[AD] «Todo tiene un precio»

Cuando Neus me ofreció leer las galeradas de «Todo tiene un precio«, antes por tanto a que saliese a la venta el próximo martes, me entraron ganas de saber cómo se podía mezclar marketing y ficción en una novela, así que acepté con curiosidad. Sabía que el género chick-lit no iba conmigo, pero quería darle una oportunidad pensando en la parte del marketing.

Esta semana he ido apuntando las ideas que me surgían de la lectura de sus capítulos en Twitter (#todotieneunprecio) así que no voy a resumir el libro sino comentar un par de cosas con las que me quedo después de haberlo leído.

Para empezar, me entran ganas de hacer un postgrado o master. En la novela es la excusa para reunir a sus protagonistas, todas ellas femeninas claro, y acaba siendo tanto su ruina inicial como su salvación final. El tema del curso podría haber sido cualquier otro aunque profesionalmente Neus conoce este tema a la perfección y es lógico que lo haya aprovechado.

Pero en realidad, que sea de marketing solo se refleja en los títulos y frases iniciales de los capítulos. Tenía esperanzas de algo más de desarrollo sobre este tema pero, a pesar de que una protagonista trabaja en ello, esas citas son el único aprendizaje marketiniano que se puede sacar de «Todo tiene un precio«. Una decepción para mi pero seguramente una alegría para las verdaderas destinatarias de este género quienes seguramente disfrutarán leyendo sobre problemas de conciliación profesional y personal.

Neus confirma que el networking es lo más importante de este tipo de cursos y que merece la pena invertir en ello tiempo (se menciona de pasada el dinero que cuestan) para salir ganando, cada una a su manera. Esta es la pregunta que planea sobre la novela: ¿a qué estás dispuesto a renunciar por tu carrera? La respuesta la dan los diferentes personajes a lo largo del libro y es lo que se puede preveer: sacrificio del tiempo libre y vida personal, hasta la salud en algunos casos. No hay una fórmula matemática que se desvele en la novela, claro está, pero sí cierto ánimo de que autoayuda y motivación a que no sea así.

Acabo contestando la «Nota de la autora» al final de libro: sí, me he reconocido en algunas páginas, aunque digas que todo sea fruto de tu imaginación. Y, resumiendo, ¡voy a ver «Mulan»!

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