[Contenidos] Cómo escribir para intrigar a tu audiencia

Si sigues mi newsletter, ya te habrás enterado de que este 2023 he estado intentando escribir dos libros a la vez: uno de ficción y uno más para mi colección. No es fácil combinarlo con los proyectos de mi día a día como freelance, pero voy avanzando según me permiten los diferentes proyectos. ¡Así que espero que 2024 traiga novedades editoriales interesantes!

Este trabajo en paralelo me lleva a hacer comparaciones nada odiosas entre la redacción de contenidos corporativa y la literaria. Y justo la que te traigo hoy serviría para ambos mundos porque intrigar es algo tan propio de una novela como de una publicación social: una para que sigas leyendo el siguiente capítulo, la otra para que completes la acción correspondiente. Por tanto, mismo objetivo: llegar al final, sea del libro o del proceso de compra.

10 trucos para mantener la intriga al redactar contenidos

En su newsletter, Mike Giannulis propone los siguientes consejos para que tu audiencia no deje de leer (en traducción libre y aportando algunos matices):

  • Curiosidad: yo diría que intriga es casi sinónimo de curiosidad, pero para despertar esa chispa y quieran saber más, hay que dejar la puerta abierta y mostrar un poco de lo que conseguirán si siguen el camino que les propones.
  • Cliffhangers: si desde el principio te dicen qué puedes encontrar, se implanta el deseo de saber el siguiente paso. En ficción es un recurso dramático, en no ficción puede ser simplemente el aviso de que algo pasará más adelante.
  • Preguntas abiertas: generar dudas e inquietudes hace que se quiera saber la respuesta, resolver el enigma puede ser la mar de intrigante si se hace pensando en el usuario. Dejar las grandes preguntas sin responder y presentarse como la solución es mágico.
  • Paso a paso: contar los secretos de forma gradual (o a cachitos si piensas en capítulos) hace que la audiencia se pregunte cuáles quedan por saber, sobre todo si el título tiene un número. Es un misterio que se quiere resolver.
  • Sorpresa, sorpresa: añadir giros inesperados por el camino hace que la historia sea impredecible, consiguiendo que se le preste más atención porque no sabes qué te deparará la siguiente línea.
  • Metáforas: llevan siglos despertando la imaginación, ¿por qué dejar de usarlas? En realidad, yo diría que cualquier figura retórica es digna de incorporarse a un copy. Si no las complicas, no hace falta que sea solo la literatura, también consiguen conexiones.
  • Suspense: también podría ser este un sinónimo de intriga, pero ojo que para crear un poquito de tensión no hace falta recurrir al clickbaiting. Se trata de cautivarles, sin falsas promesas.
  • Exclusividad: los secretos intrigan, más cuando te los cuentan a ti y no a otras personas. Compartir información o conocimiento exclusivo es muy atractivo.
  • Teasers: acabar de golpe y dejar con ganas de más se lleva haciendo mucho en ficción y se puede aplicar a cualquier texto, como el final de un post o una newsletter.
  • Imágenes enigmáticas: recurrir a efectos visuales también genera intriga porque animan a dejar volar la imaginación.

Estos recursos son solo un ejemplo de que copywriting y literatura son muy parecidos, con o sin manual de instrucciones.

[Contenidos] Recopilación temática: storytelling

Acabo el especial de julio he aprovechado para que conozcas qué tipo de contenidos comparto en mi newsletter. ¡Feliz lectura!

Tabla periódica del storytelling

Este tipo de representaciones van muy bien para disponer los elementos de forma que tengan sentido. La propuesta de James Harris (vía) enlaza cada uno de ellos para ampliar más información, como el clásico MacGuffin.

Manual de storytelling

Fernando Santiago comparte su libro en PDF (también disponible copia en papel), al final del cual encontrarás una plantilla que sirve de principio para contar una historia. Y, si necesitas convencerte de la importancia del storytelling, puedes mirar la breve presentación de Ian Magrisso sobre storyfication.

