[AD] Marketing directo

En La Vanguardia del viernes la sección de Publicidad y consumo de Economía publicaba un artículo interesante bajo el titular «Hay una carta para ti». Las frases destacadas llamaban suficiente la atención como para dejar a un lado el desayuno: «El marketing por correo aumenta su eficacia ante la saturación publicitaria» y «Las llamadas telefónicas y los e-mails causan irritación, a diferencia de las cartas que se antojan más discretas«.

Según el sondeo de Deutsche Post Direct Marketing Monitor Internacional:

  • las cartas se leen en 9 de cada 10 casos,
  • un tercio de los españoles contestan a las cartas y aceptan la oferta promocional que incluye,
  • los más interesados tienen entre 30 y 50 años, la gran mayoría mujeres y
  • los sectores que tienen mayor respuesta son el ocio y los productos de belleza.

Según una encuesta de LMR, se destinan 42 segundos a leer los recibos y 15 a la oferta comercial en papel y afirman que incluir publicidad en la factura puede incrementar aún más la atención.

Acompaña el artículo un pequeño gráfico con datos de Pitney Bowes en el que se responde a «¿Qué tipo de anuncio molesta más?». Los datos de España (según identifico en la ilustración):

  • las promociones telefónicas (sobre el 40%), 
  • los SMS (sobre el 20%),
  • los correos electrónicos (sobre 12%), 
  • la televisión (sobre el 11%),
  • las visitas a domicilio (sobre el 9%),
  • el correo directo (sobre el 8%) y
  • la publicidad exterior (sobre el 2%). 

La mayor ventaja del marketing directo es que el resultado de la campaña se puede medir fácilmente ya que dependerá de las respuestas directas que se consigan. Según acaba el artículo, en España se reciben 120 cartas al año por habitante.

[AD] Contar impactos en carteles

Hay una empresa que tiene «un aparato biométrico que calcula cuántas personas pasan delante de un anuncio y lo miran«. Se llama Personal Counter es de Wututu. Lo explicaron el viernes pasado en El Periódico en la sección Economía bajo el títular «La mirada del anuncio«. ¿Es increíble? No, yo diría que es el futuro de la publicidad exterior.

El funcionamiento de este ‘contador de gente que mira carteles’ pasa por analizar la cara de la persona (si tiene los ojos cerrados o no) con una cámara de vídeo en la pantalla o panel del anuncio. Dice su creador que «permite a los anunciantes saber quién se fija en su producto y dar información más especializada» y que «no graba ni identifica a las personas, ni graba las conversaciones, porque la ley no lo autoriza«.

Como consumidora me alegra saberlo porque más de una vez he comentado en voz alta algo sobre lo que me parecía ‘una acción publicitaria’ y me he reído pensado que tenían una cámara grabando. Bien por la ley que protege mis pensamientos.

En el lado contrario del mercado, también es interesante saber que se buscan maneras de contabilizar los impactos en la publicidad exterior. La calle o centro comercial puede ser un lugar muy transitado, pero ¿cuánta gente realmente presta atención al anuncio? Eso es lo realmente interesante. La nevera y el baño alejan nuestros ojos de los spots, en carteles puede ser un escaparate o alguien que pasa por nuestro lado quien nos evite tener que mirar más publicidad.

Por un momento he pensado en la película «Minority report», donde gracias al iris del protagonista personajes digitales le saludaban al entrar en una tienda. Eso sí es el futuro, publicidad que te sigue la mirada…

Por cierto, ¿sabías que se tardan 4 horas en decorar con vinilo esos autobuses que parecen plastificados? La próxima vez que veas uno, dedícale un minuto… aunque no haya una cámara mirando.

Anteriormente… recuento de publicidad exterior en Barcelona.

Para ser legal, te aviso de que utilizo cookies en esta web:    leer detalles y configurar preferencias
Privacidad