[Contenidos] Marketing de contenidos para pymes con pocos recursos

Hoy quisiera continuar la estela que empecé la semana pasada hablando de cuánto cuesta el marketing de contenidos. “Mucha pasta”, estarás pensando… Si acabas de montar tu negocio o eres una pyme o micropyme, seguramente añadirás “mucha pasta que no tengo”.

Algunos suscriptores me escribieron entre sorprendidos y asustados, diciendo que no podían asumir esas cifras, que qué podían hacer. Así que aprovecho las respuestas que les di para la newsletter de hoy y así convenceros a todos que también las pymes pueden utilizar el marketing de contenidos. Recuerda que es una forma de entender los contenidos más que la obligación de tener un determinado volumen de contenidos publicados.

Lo primero que tienes que tener claro (sin tener en cuenta el tamaño de tu empresa) es que si no crees en los contenidos, no importa lo grande o pequeño que sea tu presupuesto, la cosa no acabará bien. ¿Qué significa creer? Es un compromiso, saber que tendrás que prestarles atención, dedicar horas a pensar, escribir y dar a conocer esos contenidos.

Piensa qué haces en tu tiempo libre (dentro y fuera de la oficina) y valora si podrías haber dedicado un rato a escribir un post, por ejemplo. Sofá, trabajo, amigos, familia… muchas cosas se pueden interponer entre los contenidos y tú. Pero si crees que realmente te van a servir para algo, repartirás tu tiempo de manera que puedas dedicarles un ratito cada día.

El recurso del tiempo es más amigo para las pymes que el recurso del dinero porque no hace falta escribir todo el contenido, al contrario, se puede utilizar el de los demás haciendo de content curator. Dedicando unos minutos al día a filtrar contenidos (en lugar de horas si tuvieses que crear todo el contenido tú), se puede mantener una cuenta en Twitter o en Facebook lo suficiente activa como para recomendar contenidos relevantes.

¿Hace falta algo más para poder decir que hacemos marketing de contenidos? ¿Es obligatorio tener un blog o enviar una newsletter? En realidad no hay un mínimo de contenidos necesario (importa más el qué y el cómo que el dónde). Pero, si solo usamos un canal, estaremos limitando el alcance de nuestros contenidos y poniendo en peligro la consecución de nuestros objetivos.

Por eso mi recomendación para pymes con pocos recursos de tiempo es centrarse en un canal y, si hiciese falta, avanzar a partir de ahí, ampliando poco a poco cuando los anteriores estén consolidados. Empezar tratando de abarcar mucho es un error que las pequeñas empresas no pueden permitirse porque, entonces, dejan de creer en los contenidos.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 153 (15 de julio de 2013).

[Contenidos] ¿Cuánto dinero cuesta hacer marketing de contenidos?

Hoy quisiera hablarte de dinero, de lo que hace falta para invertir en contenidos. Así que inevitablemente tengo que empezar hablando de valor y de recursos para poder concluir cuánto cuesta el marketing de contenidos.

Aunque quizá debería empezar por el tamaño de la empresa porque eso influye mucho a la hora de asignar recursos. Por ejemplo, una multinacional puede permitirse experimentar más así que puede invertir en crear contenidos para nuevos canales o los más minoritarios.

Si hablamos de valor, en realidad, el tamaño no importa. Cualquier usuario espera de cualquier empresa que los contenidos le aporten algo, le sirvan para algo. Valor se aplica a los contenidos que consiguen despertar algo en el usuario. Llámalo ganas de comprar, de compartir o simplemente de recordar. En este caso, es valor de ‘valioso’, no de ‘valiente’ aunque algunas veces haya que serlo para publicar algunas cosas.

Como en la vida, algo de valor no tiene por qué ser algo que cuesta dinero. Una sonrisa o una palabra amable puede valer mucho más si se da la persona adecuada justo cuando la necesita (esas cosas que MasterCard decía que no tenían precio). Con el contenido ocurre lo mismo. La valía la pone la persona que consume ese contenido, es decir, es algo subjetivo y difícil de calcular.

Aclarado este punto para poner en contexto el resto de la newsletter, quería hablarte de dinero porque el vil metal no tiene nada de subjetivo y es más fácil de contabilizar. La fórmula matemática de Jay Baer es un buen principio para tratar de responder a la pregunta del asunto de esta newsletter porque, antes de saber cuánto cuesta el contenido, hay que saber cuánto se necesita.

Volvemos al problema del tamaño: empresas más grandes tendrán más productos, más perfiles que atender y, por tanto, más contenido que producir para más canales. Por ejemplo, una empresa mediana podría necesitar 10 posts al mes, 1 newsletter mensual para 2 perfiles diferentes, 1 vídeo cada dos semanas y 1 infografía al mes; pero una pequeña con 1 post a la semana y 1 newsletter al mes podría tener suficiente.

