[Contenidos] ¿Se puede medir la calidad del contenido?

Cuando se habla de calidad conviene empezar separándola de cantidad. Simplificando, cantidad es solo una porción de algo y se asocia a un número ya sea alto o bajo mientras que la calidad se puede interpretar como un adjetivo que describe bien o mal el valor de una cosa.

Hablar de cantidad de contenidos suele ser fácil: tantas palabras, tantos posts, tantas descargas… Pero valorar el contenido es algo subjetivo que depende de la persona que lo recibe, no todos apreciarán igual la calidad y para lo que uno es bueno a otro no le gustará tanto. Crear una escala del 1 al 10 o un porcentaje que mida la calidad no es fácil pero sí que se pueden tener en cuenta algunos parámetros para tener una idea general:

  • Tema tratado: específico o general
  • Complejidad: se entiende rápido
  • Lenguaje: técnico o sencillo
  • Destinatario: clientes o público en general
  • Utilidad: motiva el compartir con otros
  • Venta: uso de palabras típicamente comerciales
  • Autoría: firma sutil o logo bien grande

Como en todas las métricas, hasta que no se estandarizan, es difícil de comparar con otras empresas y ver si nuestro contenido tiene más calidad que el de otros. La forma fácil es utilizar los datos cuantitativos que sí son equivalentes aunque pertenezcan a otro tipo de marketing: número de retuits, de ‘Me gusta’, de comentarios… De esta manera se puede creer, por ejemplo, que si no se comparte es porque no es útil, no se entiende o el tema no es interesante.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 79 (13 de febrero de 2012). Suscríbete para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

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Televisión
Cada vez que un evento deportivo cambia de cadena, existe la pequeña esperanza de que los comentaristas sean mejores. Cuesta acostumbrarse a las muletillas de cada uno y algunas se soportan más que otras. Por eso al ver una carrera desde otro país es más curioso porque se aprecian diferencias. Dos ejemplos: las carreras de MotoGP se han convertido en una pesadilla cada vez que Nico abre la boca, en cambio en la Rai callaron hasta con los himnos; en TVE la natación sincronizada suele estar bien comentada pero en allí no callaron durante la intervención de manera que ni se podría escuchar la música que estaban interpretando.

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Ver anuncios extranjeros puede ser más divertido que algunos programas pero, igual que aquí, pueden ser cansinos después de mucho verlos. Pero a cada repetición de un anuncio de Vodafone protagonizado por un pingüino me preguntaba por qué no hacían esa oferta aquí. Mientras trataba de recordar cómo son las campañas españolas, otros anuncios de otras empresas de telefonía dando otras ofertas que me parecían mejores que las de aquí. Por otro lado, curiosamente, solo vi un anuncio igual que el emitido actualmente aquí y ninguno de marcas con campañas activas que fuese diferente al de aquí. Raro pero aún más motivador para ver la televisión.

Internet
Hace unos días me explicaron un proyecto basado en la conexión a Internet desde el extranjero. Así que ayer, de regreso del aeropuerto, me fijé en las pantallitas que había encendidas. Todas eran de los que volvíamos, los que llegaban consultaban guías y planos en papel. En realidad, nada más parar el avión, ya empezaron a oírse melodías de móviles encendiéndose y lo mismo mientras la cinta vomitaba maletas. La prisa (¿necesidad?) por estar disponible después de algunos días de desconexión. Una vez tengo la sensación de que por mucho que quieras olvidarte de todo al volver la vida ha avanzado sin ti, sin esperarte.

Cine
Las películas basadas en cómics corren peligro de querer copiar demasiado lo que les pasa a sus héroes y a la vez echar a perder la relación que tienen con sus fans. Quizá por eso leer que en un par de años harán una película con Superman y Batman debe tener a la audiencia dividida entre los que creen que es una buena idea y los que, como yo, creen que es mejor dejarlos por separado. «Los Vengadores» me pareció una mezcla que no merecía la pena, no servía para explicar mucho de cada personaje con lo que quedaban como secundarios. Los héroes tienen que ser protagonistas si no pierden toda la gracia de querer ver 2h de película.

[Contenidos] Adaptar el lenguaje al lector

Cada lunes republico aquí un artículo antiguo de mi newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes a los suscriptores pero con contenido exclusivo.

Uno de los objetivos del marketing de contenidos es establecer una relación con los usuarios. Una forma de empezarla es hablar en su mismo lenguaje: si nos dirigimos a abogados y escribimos como si fuésemos adolescentes lo más probable es que no nos tomen en serio. Y viceversa porque los jóvenes tampoco se comunican con las mismas palabras que los adultos.

