Monetizar contenidos es perfectamente lógico cuando es algo que has producido tú pero, ¿qué pasa cuando se trata de los contenidos que han hecho otras personas? ¿Es ético hacer content curation para ganar un dinerillo?
La respuesta rápida al título de este post es: ¿por qué no? Pero pensándolo un poco más quizá cambies la puntuación a: ¿por qué? ¡No!
Veamos las opciones y decide tú qué querrías que hiciese el curator si se tratasen de tus contenidos (no olvides que son de alguien como podrías ser tú).
Formas de monetizar el contenido de otros
En mi próximo libro (en librerías en un par de semanas), enumero las opciones que tiene un bloguer para rentabilizar su blog. Si utilizas el contenido de otros en él de manera que el usuario pueda encontrar ahí una fuente de información de valor (agregación de contenidos), las siguientes son algunas vías para monetizar tu curación de contenidos:
- Publicidad en forma de banners o AdSense
- Pago por inserción del contenido de manera destacada (publicidad nativa)
- Comisiones de afiliación, por ejemplo por libros relacionados
- Suscripciones para acceder al contenido (membership)
- Tú como marca: consultoría, charlas, leads, suscriptores, infoproductos relacionados…
Si quieres ejemplos o más formas de sacar rendimiento económico a tu curation, Robin Good ha seleccionado unas cuantas.
Has de tener en cuenta que todo esto sirve cuando se trata de una plataforma propia. Si utilizas alguna de las herramientas de content curation más habituales tendrás que buscar la forma de llevar el tráfico a tu blog o web. Un ejemplo evidente: aunque hacer un RT es una forma de hacer curación de contenidos, no podrás monetizarlo a no ser que cobres por la acción a la persona que ha escrito el tuit (marketing de influencia).
¿Hay un límite?
Ya ves que hay opciones para contestar afirmativamente a la pregunta de si el contenido de otros es monetizable. La cuestión de fondo es hasta qué punto te gustaría encontrar tu contenido enlazado en una web para que cobra a sus lectores para que les descubran tu contenido, por ejemplo. Quizá no te haría gracia en un primer momento… pero si tu licencia de uso lo permite, ¿por qué no?
Seguramente ahí está la trampa o el límite: ¿se está usando bien el contenido que se quiere monetizar? Si se respeta la licencia y se acredita correctamente, no debería haber problema. ¿Es que querrías que te pagase una parte? Haber elegido una licencia más restrictiva… Quizá sea eso después de todo: alguien se ha atrevido a hacerlo mientras que tú no veías cómo hacer rentables tus contenidos o no creías que tuviesen suficiente valor para hacerlo.
Hay que tener valor para probar pero sin confundirlo con caradura: no hagas a los contenidos de otros lo que no quisieras que hicieran a los tuyos.
Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.