[TV] laSexta: crónica de un reestreno

¿Qué hacía cuando se estrenó Cuatro? Estar pegada a la tele, papel en mano, vídeo en marcha. ¿Qué hacía cuando se estrenó laSexta? Dormir, la gripe (por llamar de alguna manera a lo que ha dejado hecha una porquería una semana) me dejó KO y ni me acordé. ¡Y yo que pensaba que al menos podría programar el vídeo! Pero no, porque tampoco (en esos momentos) se sintonizaba y no tenía la cabeza para inventar botijos (que vendría a ser todas esas cosas raras que hacemos con la antena para poder ver sin mucho ruido un canal).

Pero gracias a mi querido Lector fiel me entero que repiten «Arranca La Sexta» por la noche (una que estaba sin leer nada desde hacía varios días). Así que sí puedo levantarme de la cama para ir a trabajar, puedo inventar botijos: ¡y funcionó! ¡Al menos pude grabar la repetición!

Y para quienes tampoco pudieron verlo, quizá por estar trabajando a las 12.40h como medio mundo, Electroduende y Todo Sobre mi tele han puesto los vídeos de la cuenta atrás, entre otros muchos en YouTube, y un resumen en Vertele.

«Arranca La sexta» fue el típico programa de vídeos explicando quién hace cada programa y poca cosa más. El inicio sí fue más original: un vídeo con gente diciendo que ve poco la tele o los documentales de La 2. Después unos textos animando a acabar con la farsa, a salir del armario, a decir: ¡Yo veo la tele! Buena intención, para todas las cadenas en general.

Entonces se enciende un foco y sale Emilio Aragón, en plan monólogo pero sin el fondo rojo, a darnos la bienvenida a «la televisión de los que disfrutan haciendo televisión» como decía la última línea de texto, al «comienzo de una aventura» y «de una ilusión que esperamos contagiarles», como dice el presidente de laSexta, o a una televisión «para los que les gusta el sentido del humor» como dice Florentino Fernández (con una entrada «de la nada» al encender las luces de su plató).

Después de la típica declaración de intenciones, la frase que más se ha criticado: «¡Tenemos el Mundial!» Otra declaración de intenciones. ¿Es que aún quedaba alguien sin saberlo? Toda la campaña de comunicación del estreno se basa este concepto: los rostros famosos de la cadena con camisetas con tu nombre, el logo y un «Fichado» bien grande. Han ocupado falsas portadas y medias hojas en diarios, opis… y poco más. Para ser nuevos, poco ruido, ¿no?

Creo que siempre me preguntaré por qué aquí en Catalunya lo ha traducido todo («Fixat» o «La tele que ens agrada» en lugar de «La tele que nos gusta»), si no hacen ningún programa en catalán.

Para empezar de verdad, mi primer programa fue esa cosa que se han inventado llamada «Los irrepetibles de Amstel». Parece que pocos quieren usar la coletilla promocional del título, pero en realidad es lo único interesante de el programa. No sé qué tiene más gracia si ver a Emilio tocando el piano o a los participantes sin saber qué decir.

La impresión general el primer día fue de mucha publicidad sazonada con humor. Y el miércoles se confirma: no pude grabar el final de «Los soprano» (lo único que tenía claro que quería ver de laSexta) porque duró mucho más de lo previsto.

Si empiezan así, ¿cómo acabarán?

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