[Contenidos] El orden en la redacción: títulos, párrafos y enlaces

El orden es subjetivo: para algunos hay orden en el caos, para otros solo hay desorden. No todos pueden ver ciertos patrones en algo aparentemente aleatorio y, quienes los crean, se sienten orgullos de haberles influído sin que se diesen cuenta. Por eso voy a contarte cómo ordenar ideas y palabras para que tus textos cumplan mejor con lo que tú quieres conseguir. Sabiendo que cada cual tiene su propio estilo, adapta mis propuestas a tu manera de escribir.

Estructura del texto: ordenando párrafos

En la lista de preguntas para redactar un post, hay un apartado para lo que llamo esbozo. Si te lo saltas, puedes poner todo lo que se te ocurre sobre un tema y es una opción interesante como ejercicio de escritura libre, pero muy mala si después no lo ordenas porque obligas al lector a que invierta tiempo en entender cómo se lo cuentas en lugar de reaccionar a qué le cuentas.

Claro que se tarda un poco en ordenar las ideas sobre las que se quiere escribir pero si se parte de una buena estructura será fácil después seguirla y terminar bien el texto. No es tiempo perdido, más bien al contrario. Así que, incluso cuando sea un artículo breve, merece la pena hacer un esbozo de lo que se quiere contar.

Hay dos maneras de estructurar un post según el orden que se sigue para exponer las ideas:

  • Natural: lógico, jerárquico incluso, fácil de entender por cualquiera. Típico para cronologías y procesos, es decir, para informar y educar sin esfuerzo. Un ejemplo sería un artículo académico que sigue la estructura clásica, empezando por la introducción.
  • Artificial: no es difícil de seguir, pero sí que supone una predisposición a la lectura. Es útil para persuadir porque pone énfasis en la idea que explica primero. Un ejemplo sería una noticia que utiliza el primer párrafo para contar todo lo que debes saber sobre ella.

Para ordenar las ideas, puedes utilizar una lista o un mapa mental: recuerda seguir la norma de 1 párrafo = 1 idea así que pon en el centro el tema o título y ves añadiendo hilos para las ideas principales y secundarias que las apoyen. Después, elige el orden que te vaya mejor para explicar tu historia.

¿Cómo escribes tus posts: siguiendo el orden natural de exposición o uno artificial para destacar algo? Clic para tuitear

Orden de las palabras: títulos y enlaces

Ahora que más o menos tienes claro qué has de contar, ya puedes ponerte a escribir. También ahora el orden es importante pero, en lugar de afectar a la escructura global del post, tiene que ver con la construcción de las frases.

Las recomendaciones suelen ser las mismas siempre: sin subordinadas y en voz activa o, en otras palabras, cortas y directas. Mejor un par de frases breves que una de varias líneas, mejor pocas palabras pero bien escogidas que muchas que diluyan la idea principal. Además, no todas las frases tienen que ser del mismo tamaño ni seguir el mismo orden.

Aplicando esto a los títulos y a los enlaces, queda claro que se pueden disponer las palabras de diferente manera según lo que se quiera conseguir:

  • Títulos: lo más importante a la izquierda porque es lo primero que se lee, además de que dicen que a Google ese orden también le gusta. Ocurre lo mismo al escribir asuntos de email. Es una manera de destacar las palabras más relevantes.
  • Enlaces: el problema de ponerlos al empezar la frase (el equivalente a lo más a la izquierda posible) es que muchas veces falta el contexto necesario para entender qué se conseguirá haciendo click así que mi recomendación es ponerlos al final.

Cada frase debe tratarse de forma independiente, buscando siempre la mejor manera de transmitir el mensaje y lograr el objetivo. No hace falta que todas estén cortadas por el mismo patrón, aunque sí suele seguirse un estilo común que a la larga forma parte de nuestra voz porque, al fin y al cabo, solemos escribir como hablamos.

