Media News S08 A11

Cine
El pasado fin de semana fui a ver «Valor de ley» con el único recuerdo de su final. No te preocupes que no lo contaré, simplemente quería aprovechar la excusa de la película para repetir (después de 6 años escribiendo aquí seguro que ya lo he dicho alguna vez) que el género del western me gusta por esos planos tan generales en los que no se ve más civilización que una casita con cuatro caballos. Esa sensación solo se aprecia en pantalla grande.

Televisión
Este lunes volvió «CSI» a ocupar la parrilla de TeleCinco pero antes nos colaron un ratito de «Spartacus», la serie que estrena hoy Cuatro. Si esto ya es extraño aún con fusión de por medio, más lo es si tenemos en cuenta que antes ya habían puesto la careta de entrada de Miami. Cada cachito, eso sí, regado con un bloque de publicidad para que no se nos olvide qué somos: telespectadores vendidos a peso.

Publicidad
A pesar de lo que acabo de escribir en el apartado, confieso que veo poca publicidad: suelo grabar las series y pasar los anuncios. Puestos a confesar, a veces también retrocedo varios minutos para poder ver otra vez un spot. Aún así la sensación que tengo es que cada vez más los veo online que en la tele. Y es que cada vez se filtran (en ambos sentidos, de avanzar la noticia a elegir las mejores) más campañas, por ejemplo la de Milka, siempre mi tierna tentación, que ahora parece que venda bombones en lugar de tabletas de chocolate.

Internet
The Coctail Analysis ha publicado los datos de la 3ª ola del Observatorio de las Redes Sociales. Me quedo con el dato del 86% de usuarios de Facebook que dice haber interactuado en algún momento con alguna marca frente al 17% que dice hacer lo mismo en Twitter. En cambio hablando de recuerdo, el porcentaje de Twitter sube hasta el 86% mientras que el de Facebook baja al 61%. Se demuestra una vez más que estas dos redes son muy diferentes.

Redacción web
Revisar, revisar y revisar. Parece de sentido común hay muchas personas que se lo olvidan. Podríamos discutir si al tratarse de personas se puede perdonar o no pero seguro que estamos de acuerdo en que si se trata de páginas web corporativas tienen que estar sin faltas. Y para eso, ya lo he dicho, hace falta revisar, revisar y revisar. Leer y volver a leer después de la edición. Que la prisa por terminar el trabajo nos haga saltarnos la revisión de los textos, ya sean posts como este o un mail.

[Contenidos] Escribir creativamente para la web

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes.

Nadie pone en duda la creatividad e imaginación de (la mayoría de) los escritores de literatura pero la (ya no tan nueva) tecnología que rodea Internet condiciona, además del formato, las palabras que se utilizan al escribir textos para ser leídos en pantalla.

A un novelista no se le obliga a utilizar ciertas palabras para vender más ejemplares. El editor, como mucho, hará recomendaciones sobre el título o la trama general. El resto, cómo llene sus páginas, depende solo de su propio estilo. En cambio, a alguien que escribe contenidos para páginas web se le acompaña el encargo con deseos de posicionamiento en buscadores, con listas de palabras en el ¿mejor o peor? de los casos.

Estas limitaciones a la hora de componer frases pueden suponer un freno a la inspiración. Pero la efectividad de un texto en Internet no se juzga con criterios creativos como pueden ser diferente, innovador o incluso impactante. Los resultados se miden en conversiones, en posiciones ganadas a la competencia. Escribir creativamente para la Web no es prioritario.

Quizá simplemente es una cuestión de términos: solemos utilizar escribir como sinónimo de redactar cuando en realidad no son lo mismo. Quizá no sea sólo un problema de nuestra profesión y los redactores de prensa se sienten igual. Quizá el apellido del copy para web no es ‘creativo’ como el publicitario, sino ‘SEO’.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 7 (27 de septiembre de 2010). ¿Quieres leer el resto?

Media News S07 A11

Redacción web
Un ejemplo genial para los que todavía creen que poner enlaces puede provocar que los usuarios se vayan y no vuelvan a su página. En su primer párrafo, Relly anima a que el lector lea una fuente externa antes de continuar, de hecho, hasta le espera para seguir unas líneas antes escribiendo su post que, por cierto, también es interesante. ¡A ver si perdemos ya el miedo a enlazar!