Érase una vez…

De este resumen de la Creator Economy Expo me quedo con esta pequeña guía para contar una historia. Me divierte, claro, que empiece con el clásico «Once upon a time» y acabe con «Someone gets a kiss», pero también me gusta el centro, lo que demuestra que ayuda a crear buenas historias.

El personaje de una historia

Ernesto Jiménez ha empezado en su newsletter una guía sobre el triángulo de la historia. La primera está dedicada al personaje (los otros vértices son el gancho emocional y la estructura) y sirve de marco de referencia para el resto.

How To Use Storytelling In UX

En Smashing Magazine tienen tendencia a hacer artículos largos. Si tienes 17 minutos para leer este sobre storytelling, puedes sacar aprendizajes para aplicarlo a tu elevator pitch o repasar el viaje del héroe. Si lo que te hace falta es refrescar los arquetipos, Álex Morán los resume en su LinkedIn.

Storytelling y correo electrónico

Se puede contar una historia en cualquier formato, también por email. Solo hay que adaptar la estructura y aprovechar lo que cada canal ofrece. En FastCompany reparten los cuatro elementos de una historia en asunto, correo y llamada a la acción.

Si te ha gustado esta recopilación, ¡imagínate cuánto disfrutarás cada semana leyendo mi newsletter!

[Contenidos] Una buena presentación mezcla copywriting y storytelling

Tenía pendiente de hacer este post hace bastante tiempo, y eso que ya han pasado dos meses desde que lo solté en Twitter: hay presentaciones (léase PowerPoints) que son soporíferas. Esto ya ocurría antes, pero la proliferación de webinars del último año lo ha hecho más evidente. No todo el mundo tiene habilidades para hacer un webinar, por muchos conocimientos que tenga sobre el tema. Hay literatura sobre presentaciones, por eso este post no es una guía para hacerlas más atractivas ni incluye técnicas para hablar en público. Es más bien una reflexión, llámalo ligero toque de atención o simplemente recordatorio: el contenido de una presentación es una mezcla de storytelling y de copywriting, pero no siempre al 50%.

Empecemos por el principio: el título. Es una promesa de lo que vendrá, es decir, ha de servir para atraer público y convencerles de que merecerá la pena apuntarse a escuchar la charla. También ha de ser directo y concreto porque el espacio es limitado, aunque puede tener un punto SEO porque la mayoría de eventos se indexan antes o después de que tengan lugar. Ha de persuadir, así que es claramente copywriting.

Vamos al interior, donde igual de claramente se usa el storytelling (entendido como táctica). Sirve para mejorar la comprensión, generar empatía, conseguir cierta cercanía, ganarse la confianza de la audiencia… Es empezar por contar una anécdota de «cuando yo» o explicar algo que «me pasó el otro día» (aparentemente) sin venir a cuento, pero también es aplicar a esas historias que siguen el esquema «introducción, nudo y desenlace» alguna fórmula de copywriting como la AIDA, el PAS o cualquier otra. Es meterse de pleno en el customer journey y exprimir el momento wow.

Lo peor de las presentaciones online es no poder mirar a los ojos de la gente. Con suerte (si encienden la cámara) son del tamaño de algunos píxeles, poco más. Aún peor es tener problemas de conexión porque la imagen congelada no ayuda a saber qué pasa por sus cabecitas. La solución la tiene de nuevo el copywriting, concretamente, el copy estilo conversacional. No porque se tenga que escribir toda la presentación para leerla, más bien porque sirve de previsión para saber qué están pensando y así adaptar lo que se está diciendo a sus potenciales reacciones.

Hablando del material que acompaña o guía a quien está haciendo la presentación, suele tener una proporción inversa: a más storytelling, menos copywriting. Por ejemplo: una imagen bien grande y sin casi palabras da para contar de todo mientras que mucho texto obliga al leer y lleva al aburrimiento, lo opuesto que busca el buen copy. Cada persona tiene sus preferencias, pero el equilibrio entonces se consigue mezclando los diferentes tipos de pantallas a lo largo de la presentación para ajustarse también a los diferentes tipos de oyentes.

