contenidos que elige ya que realiza el filtro manualmente, bajo su criterio personal.
  • Agregado: Cuando el content curator agrega contenido de una manera automática, su aportación de valor a un debate concreto es mínima.
  • Repetido: La aportación es alta para las personas que no han sido impactadas antes por el mensaje pero baja para los que ya lo habían leído. La diferencia con el siguiente tipo de contenido es que aquí lo que se repite o promociona es propio.
  • Duplicado: Lo más bajo en esta escala sería el contenido duplicado que, además de ser malo para el SEO, dice más bien poco de la persona que lo utiliza. Hay algunas herramientas para detectarlo como autores pero, desde el punto de vista de lectores, es difícil de distinguir si solo se consulta una fuente.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 93 (21 de mayo de 2012). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

[Contenidos] Emprendedores: etapas en una estrategia de contenidos

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Para definir los objetivos de cualquier plan tienes que empezar por tres preguntas básicas:

  • ¿Dónde estoy?
  • ¿Dónde quiero estar?
  • ¿En cuánto tiempo quiero llegar a estar ahí?

Claro que hay otras muchas respuestas necesarias para diseñar un plan o para arrancar una empresa (¿qué recursos tengo? es también importante) pero esas son las imprescindibles para empezar y en concreto la tercera es la que te ayudará a establecer las etapas necesarias para conseguir los objetivos y así no correr porque, hablando de contenidos, no hay teletransportación posible.

  • En la primera fase, orienta tus contenidos a explicar tu historia, cómo has llegado hasta crear la empresa o cómo le has transmitido tus principales  valores. Los primeros contenidos serán los que marcarán tu imagen por lo que es muy importante que transmitan tu posicionamiento correctamente en cada palabra.
  • En plazos intermedios, no pierdas de vista quién eres pero céntrate aún más en qué necesitan ellos y aquí puedes ampliar a todos los públicos que tengas, no solo el objetivo principal sino aquellos secundarios que te pueden ayudar a crecer, si dependes de intermediarios por ejemplo.
  • Pensando a largo plazo, es decir, a un año vista, la generación de contenidos se complica porque parece que las ideas empiezan a escasear. Pero los contenidos también pueden ser divertidos, diferentes y creativos. Tienen que seguir comunicando todo lo anterior de manera que sigas creciendo hacia las visitas que te habías puesto como meta y, a la vez, fidelizar a los clientes ya convertidos.

Cada fase puede considerarse un plan de contenidos a pequeña escala ya que cada una puede tener formas diferentes de llegar al mismo objetivo o, incluso, objetivos y públicos diferentes.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 92 (14 de mayo de 2012). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

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