[Contenidos] Qué hacer cuando no hay inspiración

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes.

Cada uno escribe a su manera pero se pueden reducir a dos: con la inspiración de tu lado o sin ella. Cuando la inspiración te acompaña, las ideas se ordenan solas, las palabras construyen sus propias frases y las hojas se llenan en poco tiempo.

Cuando la inspiración o ese momento mágico en el que todo fluye no llega pero se han de respetar los plazos, cuesta un poco más cumplir con la extensión requerida. Lo mejor en estos casos es escribirlo todo tal cual salga, aunque parezca verborrea inútil. El esfuerzo viene después, en la edición y reescritura… pero al menos tendrás una base sobre la que trabajar.

Y si no hay plazos marcados, deja que las ideas maduren por si solas en su árbol que es tu cabeza… y espera que la inspiración te pille pensando.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 43 (6 de junio de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] Dos recursos para inspirarse cada día

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes.

Escribir algo cada día es la mejor forma de mantener la frescura de nuestras ideas. A las técnicas que ya hemos ido viendo para vencer a la hoja en blanco, vamos a añadir dos recursos que también pueden ayudarnos como punto de partida.

En enero se puso en marcha el blog The Daily Post, desde donde se ayuda a los participantes del reto de WordPress de escribir un post cada día. Puede seguirse por Twitter en @postaday igual que Plinky en @plinkyprompts. Este servicio, usado como complemento de WordPress, va un poco más allá y crea un post con tu respuesta a las preguntas diarias que plantean pudiendo incluso añadir una fotografía.

En ambos casos sugieren cada día algo nuevo sobre lo que escribir y, aunque puede parecer que están más orientados a blogs de temática personal, también pueden servir para encontrar enfoques diferentes en redacciones profesionales y corporativas.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 37 (26 de abril de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] El silencio

El silencio es el principio de todo. Rodeados de la ausencia de mensaje es cuando podemos crear nuestra propia historia, nuestro discurso. De la nada es de donde surgen las ideas, las chipas de la vida. Si solo podemos oír nuestros propios pensamientos, encontraremos nuestra propia voz. Como una hoja en blanco, te da espacio para inspirar, respirar a pleno pulmón… y crear.

El silencio transmite la tranquilidad de un bebé durmiendo, la complicidad de una pareja que ya no necesita hablar o la comprensión de quien simplemente escucha. La magia del silencio es que por él mismo también comunica. Y es que hablar de silencio también es hablar de tiempo, porque hay un momento para hablar y uno para callar. El lenguaje no verbal lo pone fácil cuando la conversación es cara a cara, pero en la distancia el silencio es causa de conflicto.

El silencio puede ser también el final, lo que queda cuando ya se ha dicho todo y no se quiere inventar nada más. Otorgar es el peor uso que se le puede dar porque suele ser sinónimo de apatia. Callar por indiferencia es tan negativo como si la causa es el desconocimiento de que hay alguien escuchando nuestro silencio. Siempre hay alguien al otro lado que también quiere oír nuestros pensamientos, nuestra historia, nuestra voz. Eso sí, a cambio de que también escuchemos los suyos.

El ruido es el extremo opuesto al silencio. Es el enemigo comunicativo a evitar porque conlleva sobresaturación de mensajes y no nos deja encontrar nuestro rincón, nuestro espacio vital. El exceso de gente queriendo escuchar su propia voz es igual a mala comunicación. En ese momento de caos,  o nos dejamos guiar por la corriente de los que gritan o huimos a buscar ese hueco en el que recuperar nuestro silencio.

[Contenidos] Vencer al aburrimiento

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes.

Que si nuestro producto es incomparable con el de la competencia, que si nuestra empresa es la mejor del sector… escribir siempre sobre lo mismo puede llegar a ser muy aburrido. Llegados a ese punto en el que los mismos tópicos corporativos se repiten sin cesar, adentrarse en los medios sociales puede ser la solución para retener la inspiración del copy y seguir atrayendo usuarios.

Siempre que se haga con una estrategia meditada, escribir en un blog o en Twitter permite romper con el rutinario discurso empresarial, haciéndolo más cotidiano y alejado de las notas de prensa tradicionales. Esto motiva no solo a quien escribe los textos, también a los lectores que encuentran más alicientes a seguir las actualizaciones de la empresa.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 14 (15 de noviembre de 2010). ¿Quieres leer el resto?

[Contenidos] Sin miedo a la hoja en blanco

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes (la de hoy, por cierto, viene en forma de ebook).

La historia que nos cuenta Agustí Brañas sobre sus mellizas es un buen ejemplo de cómo podemos enfrentarnos a la hoja en blanco jugando con varios folios blancos y además utilizando palabras clave. Todo eso en cuatro pasos:

  • Escribir las palabras que queremos que aparezcan en el texto, cada una en un folio.
  • Escribir una frase con cada palabra.
  • Ordenar las frases para que tengan sentido.
  • Editar las frases para darles cohesión y acabar de perfilar la historia.

Este método es precisamente el que recomiendo en un ebook que estoy escribiendo: rellenar un índice es más fácil que una página en blanco.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 8 (4 de octubre de 2010). ¿Quieres leer el resto?

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