Eso una vez ya sabemos qué vamos a publicar pero muchas veces hace falta diseñar una estrategia previamente, lo que añade otra partida a este hipotético presupuesto. La ventaja es que solo se hace una vez, al inicio, y que hacerla asegura mejores resultados para los contenidos ya que están razonados.

Y también hace falta pensar en la distribución, es decir, en el mantenimiento de canales corporativos que no tienen por qué ser gratis y en un community manager que les dé difusión y alimente las redes sociales. Además, según la empresa, también haría falta traducción o maquetación de los contenidos… más coste a añadir a la previsión.

Resumiendo y redondeando para no entrar al detalle de cada cosa porque no es ese el objetivo del cálculo, el total de inversión necesaria para pensar, crear y distribuir ese contenido pueden ser unos 30.000 euros al año (más o menos porque en los USA hay otros números). Viendo el salario de algunas ofertas de trabajo, ese monto da para 2 o 3 sueldos de jornada completa durante un año. Idealmente, personas con algún tipo de formación sobre contenidos.

Según la empresa, esta inversión será mucha; para otros será poca. Destinar un porcentaje fijo del presupuesto de marketing a los contenidos, por ejemplo un 20 o 30%, es otra manera de poner en perspectiva cuánto puede costar. De esta manera queda claro que se apuesta de verdad por los contenidos.

Evidentemente, un factor a tener en cuenta para decidir si merece la pena o no esta inversión es lo que se consigue a cambio de dedicar esos recursos o tanto tiempo (si se hace internamente) a los contenidos. Responder a esto da para otra newsletter pero hay a quien le gusta plantearlo desde otra perspectiva: ¿cuál es el coste de no hacer nada?

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 152 (8 de julio de 2013).

[Contenidos] ¿Cuánto tiempo hay que dedicar a la gestión de contenidos?

Hoy quisiera hablarte de la gestión del tiempo aplicada a los contenidos. Hace justo 10 semanas comentaba el día a día del redactor de contenidos, cómo organizaba su agenda diaria para preparar los artículos como profesional dedicado en exclusiva a eso, a escribir. Pero, si tenemos en cuenta la gestión del tiempo para el responsable de una empresa pequeña, ¿cómo puede combinar su negocio con la creación de contenidos sin externalizar? Vamos a verlo.

Primeramente, antes de alquilar el local para tu empresa hiciste un plan de empresa, ¿no? Aplicado a contenidos, también debes hacer un plan de marketing o de contenidos antes de ponerte a escribir una sola línea. Te ayudará a gestionar las expectativas, a reflexionar y encontrar tus objetivos reales.

Merece la pena dedicarle el tiempo que haga falta porque luego te ahorrará mucho tiempo ya que marca el volumen de contenidos que necesitarás y cuándo los deberías publicar. Olvídate de crear contenidos que no estén en tu plan editorial: todo, todo y todo lo que publiques tiene que tener un objetivo, una meta que conseguir. Si no es así, estarás perdiendo el tiempo. ¡Y no sobra!

Cuando ya estás convencido y sabes qué necesitas, es momento de organizar tu calendario editorial. Esta herramienta debe convivir con tu jornada laboral así que probablemente sea más práctico añadir en tu agenda el tiempo que quieras dedicar a los contenidos.

Ahora viene la pregunta que te ronda la cabeza desde que has leído el asunto de esta newsletter: ¿cuánto tiempo hay que dedicar a los contenidos? La respuesta puede enfocarse desde diferentes perspectivas:

  • Dedica lo que necesites para conseguir tus objetivos. Si quieres doblar el tráfico, seguramente tendrás que poner menos horas que si quieres triplicarlo. Más resultados buscas, más contenido necesitarás.
  • ¿Cuántos canales has de mantener alimentados? Para escribir un post puedes tardar 1 o 3h pero si también has de crear un ebook quizá tardes 1 mes dedicando, además, otro par de horas al día. Más contenido a publicar, más tiempo necesitarás.
  • Según si creas, filtras o reciclas no te hará falta el mismo tiempo. Se puede filtrar contenido dedicando 15 minutos al día pero también puedes necesitar 1h si lo repartes en varias horas al día para responder a los objetivos y atender a la creación en otros canales.
  • La experiencia lógicamente influye ya que no tardarás lo mismo al empezar a implementar la estrategia para escribir un post de 400 palabras que cuando ya lleves varios meses haciéndolo.

