[Contenidos] Tu web vende, lo creas o no

Una de las cosas que me sorprende es que algunos participantes del Estado de los contenidos 2013 es que no tienen página web así que voy a dedicar la newsletter de hoy a los contenidos corporativos.

Pregunta polémica para empezar a reflexionar: ¿no tienes web porque en tu negocio los usuarios no utilizan Internet? Si has contestado que sí, es posible que tengas razón (todavía hay sectores que viven en el mundo 0.0) pero te animo a replanteártelo por si acaso no has analizado bien el comportamiento online de tus clientes potenciales. Revisa algunas estadísticas, ya sabes, solo para asegurarte.

La página web de una empresa es una herramienta de venta, como un comercial, una centralita o un escaparate. Cuanto más autosuficiente sea, más eficiente. Por eso hace falta realizar un árbol de contenidos que refleje los pasos que daría el usuario. Debe guiarle tanto como persuadirle a la compra.

En realidad, una web puede servir para mucho más que para vender pero (casi) todos los objetivos acaban estando relacionados con sacar rentabilidad de algún tipo. Incluso en los blogs que empiezan, una vez conseguido algo de tráfico, se plantean insertar publicidad o mejorar en su trabajo.

¿Qué podemos publicar para conseguir que los contenidos de una web vendan? Algunas ideas para las páginas más importantes:

  • Home: destaca algo, pero no todo lo que hay dentro para no marear al usuario. Recuerda que la parte visual es importante, vale, pero también las palabras de los menús y los botones para llamar a la acción. Has de atrapar al usuario, pero por las buenas y no con engaños.
  • Producto/Servicio: lo óptimo es tener en cuenta la perspectiva del usuario. Esto que algunas veces es difícil de enfocar por parte de las empresas es ‘tan sencillo’ como orientar el texto a beneficios y no tanto a características o funcionalidades. A partir de aquí, el diseño y programación también ayudan: imágenes alusivas, testimoniales actualizados, enlaces y posts relacionados… Cuantos más contenidos generes sobre esos productos/servicios, mejor explicados estarán y más fácil será que se vendan por si mismos.
  • Contacto: no haya nada más triste en una web que un formulario de contacto sin ningún otro texto que lo acompañe. Sí, ya has convencido al usuario a que visite esa página pero, ¿no crees que un empujoncito le iría bien? Imagina que es un contestador automático: hay quien cuelga porque no quieren ‘hablar con una máquina’. Igual de frío es un formulario.

Ahora, la pregunta del millón: ¿qué se gana teniendo una web además de cualquier otro medio social (un blog o un perfil en LinkedIn)? Se consigue una presencia más sólida, más definida y clara. ¿Y eso ayuda a vender? Es un primer paso muy importante para asentar una buena reputación, algo que sí persuade a la compra.

Un recordatorio para los que ya tienen web: no creas que cambiar el diseño de tu web es suficiente para renovarla. Hay que hacer una revisión o mantenimiento para actualizar los textos y que sigan reflejando lo que hace tu empresa.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 181 (27 de enero de 2014).

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