[Contenidos] Si lo construyes, él vendrá… o quizá no

Hoy quisiera hablarte de sueños, más bien, de un campo de sueños. Si al leer esta frase has visto a Kevin Costner construyendo un campo de beisbol en lugar de cultivar su cosecha como el resto de sus vecinos granjeros, seguramente la frase “si lo construyes, él vendrá” te provoca una sonrisa. A mi sí y más cuando la interpreto desde el punto de vista de los contenidos.

No te preocupes si no sabes que te hablo de la película “Campo de sueños”. No hace falta haberla visto para ver la relación de esa frase con el espíritu del marketing de contenidos. Si en lugar de ‘construir’ decimos ‘crear’ y quien queremos que venga no es un fantasma del pasado si no un cliente, ¿queda más clara esta analogía?

Distribuir contenido gratuito para atraer a nuestro público potencial, lo que es una definición de marketing de contenidos, también puede parecer una locura a los que están acostumbrados a otro tipo de acciones. Quizá lo que les chirría es eso de dar algo sin que el usuario tenga que pagar nada.

Pero es lo que hace Costner y los responsables de contenidos: publicar con la esperanza de que atraiga a quien queremos, sin pensar en coste. Y el beneficio vendrá después. No será de un día para otro, pero sí a largo plazo (como en muchos largometrajes, hay un final feliz).

En la película, la decisión de invertir la cosecha en ese sueño les lleva a hacer sacrificios. En la realidad, creer en los contenidos también puede resultar difícil por el tiempo que hace falta y porque el entorno no siempre es el más propicio. Pero, si crees en ello, funciona y (¡spoiler!) él acaba viniendo.

Me he reencontrado con esta frase en una recopilación de tuits del CMWorld, un ejemplo de buena estrategia de contenidos. Había otra que también encaja perfectamente con la película: “la esperanza no es un plan”. Construir o publicar, da lo mismo, son cosas que requieren una planificación, una estrategia para tener éxito.

Si fallan los cimientos o si se deja al azar difícilmente se llegará hasta el final, hasta conseguir conectar con quien queremos. De todas formas, un poco de fe sí hay que tener de lo contrario no escucharíamos esa voz que nos invita a construir un campo de sueños o a creer que los contenidos pueden ayudar a nuestra empresa.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 135 (11 de marzo de 2013). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

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