Presta atención al orden con el que escribes las frases más importantes de tus textos. #copywriting Clic para tuitear

Ordenando contenidos

Los contenidos necesitan orden. El redactor lo pone en el texto como acabamos de ver y también al identificar los elementos del copywriting. Pero hay otros tipos de orden relacionados, como el de un árbol de contenidos para una web, la jerarquía de las categorías/etiquetas de un blog o la estructura de una landing page. Además, el orden también tiene que ver con la jerarquía visual y ahí el diseño también hace su contribución a la causa común: que el usuario lea un contenido (para después reaccionar a él).

Para saber más sobre redacción de contenidos

[Contenidos] Todo es contenido, pero no todo el contenido es igual

A estas alturas de la historia del marketing de contenidos, sigue abierto el debate de qué es. El problema es que TODO es contenido (cualquier cosa que se publica) y éste se usa para muchas cosas (cumple muchos objetivos). Además, hay muchos formatos (aunque últimamente se hable mucho del contenido visual) y muchos tipos de contenidos (curado, UGC…).

Cada cual interpreta los conceptos a su manera según su formación, experiencia y sí, también lo que oye por este mundillo online. Si a esto le sumamos que hay mucho de subjetivo en las propias definiciones de algunos tipos de contenidos, la confusión aumenta. Así que es muy sencillo y habitual (sobre todo entre novatos) que se mezcle todo ello en la cabeza y se acabe con un gran lío mental.

No quiero hacer otra lista de definiciones (tengo recopilados diccionarios si los necesitas y hay glosarios en mis libros «Marketing de contenidos» y «Vender más con marketing digital«). Además, el ebook «Contenido eres tú» trata precisamente de desenredar todos estos líos.

Para poner un nuevo granito de arena al debate, he hecho una infografía con lo que es y lo que no es. Dejo aquí la parte donde hay más confusión: no confundir marketing de contenidos con SEO, copywriting, inbound, branded content… aunque, obviamente, todos juntos funcionan mejor.

Además, puedes ver qué es el marketing de contenidos en un vídeo de menos de 1 minuto.

[Contenidos] Elementos para un buen copywriting

Aprovechando las recomendaciones de Amazon, he caído en leer varios ebooks sobre copywriting (aviso: enlaces afiliados). Casi todos incluyen en sus títulos algo sobre «vender» y «persuadir», lo cual es propio de la definición de este concepto. He leído unos cuantos y todos me han resultado muy parecidos… ¿será que es difícil inventar ya nada nuevo sobre el tema? Paso a hacer un resumen general destacando lo más interesante de cada uno de ellos para que sirva de apuntes rápidos a quienes quieran conocer mejor cómo utilizar el copywriting en sus textos, especialmente para landings y fichas de producto.

Información previa necesaria

Conocer la estrategia es básico para hacer un buen copywriting. Sí, el objetivo es vender pero: ¿el qué y a quién? Saberlo todo del producto es tan importante como poder identificar las necesidades del futuro comprador porque, en realidad, el texto vende una solución (no un producto) y para ello ha de responder a la clásica pregunta: «What’s in it for me?». Tal y como recuerda, James Thomson: «el trabajo del copywriter es pensar como el cliente potencial».

Titular

Es un tema común hablar aquí de las 4 U que se vienen utilizando desde hace una década según explicó Robert Bly:

  • Urgencia: recuérdale que debe actuar a corto plazo.
  • Único: explícalo como algo nuevo o diferente hasta al momento.
  • Ultra específico: concreto elevado al cubo.
  • Útil: ofrece un beneficio al lector.

Puntúa cada U e intenta que al menos 3 o 4 tengan la máxima puntuación (1 es débil, 4 es fuerte). Si no es así, mejor reescribe el titular.

Estructura de la página

Ethan Parker sugiere ordenar los contenidos de una landing de acuerdo con el orden siguiente:

  1. Problema que el producto soluciona: tanto por qué sienten ese dolor como por qué es la mejor.
  2. Fortalezas del producto: muchas veces es un beneficio mejorado, lo que lo hace único.
  3. Beneficios del producto
  4. Resumen de la descripción
  5. Lista de características: de cada una debería salir un beneficio.

