[Contenidos] Llamando a las cosas por su nombre

Para los que nos dedicamos a escribir, elegir las palabras correctas en cada frase es imprescindible para hacer bien nuestro trabajo.  El dominio del lenguaje se compone no solo de ortografía y gramática, también de vocabulario. Hay que conocer el significado de las palabras así como las consecuencias de usarlas, sus connotaciones, sus implicaciones.

Y, que no se nos olvide al hablar de neologismos, también hace  falta saber un poco de inglés porque es en este idioma en el que nos llegan, por ejemplo, las palabras que describen los social media, perdón, los medios sociales… sí, algunas pueden traducirse pero no siempre se hace por diferentes motivos que no vienen al caso.

Dos casos de ‘nuevas’ palabras y los intentos por definirlas: Tristán describía las características de la influencia y Cristina se preguntaba si al marketing de contenidos como traducción de content marketing también se le podía llamar redacción.

Etiquetar las cosas es algo inherente al ser humano y camino de la web semántica, más todavía. Cada sector tiene su campo semántico o, dicho en un entorno 2.0, su nube de tags. Es lógico que los usuarios de cada sector conozcan esas etiquetas y las esperen cuando lean algo relacionado con él. En caso de no hacerlo, pensarían que no es un texto para ellos.

Es por esto que al escribir se ha de utilizar la terminología adecuada a los lectores. No basta con que un post está bien escrito desde un punto de vista formal, ha de conectar con los usuarios y la vía más sencilla (y efectiva a la vez) es hablar como ellos, con sus palabras y no con vacías expresiones corporativas.

La pregunta resulta evidente, ¿puede alguien que no conozca el sector escribir algo atractivo para ese público objetivo? Pero no se debería responder sin saber antes si puede hacerlo alguien  que no sepa escribir para la web. La combinación de las dos es la que dará el mejor resultado, la mezcla de conocimientos del sector y del medio en el que se ha comunicar.

[WWW] Mantenimiento personal de webs

Hace ya tiempo que el mantenimiento de páginas web forma parte de mi vida profesional. Así que cuando, en abril de este año, recibí la newsletter de Gerry McGovern «Website management: you can’t automate everything» no puede evitar verme reflejada. Parte de mi trabajo depende de ello por lo que lógicamente estoy de acuerdo con él: el mantenimiento de páginas web no puede ser algo automático. Apunto algunos párrafos en traducción libre.

«El gran reto que tiene el responsable de una web es entender cómo funcionan los humanos, no cómo los gestores de contenidos o buscadores funcionan. (…)

La primera vez que escuché la frase «gestión de contenidos» creí tontamente que era una disciplina centrada en la forma de administrar profesionalmente contenido. ¡Qué equivocado estaba! La gestión de contenidos fue, y en gran medida sigue siendo, sobre el software de gestión de contenidos. (…)

Estas soluciones orientadas a la tecnología han llevado a los sitios web e intranets a estar repletas de contenido de baja calidad, mal organizado y desactualizado.(…) ¿Qué se obtiene cuando se da permiso para publicar a gente que no sabe escribir, no se preocupa por lo que escribe, piensa de metadatos es un país que limita con Mongolia, y nunca, jamás revisará o eliminará lo que publica? Consigue la página web que se merece. (…)

La tecnología es importante, incluso crítica, pero todavía necesitamos gente cualificada para gestionar sitios web si queremos que ofrezcan valor a la organización

La gestión de contenidos es efectivamente algo que suena fácil y automatizable, cualquiera puede hacerlo… igual que escribir. Pero, como siempre y en todo, la experiencia es un grado.

Para ser legal, te aviso de que utilizo cookies en esta web:    leer detalles y configurar preferencias
Privacidad