Un fin de año más, TVE será la reina de la noche. Los presentadores de siempre en la plaza de siempre. Millones de personas viendo el mismo canal, temblando con ellos y brindando con ellos. España comerá las uvas al son de las campanadas de TVE (aunque las autonómicas también tienen su peso, claro). El abultado share clama por un buen anunciante dispuesto a desembolsar los millones que vale tenernos a todos mirando su producto.
Los últimos del 2004 serán: el antepenúltimo Iberdrola (a 5.150 € por segundo), el penúltimo Coca-Cola (a 6.100 € el segundo) y el último una marca anónima (ha pagado 7.800 € por segundo).
Los primeros del 2005 serán: el primero Madrid 2012 (5.800 € por segundo), el segundo Gobierno Vasco (3.500 € el segundo) y el tercero a 2.000 € por segundo.
Durante los últimos spots de televisión del año, algunos recuentan mil veces las doce uvas, otros las acabamos de pelar y deshuesar, ponemos algo de oro en la copa… ¿Pero quién presta atención a los primero del año? Todos estamos brindando, felicitando a los que están con nosotros, colpasando las líneas de teléfono o acabando de tragar las uvas.
Quizá no se preste mucha atención a esos anuncios, pero el prestigio de ser el último anuncio del año sólo lo tiene una marca. Y si no eres tú, quizá lo sea tu competencia.
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