Media News S42 A17

Internet
Antes teníamos que escribir (¡incluso hablar!) y ahora le damos al puñito para decir que nos gusta o simplemente que nos parece bien. Antes, marcábamos un check box para recibir información de las empresas y ahora lo marcamos para demostrar que somos humanos antes de simplemente visitar su web. Evolucionamos, no hay duda. Por eso miro con desconfianza a los que mantienen sus páginas igual que hace unos años. Son fáciles de identificar porque al pie incluyen algo como que los añadamos a favoritos (sí, sí, aún hay peticiones así) junto a un (C) con un año, digamos, no muy reciente. Claro que son igualmente fáciles de evitar: botón de atrás o la cruz para cerrar la pestaña/ventana.

Televisión
Leí esta noticia y por un momento pensé que era en «El Mundo Today» y no solo en «El Mundo»: ¿obligan a la BBC a dar más programas de humor? Desde aquí les animo a que recuperen clásicos como «The Young Ones» o «Yes, Minister» y los actualicen: viendo cómo están los unos y los otros, seguro que saldrían nuevas perlas. Por otro lado, intento imaginarme a qué cadena le podrían decir algo así aquí. Las reprimendas son más bien sobre exceso de publicidad y, fuera de posibles multas legales, sobre parcialidad informativa. ¿Dónde queda el humor? Supongo en que has de mirar las cadenas con algo de sentido del humor si no quieres deprimirte de por vida gracias a sus programas de entretenimiento.

Cine
Será la edad pero a mí una «fiesta» no me suena a algo que se pueda hacer cada poco tiempo. Bueno, se supone que es cada 6 meses pero en mi cabeza suena mucho más frecuente. Quizá por eso no me extraña que la última edición de «La fiesta del cine» no esté sacando tan buenos números como las anteriores. Parece que ni con precios requetebajos la gente se anima a pisar un cine. Será que las pelis no convencen, será que no apetece encerrarse en una sala oscura con la que está cayendo fuera. Sea lo que sea, no funciona. Y eso que las salas ponen de su parte con menús de palomitas a precio igual de especial. La próxima edición quizá tengan que cambiarle el nombre a «mini fiesta».

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¿Ya estamos con anuncios navideños? Aún no, pero si miras este spot seguro que te emocionas como si fuese alguno de esos habituales momentos lacrimógenos que nos provocan por Navidad. Es una bonita historia que me ha recordado una cuenta de Twitter que se encarga precisamente de poner en contacto peluches perdidos con sus dueños. No hay duda de que el panda elegido emociona, con esos ojitos que parecen llorar. En el extremo opuesto a la emoción, está la campaña de Seat para el Ibiza: «Start moving». En el spot, un montón de imágenes que no se entienen si no ves las historias que hay detrás, por cierto con Barcelona de fondo. También son bonitas historias, pero el casting del panda está más conseguido.

Media News S40 A17

Televisión
Recuerdo que una de las alegrías de cambiar de televisor 4:3 a uno panorámico fue dejar de ver las franjas negras que empequeñecían la imagen. La cosa duró un tiempo porque sigue habiendo películas con formatos que obligan a poner esas franjas negras. Da rabia, pero peor era cuando cortaban a su antojo o nos mareaban haciendo panorámicas imposibles. Es incómodo pero hace poco caí en que es algo bueno cuando la mosca del canal y toda su publi inunda la pantalla. Así fue cómo el otro día me alegré de ver que la película se veía por completo, sin molestias de ningún tipo. La alegría duró lo mismo que la peli, pero casi estoy deseando que los directores de cine experimenten con formatos aún más panorámicos.

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No es la primera vez que un spot me recuerda a la cruda realidad pero viendo uno protagonizado por un «anti-millennial» no puedo evitar reírme porque me reconozco en algunas escenas. Lo curioso es que en unas es por el anti y en otras por el propio millennial. Es lo que tiene ser parte de mi generación, digamos, algo complicada. Por eso me pregunto qué pasa con los que no se identifican tan rápidamente dentro de un target comercial. Claro, se supone que entonces no interesan, ¿no? Tampoco nos pasemos… somos buena gente, de verdad, compramos cosas como cualquier otra. Lo que pasa es que lo hacemos por decisión propia porque nadie nos anima a ello. ¡Qué mundo más ideal!