Por su parte, Alex Kei, sugiere los diferentes elementos (tanto racionales como emocionales) que todo texto persuasivo debe tener:

  • El dolor del visitante: hechos, pruebas, ejemplos, estudios… que demuestren e intensifiquen su necesidad.
  • La razón de la existencia del dolor: argumentos para que crean que la competencia no puede ayudarles.
  • Esperanza sobre un final feliz: testimonios de otras personas que han encontrado solución con nosotros.
  • Argumentos de «por qué yo en vez de mi competencia»: demostrar la experiencia con pruebas para dar tranquilidad a los clientes potenciales.
  • Promesas que se puedan cumplir: «si tu propuesta de ventas no promete algo, entonces solo estás informando».
  • Respuesta a las objeciones: elimina los «pero es que…» con una fórmula tipo «algunos clientes antes de contratarnos [objeción] pero luego han comprobado que [resultado favorable]».
  • Elementos de urgencia: darle valor convirtiéndolo en escaso y limitado para evitar el MAPA o Miedo A Perderse Algo (sobre estos temas hablo, lógicamente, en «Estrategia para contenidos»).

Sus propuestas son solo algunas de las muchas fórmulas para el copywriting que se vienen utilizando, la mayoría con siglas para simplificar:

  • AIDA, ampliamente conocida.
  • PAS de Problema, Agitar y Solución.
  • Star-Chain-Hook o Estrella-Historia-Solución empieza con un personaje inicial, una historia que llame la atención sobre un problema y acaba con la solución.
  • FAB de Features, Advantages y Benefits.
  • PPPP de Picture, Promise, Prove y Push.
  • A FOREST de Alliteration (empieza poniendo algo de ritmo al texto), Facts, Opinions, Repetition, Examples, Statistics y Threes (repetir algo 3 veces para hacerlo más memorable).

Son muchos los autores que las comentan, desde Laura Hanly a Steve Allen, y hay muchos artículos sobre el tema que incluyen éstas y otras fórmulas.

Llamada a la acción

Sobre cómo redactar una llamada a la acción, el método de Brian Massey me sigue pareciendo el más adecuado.

No obstante, es interesante saber algo más sobre lo que nos motiva o sobre persuasión e influencia porque, como recuerda Steve Allen, «el truco de la persuasión consiste en pedir a las personas que hagan algo por sus propios motivos, por sus deseos más profundos». De hecho, asegura que «la persuasión es el arte de hacer que una persona haga algo que te beneficie pero que también es de beneficio para ella y está de acuerdo a sus interestes».

Check list final

Erik Smith hace una lista que es perfecta para cerrar este post: preguntas a contestar antes de publicar (o enviar a tu cliente). Piénsalas bien para mejorar tu copy:

  • ¿Cumple las expectativas del titular?
  • ¿Es aburrido?
  • ¿Es claro y conciso?
  • ¿Se lo creerán los lectores?
  • ¿Podrá persuadir a clientes potenciales?
  • ¿Anima a realizar una acción?

Para terminar, recuerda que hay diferentes tipologías de copywriting y que el copywriter es el profesional especialista en la redacción de contenidos.

[Contenidos] Copywriting: diferentes enfoques para diferentes objetivos

No hay que confundir copywriting con marketing de contenidos. El copywriting suele definirse como textos pensados para vender, es el arte de la persuasión con un origen claramente publicitario. Por su parte, el marketing de contenidos es más periodístico y tiene como objetivo atraer a los usuarios, también es un arte pero el de ponerse en su piel y ser capaz de inspirarlos.

Vender es el principal objetivo del copywriting (directamente relacionado con los anuncios de AdWords). Pero hay otros igual de importantes como crear una marca o construir una relación con la audiencia escribiéndoles contenidos que conecten con ellos (muy del marketing de contenidos). En la realidad se mezclan constantemente y muchas veces van de la mano.