Personalizar nuestra redacción para, por ejemplo, incluir abreviaturas o expresiones que sólo una determinada franja de edad o sector concreto pueden comprender es válido únicamente en el caso de que nuestro producto o servicio sea tan específico como el lenguaje que usamos. No obstante, el castellano que llamaríamos llano (o plain language) sirve para comunicarse con todos por lo que en el caso de querer respetar tanto el idioma como las características del público, deberíamos utilizarlo.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 79 (13 de febrero de 2012). Suscríbete para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

Media News S29 A13

Televisión
Las series que marcan una época pueden ser (o no) un reflejo tan fiel que se haga imposible imaginarlas en otra época. Es lo que vendría a ser el género costumbrista. Por eso leer cómo sería «Verano azul» si estuviese rodada hoy en día me ha provocado una extraña sensación. Primero porque es una serie de la que no tengo un recuerdo claro de los sentimientos que me provocó verla; segundo porque las sugerencias para esa actualización tampoco me parecen actuales. Así que me da por pensar lo que tiene de costumbrista la televisión actual y cómo podría verse dentro de un par de décadas algo como «Aída» o «La que se avecina». Y tengo la misma sensación: no siento que reflejen la sociedad actual y tampoco las he visto así que lo único que puedo hacer es dejarlo aquí apuntado y dentro de una década o dos recuperar este post.

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Hacía tiempo que un anuncio me impactaba lo suficiente como para pensar que alguien se tendría que haber quejado, que no podía ser que eso lo emitiesen… que alguien lo hubiese aprobado incluso antes. Me pasó con Fairy hace un par de días. Ponen a unas profes a fregar platos y a unos niños a llevarlos al patio, a una mesa grande (un recurso clásico para demostrar que dura más). Si eso no es suficiente extraño como para pensar que esa escuela es rara, rara… acaban con la impactante frase de «¿qué hemos aprendido hoy?». Así que en el cole se aprende que Fairy cunde más… esta educación no es la que me dieron a mi pero, claro, eso de la ESO siempre me ha sonado poco serio. Quizá es un campamento de verano, aunque tampoco me imagino allí a los niños contentos de aprender a ahorrar en la vida.

Internet
Diría que no es la primera vez que me quejo pero insisto es que el tiempo en Internet no pasa a la misma velocidad. Lo que hoy es TT, mañana estará olvidado. Lo que ayer era ‘lo último’ o ‘lo mejor’ será superado en unos días. Una interpretación positiva de esto me lleva a confirmar la importancia de pensar a largo plazo, tanto en los contenidos como en los canales. Si solo se piensa en cómo utilizar una plataforma (llámalo Facebook, MailChimp, WordPress o Google) y no se aprende su por qué (llámalo estrategia), este conocimiento durará unos días. Hasta que cambie el diseño y nos haga falta un nuevo tutorial que nos diga cómo poner un botón por ahí, los tamaños de las fotos de perfil… Pensar en por qué tendría el usuario que compartir ese contenido o lo que comunica nuestra marca con esa imagen durará mucho más y estoy convencida de que merece la pena invertir un rato a pensar en ello.

Cine
Está demostrado que los posts tipo listas funcionan y hay determinados sectores que lo aprovechan y mucho. El cine es uno de ellos porque tiene estadísticas y datos para cualquier cosa (recuerda que es una industria, una máquina de hacer dinero). Cada cierto tiempo nos llegan las listas de películas que más recaudan y las de actores mejor pagados. Igual que decía en el párrafo anterior, podemos quedarnos con el dato y no profundizar más o buscarle una interpretación… y encontrar la trampa de por qué aparecen unos profesionales y faltan unos. La gente en busca de un titular llamativo será capaz de darle la vuelta al dato y decir que alguien se cae del ranking, que su carrera está decayendo, que su estrella ya no brilla… Y todo porque el rango de fechas no era el más apropiado para ser representativo.

[Contenidos] Recursos para escribir bien

Cada lunes republico aquí un artículo antiguo de mi newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes a los suscriptores pero con contenido exclusivo.

Aunque el tema principal de esta newsletter sean los recursos sobre marketing de contenidos, también se presta atención al idioma. Precisamente hoy la Fundéu ha publicado una completa lista de enlaces a diccionarios, traductores, guías de ortografía y gramática todos en línea y gratuitos para que la consulta de una palabra o expresión no pase por recuperar ese libro lleno de polvo que usábamos en el cole o por bajar a la biblioteca.

Escribir bien es el paso previo a escribir bien para Internet. Si no controlamos el idioma, no podremos expresarnos correctamente aunque también es cierto que algunas veces se puede saltar alguna norma si queremos conectar con nuestro público como hemos visto hace un momento.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 79 (13 de febrero de 2012). Suscríbete para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

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