Cine
Vemos una película y la mayoría de las veces no pensamos en los motivos por los que se rodó. Sí, vale, para hacer dinero. Pero alguien decidió que era un buen momento para contar ésa historia, para invertir en darla a conocer. Alguien tuvo que creer en ella y convencer a otros para que lo hicieran. Que sí, que hay mucho de dinero en ello. Pero también hay gente comprometida que participa en proyectos que les motiven de alguna manera. Pienso en ello tras leer las declaraciones de Rob Reiner: por lo que cuenta, le interesan más los temas políticos y lo que llama kardashización, aunque la gente le pida que retome sus anteriores éxitos. Se agradece encontrar a alguien de renombre que entiende el cine como algo social.

Internet
Las infografías siempre son interesantes de ver, ya sea por el diseño gráfico, por los datos que se explican solos o por la ausencia de ellos. Viendo la que han publicado en Infoautónomos, me pregunto si nadie se ha dado cuenta de que faltan los contenidos: ¿puedes montar una tienda online sin ellos? Claro que no. Eso sí, la protección de datos no puedes saltártela, ¿verdad? Mientras, recibo un mail del centro de recursos de afiliados de Amazon donde la primera palabra es «marketing de contenidos». ¿Será casualidad? Viendo lo que han hecho, está claro que no. Me gusta la clasificación temática y «contenidos» es la primera categoría. ¡Éstos de Amazon sí que saben!

Media News S38 A17

Televisión
Antes de la era digital, las distribuidoras cinematográficas se podían llegar a preocupar de las condiciones en las que se proyectaba una película y enviaban recomendaciones para los operadores. Quizá por eso no me extraña que acabe pasando también en televisión, según cuentan. Es lógico considerando que haya algunas, repito, algunas producciones que son de tanta calidad como algunas, repito, algunas películas. Así se entiende que quieran asegurarse de que el visionado se realiza como es debido. El problema es que no todos los televisores están preparados como sí deberían estarlo las salas de cine. Quizá en el futuro los televisores se controlen a lo «The outler limits» y no tengamos que preocuparnos más de ajustar nada.

Cine
El cine es Historia y no se debería destruir, igual que los libros o cualquier expresión artística como la pintura. Al leer un artículo sobre la digitalización de películas hechas en Afganistán que podrían haberse perdido, inevitablemente recuerdo la sociedad de «Demolition man», concretamente la emisora de radio que solo emite jingles publicitarios (la escena en cuestión acaba con un gesto muy significativo). También pienso en «El libro de Eli» y lo que hace el protagonista por proteger su fe. Ambas son historias que imaginan el futuro, aunque la primera de forma idealizada (tras una época de destrucción) y la segunda directamente apocalíptica. Así que me alegra que alguien piense en conservar la Historia, en cualquiera de sus formas.

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Cada vez es más raro ver un anuncio de coches sin que al final salga una laaarga serie de complementos de última tecnología que, supongo, lo hacen irresistible por el precio que ponen justo al ladito. Es genial que la seguridad mejore, por supuesto, pero no todos esos cacharritos son una necesidad. Quizá haga que alguien se decante por un modelo u otro pero a mí me parece una pérdida de tiempo en el spot. Por eso me ha gustado tanto la idea del fashion assist de Mercedes-Benz: un personal shopper para que tu estilismo no desentone con tu coche. Hay que tomárselo con humor, claro, aunque bien podría ser una escena de «Cámbiame» y eso no hace tanta gracia. En cualquier caso, es una forma fantástica de transmitir lo que significa esta marca.

Internet
A la gente no suelen gustarle los experimentos. Por lo general, no les gusta cuando respondes que han de probarlo para saber cuál es la mejor solución. Lo que quieren es una receta del éxito. Pero no una cualquiera: una que esté probada por quien la escribe. Cada vez hay más artículos similares y llega un punto en el que todos parecen iguales: haz esto y venderás, haz lo otro y ganarás seguidores, haz lo de más allá y te retirarás rico… ¿Cómo hemos llegado a ese punto? Una cosa es hacer recomendaciones, fantástico para el marketing de contenidos, y la otra hacer creer al lector que todo es fácil y rápido porque no lo es. Nunca lo ha sido. Claro que algún truco se puede aprender de una página millonaria pero poco a pequeña escala que, al fin y al cabo, es lo que hace grande nuestro mercado.

Media News S37 A17

Televisión
El trabajo del guionista no siempre es reconocido en televisión. Pero basta con mirar los créditos de algunos programas para darse cuenta de que sin ellos sería imposible de realizar. Aún así, lo más probable es que si te pregunto por el nombre de uno, no se te ocurra ninguno. Cuesta, lo sé. Pero están ahí y su trabajo es tan importante como el del director, aunque éste sea mucho más visible. Están ahí incluso cuando el programa es un reality. Sí, la telerealidad necesita un guión para no aburrirnos, para entretenernos. Leo que hablaron de ello en el  FesTVal de Vitoria y aplaudo la iniciativa. A ver si así la gente se da cuenta de que no todo es tan real como parece.