El copywriting puede enfocarse de muchas formas y en Copyblogger las enumeraron hace algún tiempo:

  • Plain copy, siguiendo la filosofía de plain language, es decir, sin florituras para hacerlo sencillo de entender.
  • Storytelling copy, aprovechando los mecanismos narrativos para conectar con el lector.
  • Conversational copy, escribiendo tal cual hablarías con el posible cliente para que vea que le comprendes.
  • Imaginative copy, haciendo que el usuario imagine un mundo mejor gracias al producto.
  • Long copy, explicando todo, todo y todo para que no haya dudas de por qué debería comprarnos algo.
  • Killer poet copy, combinando con estilo la parte creativa y de marketing de un texto.
  • Direct-from-CEO copy, dejando que hable el jefe (combinable con cualquiera de los otros tipos).
  • Frank copy, siendo honesto y contando la parte negativa para ganar la confianza del lector.
  • Superlative copy, usando datos o testimoniales que engrandecen la realidad quizá más de la cuenta.
  • Rejection copy, tratando de disuadir al usuario de que no le conviene el producto para lograr el efecto contrario.

Elegir cuál es la mejor forma de enfocar un texto depende del objetivo y la audiencia, como cualquier estrategia de contenidos. Algunos ejemplos:

  • Para una marca nueva, un texto imaginativo que cuente su historia es una buena forma de empezar.
  • Para una gran empresa, un texto plano serviría para acercarse a su público.
  • Para un producto de alta gama, un texto poético es la opción habitual aunque disuadir con lo contrario ayudaría a destacar.
  • Para un producto nuevo, un texto largo con superlativos es también un recurso fácil.
  • En una crisis de reputación, lo ideal es que hable el jefe de manera honesta y conversacional.

Ya ves que no tiene por qué ser solo un tipo de copy cada vez, algunos pueden mezclarse en el mismo texto o crear diferentes campañas. No obstante, el estilo de una empresa se define por cómo son tus textos, es decir, por su copywriting. Así que conviene ceñirse al tipo elegido para no desfigurar la personalidad de la marca.

De profesión, redactor de contenidos o copywriter (ebook 6W)

Cuando me hice freelance en 2009, una de mis dudas era qué ‘cargo’ ponerme para que fuera entendible. Ya que mi propio nombre iba a ser el de mi empresa, quería que fuese evidente cuáles eran mis servicios. Le di muchas vueltas pero el más apropiado me pareció que era redactora web porque quería dejar claro que mi especialidad era escribir los contenidos de páginas web: no soy community manager, tampoco redactora SEO, ni me siento copy en el sentido publicitario. Pero hay otros compañeros de profesión que sí lo hacen y muchos solemos operar bajo el mismo ‘cargo’, aunque tengamos orientaciones algo diferentes.

En realidad, esto que algunos hacemos con tantas ganas, hay quien lo hace dentro de su empresa sin ponerse la etiqueta de ‘redactor’ (a veces ni siquiera nada de ‘contenidos’). El tema de quién hace qué en un departamento de contenidos es algo que siempre me ha interesado así que finalmente me he decidido a iniciar una nueva colección de ebooks en PDF dedicada a profesionales de los contenidos. Esta vez no conversando con personas reales, si no algo más general. Mi método será aplicar las clásicas 6W periodísticas a cada profesión y responder de manera similar a si fuese una noticia: qué ha pasado y quién lo ha hecho, dónde y cómo ha sido, cuándo y por qué.

El primer ebook está dedicado al redactor de contenidos para resolver así las dudas más habituales de quien se está iniciando en el arte del copywriting o quiere contratar a uno:

  • ¿Qué hay que escribir?
  • ¿Cómo hacerlo?
  • ¿Cuándo es mejor publicarlo?
  • ¿Dónde conviene publicar?
  • ¿Por qué externalizar la redacción de contenidos?
  • ¿Quién debería ocuparse de los contenidos?

Ya puedes descargar el ebook «6W sobre el redactor de contenidos«.

En el siguiente PDF trataré otro perfil tan interesante como el de content curator. Si quieres enterarte antes que nadie, apúntate a mi newsletter porque mis sucriptores se llevan siempre las primicias y exclusivas (ellos lo tienen desde hace un mes).

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