[Contenidos] En qué fijarse para medir los objetivos de los contenidos

Continuando con lo visto la semana pasada sobre las formas de compensar la inversión en contenidos, quisiera hablarte de la medición de los contenidos. Quizá debería empezar confesando que no me convence utilizar la palabra que tanto gusta a determinados sectores: el ROI no es del todo apropiado cuando no hay plazos de tiempo claros así que tampoco es una forma realista de comparar a los integrantes de esa fórmula matemática.

No obstante, resulta evidente que es necesario medir de alguna forma y así poder decir que el tiempo invertido ha llevado a algún beneficio. Así que la pregunta que persigue a cualquiera que se dedique a crear contenidos es ”se invierte mucho, ¿cuánto se recupera?”. La respuesta, como siempre, es compleja pero hay que intentar relacionarla con el objetivo de la estrategia de manera que los contenidos sean tan útiles para la empresa como para el usuario:

  • ¿Querías visibilidad? Revisa tus estadísticas y mira a ver cuánto tráfico te ha conseguido el contenido que has publicado o cuántas interacciones sociales tienen tus contenidos.
  • ¿Querías ventas? Revisa la procedencia de tus clientes para saber cuántos te han conocido o se han decidido a comprar/contratarte por contenidos tuyos o recomendaciones de sus contactos.
  • ¿Querías fidelizar a tus clientes? Revisa los números y averigua cuántos clientes son suscriptores de tu newsletter o fíjate en la evolución de seguidores en tus medios sociales.

Hace falta poner un contexto a los resultados y a los recursos dedicados a los contenidos y ser realista en la respuesta a: ¿te compensa dedicar [poner aquí los recursos dedicados] para conseguir [poner aquí los resultados de las preguntas anteriores]? En mi caso, ¿me compensa dedicar un par de horas a esta newsletter los domingos? Sí porque me fijo en los resultados conseguidos por el envío: lecturas, clicks o tuits pero también proyectos que han salido gracias a ella.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 169 (4 de noviembre de 2013).

[Contenidos] ¿Se puede medir la calidad del contenido?

Cuando se habla de calidad conviene empezar separándola de cantidad. Simplificando, cantidad es solo una porción de algo y se asocia a un número ya sea alto o bajo mientras que la calidad se puede interpretar como un adjetivo que describe bien o mal el valor de una cosa.

Hablar de cantidad de contenidos suele ser fácil: tantas palabras, tantos posts, tantas descargas… Pero valorar el contenido es algo subjetivo que depende de la persona que lo recibe, no todos apreciarán igual la calidad y para lo que uno es bueno a otro no le gustará tanto. Crear una escala del 1 al 10 o un porcentaje que mida la calidad no es fácil pero sí que se pueden tener en cuenta algunos parámetros para tener una idea general:

  • Tema tratado: específico o general
  • Complejidad: se entiende rápido
  • Lenguaje: técnico o sencillo
  • Destinatario: clientes o público en general
  • Utilidad: motiva el compartir con otros
  • Venta: uso de palabras típicamente comerciales
  • Autoría: firma sutil o logo bien grande

Como en todas las métricas, hasta que no se estandarizan, es difícil de comparar con otras empresas y ver si nuestro contenido tiene más calidad que el de otros. La forma fácil es utilizar los datos cuantitativos que sí son equivalentes aunque pertenezcan a otro tipo de marketing: número de retuits, de ‘Me gusta’, de comentarios… De esta manera se puede creer, por ejemplo, que si no se comparte es porque no es útil, no se entiende o el tema no es interesante.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 79 (13 de febrero de 2012). Suscríbete para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

[Contenidos] No corras: vigila la ortografía

Cada lunes republico aquí un artículo antiguo de mi newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes a los suscriptores pero con contenido exclusivo.

Cómo las erratas se propagan sin que nadie las corrija. Eso es lo que denunció Moe de Triana (vía Silvia Cobo) en el caso de la típica noticia de boletín que se difunde de medio en medio, pero también se puede aplicar a notas de prensa corporativas o a mails en campañas de relaciones con bloggers.

La culpa es siempre la prisa, esa manía que tenemos todos de no preocuparnos tanto por la calidad sino por ser los primeros. Con tiempo, se puede volver a leer; con tiempo, se puede pedir a una tercera persona que lo revise; con tiempo, alguien puede dar la validación final antes de publicar; con tiempo, los lectores se quejarían de que algo no está bien escrito… pero nadie tiene tiempo, ¿verdad?

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 76 (23 de enero de 2012). Suscríbete para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

[Contenidos] 4 formas de coronar al contenido

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Llevamos 15 años oyendo eso de que el contenido es el rey pero, para que así sea, ha de ser realmente bueno. Jennifer Beaupre da 4 formas de coronar a tu contenido:

  • Hazlo fácil de entender, yo añadiría que sobre todo para tu público objetivo
  • Pon un poco de esfuerzo, sino por recursos externos, por tiempo dedicado
  • Optimízalo, que sea fácil de encontrar por las palabras claves que quieras
  • Promuévelo, que el esfuerzo también sea para darlo a conocer

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 71 (19 de diciembre de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] Qué es buen contenido y cómo promocionarlo

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Hace unos días, Magali me pasó un interesante artículo de SEOmoz con el llamativo titular de «¿Por qué falla el buen contenido?«. Lo primero que hacen es tratar de definir en cuatro frases qué es buen contenido, sin fiarse de lo que opinan los fans:

  • Tiene credibilidad: mejor escribir sobre algo de lo que tenemos experiencia.
  • Requiere un esfuerzo: escribir lleva tiempo (que me lo digan a mí que es casi medianoche).
  • Es útil: seremos recordados si los usuarios se llevan algo después de leernos.
  • Se hace compartir: será digno de ser compartido y quien lo reciba verá su valor.

La segunda parte del artículo dice otra gran verdad: no basta con publicar contenidos buenos, hay que darlos a conocer. Sus recomendaciones son cuatro:

  • Darlo a conocer a nuestros contactos: nosotros somos los primeros orgullosos de lo que hemos publicado.
  • Vigilar la hora y el día: planear el momento de lanzamiento, escalonando o repitiendo de vez en cuando.
  • Promocionarlo siempre: el trabajo no termina cuando se le da al botón de publicar, lleva más tiempo.
  • Sacarlo fuera de tu entorno: la parte más difícil pero la que más beneficios da.

Además de estos buenos consejos, el artículo acaba con uno aún más importante: el éxito no es instantáneo. Puede llevar días que un contenido sea finalmente aceptado como ‘buen contenido’.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 68 (28 de noviembre de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

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