Cine
Me gusta la idea de que los usuarios ganamos en experiencia y somos más capaces de ver una película con sentido crítico. Lo cuentan en Espinof a raíz de un estudio que sobre la web Rotten Tomatoes. Por lo visto, no solo no influye en taquilla si no que las opiniones entre público y crítica son bastante similares. Es una buena noticia que puede interpretarse como he empezado el párrafo, que se tiene mayor conocimiento del medio, o siendo un poco menos optimista: que los que escriben son quienes tienen esa experiencia y que el resto sigue sin preocuparse mucho de qué va a ver. Claro que quizá éstos últimos son los que miran las estrellas o números de la crítica para decidirse.

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Trabajar en casa hace que sepas a qué hora viene el cartero (cosas de autónomos, para el resto sonará raro). Hace unas semanas llamaron pero no era él si no alguien que dijo traerme el catálogo Ikea y, claro, abrí. Al día siguiente, esperaba encontrarlo en el buzón o apilado de alguna forma como hacían los listines o guías de Telefónica, pero no. Pensé que habría sido una estratagema para colar algún panfleto en los buzones y recordé riendo el spot de hace un par de años. Ahora, leyendo que los de Ikea sugieren que alguien te lo puede robar, me pregunto si realmente alguien de mi comunidad de vecinos se ha apropiado de mi catálogo. ¡A ver si resuelvo el misterio!

Internet
Leer sobre Vibuk me ha traído cierta nostalgia de cuando los usuarios se unían en lo que ahora llamamos redes sociales, antes comunidades. Registrarse era algunas veces complicado pero se hacía porque se quería formar parte de ella. Incluso había directorios en los que tenías dar tus datos para que saliese tu web en una categoría específica y que así los lectores te encontrasen. Un proceso que algunos no habrán hecho nunca, claro, pero que da una idea de los pocos que éramos. Los listines telefónicos tienen ese mismo trasfondo: tener una lista de a quién llamar. Ahora, Facebook te da los teléfonos de tus amigos o, mejor incluso, no los necesitas porque puedes usar su Messenger.

Media News S46 A16

Televisión
La semana pasada estuve viendo la gala de los Ondas y se confirma que saber quién va a ganar le quita todo el interés. Decían los presentadores que algunos ganadores les habían dicho que estaban nerviosos pero, en fin, era solo cuestión de esperar a oír su nombre. Es muy diferente a estar sentado con la incertidumbre y haber escrito un discurso que quizá no se lea. Saberse ganador es igual a una gala sin emoción, casi diría que aburrida si no fuese por alguna actuación y ligeros toques de humor. Un desfile de personas que ni siquiera brillaron en la alfombra roja del Liceu.

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Ya está aquí la Navidad, pronto se encenderán las luces en las calles y la publicidad está poniéndose tierna con los primeros spots navideños. El de Lotería de este año ha sido de los madrugadores, debe ser porque no tienen muy claro el día que es… como los de Milka. Han dejado atrás la animación de maniquís, ahora que está de moda el reto de quedarse quieto. También está el aeropuerto de Heathrow que nos recuerda que el mejor regalo es volver a casa por Navidad, como hace El Almendro de toda la vida. No serán los primeros ni los últimos en aparecer ni es hacernos sonreír, ponernos nostálgicos y hasta brillar los ojos.

Cine
No es la primera vez que me quejo de que algunos tráilers cuentan más de lo que deberían pero lo reconfirmo con el de «La Bella y la Bestia». Dicen que ya es el más visto pero me pregunto cuántos lo habrán hecho con la misma intención que yo: saber cuánto se parecían los personajes reales a los de la película original. Aquí no hay variación posible de la historia así que no hay misterio que desvelar, solo curiosidad. Todas mis preguntas quedan resueltas en el tráiler así que, bueno, ¿para qué ver la película? Me volveré a poner la de animación y escucharé a Angela Lansbury cantar con una sonrisa.

Internet
La historia está llena de momentos en los que alguien vio posibilidades donde otros prefirieron pasar de largo. Ocurre en cualquier sector donde intervenga algo de tecnología (diría que ya casi todos, ¿no?). Es más, hay quien mira con recelo. Algunas preguntas y sus respuestas, más o menos reales: ¿Cambiar la web para hacerla responsive? Bueno, va, porque Google lo dice. ¿Poner un RSS para seguir un blog? Qué cosa tan rara si nadie sabe qué es eso de los feeds. ¿Tener una web? No sé para qué si ya tengo una newsletter. Y así, sin que algunos quieran cambiar, el mundo sigue girando.

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