Media News S22 A12

Televisión
Eurovisión, un año más pegada doblemente a la pantalla: en la tele y en el portátil para tuitear. Pero este año había poco que decir y demasiado que leer. ‘Que decir’ porque la escenografía (lo que me gusta del festival) era más bien pobre, en línea con los desafines de los cantantes quienes, además, llevaban algunos modelitos de lo más raritos. Y ‘que leer’ porque iba Twitter lleno hasta arriba de comentarios sobre las actuaciones. Mientras, Íñigo iba siguiendo su guión entre canciones, opinando sobre ellas con total parcialidad: todas estaban llenas de tópicos menos la nuestra. En otras palabras, aportación nula (esperable durante los votos) así que para escuchar eso, tenía más gracia leer los tuits.

Internet
Me gusta la idea de conservar cosas olvidadas debido a que la tecnología nos hace ir tan deprisa que esos pequeños detalles quedan atrás: un museo de sonidos (la web no funciona, pero la idea es igualmente buena) como el del módem al marcar o el VHS al rebobinar que las generaciones más jóvenes nunca han escuchado. Algunos se pueden mantener en lo que podría ser una moda retro como usar el típico ring como tono en un iPhone o que el teclear del portátil suene como el de una máquina de escribir, timbre incluido. Y es que la tecnología por muy moderna que se crea, tiene mucho de nostálgica.

Publicidad
Si algo tiene bueno el fútbol es la publicidad que genera. La ‘culpa’ es de los patrocinadores y su deseo de mostrar unidad, de vender el poder de la/s persona/s, equipo/s a los que apoyan. Así que estando cerca la Eurocopa, toca ver a los futbolistas haciendo piruetas o simplemente corriendo por la pelotita. Es lo que hacen en Nike, quienes tienen ‘la suerte’ de tener tantos nombres conocidos que con que juntarlos en un spot ya tienen suficiente. Los de Coca-cola apuestan por la afición, por los que sienten los colores y, además, lo adornan tratando de unir al país contra Europa, como si en el campo se jugase algo más que una copa. Vendrán más, como el que ya lleva unos días rondando de Cepsa y su ‘vamos a hacer historia’, me siento a esperar que acabe.

Cine
Me pasé por el cine para el estreno de «Men in black 3», fue mi manera de olvidarme por un rato de las preocupaciones diarias. Y eso lo cumple sin lugar a dudas pero me pareció tan falsa que a cada escena me preguntaba qué más tontería se podían inventar. Escenas 3D sacadas de un mal videojuego, personajes absurdos, interpretaciones olvidables… y la historia, sin peligro de spoiler, igual de mala que la canción de los créditos. Sí me olvidé del trabajo pero nada más salir también me olvidé de la película. Las dos anteriores, aunque hay discrepancias con la segunda, parecen de otra saga. Lo mejor es el viaje en el tiempo y ver cómo eran los hombres de negro, el resto… ya no lo recuerdo.

Para ser legal, te aviso de que utilizo cookies en esta web:    leer detalles y configurar preferencias
Privacidad