Publicidad
Viendo el caso de estudio de una fiesta de cumpleaños explicada como si fuese una campaña de un cliente se confirma que 1/ en nuestro día a día personal también somos publicistas porque para cualquier evento hacemos (o podemos hacer) un gran despliegue de medios para conseguir que sea un éxito; y 2/los vídeos de agencias vendiéndose a si mismas son más interesantes que algunos trabajos que hacen para clientes.

Internet
Antes, la Super Bowl revolucionaba la televisión; ahora esa expectación se ha trasladado, además, a los medios sociales. Gráficos del prebuzz que se generan alrededor de las marcas anunciantes y la variación de fans en Facebook o menciones en Twitter lo demuestran: las batallas por la audiencia ya no se juegan frente al sofá, hay otras pantallas donde ganar terreno.

Televisión
Dos casos de que televisión y medios sociales, Twitter para ser exactos, se pueden mezclar siempre que se entiendan las consecuencias. Por un lado gente que no sabe bien dónde está trabajando, por otro, un ejemplo más que busca convertir amigos en telespectadores que comparten, no sofá, sino conexión.

[Contenidos] ¿Dónde pongo el enlace?

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes.

Es indiscutible que las fuentes deben citarse y enlazarse. Añadir enlaces es una obligación, un requisito indispensable para la credibilidad de cualquier editor de contenidos. Un artículo que incluya un «según…» sin que éste vaya acompañado de un enlace es difícilmente creíble. Construir una relación de confianza con nuestros lectores empieza por enlazar para permitirle contrastar y ampliar la información.

Es un error creer que los lectores huirán en el primer enlace y no volverán. Al contrario, regresarán a por más. Así que no escondas los enlaces al final de los posts obligándoles a leer todo tu artículo antes que el original. No tengas miedo de enlazar en los primeros párrafos o donde corresponda dentro de la frase. Olvida eso de «Sitio oficial» y enlaza el sitio con su URL, directamente y sin pasar por el final del post.

Y tampoco juegues a engañarlos con enlaces internos que parecen externos. Aunque sí es recomendable enlazar posts propios sobre el mismo tema, no hace falta que los aproveches todos para mejorar tu SEO en lugar de para ayudar al lector a encontrar más datos sobre el tema.

El valor de un post se mide tanto por la opinión del blogger como por la selección de referencias y fuentes que lo han inspirado. Y para demostrarlo, el post de RWW sobre Diaspora es la mala práctica que me ha llevado a destacar hoy este tema (que lo ponga al final del post esta vez está justificado).

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 6 (20 de septiembre de 2010). ¿Quieres leer el resto?

[Contenidos] Facebook: 23 palabras, 5 errores

Las traducciones pueden jugar malas pasadas. Usar cualquier automatismo puede provocar errores que podrían evitarse invirtiendo un poco más de atención, tiempo, recursos… en definitiva, la revisión de una persona. Por supuesto, también a veces las personas cometen errores y es cuando el corrector de textos se convierte en un gran aliado.

Es inexcusable, por tanto, que 3 frases de 23 palabras en total tengan 5 errores de ortografía. Pero es lo que está publicando Facebook como ‘Consejos rápidos’ en las páginas… ¡tan rápidos que se olvidan poner espacios después de puntos!

Aquí pongo una captura de pantalla, ¿encuentras los 5 errores? Además de ortografía, fíjate también en 2 equivocaciones en el mensaje.

Consejos rápidos de Facebook
Consejos rápidos para las páginas de Facebook

Me parecía apropiado colgar la solución en mi página de Facebook pero si te animas puedes dejar tu comentario en este post.

Precisamente hace unos días comentaba en Twitter la (¿agradable?) sensación al ver faltas de ortografía en el anuncio de un cliente que no aceptó mi propuesta. Pienso lo mismo en los casos (y en el de Nespresso): están cometiendo un error pero no solo de lenguaje, también están dañando su imagen, ¿no crees?

Actualización 20 de febrero: ¡me acabo de dar cuenta que ya han corregido los errores ortográficos! Y renombrado simplemente a ‘Consejos’ quitando lo de ‘rápidos.

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