Si quieres tener una referencia, la media de tiempo dedicado por parte de los participantes a la encuesta que hice hace unos meses es de 1h al día. Para combinarlo con tu jornada de trabajo puedes ir sacando ratitos cada día para acabar escribiendo un post o una newsletter en varios días. Y, como suele pasar en la mayoría de negocios, unos días tendrás más tiempo que otros.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 143 (6 de mayo de 2013). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

[Contenidos] El día a día en la creación de contenidos web

Hoy quisiera hablarte de la dedicación del tiempo de los profesionales que trabajan en la creación de contenidos. Como es lógico, esto depende de sus tareas y responsabilidades ya que no será necesario el mismo tiempo para redactar un tuit, un post o para escribir un ebook pero vamos a tratar de estructurar ‘un día tipo’.

En el Estado del marketing de contenidos en España 2012, vimos que la mayoría de participantes en la encuesta dedican 2h al día a la creación de contenidos y que la media, contando los que ocupaban toda su jornada y los que solo destinaban 30 minutos, era de 1h al día. Siguiendo la estela empezada en mi comparación con el community manager (CM), vamos a ver hasta qué punto este perfil tiene la agenda compartida con las personas que se dedican a la creación de contenidos.

Si miramos el día a día propuesto por AERCO-PSM y Territorio Creativo, la jornada no empieza muy diferente, aunque tiene ciertos matices: 2h para navegar a la búsqueda de lo que han dicho sobre la empresa (CM) o de contenidos interesantes que compartir o sobre los que crear nuevos. Digamos que es la fase de documentación por la que empiezan todos los contenidos.

Las siguientes 2h se dedican a la redacción o a la curación de contenidos según el interés que despierten en la línea editorial de la empresa. La diferencia aquí, aunque no todos la vean tan clara, es que el CM no tiene por qué escribir esos contenidos igual que tampoco habrá grabado el vídeo que suba a YouTube. Quizá sí se pueda publicar los contenidos en ese tiempo (con la curación seguro) pero a veces se necesita más tiempo para escribir un post.

Así que la siguiente hora que el CM dedica a relacionarse con su comunidad, el encargado de los contenidos la dedicará a terminar de crear el contenido del día (ya sea ese post o actualizaciones programadas para el resto del día en otros canales) o de otros días (sería el caso de newsletters, presentaciones o infografías que pueden llevar más tiempo).

En resumen, la mañana se dedica a la creación y curación de contenidos. Evidentemente, según la frecuencia, el volumen, los canales y las personas implicadas, las horas pueden ser más o menos y no será igual cada día de la semana. Así que es posible dedicar esa hora de media que decía al principio pero también las 5 de la jornada matutina.

Vamos a por la tarde, tiempo que, siempre siguiendo la referencia de AERCO-PSM y Tc, el CM centra en reuniones dado el momento de cierta crisis que hay que manejar. Aquí es cuando la tareas del redactor o del content curator se mezclan con las del content strategist porque puede aprovechar esas 3h que vendrían a completar el resto de una hipotética jornada de 8h a analizar sus contenidos para ver que siguen la línea correcta de la estrategia y los objetivos marcados.

El análisis de lo publicado pasa por dos cosas: repasar los resultados de lo publicado y ampliar la información del público objetivo. De sus conclusiones sacará las acciones posibles para el resto del día: editar contenidos y optimizarlos, planificar nuevos o buscar formas de promocionarlos. Tareas que no siempre corresponden al redactor pero que pueden acabar en su bandeja de entrada.

Cuantas más personas implicadas, más posibilidades de repartir el tiempo y que cada uno haga lo suyo. Por ejemplo, si se ha externalizado la redacción o la propia estrategia, las tareas pueden reducirse a la gestión con lo que no hará falta dedicar mucho tiempo. Como siempre, dependerá de los recursos de la empresa.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 133 (25 de febrero de 2013). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

Los contenidos pueden ayudar a tu empresa… ¿o no?

Después de dar varios años de clase, muchas veces me han hecho la pregunta de si ‘esto de los contenidos’ puede ayudarles realmente o no. A muchas personas les cuesta imaginarse dedicando el tiempo y esfuerzo que supone implementar una estrategia de contenidos. Pero muchas otras dicen que tiene beneficios, que es una buena opción para las empresas… así que hay quien tiene dudas de si probarlo o no.

Pues tengo una buena noticia para todos ellos: el marketing de contenidos no es obligatorio. Sí, para la mayoría de empresas es una fantástica opción. Pero también hay otras a las que no les sirve para casi nada o, mejor dicho, no de la forma más convencional que se escucha por ahí y que sacarían mayores beneficios de otro tipo de estrategia.

Para tratar de separar unas de las otras, he preparado un nuevo test. Contesta 10 preguntas tipo Sí/No y obtendrás un porcentaje: el número que ha de decantar la balanza hacia si necesitas los contenidos (porcentaje mayor) o no (menor porcentaje).

Como las otras herramientas de mi centro de recursos, es un test anónimo así que anímate a probarlo.

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