Existe un gran problema en el copywriting y es que, cuando la presentación tiene un gazapín, pierde por completo su efectividad. La mente se queda anclada en el error y no atiende a nada más hasta que se pasa de pantalla. Lo mismo que el storytelling es capaz de dispersar los pensamientos de la audiencia si no conecta con ella, por mucho que utilice imágenes fantásticas y se ponga una cita que parezca la mar de interesante.

Por último, sobre todo cuando se preparan presentaciones para otros como hago yo de tanto en tanto, las notas son un recurso útil: sirven tanto para que el ponente sepa qué ha de contar como de bibliografía para los asistentes (así cito yo las fuentes que uso en las mías). Ahí no hace falta el copywriting, pero sí el contexto del storytelling para que nadie se pierda por el camino.

[Contenidos] Copywriting: diferentes enfoques para diferentes objetivos

No hay que confundir copywriting con marketing de contenidos. El copywriting suele definirse como textos pensados para vender, es el arte de la persuasión con un origen claramente publicitario. Por su parte, el marketing de contenidos es más periodístico y tiene como objetivo atraer a los usuarios, también es un arte pero el de ponerse en su piel y ser capaz de inspirarlos.

Vender es el principal objetivo del copywriting (directamente relacionado con los anuncios de AdWords). Pero hay otros igual de importantes como crear una marca o construir una relación con la audiencia escribiéndoles contenidos que conecten con ellos (muy del marketing de contenidos). En la realidad se mezclan constantemente y muchas veces van de la mano.

El copywriting puede enfocarse de muchas formas y en Copyblogger las enumeraron hace algún tiempo:

  • Plain copy, siguiendo la filosofía de plain language, es decir, sin florituras para hacerlo sencillo de entender.
  • Storytelling copy, aprovechando los mecanismos narrativos para conectar con el lector.
  • Conversational copy, escribiendo tal cual hablarías con el posible cliente para que vea que le comprendes.
  • Imaginative copy, haciendo que el usuario imagine un mundo mejor gracias al producto.
  • Long copy, explicando todo, todo y todo para que no haya dudas de por qué debería comprarnos algo.
  • Killer poet copy, combinando con estilo la parte creativa y de marketing de un texto.
  • Direct-from-CEO copy, dejando que hable el jefe (combinable con cualquiera de los otros tipos).
  • Frank copy, siendo honesto y contando la parte negativa para ganar la confianza del lector.
  • Superlative copy, usando datos o testimoniales que engrandecen la realidad quizá más de la cuenta.
  • Rejection copy, tratando de disuadir al usuario de que no le conviene el producto para lograr el efecto contrario.

Elegir cuál es la mejor forma de enfocar un texto depende del objetivo y la audiencia, como cualquier estrategia de contenidos. Algunos ejemplos:

  • Para una marca nueva, un texto imaginativo que cuente su historia es una buena forma de empezar.
  • Para una gran empresa, un texto plano serviría para acercarse a su público.
  • Para un producto de alta gama, un texto poético es la opción habitual aunque disuadir con lo contrario ayudaría a destacar.
  • Para un producto nuevo, un texto largo con superlativos es también un recurso fácil.
  • En una crisis de reputación, lo ideal es que hable el jefe de manera honesta y conversacional.

Ya ves que no tiene por qué ser solo un tipo de copy cada vez, algunos pueden mezclarse en el mismo texto o crear diferentes campañas. No obstante, el estilo de una empresa se define por cómo son tus textos, es decir, por su copywriting. Así que conviene ceñirse al tipo elegido para no desfigurar la personalidad de la marca.

[Contenidos] Charlas del EBE 2016 relacionadas con contenidos

Aprovechando el streaming del EBE 2016 y los tuits de los asistentes, he podido seguir las charlas que este año estaban relacionadas directamente con los contenidos: SEO, copywriting, storytelling, experiencia de usuario, viralidad e inbound. Recopilo aquí algunos tuits a modo de resumen.

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